![](https://tracktohell.com/wp-content/themes/headbanger-theme/img/especiales.png)
![25º Aniversario de ”The Great Southern Trendkill” de Pantera thumb image](https://tracktohell.com/wp-content/uploads/2021/05/pantera-the-great-southern-trendkill.jpg)
Hablar de Pantera no es nada sencillo. Dentro de todo el universo del metal, debe ser una de las bandas que más etapas tuvo en su historia. Por eso, ”The Great Southern Trendkill” es un mundo en sí mismo. El disco lanzado hace 25 años puede definirse por sus múltiples aristas, desde que fue el álbum más conflictivo de la historia del conjunto hasta la pesadez fangosa de su sonido, convirtiéndose en la placa más heavy de todo su catálogo.
Después de la larga gira de ”Far Beyond Driven”, el grupo afrontó la idea de un siguiente álbum con un desgaste evidente. La relación entre los hermanos Abott (Dimebag Darrell y Vinnie Paul) y Phil Anselmo no daba para más. La dedicación que los hermanos le brindaban a Pantera, no tenía correlación con las actitudes que Anselmo adoptaba para con su vida.
Resulta que el también vocalista de Down quería sonar más pesado que nunca. El histórico manager de la banda, Walter O’Brien, para el libro ”Official Truth” del bajista del grupo, Rex Brown, sostuvo lo siguiente en cuanto a esta postura del frontman:
”Phil quería que la banda sea más, y más y más pesada, lo cual era extraño porque en el micro de gira él ponía tanto un disco de Journey como uno de Cannibal Corpse”.
”Estaba todo el tiempo hablando de como se había vendido Metallica y no le importaba decir en los conciertos que Metallica apestaba y que eran un grupo de maricones. Y eso era un problema cuando los otros tres miembros de la banda me estaban pidiendo que los meta en una gira con Metallica”, afirmó el ex manager del conjunto texano con respecto a como la brújula de la banda no estaba calibrada.
Por aquel tiempo Anselmo ya era un adicto a la heroína, aspecto que sumado a su famoso dolor de espalda, lo convertían en un ser indescifrable tanto para él mismo como para su responsabilidad con Pantera. De este modo, la grabación de ”The Great Southern Trendkill” fue caótica desde todo punto de vista. El método de grabación de
Pantera era casi de formato en vivo, con zapadas y riffs de Dimebag que disparaban a lo que serían las canciones en sí. Es de público conocimiento que para los anteriores álbumes llegaron a tener casi 40 temas de los que solo quedaban unos once o doce para cada disco. Por eso, para este octavo álbum(o cuarto, según como se lo mire) los cuatro integrantes se enfocaron en crear solo once canciones y trabajarlas del mejor modo para el lanzamiento.
Uno de los factores influyentes desde la grabación era la ausencia de Anselmo, mientras Rex y los hermanos Abbott se encerraban en el estudio de Texas a darle forma al material, Phil se encontraba en Nueva Orleans y decidió grabar sus voces en el estudio del líder de Nine Inch Nails, Trent Reznor. Así, se dificultaba el ensamble de las líricas y lo instrumental al no compartir el mismo espacio físico.
Anselmo evidenció su estado de oscuridad a lo largo de todo el recorrido. Rex, en su libro, contó que las pocas veces que se juntaron en esa época de composición, Anselmo se daba golpecitos en el brazo, a modo de invitación al perverso mundo de la heroína. A lo que el bajista le devolvía:
”¿En serio? ¿Querés que me una a ese club? No me interesa, compañero. Y nunca me interesará”.
No obstante todos estos obstáculos que la banda tuvo para sacar el nuevo material a la luz, la verdad es que el disco es una bomba que no falla a lo largo y ancho de sus once tracks. La homónima que da inicio al recorrido tiene el arranque más furioso jamás recordado de toda la discografía de Pantera y, a su vez, sirve de tentempié para todo lo que vendrá luego. Pero este tema además de sonar pesado como la mierda, en ningún momento pierde la fuerza melódica de la guitarra de Darrell, convirtiéndola en un clásico de los texanos.
La siguiente, ”War Nerve”, también es una composición líricamente opresiva que muestra a Anselmo con alaridos contra los medios de comunicación y contra el mundo en general. ”13 Steps To Nowhere” es otra que da prueba del momento que atravesaba el vocalista como también las ”Suicide Note, Pt. 1 y 2”. Estas muestran la faceta más experimental de Pantera, y la primera parte reza una de las frases más crudas que Anselmo ha escrito en toda su vida: ”Can you tell I’m a man?/ With these scars on my wrists”(¿Puedes decir que soy un hombre?/ Con estas cicatrices en mis muñecas) con una clara referencia al abuso de heroína en el que estaba sumergido en aquel 1996. Por su parte, la segunda ”nota suicida” expresa en un pasaje: ”Tortured history, addict of misery, this exposes me/For weakness is a magnet – watch me do it (do it)/ Don’t you try to die, like me”(Historia torturada, adicto a la miseria, esto me expone/Porque la debilidad es un imán – mírame hacerlo (hazlo)/No intentes morir como yo).
Curioso es lo que sucedió con otra de las pistas más recordadas y la que posee un deslumbrante solo de guitarra de Dimebag, ”Floods”. La viuda de Dimebag Darrell, Rita Haney, recordó parte de la creación de este track:
”El solo de guitarra de Floods era algo que Dime solía tocar cuando Phil aún no había llegado a la banda. Una vez me armó un cassette para escuchar antes de dormir, todavía lo conservo, que consistía en noventa minutos de ese solo, con armónicos y todo eso, así me podía quedar dormida escuchándolo. Pero una vez que entendí lo que cantaba Phil y a lo que estaban relacionadas sus letras, ya no quise escucharla más, la odiaba, esa letra me arruino la canción. Obviamente ya lo superé y ahora puedo darle otro sentido a su letra, pero en ese momento ninguno de nosotros se dio cuenta de que Phil se había puesto tan oscuro y eso salía reflejado en todas sus letras”.
La oscuridad lineal a lo largo de todo el disco sorprendió a sus restantes miembros pero lo que les molestaba, sobre todo a Vinnie que era el más purista en el estudio, era que Phil grababa dos veces las voces y luego le agregaba un canal más, cuestión que después era imposible trasladar a los shows en vivo. Pero Anselmo fue inmanejable en aquellos tiempos. De hecho, para algunas canciones invitó a su amigo Seth Putnam de Anal Cunt para ayudarlo en los gritos pero sin consulta previa con nadie del grupo ni con Terry Date(productor del disco).
La portada también tiene mucho que decir sobre el contenido de la placa. Esa serpiente que muestra su lengua y nos interpela con esos ojos rojizos ya dejaba rastros de la densidad intrínseca de su interior.
A pesar de que la banda se desintegraba por dentro, la gira de Trendkill se llevó a cabo con buena recaudación de dinero y con todos los tickets vendidos pero la sobredosis de heroína que tuvo Anselmo en el medio del tour casi la pone en peligro. Al recuperarse, hizo público el siguiente comunicado:
”Yo, Philip H. Anselmo, inmediatamente después de un show muy exitoso en Dallas, me inyecté una dosis letal de heroína en el brazo y morí durante cuatro o cinco minutos. No había luces, ni música hermosa, simplemente nada. Y luego, después de 20 minutos (por lo que escuché más tarde) mis amigos me abofetearon y me echaron agua en la cabeza, todo básicamente para tratar de revivirme. Los paramédicos finalmente llegaron y todo lo que recuerdo es despertarme en la parte trasera de una ambulancia. Desde entonces, me he recuperado por completo, el Pantera Tour vuelve al ruedo. ¡Tengo la intención de mantenerlo así! Un mensaje para todos en este maldito mundo: No soy un debilucho que busca simpatía. ¡NO MORIRÉ TAN FÁCILMENTE!”.
Si bien la banda pudo gambetear por un rato al destino y así poder continuar con el tour de Trendkill, la fecha de caducidad del conjunto que redefinió al metal en la entrada a los 90 ‘s, ya estaba impresa, por lo que sólo gozaría de un tiempito más en plenitud.
A continuación, el videoclip de ”Drag The Waters” dirigido por el mismo Dimebag Darrell:
![](https://tracktohell.com/wp-content/themes/headbanger-theme/img/especiales.png)
![25º Aniversario de ”The Great Southern Trendkill” de Pantera thumb image](https://tracktohell.com/wp-content/uploads/2021/05/pantera-the-great-southern-trendkill.jpg)
Hablar de Pantera no es nada sencillo. Dentro de todo el universo del metal, debe ser una de las bandas que más etapas tuvo en su historia. Por eso, ”The Great Southern Trendkill” es un mundo en sí mismo. El disco lanzado hace 25 años puede definirse por sus múltiples aristas, desde que fue el álbum más conflictivo de la historia del conjunto hasta la pesadez fangosa de su sonido, convirtiéndose en la placa más heavy de todo su catálogo.
Después de la larga gira de ”Far Beyond Driven”, el grupo afrontó la idea de un siguiente álbum con un desgaste evidente. La relación entre los hermanos Abott (Dimebag Darrell y Vinnie Paul) y Phil Anselmo no daba para más. La dedicación que los hermanos le brindaban a Pantera, no tenía correlación con las actitudes que Anselmo adoptaba para con su vida.
Resulta que el también vocalista de Down quería sonar más pesado que nunca. El histórico manager de la banda, Walter O’Brien, para el libro ”Official Truth” del bajista del grupo, Rex Brown, sostuvo lo siguiente en cuanto a esta postura del frontman:
”Phil quería que la banda sea más, y más y más pesada, lo cual era extraño porque en el micro de gira él ponía tanto un disco de Journey como uno de Cannibal Corpse”.
”Estaba todo el tiempo hablando de como se había vendido Metallica y no le importaba decir en los conciertos que Metallica apestaba y que eran un grupo de maricones. Y eso era un problema cuando los otros tres miembros de la banda me estaban pidiendo que los meta en una gira con Metallica”, afirmó el ex manager del conjunto texano con respecto a como la brújula de la banda no estaba calibrada.
Por aquel tiempo Anselmo ya era un adicto a la heroína, aspecto que sumado a su famoso dolor de espalda, lo convertían en un ser indescifrable tanto para él mismo como para su responsabilidad con Pantera. De este modo, la grabación de ”The Great Southern Trendkill” fue caótica desde todo punto de vista. El método de grabación de
Pantera era casi de formato en vivo, con zapadas y riffs de Dimebag que disparaban a lo que serían las canciones en sí. Es de público conocimiento que para los anteriores álbumes llegaron a tener casi 40 temas de los que solo quedaban unos once o doce para cada disco. Por eso, para este octavo álbum(o cuarto, según como se lo mire) los cuatro integrantes se enfocaron en crear solo once canciones y trabajarlas del mejor modo para el lanzamiento.
Uno de los factores influyentes desde la grabación era la ausencia de Anselmo, mientras Rex y los hermanos Abbott se encerraban en el estudio de Texas a darle forma al material, Phil se encontraba en Nueva Orleans y decidió grabar sus voces en el estudio del líder de Nine Inch Nails, Trent Reznor. Así, se dificultaba el ensamble de las líricas y lo instrumental al no compartir el mismo espacio físico.
Anselmo evidenció su estado de oscuridad a lo largo de todo el recorrido. Rex, en su libro, contó que las pocas veces que se juntaron en esa época de composición, Anselmo se daba golpecitos en el brazo, a modo de invitación al perverso mundo de la heroína. A lo que el bajista le devolvía:
”¿En serio? ¿Querés que me una a ese club? No me interesa, compañero. Y nunca me interesará”.
No obstante todos estos obstáculos que la banda tuvo para sacar el nuevo material a la luz, la verdad es que el disco es una bomba que no falla a lo largo y ancho de sus once tracks. La homónima que da inicio al recorrido tiene el arranque más furioso jamás recordado de toda la discografía de Pantera y, a su vez, sirve de tentempié para todo lo que vendrá luego. Pero este tema además de sonar pesado como la mierda, en ningún momento pierde la fuerza melódica de la guitarra de Darrell, convirtiéndola en un clásico de los texanos.
La siguiente, ”War Nerve”, también es una composición líricamente opresiva que muestra a Anselmo con alaridos contra los medios de comunicación y contra el mundo en general. ”13 Steps To Nowhere” es otra que da prueba del momento que atravesaba el vocalista como también las ”Suicide Note, Pt. 1 y 2”. Estas muestran la faceta más experimental de Pantera, y la primera parte reza una de las frases más crudas que Anselmo ha escrito en toda su vida: ”Can you tell I’m a man?/ With these scars on my wrists”(¿Puedes decir que soy un hombre?/ Con estas cicatrices en mis muñecas) con una clara referencia al abuso de heroína en el que estaba sumergido en aquel 1996. Por su parte, la segunda ”nota suicida” expresa en un pasaje: ”Tortured history, addict of misery, this exposes me/For weakness is a magnet – watch me do it (do it)/ Don’t you try to die, like me”(Historia torturada, adicto a la miseria, esto me expone/Porque la debilidad es un imán – mírame hacerlo (hazlo)/No intentes morir como yo).
Curioso es lo que sucedió con otra de las pistas más recordadas y la que posee un deslumbrante solo de guitarra de Dimebag, ”Floods”. La viuda de Dimebag Darrell, Rita Haney, recordó parte de la creación de este track:
”El solo de guitarra de Floods era algo que Dime solía tocar cuando Phil aún no había llegado a la banda. Una vez me armó un cassette para escuchar antes de dormir, todavía lo conservo, que consistía en noventa minutos de ese solo, con armónicos y todo eso, así me podía quedar dormida escuchándolo. Pero una vez que entendí lo que cantaba Phil y a lo que estaban relacionadas sus letras, ya no quise escucharla más, la odiaba, esa letra me arruino la canción. Obviamente ya lo superé y ahora puedo darle otro sentido a su letra, pero en ese momento ninguno de nosotros se dio cuenta de que Phil se había puesto tan oscuro y eso salía reflejado en todas sus letras”.
La oscuridad lineal a lo largo de todo el disco sorprendió a sus restantes miembros pero lo que les molestaba, sobre todo a Vinnie que era el más purista en el estudio, era que Phil grababa dos veces las voces y luego le agregaba un canal más, cuestión que después era imposible trasladar a los shows en vivo. Pero Anselmo fue inmanejable en aquellos tiempos. De hecho, para algunas canciones invitó a su amigo Seth Putnam de Anal Cunt para ayudarlo en los gritos pero sin consulta previa con nadie del grupo ni con Terry Date(productor del disco).
La portada también tiene mucho que decir sobre el contenido de la placa. Esa serpiente que muestra su lengua y nos interpela con esos ojos rojizos ya dejaba rastros de la densidad intrínseca de su interior.
A pesar de que la banda se desintegraba por dentro, la gira de Trendkill se llevó a cabo con buena recaudación de dinero y con todos los tickets vendidos pero la sobredosis de heroína que tuvo Anselmo en el medio del tour casi la pone en peligro. Al recuperarse, hizo público el siguiente comunicado:
”Yo, Philip H. Anselmo, inmediatamente después de un show muy exitoso en Dallas, me inyecté una dosis letal de heroína en el brazo y morí durante cuatro o cinco minutos. No había luces, ni música hermosa, simplemente nada. Y luego, después de 20 minutos (por lo que escuché más tarde) mis amigos me abofetearon y me echaron agua en la cabeza, todo básicamente para tratar de revivirme. Los paramédicos finalmente llegaron y todo lo que recuerdo es despertarme en la parte trasera de una ambulancia. Desde entonces, me he recuperado por completo, el Pantera Tour vuelve al ruedo. ¡Tengo la intención de mantenerlo así! Un mensaje para todos en este maldito mundo: No soy un debilucho que busca simpatía. ¡NO MORIRÉ TAN FÁCILMENTE!”.
Si bien la banda pudo gambetear por un rato al destino y así poder continuar con el tour de Trendkill, la fecha de caducidad del conjunto que redefinió al metal en la entrada a los 90 ‘s, ya estaba impresa, por lo que sólo gozaría de un tiempito más en plenitud.
A continuación, el videoclip de ”Drag The Waters” dirigido por el mismo Dimebag Darrell: