Un nuevo trabajo de esta banda creada por el suizo-estadounidense Manuel Gagneux en 2013, con el proyecto de crear algo original combinando Black Metal, Soul y Gospel Afroamericano.  Si bien al comienzo el grupo residía en los Estados Unidos, actualmente opera desde Suiza.

La banda ha lanzado, hasta el momento, dos álbumes: “Devil Is Fine” (2016) y “Stranger Fruit” (2018), para ahora despacharse con un EP de seis tracks, cuyo título no deja lugar a dudas: “Wake  of a Nation” (“El Despertar de una Nación”). Toda la música es compuesta por Gagneux.

Este trabajo es lanzando en medio de un terrible recrudecimiento del racismo estructural estadounidense, que llevó a estallidos de conflictividad social en las calles, reprimidos autoritariamente mediante la brutalidad policial.

Todo comienza en calma con “Vigil” que tiene una letra referida directamente al asesinato de George Floyd por parte de un policía blanco que lo asfixió con la rodilla presionando su cuello, al ser acusado de haber pagado con un billete falso en un negocio. Ese fue un homicidio que conmovió al mundo por haber sido filmado con un celular y viralizado en todos los medios masivos de comunicación. “No puedo respirar, es un celular. Por favor, no disparen, necesito llegar a casa. Estoy rogando de rodillas. Ustedes solo siguen órdenes, pero siguen cayendo sobre nosotros. ¿Cuántos más tiene que durar?”. Se trata de una canción muy emotiva, literalmente conmovedora en la que el piano cumple un rol fundamental, así como los coros.

 “Tuskegee” empieza con una guitarra calma que pronto deriva en un tema a puro Black Metal.  El trabajo vocal es impresionante, oscilando entre la furia típica de ese estilo musical hasta las voces limpias, y esta canción, como el resto, está muy bien lograda, en cuanto a calidad de riffs, solidez rítmica, y diversos cambios a lo largo de su duración.

Luego llega, el que quizás sea el tema más emotivo del EP, “At the Seams”, de una melodía triste, teclado protagónico y momentos de cierto enojo: “Ya sé cómo morirás, le susurra una madre a su niño. Ya vimos todo esto antes de que tú nacieras”.  Tremenda expresión de que en Estados Unidos el color de la piel es una desventaja desde el parto.

El nombre del siguiente tema, “I Can’t Breathe” (“No puedo respirar”) también remite directamente al caso de Floyd.  El track es corto, e incluye grabaciones de algunas manifestaciones de la convulsión que están atravesando los Estados Unidos.

“Trust No One” (“No confíes es nadie”) es una canción sumamente oscura, que empieza con ese sonido Gospel tan propio del proyecto, para explotar en riffs aterradores, voces lascerantes y una sonoridad como de alarma, para alertar sobre las tragedias que se avecinan, cuando son los vecinos quienes encarnan las propias tragedias.

El track final, “Wake of a Nation” es el más étnico en su musicalidad, y muy directo en su letra: “El cadáver estadounidense es la señal, no te duermas en el despertar de una nación. El rey está muerto”.

El arte de tapa merece una mención especial: dos bastones policiales de color blanco (cuando en realidad son del color opuesto) dispuestos de manera tal que forman una cruz invertida, sobre un fondo negro. Queda a cada cual interpretar el simbolismo.

Se trata de un muy buen trabajo, de uno de los proyectos musicales más llamativos –en el mejor sentido- de los últimos tiempos, especialmente por dos virtudes: el riesgo de elaborar una síntesis entre géneros que solían pensarse incluso como contrapuestos por cuestiones “filosóficas”, y el ánimo explícito de enfatizar la falacia del arte “apolítico”, cuando cualquier crítico de arte -de cualquier lenguaje artístico- sabe bien que cumple una función social en un contexto histórico, se nutre de los acontecimientos de cada época y permite tomar conciencia de lo que se ignora, o lo que se rechaza, si se manifestara a través de cualquier otro medio. Elegir “entretener”, “distraer” o tan solo “generar goce” (y goce no es placer) son decisiones tan políticas como comunicar, mediante la música, un mensaje comprometido con la realidad, y hacerlo de manera que estimule nuestra sensibilidad.