Después de 5 años volvimos a tener noticias de la gente de Asphyx, el 2021 fue su año de regreso y Necroceros fue el encargado de marcarlo. Los liderados por Martin Van Drunen trajeron un disco que dejo claro que el tiempo no pasa para ellos y que la semilla maldita sigue dentro, el tiempo que paso quizá solo sirvió para que esa semilla crezca mas y mas dando como resultado un disco que todavía mantiene en alto la bandera que vienen colgando desde 1987.

Si esperaban un disco flojo o esperaban algo menos de esta banda me alegra decirles que se equivocan porque este disco no tiene nada de malo ya que mantiene la vibra death metal e incluso se va al lado mas melódico y doom saliendo muy bien parado la prueba de eso son canciones como “Molten Black Earth” , “Knights Templar Stand” e “In Blazing Oceans” entre otras. Todo esto sin dejar jamás de lado el death metal clásico al cual nos tienen acostumbrados con “Mount Skull” , “The Nameless Elite” y la mas poderosa de todas “Botox Implosion” estas dos ultimas vienen siendo los actuales cortes de difusión de la placa. Musicalmente hablando no hay nada reprochable a esta gran banda que con la rasposa y agonizante voz de Martin Van Drunen la cual acompañada por las guitarras podridas de Paul Baayens, la batería pesada de Stefan Hüskens y el bajo de ultratumba de Alwin Zuur dan la combinación perfecta, casi como una marca registrada que nos hace reconocer de inmediato que estamos escuchando Asphyx. El disco se recorre sin problemas de inicio a fin sin puntos bajos que nos asegura movimiento de cabeza constante no importa con que canción sea. Para el final nos encontramos con “Yield or Die” y “Necroceros” las cuales mantienen el ritmo lento y pesado para una salida igual y sin dejar nada afuera Asphyx cierra otro disco hermoso mostrando que no esta muerto el que vuelve como zombie… bueno al menos no del todo.

Así paso otro disco de Asphyx aplastando cabezas, acariciando oídos y sacándole mas de una sonrisa a uno. Este 2021 esta siendo un año neutral hasta ahora lo lindo es que vemos regresos como el de esta banda icónica del death metal sin mostrar signos de fatiga o cansancio, siempre frescos musicalmente aunque con algo de demora pero es aquí donde se aplica el gran dicho de “lo bueno se hace esperar” la espera fue suficiente y valió la pena. Gracias Asphyx, quédense mucho tiempo mas.