La escena musical belga se encuentra en pleno desarrollo y Alkerdeel es uno de los proyectos más interesantes de los últimos años. Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Pede, vocalista de esta banda que combina Black y Doom/Sludge Metal, incorporando algunos recursos estéticos muy particulares. Tratamos esas cuestiones, el reciente lanzamiento de su álbum “Slonk” y la situación de su país en varios sentidos.
– Muchas gracias, Pede, por concedernos esta entrevista y permitirnos conocer más acerca de la propuesta artística de Alkerdeel. ¿Cómo presentarías al grupo a la gente que todavía no escuchó nada de ustedes? Podés comentar lo que quieras sobre su formación, historia, estilo, influencias, etc.
P: Alkerdeel está integrado por cuatro personas y nunca tuvimos un cambio de formación desde que empezamos en 2007: Pui (guitarra), Nieke (batería), QW (bajo) y yo (Pede). Nieke y Pui solían tocar juntos en Headmeat, una banda de Death Metal que sacó un disco por Baphomet Records, el sello de Killjoy. QW tocaba en The Plague Of Gentlemen y Serpentcult. Yo no tengo muchos antecedentes en cuanto a bandas para mencionar, pero estuve editando música por medio de mi sello Luchtrat (Virus, The Deathtrip, Asva, entre otras).
En cuanto a influencias, la segunda ola de Black Metal (Darkthrone, Beherit, Ildjarn, Blut Aus Nord), el Doom (lo más viejo de My Dying Bride y Cathedral), el Sludge más crudo (Burning Witch, Corrupted, Meth Drinker, Eyehategod) y mucha más música (psicodélica, Rock de los 70’s, etc.). Realmente no copiamos, o sea, cuando digo que tenemos influencias de Burning Witch, no es que encontrarán su lentitud en nuestra música, sino aspectos de su sonoridad. El trabajo de producción de Steve Albini, y cómo grabó el track “The Bleeder” es una gran inspiración para nosotros.
– Acaban de lanzar un excelente disco, “Slonk”. ¿Qué nos podés comentar sobre el proceso creativo? ¿Se vio afectado de alguna manera por la pandemia?
P: La pandemia solamente afectó la fecha de lanzamiento, que se pospuso medio año. Toda la música fue compuesta entre 2016 y 2019. En realidad, teníamos planificado ir al estudio recién a mediados de 2020, justo cuando empezó el confinamiento. Por suerte, hubo un breve período en el mes de agosto, durante el que se flexibilizaron algunas restricciones y eso nos permitió grabar, y como lo hacemos rápido, nos llevó solamente dos días. Necesitábamos un descanso, en cuanto a componer, después de nuestro disco anterior, ‘Lede’ (2016), y darle tiempo para salir de nuestros sistemas, aunque el primer tema del nuevo álbum, “Vier”, proviene de una época bastante cercana a la edición de ese trabajo. Mirando en retrospectiva nuestra obra, nos damos cuenta de que el público tiende a expresar ciertas anticipaciones, como esperando que los elementos más sobresalientes de un disco se repitan en el siguiente. Siempre vamos en una dirección diferente, aunque no lo hagamos de manera consciente. Después de “Morinde”, la gente esperaba que nos volviéramos más Sludge, y, de hecho, hicimos justo lo contrario: esas influencias casi desaparecieron. Lo mismo con “Lede”, para el que se esperaban más influencias Death o incluso Grind, pero no. Y ahora, poco después del lanzamiento de “Slonk”, ya escuchamos a personas deseando que hubiésemos continuado en una veta más “atmosférica”, pero las probabilidades eran pocas. Nunca tuvimos una pretensión específica, lo que hacemos sale naturalmente. Te digo más, cuando empezamos a componer intentamos hacer algo más a medio tiempo, pero “Slonk” probablemente sea lo más rápido que tocamos. Lo que ocurrió con “Slonk”, no obstante, es que por primera vez nos aferramos a las influencias de las bandas con las que crecimos, como Forgotten Woods, Tulus, el viejo Ancient, y hay mucho de eso en el álbum.
– Escuché “Morinde”, su primer disco, y luego “Slonk”, y tengo la impresión de que se volvieron más “Black” y menos “Doom/Sludge”. Los dos trabajos son grandiosos, pero veo un desarrollo en esa dirección. ¿Qué pensás al respecto?
P: Eso es algo que ya me dijeron en varias entrevistas, pero no coincido. Sí hay una influencia Sludge en nuestra música más temprana. De hecho, empezamos a tocar con la intención de mezclar Eyehategod con Ildjarn. Eso fue en nuestro demo debut y el split con A Den Of Robbers. Pero incluso en “Morinde” no escucho influencias del Sludge, para mí es tan Black como “Lede” o “Slonk”. Paso a explicarme. Por empezar, no somos una banda de Black Metal de la forma en que lo son grupos como Abigor, Watain or Dissection, etc. Los artistas en esas bandas expresan claramente que para ser 100% Black Metal hay que ser satanista. Eso hace que mucha gente vea incluso a Mercyful Fate como Black Metal. En cuanto al sonido, somos más una banda de Heavy Metal o hasta Hard Rock. Teniendo esto en mente, Alkerdeel no es un grupo de Black Metal y somos ateos hasta el hueso. De todos modos, compartimos mucho con ese género, en términos de sonido.
El punto en el que disiento es que mi idea del Black Metal no se limita a la interpretación más “norsecore” (nórdica, escandinava) del estilo: el clima gélido, los blast beats. Hay mucho más en el Black Metal que esos aspectos, en especial si pensamos en Beherit, Master’s Hammer, Rotting Christ, Varathron, Mortuary Drape, Alastis, Absu y el viejo Samael, que no tocaban rápido para nada. En ese sentido, no considero que “Morinde” sea más o menos Black Metal que los discos siguientes. Lo que sí es correcto es que “Slonk” tiene más del sonido escandinavo de la segunda ola, como comentaba anteriormente.
– Me interesan mucho las letras y el idioma utilizado. He leído acerca de un antiguo dialecto de la lengua belga, incluso sobre el uso del Idioma Enoquiano. Me gustaría saber más detalles sobre ese aspecto de su arte y las decisiones creativas que lo sustentan.
P: Aunque Bélgica tiene el tamaño de una estampilla, posee más dialectos que hormigas en un hormiguero. La gente del Este tiene dificultades para entender lo que dice la del Oeste, y quizás haya doscientos kilómetros de distancia entre un lugar y otro. Hay algo “agrícola” en nuestro dialecto y desde siempre lo usamos para las letras. Nos gusta confundir a la gente con palabras y expresiones olvidadas. Probablemente tenga que ver con que, al haber crecido escuchando todas esas bandas escandinavas, y las raíces lingüísticas son similares, las palabras y expresiones suenan como las nuestras. Puede que haya algo de homenaje, aunque no entendamos todo. Algunas cosas sí, por ejemplo, el título del debut de Fleurety “Min Tid Skall Komme”, significa “My Time Shall Come” (“Mi momento llegará”), es muy cercano a la traducción en dialecto del Oeste de Flandes (la Región Flamenca de Bélgica, en el norte, donde se habla danés, mientras en el sur se habla francés). En “Lede” hay un track, “Gråt Deleenaf” que quiere decir: “estar totalmente exhausto, casi muerto hasta el hueso.” Hay quienes nos preguntan por qué usamos títulos en sueco, pero no lo hacemos, es nuestro dialecto, con esa letra rara “å”, que también se usa en las lenguas escandinavas.
Lo del Idioma Enoquiano es algo completamente distinto. Voy a explicar primero qué es y por qué lo usamos. Se trata de la lengua que utilizó John Dee en el siglo XVI, cuando se decía que se había comunicado con los ángeles. Según los diarios escritos por Dee, ese idioma era el hablado entre Dios y sus servidores, y luego con Adán, cuando se creó el mundo y se le puso un nombre a cada cosa. Tocando un género musical que suele tener conexiones con el ocultismo, sabía de la existencia de este idioma, aunque no soy un ocultista en lo más mínimo. Como diseñador gráfico, tengo un interés enorme por las formas tradicionales de impresión y sigo estudiándolas: grabado, serigrafía, etc. La mayoría de los diseños que imprimo son ilustraciones de Alkerdeel, entonces hubo un período en que no tenía suficiente material para usar en los cursos y tenía que hacer diseños rápidos. Fue así que me metí en el mundo del Idioma Enoquiano. Por cada sílaba en dicho código hay un equivalente en inglés. Cada letra tiene varias características: valor simbólico, numérico, químico, al menos un color, etc. Hice una abstracción de los símbolos formando una grilla en la que cada letra enoquiana se puede ubicar. El diseño de los símbolos depende de distintas características, el grosor de la línea o su peso, pueden establecer el valor numérico. Dado que las técnicas tradicionales de impresión se basan en el tiempo de exposición del material a la luz o el ácido, también podía usar el valor numérico variando el tiempo, influyendo en la opacidad de la tinta. Haciendo eso con cada letra de cada palabra, se pueden formar ilustraciones. Una consecuencia de este método es que pude crear ilustraciones no directamente influenciadas por mi estado emocional, sino mediante cálculos que me resultaban realmente interesantes en ese momento. Los dibujos que acompañan a cada track de “Slonk” se basan en la interpretación más básica que hice de este código/técnica. Cada letra tiene el mismo peso y color negro. Usé las palabras Tierra, Aire, Fuego y Agua como títulos para las canciones, pero en dialecto, y esos son también los principales elementos que aparecen en el Idioma Enoquiano.
TE PUEDE INTERESAR: RESEÑA: ALKERDEEL – SLONK (2021)
– Toda la gráfica me parece cautivante, me recuerda a los cuentos folklóricos europeos, sobre todo las fábulas. Tienen esa mezcla única de elementos picarescos y sádicos que siempre me resultó maravillosa. Crecí escuchando los cuentos y mirando las ilustraciones de ‘Der Struwwelpeter’, ‘Till Eulenspiegel’, ‘Max und Moritz’, y el arte visual de Alkerdeel me recordó a esos libros. ¿Por qué usan esa estética?
P: La gráfica de “Slonk” es un poco distinta a la de los otros discos, excepto por la parte de los animales. Siempre me fascinaron los animales incluidos en las viejas narraciones. Cuando era un niño, a veces visitaba un parque que se llamaba “The Efteling”, basado en los relatos de Anton Piek, un pintor e ilustrador romántico danés de principios de 1900. Mucho del contenido de ese parque temático también se basaba en la obra de los hermanos Grimm, y eso me causó una gran impresión, particularmente los lobos vestidos. Esas imágenes me fascinan hasta el día de hoy, por eso me gusta coleccionar libros y cuentos de Europa del Este. Las atmósferas y las técnicas de impresión (que son muy importantes) realmente le hablan a la imaginación. Tal como vos decís, muchas veces son sádicas y crueles, pero también surrealistas, y eso es lo que más me atrae. Debo decir que las influencias para el arte visual no se limitan a las antiguas fábulas y sus ilustraciones. La estructura y los marcos de cartón en nuestro álbum anterior, “Lede”, se basan en la obra del novelista gráfico contemporáneo Kris Ware. También Craig Thompson fue una gran influencia, junto con el artista callejero Shepard Fairey (OBEY), y toda la estérica “do-it-yourself” (“Hazlo Tú Mismo”) de tantos artistas underground; el trabajo de Crass, hasta la tapa de “Transilvanian Hunger” de Darkthrone.
– ¿Cuáles son sus principales referentes musicales? Hago esta pregunta típica -aunque hayas señalado algunas- porque creo que lograron un sonido muy particular mezclando elementos de distintos estilos.
P: Ya te estuve dando algunas pistas. Nos gustan mucho Bathory, Hellhammer, Darkthrone, Burzum, Beherit, Samael, Kvist, Hades, Blut Aus Nord, Armagedda, todas bandas que la mayoría conoce. Otras que suelen llamarse de “Metal Bélico” (lo que es horrible), y las que las influenciaron: Sarcófago, Bestial Warlust, Teitanblood, Black Witchery. También las viejas bandas de Doom que editaba Peaceville en sus comienzos o de Death Metal como lo primero de Autopsy, Immolation, Morbid Angel. Cuando digo “Doom” pueden ser las pioneras como Pentagram, Witchfinder General, pero también las modernas como Cathedral, Witchcraft y otras. Bandas de Sludge (no de Post Metal) como Iron Monkey, Earth, Burning Witch, Eyehategod, Corrupted o Meth Drinker. Entre lo más contemporáneo escuchamos Wulkanaz, Hädanfärd, Turia, Malokarpatan, Ehlder, demasiadas para nombrarlas a todas. Desde luego que cada integrante tiene sus placeres privados, que van desde la música oscura de los setentas, hasta la psicodelia, la electrónica, la alternativa. No hay fronteras.
– Contanos sobre la escena underground en Bélgica, porque muchas bandas de ese país se están volviendo grandes, como Amenra, Wiegedood, Oathbreaker, y bueno, a esta altura ni hablar de Aborted. Otras como Sons Of A Wanted Man también empezaron a proyectarse.
P: La verdad me cuesta un poco hablar de una escena belga. Amenra tiene su “Church Of Ra” alrededor, y nosotros no formamos parte de eso. Tocamos un par de veces con algunas de esas bandas hace años, pero no es lo nuestro. Conocimos a Sven de Aborted en los 90’s. Pui, nuestro guitarrista, de hecho, tocó con él en Leng’tche, pero luego siguió otro camino. Nos sentimos más conectados con bandas como Lugubrum, Witch Trail, Moenen Of Xezbeth, Perverted Ceremony o Witch Trail, de quienes somos amigos. Difícilmente podamos hablar de una escena como tal, cuando cada cual hace la suya. Recomiendo escrudiñar los catálogos de Medieval Prophecy Records, Babylon Doom Cult Records y Gramschap. También hay un excelente programa radial llamado “De Pankraker” (traducido sería “el aplastador de cráneos”, tomado de un tema de Lugubrum). Es semanal, en un inglés aceptable, con música underground de todo el mundo. Se puede escuchar en Facebook o Mixcloud.
– ¿Cuál es tu opinión sobre la forma en que la pandemia azotó Bélgica? Tienen una de las tasas de mortalidad más altas del mundo, sino la más alta. ¿Y qué nos podés decir sobre sus efectos en la industria musical?
P: Preferiría no tocar el tema, de hecho, usamos la música para evadirnos de estos asuntos terrenales, así que no quisiera decir más al respecto.
– Bueno, pero ¿creés que algunos cambios pueden llegar a ser permanentes, como el live streaming, o que el futuro de los festivales europeos puede verse afectado?
P: No soy un gran fan del live streaming con audiencia sentada. Entiendo la razón por la que se hace, y respeto a quiénes lo hacen, tanto productores como bandas. Pero no es una cuestión de blanco o negro en cuanto a opinión. Llegado el caso podríamos hacer un show de esa manera, pero no es lo nuestro.
– ¿Quisieras decirle algo a la gente en América Latina y España?
P: Gracias por Teitanblood, Sarcófago, Mystifier y todas esas bandas. Aunque nunca pudimos tocar en España, creo enfáticamente que sucederá algún día. También estamos al tanto de que el público en Sudamérica es el más apasionado, puede que sea un cliché, pero basándonos en varios relatos, no dudaríamos en hacer un viaje y dar tremendo concierto para comprobarlo. A veces vemos fotos de gente caminando en ciertas playas usando remeras de la banda y todavía nos conmueve que personas de otras partes del mundo escuchen nuestra música. Muchas gracias por el interés y por la entrevista, de verdad lo apreciamos.
La escena musical belga se encuentra en pleno desarrollo y Alkerdeel es uno de los proyectos más interesantes de los últimos años. Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Pede, vocalista de esta banda que combina Black y Doom/Sludge Metal, incorporando algunos recursos estéticos muy particulares. Tratamos esas cuestiones, el reciente lanzamiento de su álbum “Slonk” y la situación de su país en varios sentidos.
– Muchas gracias, Pede, por concedernos esta entrevista y permitirnos conocer más acerca de la propuesta artística de Alkerdeel. ¿Cómo presentarías al grupo a la gente que todavía no escuchó nada de ustedes? Podés comentar lo que quieras sobre su formación, historia, estilo, influencias, etc.
P: Alkerdeel está integrado por cuatro personas y nunca tuvimos un cambio de formación desde que empezamos en 2007: Pui (guitarra), Nieke (batería), QW (bajo) y yo (Pede). Nieke y Pui solían tocar juntos en Headmeat, una banda de Death Metal que sacó un disco por Baphomet Records, el sello de Killjoy. QW tocaba en The Plague Of Gentlemen y Serpentcult. Yo no tengo muchos antecedentes en cuanto a bandas para mencionar, pero estuve editando música por medio de mi sello Luchtrat (Virus, The Deathtrip, Asva, entre otras).
En cuanto a influencias, la segunda ola de Black Metal (Darkthrone, Beherit, Ildjarn, Blut Aus Nord), el Doom (lo más viejo de My Dying Bride y Cathedral), el Sludge más crudo (Burning Witch, Corrupted, Meth Drinker, Eyehategod) y mucha más música (psicodélica, Rock de los 70’s, etc.). Realmente no copiamos, o sea, cuando digo que tenemos influencias de Burning Witch, no es que encontrarán su lentitud en nuestra música, sino aspectos de su sonoridad. El trabajo de producción de Steve Albini, y cómo grabó el track “The Bleeder” es una gran inspiración para nosotros.
– Acaban de lanzar un excelente disco, “Slonk”. ¿Qué nos podés comentar sobre el proceso creativo? ¿Se vio afectado de alguna manera por la pandemia?
P: La pandemia solamente afectó la fecha de lanzamiento, que se pospuso medio año. Toda la música fue compuesta entre 2016 y 2019. En realidad, teníamos planificado ir al estudio recién a mediados de 2020, justo cuando empezó el confinamiento. Por suerte, hubo un breve período en el mes de agosto, durante el que se flexibilizaron algunas restricciones y eso nos permitió grabar, y como lo hacemos rápido, nos llevó solamente dos días. Necesitábamos un descanso, en cuanto a componer, después de nuestro disco anterior, ‘Lede’ (2016), y darle tiempo para salir de nuestros sistemas, aunque el primer tema del nuevo álbum, “Vier”, proviene de una época bastante cercana a la edición de ese trabajo. Mirando en retrospectiva nuestra obra, nos damos cuenta de que el público tiende a expresar ciertas anticipaciones, como esperando que los elementos más sobresalientes de un disco se repitan en el siguiente. Siempre vamos en una dirección diferente, aunque no lo hagamos de manera consciente. Después de “Morinde”, la gente esperaba que nos volviéramos más Sludge, y, de hecho, hicimos justo lo contrario: esas influencias casi desaparecieron. Lo mismo con “Lede”, para el que se esperaban más influencias Death o incluso Grind, pero no. Y ahora, poco después del lanzamiento de “Slonk”, ya escuchamos a personas deseando que hubiésemos continuado en una veta más “atmosférica”, pero las probabilidades eran pocas. Nunca tuvimos una pretensión específica, lo que hacemos sale naturalmente. Te digo más, cuando empezamos a componer intentamos hacer algo más a medio tiempo, pero “Slonk” probablemente sea lo más rápido que tocamos. Lo que ocurrió con “Slonk”, no obstante, es que por primera vez nos aferramos a las influencias de las bandas con las que crecimos, como Forgotten Woods, Tulus, el viejo Ancient, y hay mucho de eso en el álbum.
– Escuché “Morinde”, su primer disco, y luego “Slonk”, y tengo la impresión de que se volvieron más “Black” y menos “Doom/Sludge”. Los dos trabajos son grandiosos, pero veo un desarrollo en esa dirección. ¿Qué pensás al respecto?
P: Eso es algo que ya me dijeron en varias entrevistas, pero no coincido. Sí hay una influencia Sludge en nuestra música más temprana. De hecho, empezamos a tocar con la intención de mezclar Eyehategod con Ildjarn. Eso fue en nuestro demo debut y el split con A Den Of Robbers. Pero incluso en “Morinde” no escucho influencias del Sludge, para mí es tan Black como “Lede” o “Slonk”. Paso a explicarme. Por empezar, no somos una banda de Black Metal de la forma en que lo son grupos como Abigor, Watain or Dissection, etc. Los artistas en esas bandas expresan claramente que para ser 100% Black Metal hay que ser satanista. Eso hace que mucha gente vea incluso a Mercyful Fate como Black Metal. En cuanto al sonido, somos más una banda de Heavy Metal o hasta Hard Rock. Teniendo esto en mente, Alkerdeel no es un grupo de Black Metal y somos ateos hasta el hueso. De todos modos, compartimos mucho con ese género, en términos de sonido.
El punto en el que disiento es que mi idea del Black Metal no se limita a la interpretación más “norsecore” (nórdica, escandinava) del estilo: el clima gélido, los blast beats. Hay mucho más en el Black Metal que esos aspectos, en especial si pensamos en Beherit, Master’s Hammer, Rotting Christ, Varathron, Mortuary Drape, Alastis, Absu y el viejo Samael, que no tocaban rápido para nada. En ese sentido, no considero que “Morinde” sea más o menos Black Metal que los discos siguientes. Lo que sí es correcto es que “Slonk” tiene más del sonido escandinavo de la segunda ola, como comentaba anteriormente.
– Me interesan mucho las letras y el idioma utilizado. He leído acerca de un antiguo dialecto de la lengua belga, incluso sobre el uso del Idioma Enoquiano. Me gustaría saber más detalles sobre ese aspecto de su arte y las decisiones creativas que lo sustentan.
P: Aunque Bélgica tiene el tamaño de una estampilla, posee más dialectos que hormigas en un hormiguero. La gente del Este tiene dificultades para entender lo que dice la del Oeste, y quizás haya doscientos kilómetros de distancia entre un lugar y otro. Hay algo “agrícola” en nuestro dialecto y desde siempre lo usamos para las letras. Nos gusta confundir a la gente con palabras y expresiones olvidadas. Probablemente tenga que ver con que, al haber crecido escuchando todas esas bandas escandinavas, y las raíces lingüísticas son similares, las palabras y expresiones suenan como las nuestras. Puede que haya algo de homenaje, aunque no entendamos todo. Algunas cosas sí, por ejemplo, el título del debut de Fleurety “Min Tid Skall Komme”, significa “My Time Shall Come” (“Mi momento llegará”), es muy cercano a la traducción en dialecto del Oeste de Flandes (la Región Flamenca de Bélgica, en el norte, donde se habla danés, mientras en el sur se habla francés). En “Lede” hay un track, “Gråt Deleenaf” que quiere decir: “estar totalmente exhausto, casi muerto hasta el hueso.” Hay quienes nos preguntan por qué usamos títulos en sueco, pero no lo hacemos, es nuestro dialecto, con esa letra rara “å”, que también se usa en las lenguas escandinavas.
Lo del Idioma Enoquiano es algo completamente distinto. Voy a explicar primero qué es y por qué lo usamos. Se trata de la lengua que utilizó John Dee en el siglo XVI, cuando se decía que se había comunicado con los ángeles. Según los diarios escritos por Dee, ese idioma era el hablado entre Dios y sus servidores, y luego con Adán, cuando se creó el mundo y se le puso un nombre a cada cosa. Tocando un género musical que suele tener conexiones con el ocultismo, sabía de la existencia de este idioma, aunque no soy un ocultista en lo más mínimo. Como diseñador gráfico, tengo un interés enorme por las formas tradicionales de impresión y sigo estudiándolas: grabado, serigrafía, etc. La mayoría de los diseños que imprimo son ilustraciones de Alkerdeel, entonces hubo un período en que no tenía suficiente material para usar en los cursos y tenía que hacer diseños rápidos. Fue así que me metí en el mundo del Idioma Enoquiano. Por cada sílaba en dicho código hay un equivalente en inglés. Cada letra tiene varias características: valor simbólico, numérico, químico, al menos un color, etc. Hice una abstracción de los símbolos formando una grilla en la que cada letra enoquiana se puede ubicar. El diseño de los símbolos depende de distintas características, el grosor de la línea o su peso, pueden establecer el valor numérico. Dado que las técnicas tradicionales de impresión se basan en el tiempo de exposición del material a la luz o el ácido, también podía usar el valor numérico variando el tiempo, influyendo en la opacidad de la tinta. Haciendo eso con cada letra de cada palabra, se pueden formar ilustraciones. Una consecuencia de este método es que pude crear ilustraciones no directamente influenciadas por mi estado emocional, sino mediante cálculos que me resultaban realmente interesantes en ese momento. Los dibujos que acompañan a cada track de “Slonk” se basan en la interpretación más básica que hice de este código/técnica. Cada letra tiene el mismo peso y color negro. Usé las palabras Tierra, Aire, Fuego y Agua como títulos para las canciones, pero en dialecto, y esos son también los principales elementos que aparecen en el Idioma Enoquiano.
TE PUEDE INTERESAR: RESEÑA: ALKERDEEL – SLONK (2021)
– Toda la gráfica me parece cautivante, me recuerda a los cuentos folklóricos europeos, sobre todo las fábulas. Tienen esa mezcla única de elementos picarescos y sádicos que siempre me resultó maravillosa. Crecí escuchando los cuentos y mirando las ilustraciones de ‘Der Struwwelpeter’, ‘Till Eulenspiegel’, ‘Max und Moritz’, y el arte visual de Alkerdeel me recordó a esos libros. ¿Por qué usan esa estética?
P: La gráfica de “Slonk” es un poco distinta a la de los otros discos, excepto por la parte de los animales. Siempre me fascinaron los animales incluidos en las viejas narraciones. Cuando era un niño, a veces visitaba un parque que se llamaba “The Efteling”, basado en los relatos de Anton Piek, un pintor e ilustrador romántico danés de principios de 1900. Mucho del contenido de ese parque temático también se basaba en la obra de los hermanos Grimm, y eso me causó una gran impresión, particularmente los lobos vestidos. Esas imágenes me fascinan hasta el día de hoy, por eso me gusta coleccionar libros y cuentos de Europa del Este. Las atmósferas y las técnicas de impresión (que son muy importantes) realmente le hablan a la imaginación. Tal como vos decís, muchas veces son sádicas y crueles, pero también surrealistas, y eso es lo que más me atrae. Debo decir que las influencias para el arte visual no se limitan a las antiguas fábulas y sus ilustraciones. La estructura y los marcos de cartón en nuestro álbum anterior, “Lede”, se basan en la obra del novelista gráfico contemporáneo Kris Ware. También Craig Thompson fue una gran influencia, junto con el artista callejero Shepard Fairey (OBEY), y toda la estérica “do-it-yourself” (“Hazlo Tú Mismo”) de tantos artistas underground; el trabajo de Crass, hasta la tapa de “Transilvanian Hunger” de Darkthrone.
– ¿Cuáles son sus principales referentes musicales? Hago esta pregunta típica -aunque hayas señalado algunas- porque creo que lograron un sonido muy particular mezclando elementos de distintos estilos.
P: Ya te estuve dando algunas pistas. Nos gustan mucho Bathory, Hellhammer, Darkthrone, Burzum, Beherit, Samael, Kvist, Hades, Blut Aus Nord, Armagedda, todas bandas que la mayoría conoce. Otras que suelen llamarse de “Metal Bélico” (lo que es horrible), y las que las influenciaron: Sarcófago, Bestial Warlust, Teitanblood, Black Witchery. También las viejas bandas de Doom que editaba Peaceville en sus comienzos o de Death Metal como lo primero de Autopsy, Immolation, Morbid Angel. Cuando digo “Doom” pueden ser las pioneras como Pentagram, Witchfinder General, pero también las modernas como Cathedral, Witchcraft y otras. Bandas de Sludge (no de Post Metal) como Iron Monkey, Earth, Burning Witch, Eyehategod, Corrupted o Meth Drinker. Entre lo más contemporáneo escuchamos Wulkanaz, Hädanfärd, Turia, Malokarpatan, Ehlder, demasiadas para nombrarlas a todas. Desde luego que cada integrante tiene sus placeres privados, que van desde la música oscura de los setentas, hasta la psicodelia, la electrónica, la alternativa. No hay fronteras.
– Contanos sobre la escena underground en Bélgica, porque muchas bandas de ese país se están volviendo grandes, como Amenra, Wiegedood, Oathbreaker, y bueno, a esta altura ni hablar de Aborted. Otras como Sons Of A Wanted Man también empezaron a proyectarse.
P: La verdad me cuesta un poco hablar de una escena belga. Amenra tiene su “Church Of Ra” alrededor, y nosotros no formamos parte de eso. Tocamos un par de veces con algunas de esas bandas hace años, pero no es lo nuestro. Conocimos a Sven de Aborted en los 90’s. Pui, nuestro guitarrista, de hecho, tocó con él en Leng’tche, pero luego siguió otro camino. Nos sentimos más conectados con bandas como Lugubrum, Witch Trail, Moenen Of Xezbeth, Perverted Ceremony o Witch Trail, de quienes somos amigos. Difícilmente podamos hablar de una escena como tal, cuando cada cual hace la suya. Recomiendo escrudiñar los catálogos de Medieval Prophecy Records, Babylon Doom Cult Records y Gramschap. También hay un excelente programa radial llamado “De Pankraker” (traducido sería “el aplastador de cráneos”, tomado de un tema de Lugubrum). Es semanal, en un inglés aceptable, con música underground de todo el mundo. Se puede escuchar en Facebook o Mixcloud.
– ¿Cuál es tu opinión sobre la forma en que la pandemia azotó Bélgica? Tienen una de las tasas de mortalidad más altas del mundo, sino la más alta. ¿Y qué nos podés decir sobre sus efectos en la industria musical?
P: Preferiría no tocar el tema, de hecho, usamos la música para evadirnos de estos asuntos terrenales, así que no quisiera decir más al respecto.
– Bueno, pero ¿creés que algunos cambios pueden llegar a ser permanentes, como el live streaming, o que el futuro de los festivales europeos puede verse afectado?
P: No soy un gran fan del live streaming con audiencia sentada. Entiendo la razón por la que se hace, y respeto a quiénes lo hacen, tanto productores como bandas. Pero no es una cuestión de blanco o negro en cuanto a opinión. Llegado el caso podríamos hacer un show de esa manera, pero no es lo nuestro.
– ¿Quisieras decirle algo a la gente en América Latina y España?
P: Gracias por Teitanblood, Sarcófago, Mystifier y todas esas bandas. Aunque nunca pudimos tocar en España, creo enfáticamente que sucederá algún día. También estamos al tanto de que el público en Sudamérica es el más apasionado, puede que sea un cliché, pero basándonos en varios relatos, no dudaríamos en hacer un viaje y dar tremendo concierto para comprobarlo. A veces vemos fotos de gente caminando en ciertas playas usando remeras de la banda y todavía nos conmueve que personas de otras partes del mundo escuchen nuestra música. Muchas gracias por el interés y por la entrevista, de verdad lo apreciamos.