El AMFest mutó en una versión más reducida en salas y no por eso menos interesante de escuchar y ver propuestas novedosas dentro de la escena del rock y el metal actual. El aquelarre musical comenzó en el espacio Zowie en L’Hospitalet de Llobregat a unos minutos de Barcelona. Los amantes de los nuevos sonidos se dieron cita para ver en primer lugar a Lys Morke conglomerado artístico basado en el el ambient, electrónica y el indie rock pusieron la nota bailando en la oscuridad. el proyecto es liderado por la artista visual y guitarrista oriunda de Terrassa Irene Tallo acompañándola en esta aventura está Jaime Diaz Otero batería que ocupaba pads de percusión electrónica, un ride acariciados con baquetas y mazas de felpa según la intensidad del tema, también disparaba samplers por doquier y Judit K haciendo malabares con los colores del sintetizador. Abrieron los fuegos de la noche inaugural con un puñado de canciones introspectivas y de alto contenido emocional que lograron atraer a los primeros en llegar al concierto.
Saltado el escollo de la primera banda tomamos una bocanada de aire para sumergirnos en la presentación de Los Manises, directos desde la sureña Elche, este dúo conformado por Victor Clemente y Rubén Soler, ex miembros de Sarabix, armados con un bajo, una guitarra, una caja de ritmos y una docena de pedales y efectos se posicionaron en el centro de la pista fuera del escenario principal para atacar directamente desde el público los cuales rodearon a los músicos en todo momento Abrieron con material nuevo “Amanece” perteneciente al larga duración “Todas son Correctas” (2023), las reverberaciones, las luces incitaban al trance hipnótico del baile.
Pasan un par de tracks desapercibidos pero no menos interesantes “Varios Premios” recala en esa categoría de mantra y viaje sonoro con percusiones minimalistas en este carnaval de luces y destellos en medio de la pista de baile. “Según Callum Roberts” roza lo tribal, calipso tropical con el noise experimental El bajo una vez más es protagonista en “A Todo Querer” minimalista a rabiar y unas estrofas en modo loop que se repetían una vez tras otra a manera de broma le dirige unas palabras al técnico de luces “con un par de fotones estaríamos guay”, Víctor abandona las cuatro cuerdas del bajo para convertirse en el chamán del ritmo con el micrófono entre sus manos e interpretar “Espectacular” sin duda una de sus creaciones más conocidas de su última producción fonográfica. El delirio es máximo la gente atornillada al suelo moviéndose al groove del bajo para parar en seco con un hey y una ensordecedora bocina de dj ibicenco.
“Flow Fideguay” nos invita al baile instrumental con acordes simples y repeticiones de líneas de bajos que la máquina de ritmos no para de disparar poniendo a todos en círculo difícil de abandonar a la danza y a las palmas improvisadas de las primeras filas hechizadas ante tal atracción musical
Cerrando el telón su matemática propuesta con “Materia Prima” una multiplicación de sonidos bajo un marcado ritmo tribal que un cercano a la banda no pudo dejar de acompañar la saltarina intervención del vocalista y los frenéticos riffs de guitarra a mil kilovatios. Se tomaron las licencias para cantar un extracto de “Shout” de los británicos Tears For Fears clara reminiscencia a su amor por el pop trendy de los 80. Su filosofía de hágalo usted mismo los tiene girando por la carretera y liándola allí donde desenfundan su adrenalínico espectáculo entre la electrónica y el rock tribal, Los Manises son el misterio de Elche y su continua experimentación con las guitarras en sus primeros demos hasta el día de hoy,
El AMFest mutó en una versión más reducida en salas y no por eso menos interesante de escuchar y ver propuestas novedosas dentro de la escena del rock y el metal actual. El aquelarre musical comenzó en el espacio Zowie en L’Hospitalet de Llobregat a unos minutos de Barcelona. Los amantes de los nuevos sonidos se dieron cita para ver en primer lugar a Lys Morke conglomerado artístico basado en el el ambient, electrónica y el indie rock pusieron la nota bailando en la oscuridad. el proyecto es liderado por la artista visual y guitarrista oriunda de Terrassa Irene Tallo acompañándola en esta aventura está Jaime Diaz Otero batería que ocupaba pads de percusión electrónica, un ride acariciados con baquetas y mazas de felpa según la intensidad del tema, también disparaba samplers por doquier y Judit K haciendo malabares con los colores del sintetizador. Abrieron los fuegos de la noche inaugural con un puñado de canciones introspectivas y de alto contenido emocional que lograron atraer a los primeros en llegar al concierto.
Saltado el escollo de la primera banda tomamos una bocanada de aire para sumergirnos en la presentación de Los Manises, directos desde la sureña Elche, este dúo conformado por Victor Clemente y Rubén Soler, ex miembros de Sarabix, armados con un bajo, una guitarra, una caja de ritmos y una docena de pedales y efectos se posicionaron en el centro de la pista fuera del escenario principal para atacar directamente desde el público los cuales rodearon a los músicos en todo momento Abrieron con material nuevo “Amanece” perteneciente al larga duración “Todas son Correctas” (2023), las reverberaciones, las luces incitaban al trance hipnótico del baile.
Pasan un par de tracks desapercibidos pero no menos interesantes “Varios Premios” recala en esa categoría de mantra y viaje sonoro con percusiones minimalistas en este carnaval de luces y destellos en medio de la pista de baile. “Según Callum Roberts” roza lo tribal, calipso tropical con el noise experimental El bajo una vez más es protagonista en “A Todo Querer” minimalista a rabiar y unas estrofas en modo loop que se repetían una vez tras otra a manera de broma le dirige unas palabras al técnico de luces “con un par de fotones estaríamos guay”, Víctor abandona las cuatro cuerdas del bajo para convertirse en el chamán del ritmo con el micrófono entre sus manos e interpretar “Espectacular” sin duda una de sus creaciones más conocidas de su última producción fonográfica. El delirio es máximo la gente atornillada al suelo moviéndose al groove del bajo para parar en seco con un hey y una ensordecedora bocina de dj ibicenco.
“Flow Fideguay” nos invita al baile instrumental con acordes simples y repeticiones de líneas de bajos que la máquina de ritmos no para de disparar poniendo a todos en círculo difícil de abandonar a la danza y a las palmas improvisadas de las primeras filas hechizadas ante tal atracción musical
Cerrando el telón su matemática propuesta con “Materia Prima” una multiplicación de sonidos bajo un marcado ritmo tribal que un cercano a la banda no pudo dejar de acompañar la saltarina intervención del vocalista y los frenéticos riffs de guitarra a mil kilovatios. Se tomaron las licencias para cantar un extracto de “Shout” de los británicos Tears For Fears clara reminiscencia a su amor por el pop trendy de los 80. Su filosofía de hágalo usted mismo los tiene girando por la carretera y liándola allí donde desenfundan su adrenalínico espectáculo entre la electrónica y el rock tribal, Los Manises son el misterio de Elche y su continua experimentación con las guitarras en sus primeros demos hasta el día de hoy,