El Death Metal de Argentina tiene entre sus principales exponentes, sin lugar a dudas, a Victimario, una banda que se ganó ese lugar a lo largo de los últimos años, a fuerza de calidad musical e intenciones de proyección internacional. Entrevistamos a su guitarrista y compositor, Sergio Chaile, para hablar sobre la banda y la situación del Death Metal en el país.
– Victimario es una banda que ya tiene casi ocho años de historia, con un EP y dos full-length editados, y adquirió presencia en la escena extrema nacional. ¿Cómo describirías el estilo de su música para la gente que todavía no los conoce?
SCH: Victimario se está redescubriendo constantemente como para encasillarlo en un estilo. Igual lo encerraríamos en Death Metal. La idea es poder involucrar subgéneros del Metal que nos hacen sentir cómodos a la hora de componer y tocar en vivo. Tenemos tres generaciones en la banda en cuanto a edades de los integrantes (20s, 30s y 40s), y eso hace que se enriquezcan las referencias. Se pueden notar bases Thrash, Black, Death, Brutal, Deathcore, y queremos seguir buscando formas de hacer que cada tema tenga sus matices y se aleje de la repetición de recursos.
– A lo largo de su trayectoria tuvieron varios cambios de integrantes. ¿Considerás que eso tuvo alguna influencia en su sonido a lo largo del tiempo?
SCH: Sí, sin duda. Hoy la banda está absorbiendo la música de otras bandas que son de la última década, tanto de Brutal Death como de Deathcore. En los inicios de la banda, la idea era ser una propuesta Death Thrash, pero con la incorporación de Lucas Coronel y Mario Zhang, el Thrash quedó para ciertos pasajes y entró en juego el Brutal. Flavio Coscarella aportó también sus referencias del Technical Death (escuchar “Blood Omens” del primer LP).
– ¿Cómo es el proceso creativo de la banda, la forma de organizarse que los lleva a lograr, por ejemplo, un disco como “Within”, su nuevo trabajo?
SCH: El proceso creativo principalmente surge de la siguiente estructura: Hay una idea de tema concreta que surge principalmente con las cuerdas y se lleva al ensayo para que el baterista vaya poniendo bases y ayudar a la estructura y transiciones. El vocalista empieza a jugar con métricas sobre lo que se esta trabajando y una vez teniendo una estructura de tema que conforma al grupo, se transcriben en Guitar Pro, las cuerdas y batería. La batería pasa por un proceso de sampleo para que las cuerdas puedan grabar y darle al vocalista un producto digno de entenderse. A partir de las métricas con las que fue jugando el vocalista, se empieza a escribir una idea de letra en castellano, se traduce y se empieza a ensamblar en la pieza grabada. Así queda una maqueta bastante cercana y lista para que cuando llegue el momento de grabar quede una referencia confiable. Luego comienza el proceso de grabación
– El Death Metal tiene sus temáticas clásicas, y en general estamos habituados a esa catarsis que proviene de elaborar artísticamente las atrocidades más impactantes de las que es capaz la humanidad. En “Within” ustedes se animaron a una apuesta conceptual particularmente impresionante: abordar las perversiones sexuales. ¿Cómo surgió la idea de explorar esas cuestiones?
SCH: El principal cambio fue a partir del distanciamiento de Mario Zhang, que compuso todas las letras de “Sculpture Of Insane Minds”. Tuvimos que animarnos a escribirlas nosotros. Personalmente, una de las cosas con las que nunca me sentí cómodo es con crear contenidos que no me identifican (descripciones muy explícitas de algún método de tortura, el ensañamiento o la disminución hacia el género femenino, historias de asesinos seriales, alguna guerra de la historia occidental, política, crítica social, entre otras), por eso intenté centrarme en temáticas con las que me siento más cómodo hablar. Lo sexual no solo tiene que volcarse a la genitalidad, sino a cómo depositar esa energía y ver cómo puede combinarse, para mal o para bien, en diferentes personalidades. A partir de eso, creo que tiene que haber una fuente inagotable de material sobre fantasías, perversiones y pensamientos reprimidos por la moral de turno. El éxito de una letra depende mucho de armar una composición donde idea, contexto y personajes construyan un relato que pueda ser atractivo y convincente. Letras con estas temáticas como “Paraphilia”, “Abhorrent Impulse of Perversion” y “Aftermath” esconden mis fortalezas y debilidades. Tal vez describen de manera exagerada algunas fantasías que van a quedar alojadas exclusivamente en esa categoría, o alguien que realmente no querría ser. Personalmente, si tengo que identificarme con un tema es con “Aftermath” donde el placer de la carne es llevado al máximo extremo y de la mano de otra persona que entiende exactamente la finalidad de ese encuentro.
– ¿Qué criterios tienen como banda al momento de tocar en vivo? ¿Tratan de tocar todo lo que puedan o seleccionan los eventos desde algún enfoque acorde a determinadas necesidades o intereses?
SCH: Desde hace unos años, cuando empezamos a decidir una línea estética, intentamos trabajar con sonidista e iluminador. Aparte de eso hay unos videos que ayudan a la puesta en escena. Sabemos que hoy en día es difícil poder costear ambos sin recibir alguna ayuda, pero también entendemos que no estamos hablando de eventos multitudinarios, es una línea muy delgada. Para poder dar el show que queremos, nos suman los lugares que tengan pantallas en el escenario, telón, buenas cajas y consola para que el sonidista pueda sentirse a gusto y hacernos buen sonido. Hoy en día elegimos tocar pocas fechas en el mismo lugar y buscamos tocar en el interior del país o algún país limítrofe que pueda darnos al menos lugar y comida.
– Más allá de las diferencias personales dentro del grupo, ¿cuáles son las bandas que todos tienen como referencias al momento de pensar en la música que escuchan? ¿Hasta qué punto considerás que tienen una influencia sobre el sonido de Victimario?
SCH: Hoy en día mis influencias van desde Suffocation, Beyond Creation, Beheaded, Obscura, Psycroptic, Revocation, Soreption, hasta Psicosfera, para agregar al estilo otros matices. En general, tenemos gustos parecidos los cuatro, con la diferencia de las edades que hace que cada uno aporte algo que consumió y lo fanatizó en su adolescencia.
– Desde mi punto de vista, por ejemplo, acá veo que están las bandas más “antiguas”, digamos, que vienen tocando hace mucho y editando discos, con un estilo desarrollado a nivel local, y en la última década veo una camada de bandas más nuevas que me parece tienen otra búsqueda en el sonido y la imagen (artwork y videos), con letras en inglés, apuntando a una potencial audiencia internacional. ¿Vos cómo percibís la escena del Death Metal en el país?
SCH: Es una escena muy difícil y creo que las bandas que aportaron un sonido y un estilo más modernos son las que están marcando una diferencia en este momento. Bandas como NVLO, Burden Rage, Amoklauf, Descarnado, entre otras, trabajaron su material con un nivel muy alto, dejando en claro que la escena local quiere salir de los estándares.
El Death Metal de Argentina tiene entre sus principales exponentes, sin lugar a dudas, a Victimario, una banda que se ganó ese lugar a lo largo de los últimos años, a fuerza de calidad musical e intenciones de proyección internacional. Entrevistamos a su guitarrista y compositor, Sergio Chaile, para hablar sobre la banda y la situación del Death Metal en el país.
– Victimario es una banda que ya tiene casi ocho años de historia, con un EP y dos full-length editados, y adquirió presencia en la escena extrema nacional. ¿Cómo describirías el estilo de su música para la gente que todavía no los conoce?
SCH: Victimario se está redescubriendo constantemente como para encasillarlo en un estilo. Igual lo encerraríamos en Death Metal. La idea es poder involucrar subgéneros del Metal que nos hacen sentir cómodos a la hora de componer y tocar en vivo. Tenemos tres generaciones en la banda en cuanto a edades de los integrantes (20s, 30s y 40s), y eso hace que se enriquezcan las referencias. Se pueden notar bases Thrash, Black, Death, Brutal, Deathcore, y queremos seguir buscando formas de hacer que cada tema tenga sus matices y se aleje de la repetición de recursos.
– A lo largo de su trayectoria tuvieron varios cambios de integrantes. ¿Considerás que eso tuvo alguna influencia en su sonido a lo largo del tiempo?
SCH: Sí, sin duda. Hoy la banda está absorbiendo la música de otras bandas que son de la última década, tanto de Brutal Death como de Deathcore. En los inicios de la banda, la idea era ser una propuesta Death Thrash, pero con la incorporación de Lucas Coronel y Mario Zhang, el Thrash quedó para ciertos pasajes y entró en juego el Brutal. Flavio Coscarella aportó también sus referencias del Technical Death (escuchar “Blood Omens” del primer LP).
– ¿Cómo es el proceso creativo de la banda, la forma de organizarse que los lleva a lograr, por ejemplo, un disco como “Within”, su nuevo trabajo?
SCH: El proceso creativo principalmente surge de la siguiente estructura: Hay una idea de tema concreta que surge principalmente con las cuerdas y se lleva al ensayo para que el baterista vaya poniendo bases y ayudar a la estructura y transiciones. El vocalista empieza a jugar con métricas sobre lo que se esta trabajando y una vez teniendo una estructura de tema que conforma al grupo, se transcriben en Guitar Pro, las cuerdas y batería. La batería pasa por un proceso de sampleo para que las cuerdas puedan grabar y darle al vocalista un producto digno de entenderse. A partir de las métricas con las que fue jugando el vocalista, se empieza a escribir una idea de letra en castellano, se traduce y se empieza a ensamblar en la pieza grabada. Así queda una maqueta bastante cercana y lista para que cuando llegue el momento de grabar quede una referencia confiable. Luego comienza el proceso de grabación
– El Death Metal tiene sus temáticas clásicas, y en general estamos habituados a esa catarsis que proviene de elaborar artísticamente las atrocidades más impactantes de las que es capaz la humanidad. En “Within” ustedes se animaron a una apuesta conceptual particularmente impresionante: abordar las perversiones sexuales. ¿Cómo surgió la idea de explorar esas cuestiones?
SCH: El principal cambio fue a partir del distanciamiento de Mario Zhang, que compuso todas las letras de “Sculpture Of Insane Minds”. Tuvimos que animarnos a escribirlas nosotros. Personalmente, una de las cosas con las que nunca me sentí cómodo es con crear contenidos que no me identifican (descripciones muy explícitas de algún método de tortura, el ensañamiento o la disminución hacia el género femenino, historias de asesinos seriales, alguna guerra de la historia occidental, política, crítica social, entre otras), por eso intenté centrarme en temáticas con las que me siento más cómodo hablar. Lo sexual no solo tiene que volcarse a la genitalidad, sino a cómo depositar esa energía y ver cómo puede combinarse, para mal o para bien, en diferentes personalidades. A partir de eso, creo que tiene que haber una fuente inagotable de material sobre fantasías, perversiones y pensamientos reprimidos por la moral de turno. El éxito de una letra depende mucho de armar una composición donde idea, contexto y personajes construyan un relato que pueda ser atractivo y convincente. Letras con estas temáticas como “Paraphilia”, “Abhorrent Impulse of Perversion” y “Aftermath” esconden mis fortalezas y debilidades. Tal vez describen de manera exagerada algunas fantasías que van a quedar alojadas exclusivamente en esa categoría, o alguien que realmente no querría ser. Personalmente, si tengo que identificarme con un tema es con “Aftermath” donde el placer de la carne es llevado al máximo extremo y de la mano de otra persona que entiende exactamente la finalidad de ese encuentro.
– ¿Qué criterios tienen como banda al momento de tocar en vivo? ¿Tratan de tocar todo lo que puedan o seleccionan los eventos desde algún enfoque acorde a determinadas necesidades o intereses?
SCH: Desde hace unos años, cuando empezamos a decidir una línea estética, intentamos trabajar con sonidista e iluminador. Aparte de eso hay unos videos que ayudan a la puesta en escena. Sabemos que hoy en día es difícil poder costear ambos sin recibir alguna ayuda, pero también entendemos que no estamos hablando de eventos multitudinarios, es una línea muy delgada. Para poder dar el show que queremos, nos suman los lugares que tengan pantallas en el escenario, telón, buenas cajas y consola para que el sonidista pueda sentirse a gusto y hacernos buen sonido. Hoy en día elegimos tocar pocas fechas en el mismo lugar y buscamos tocar en el interior del país o algún país limítrofe que pueda darnos al menos lugar y comida.
– Más allá de las diferencias personales dentro del grupo, ¿cuáles son las bandas que todos tienen como referencias al momento de pensar en la música que escuchan? ¿Hasta qué punto considerás que tienen una influencia sobre el sonido de Victimario?
SCH: Hoy en día mis influencias van desde Suffocation, Beyond Creation, Beheaded, Obscura, Psycroptic, Revocation, Soreption, hasta Psicosfera, para agregar al estilo otros matices. En general, tenemos gustos parecidos los cuatro, con la diferencia de las edades que hace que cada uno aporte algo que consumió y lo fanatizó en su adolescencia.
– Desde mi punto de vista, por ejemplo, acá veo que están las bandas más “antiguas”, digamos, que vienen tocando hace mucho y editando discos, con un estilo desarrollado a nivel local, y en la última década veo una camada de bandas más nuevas que me parece tienen otra búsqueda en el sonido y la imagen (artwork y videos), con letras en inglés, apuntando a una potencial audiencia internacional. ¿Vos cómo percibís la escena del Death Metal en el país?
SCH: Es una escena muy difícil y creo que las bandas que aportaron un sonido y un estilo más modernos son las que están marcando una diferencia en este momento. Bandas como NVLO, Burden Rage, Amoklauf, Descarnado, entre otras, trabajaron su material con un nivel muy alto, dejando en claro que la escena local quiere salir de los estándares.