La situación del Black Metal en los Estados Unidos siempre fue muy particular. Por un lado, uno podría aventurar la idea de que quizás haya sido el primer mercado fuerte para el género por fuera de Europa, tanto a nivel de audiencia como de bandas emergentes. Pero al mismo tiempo, es sabido que la propia escena europea, en especial la escandinava, recogió influencias de proyectos estadounidenses que no tuvieron demasiado impacto en su momento, pero quedaron como referencias de culto, tal es el caso de VON.
Estas observaciones tienen que ser atravesadas por algo muy propio de la idiosincrasia “americana” que es su particular y sempiterno “combate al fascismo y antisemitismo”, aunque con métodos curiosamente similares a los empleados por los partidarios de las doctrinas que se pretende combatir. Hablamos del movimiento Antifa y sus campañas sistemáticas de censura a todo artista que se incluya en su escala de “seis grados de Hitler” (parafraseando los “seis grados de Kevin Bacon”): “si alguien conoce a alguien que conoce a alguien involucrado de alguna manera con una ideología de ultra-derecha, también debe ser censurado para siempre”. Hay que decir que este movimiento, si bien se supone de izquierda, llamativamente se asimila en sus modos a ese “anti-comunismo/anti-
Neill Jameson es un cantante y multi-instrumentista oriundo de New Jersey. Sin lugar a dudas, se trata un hombre que, a sus 41 años, ha demostrado ser muy talentoso pero desafortunado. La principal banda de Jameson es Krieg (en alemán “guerra”). Se debe señalar que el solo hecho de elegir nombres en alemán no suma puntos en “America”.
El proyecto comenzó en 1995, en pleno apogeo del Black Metal Noruego: recordemos a Mayhem con “De Mysteriis Dom Sathanas” (1994), Darkthrone con “Under a Funeral Moon” (1993), “Transilvanian Hunger” (1994) y “Panzerfaust” (1995), o Emperor con “In The Nightside Eclipse” (1994).
La banda comenzó bajo el nombre Imperial y cambió de denominación dos años después. Sin embargo, Jameson mantuvo el pseudónimo “Lord Imperial”, “Imperial” o “N. Imperial”. Su voz es brutal y tocando la guitarra, el bajo o la batería, cumple muy bien con su trabajo en cada uno de los proyectos que integró. Tal fue el caso en las ocasiones en que tocó como bajista en vivo para las bandas estadounidenses Judas Iscariot (1999, 2000) y Nachtmystium (2005), o la batería en el EP de Le Chant Funebre (2015). En su banda, por supuesto, puede cumplir cualquiera de los roles.
El álbum debut de Krieg fue editado recién en 1998 y se tituló “Rise Of The Imperial Hordes”. Para esa época también ya se había grabado el material de lo que posteriormente se incorporaría al disco “Sono Lo Scherno” (2005), aunque algunos temas fueron usados en un split, “The Black Plague” (2002) junto a Kvlt Ov Azazel, otra banda americana.
En 2001, Krieg participó de una gira europea llamada “North American Black Metal Invasion” junto a Inquisition y Godless North. Aquí empiezan algunos de los problemas que fueron complicando la existencia de Jameson con el pasar del tiempo. Inquisition es un grupo que ha recibido reiteradas acusaciones de nacionalsocialismo, a partir de las referencias en trabajos editados por su líder, Dagon. Todo empeoró varios años más tarde, en 2018, cuando se descubrió la pedofilia de dicho músico.
Durante esa misma gira, Jameson dedicó un tema a Kanwulf, líder de Nargaroth, quien había sido físicamente agredido por Ronald Möbus, cantante de la banda nacionalsocialista Absurd. Dicho personaje fascista, no sólo golpeó a Kanwulf, sino que lo amenazó con matar a su hijo. Ese show -con esa dedicatoria- fue editado posteriormente como un EP en vivo llamado “Kill Yourself or Someone You Love” (2002).
Al año siguiente, Krieg editó un split junto al proyecto finlandés Satanic Warmaster, de otro artista que ha recibido numerosas acusaciones de tener una ideología de extrema derecha. Para esa misma época, el grupo estadounidense editó una de sus máximas obras “The Black House”.
Jameson ya comenzaba a hastiarse con los problemas y anunció el final de Krieg, que al año siguiente editó “Blue Miasma”, como supuesto último disco. El guitarrista en el mismo fue Werwolf, de Satanic Warmaster. Esa puede no haber sido la mejor decisión. Los frecuentes conflictos estresaban al músico afectando su salud mental. Tras la disolución que resultó no ser definitiva, Krieg volvió a reunirse en 2006 para una gira por la costa oeste de los Estados Unidos y México.
La banda nunca fue un proyecto de Black Metal que siguiera las tradiciones del ataque a las religiones o del satanismo, sino que siempre se relacionó con la necesidad de Jameson de expresar sus propios estados emocionales y su mirada nihilista de la vida. Por supuesto, no hay referencia alguna a agendas políticas, mucho menos de derecha.
Entre las influencias del músico se destacan, además de las bandas de Black Metal europeas –sobre todo las escandinavas- artistas de otros estilos, tales como Lou Reed y The Velvet Underground (de hecho, el álbum “The Black House” incluye un cover de “Venus In Furs”), Iggy Pop & The Stooges y Danzig, entre otros.
Desde la perspectiva de quien escribe, las tres obras maestras de Krieg son “The Black House” (2003), “The Isolationist” (2010) y “Transient” (2014). El EP “Patrick Bateman” (2004), también ocupa un lugar especial en la discografía. El bajista y percusionista en “The Isolationist” fue Wrest de Leviathan.
Si uno decide internarse en el arte de Jameson, y lo hace a través de estos cuatro trabajos, tendrá una muestra cruda de lo que se propone: desplegar la oscuridad de sus pensamientos, emociones, recuerdos y pesadillas, así como exhibir un pesimismo corrosivo y un desprecio por la mediocridad humana. En este sentido, el propio Jameson hizo pública la situación de abuso que sufriera durante su infancia, y se refirió a la misma cuando expresó su indignación por la pedofilia del líder de la banda Inquisition.
Musicalmente, Krieg fue mutando su sonido con los diversos cambios de formación. Sin dudas, esas alteraciones también reflejaron las vivencias de su líder. Lo que más se destaca de la banda no son sus lanzamientos más crudos y brutales, sino aquellos en los que se manifiesta una exploración que trasciende la ira, adentrándose en la tristeza, nostalgia, melancolía y decepción.
La mente responsable de Krieg fue pasando de un nihilismo rabioso a un existencialismo más poético. Esto se vio plasmado en composiciones más maduras y complejas, riffs y melodías de mayor calidad, un trabajo vocal más diverso, climas variados, y hasta ciertas influencias de sonoridades que remiten a los 80’s.
Jameson también formó parte, como vocalista y bajista, del “supergrupo” de Black Metal estadounidense Twilight, que editó varios trabajos (2005, 2010, 2014, 2018), integrado también por Malefic de Xasthur, Wrest de Leviathan y Black Judd de Nachtmystium, entre otros. Las críticas que recibieron las entregas de este grupo fueron muy dispares. Su valor no residía tan solo en el peso específico de cada participante, sino en el logro estético del conjunto.
En 2007 y 2011, Jameson integró el proyecto N.I.L (Nihilism Is Salvation), que ejecutaba un Black Metal más lento y minimalista, con algunos pasajes acústicos. Lo cierto es que la lista de grupos en los que participó es más extensa, pero resultaría tedioso pasar revista de todos ellos. No podemos dejar de destacar Le Chant Funebre, que solamente editó un EP en el 2015, donde Jameson cantaba y tocaba la batería. Fue un proyecto de Blackened Doom Metal muy interesante.
La asociación con Judd de Nachtmystium también le costó muy caro, aunque Jameson repitiera hasta el hartazgo no querer saber nada más con él, y llegó a vestir remeras con la foto de Judd tachada. Es que dicho músico, además de tener graves problemas con drogas duras, se vio involucrado en estafas a sus seguidores (vendiendo material inexistente) y tuvo detenciones por hurto perpetrado a artistas amigos, que le valieron una pésima reputación en la escena, más allá de lo que se pueda opinar de su arte. Además, Nachtmystium tuvo que lidiar con acusaciones de nacionalsocialismo, al ser algunos de sus discos editados por sellos que también incluían en sus catálogos bandas que profesaban esa ideología. El hecho de que Judd también participara de Krieg alrededor del año 2005, precipitó el colapso nervioso de Jameson. A su vez, ambos tuvieron serios problemas personales en la época de Twilight.
Andrew Harris, responsable del proyecto Judas Iscariot, también fue acusado de nacionalsocialista, dada su afinidad con la filosofía de Nietzsche. Jameson no solo tocó en vivo con Judas Iscariot, sino que junto a Harris integró la banda Weltmacht, en la que era vocalista y con la que editó varios trabajos (1999, 2001, 2003). Una vez más: en Estados Unidos los nombres en alemán restan puntos.
Leviathan sea tal vez el proyecto de Black Metal estadounidense más exitoso, o quizás lo fuera hasta la aparición de Uada, o Wolves In The Throne Room o Deafheaven (si los consideramos Black Metal), pero es innegable que sobre las bandas del género siempre recae la mirada escudriñadora de mentes que creen que todas deben probar su “inocencia” en cuanto se las presume “de ultra-derecha”. De hecho, siguen ocurriendo casos de censura a bandas europeas, tales como Marduk o Taake, entre otras, que son acusadas por Antifa de ser antisemitas siempre siguiendo la lógica de “los seis grados” o las temáticas que abordan en sus letras –como hizo Slayer con “Angel of Death”- o su estética, como incluso hacía el propio Lemmy de Motörhead, gran coleccionista de parafernalia Nazi. En verdad, Jameson, ni siquiera es alguien a quien se pueda asociar a un pensamiento “de derecha”. Nada lo indica en su obra, ni en las expresiones que vuelca en sus redes sociales o en su columna en el website de Decibel Magazine.
El último trabajo de Krieg hasta la fecha fue un excelente split (2018) junto a Integrity, leyenda estadounidense del Metallic Hardcore. Si bien la banda sigue “activa”, lamentablemente la vida que tiene que llevar Jameson reduce las probabilidades de nuevas grabaciones o conciertos en vivo, y no disimula que extraña mucho hacerlo.
La situación de los músicos de la escena del metal, y en especial del Black Metal, en Estados Unidos, es complicada en cuanto a sus posibilidades de prescindir de trabajos como empleados en los más diversos rubros. Si a eso se suman problemas como la enfermedad de una pareja, todo se vuelve más difícil, y ni hablar si, encima, uno no logra liberarse de los fantasmas que lo persiguen en una sociedad absolutamente hipócrita. Ojalá Jameson pueda volver a editar más discos con Krieg: es una banda que se extraña.
Etiquetas: Black Metal, Black Metal Estados Unidos, eeuu, Estados Unidos, Krieg, Neill Jameson, usaLa situación del Black Metal en los Estados Unidos siempre fue muy particular. Por un lado, uno podría aventurar la idea de que quizás haya sido el primer mercado fuerte para el género por fuera de Europa, tanto a nivel de audiencia como de bandas emergentes. Pero al mismo tiempo, es sabido que la propia escena europea, en especial la escandinava, recogió influencias de proyectos estadounidenses que no tuvieron demasiado impacto en su momento, pero quedaron como referencias de culto, tal es el caso de VON.
Estas observaciones tienen que ser atravesadas por algo muy propio de la idiosincrasia “americana” que es su particular y sempiterno “combate al fascismo y antisemitismo”, aunque con métodos curiosamente similares a los empleados por los partidarios de las doctrinas que se pretende combatir. Hablamos del movimiento Antifa y sus campañas sistemáticas de censura a todo artista que se incluya en su escala de “seis grados de Hitler” (parafraseando los “seis grados de Kevin Bacon”): “si alguien conoce a alguien que conoce a alguien involucrado de alguna manera con una ideología de ultra-derecha, también debe ser censurado para siempre”. Hay que decir que este movimiento, si bien se supone de izquierda, llamativamente se asimila en sus modos a ese “anti-comunismo/anti-
Neill Jameson es un cantante y multi-instrumentista oriundo de New Jersey. Sin lugar a dudas, se trata un hombre que, a sus 41 años, ha demostrado ser muy talentoso pero desafortunado. La principal banda de Jameson es Krieg (en alemán “guerra”). Se debe señalar que el solo hecho de elegir nombres en alemán no suma puntos en “America”.
El proyecto comenzó en 1995, en pleno apogeo del Black Metal Noruego: recordemos a Mayhem con “De Mysteriis Dom Sathanas” (1994), Darkthrone con “Under a Funeral Moon” (1993), “Transilvanian Hunger” (1994) y “Panzerfaust” (1995), o Emperor con “In The Nightside Eclipse” (1994).
La banda comenzó bajo el nombre Imperial y cambió de denominación dos años después. Sin embargo, Jameson mantuvo el pseudónimo “Lord Imperial”, “Imperial” o “N. Imperial”. Su voz es brutal y tocando la guitarra, el bajo o la batería, cumple muy bien con su trabajo en cada uno de los proyectos que integró. Tal fue el caso en las ocasiones en que tocó como bajista en vivo para las bandas estadounidenses Judas Iscariot (1999, 2000) y Nachtmystium (2005), o la batería en el EP de Le Chant Funebre (2015). En su banda, por supuesto, puede cumplir cualquiera de los roles.
El álbum debut de Krieg fue editado recién en 1998 y se tituló “Rise Of The Imperial Hordes”. Para esa época también ya se había grabado el material de lo que posteriormente se incorporaría al disco “Sono Lo Scherno” (2005), aunque algunos temas fueron usados en un split, “The Black Plague” (2002) junto a Kvlt Ov Azazel, otra banda americana.
En 2001, Krieg participó de una gira europea llamada “North American Black Metal Invasion” junto a Inquisition y Godless North. Aquí empiezan algunos de los problemas que fueron complicando la existencia de Jameson con el pasar del tiempo. Inquisition es un grupo que ha recibido reiteradas acusaciones de nacionalsocialismo, a partir de las referencias en trabajos editados por su líder, Dagon. Todo empeoró varios años más tarde, en 2018, cuando se descubrió la pedofilia de dicho músico.
Durante esa misma gira, Jameson dedicó un tema a Kanwulf, líder de Nargaroth, quien había sido físicamente agredido por Ronald Möbus, cantante de la banda nacionalsocialista Absurd. Dicho personaje fascista, no sólo golpeó a Kanwulf, sino que lo amenazó con matar a su hijo. Ese show -con esa dedicatoria- fue editado posteriormente como un EP en vivo llamado “Kill Yourself or Someone You Love” (2002).
Al año siguiente, Krieg editó un split junto al proyecto finlandés Satanic Warmaster, de otro artista que ha recibido numerosas acusaciones de tener una ideología de extrema derecha. Para esa misma época, el grupo estadounidense editó una de sus máximas obras “The Black House”.
Jameson ya comenzaba a hastiarse con los problemas y anunció el final de Krieg, que al año siguiente editó “Blue Miasma”, como supuesto último disco. El guitarrista en el mismo fue Werwolf, de Satanic Warmaster. Esa puede no haber sido la mejor decisión. Los frecuentes conflictos estresaban al músico afectando su salud mental. Tras la disolución que resultó no ser definitiva, Krieg volvió a reunirse en 2006 para una gira por la costa oeste de los Estados Unidos y México.
La banda nunca fue un proyecto de Black Metal que siguiera las tradiciones del ataque a las religiones o del satanismo, sino que siempre se relacionó con la necesidad de Jameson de expresar sus propios estados emocionales y su mirada nihilista de la vida. Por supuesto, no hay referencia alguna a agendas políticas, mucho menos de derecha.
Entre las influencias del músico se destacan, además de las bandas de Black Metal europeas –sobre todo las escandinavas- artistas de otros estilos, tales como Lou Reed y The Velvet Underground (de hecho, el álbum “The Black House” incluye un cover de “Venus In Furs”), Iggy Pop & The Stooges y Danzig, entre otros.
Desde la perspectiva de quien escribe, las tres obras maestras de Krieg son “The Black House” (2003), “The Isolationist” (2010) y “Transient” (2014). El EP “Patrick Bateman” (2004), también ocupa un lugar especial en la discografía. El bajista y percusionista en “The Isolationist” fue Wrest de Leviathan.
Si uno decide internarse en el arte de Jameson, y lo hace a través de estos cuatro trabajos, tendrá una muestra cruda de lo que se propone: desplegar la oscuridad de sus pensamientos, emociones, recuerdos y pesadillas, así como exhibir un pesimismo corrosivo y un desprecio por la mediocridad humana. En este sentido, el propio Jameson hizo pública la situación de abuso que sufriera durante su infancia, y se refirió a la misma cuando expresó su indignación por la pedofilia del líder de la banda Inquisition.
Musicalmente, Krieg fue mutando su sonido con los diversos cambios de formación. Sin dudas, esas alteraciones también reflejaron las vivencias de su líder. Lo que más se destaca de la banda no son sus lanzamientos más crudos y brutales, sino aquellos en los que se manifiesta una exploración que trasciende la ira, adentrándose en la tristeza, nostalgia, melancolía y decepción.
La mente responsable de Krieg fue pasando de un nihilismo rabioso a un existencialismo más poético. Esto se vio plasmado en composiciones más maduras y complejas, riffs y melodías de mayor calidad, un trabajo vocal más diverso, climas variados, y hasta ciertas influencias de sonoridades que remiten a los 80’s.
Jameson también formó parte, como vocalista y bajista, del “supergrupo” de Black Metal estadounidense Twilight, que editó varios trabajos (2005, 2010, 2014, 2018), integrado también por Malefic de Xasthur, Wrest de Leviathan y Black Judd de Nachtmystium, entre otros. Las críticas que recibieron las entregas de este grupo fueron muy dispares. Su valor no residía tan solo en el peso específico de cada participante, sino en el logro estético del conjunto.
En 2007 y 2011, Jameson integró el proyecto N.I.L (Nihilism Is Salvation), que ejecutaba un Black Metal más lento y minimalista, con algunos pasajes acústicos. Lo cierto es que la lista de grupos en los que participó es más extensa, pero resultaría tedioso pasar revista de todos ellos. No podemos dejar de destacar Le Chant Funebre, que solamente editó un EP en el 2015, donde Jameson cantaba y tocaba la batería. Fue un proyecto de Blackened Doom Metal muy interesante.
La asociación con Judd de Nachtmystium también le costó muy caro, aunque Jameson repitiera hasta el hartazgo no querer saber nada más con él, y llegó a vestir remeras con la foto de Judd tachada. Es que dicho músico, además de tener graves problemas con drogas duras, se vio involucrado en estafas a sus seguidores (vendiendo material inexistente) y tuvo detenciones por hurto perpetrado a artistas amigos, que le valieron una pésima reputación en la escena, más allá de lo que se pueda opinar de su arte. Además, Nachtmystium tuvo que lidiar con acusaciones de nacionalsocialismo, al ser algunos de sus discos editados por sellos que también incluían en sus catálogos bandas que profesaban esa ideología. El hecho de que Judd también participara de Krieg alrededor del año 2005, precipitó el colapso nervioso de Jameson. A su vez, ambos tuvieron serios problemas personales en la época de Twilight.
Andrew Harris, responsable del proyecto Judas Iscariot, también fue acusado de nacionalsocialista, dada su afinidad con la filosofía de Nietzsche. Jameson no solo tocó en vivo con Judas Iscariot, sino que junto a Harris integró la banda Weltmacht, en la que era vocalista y con la que editó varios trabajos (1999, 2001, 2003). Una vez más: en Estados Unidos los nombres en alemán restan puntos.
Leviathan sea tal vez el proyecto de Black Metal estadounidense más exitoso, o quizás lo fuera hasta la aparición de Uada, o Wolves In The Throne Room o Deafheaven (si los consideramos Black Metal), pero es innegable que sobre las bandas del género siempre recae la mirada escudriñadora de mentes que creen que todas deben probar su “inocencia” en cuanto se las presume “de ultra-derecha”. De hecho, siguen ocurriendo casos de censura a bandas europeas, tales como Marduk o Taake, entre otras, que son acusadas por Antifa de ser antisemitas siempre siguiendo la lógica de “los seis grados” o las temáticas que abordan en sus letras –como hizo Slayer con “Angel of Death”- o su estética, como incluso hacía el propio Lemmy de Motörhead, gran coleccionista de parafernalia Nazi. En verdad, Jameson, ni siquiera es alguien a quien se pueda asociar a un pensamiento “de derecha”. Nada lo indica en su obra, ni en las expresiones que vuelca en sus redes sociales o en su columna en el website de Decibel Magazine.
El último trabajo de Krieg hasta la fecha fue un excelente split (2018) junto a Integrity, leyenda estadounidense del Metallic Hardcore. Si bien la banda sigue “activa”, lamentablemente la vida que tiene que llevar Jameson reduce las probabilidades de nuevas grabaciones o conciertos en vivo, y no disimula que extraña mucho hacerlo.
La situación de los músicos de la escena del metal, y en especial del Black Metal, en Estados Unidos, es complicada en cuanto a sus posibilidades de prescindir de trabajos como empleados en los más diversos rubros. Si a eso se suman problemas como la enfermedad de una pareja, todo se vuelve más difícil, y ni hablar si, encima, uno no logra liberarse de los fantasmas que lo persiguen en una sociedad absolutamente hipócrita. Ojalá Jameson pueda volver a editar más discos con Krieg: es una banda que se extraña.
Etiquetas: Black Metal, Black Metal Estados Unidos, eeuu, Estados Unidos, Krieg, Neill Jameson, usa