“Gloom and Art of Tribulation” inaugura la escucha con todo el despliegue de agresividad y groove que caracteriza la música de la banda, dando la impresión de que cada vez se aproximan más a la actual sonoridad del Deathcore. Baterías frenéticas, guitarras que pasan de aserrar cabezas hasta molerlas a mazazos, breakdowns exquisitos.  El solo de guitarra se destaca. El tema, cuya letra explora las miserias de la fragilidad moral humana, sobre la que se monta la estructura social, tiene su propio lyric video de gran impacto visual. El despliegue vocal de Svencho es impecable e impacta como siempre.

“Serpent of Depravity” salió con un visualizer en YouTube y básicamente sigue la veta del tema anterior, con algunas estructuras melódicas y riffs un poco más complejos. Lo mismo puede decirse de la letra, que continúa ahondando en la depravada naturaleza de nuestra especie. La batería de Ken Bedene junto al bajo de Stefano Franceschini constituyen una base maliciosamente precisa que enaltece al conjunto, sin claudicar en ningún momento.

El último track, “Funereal Malediction”, había quedado fuera del último LP de la banda y se distingue de los dos anteriores por su sonoridad más “clásica” dentro de lo que es el Death Metal, tanto en los riffs como en el solo de guitarra. Ian Jekelis y Harrison Patuto, los dos guitarristas, hacen un gran trabajo a lo largo de los tres temas, aunque no arriesgan demasiado en cuanto a su apuesta. Está claro que Aborted ya sabe que su combinación entre lo brutal y “ganchero” es la fórmula que los puso en el lugar que ocupan y no planean alejarse demasiado de ella.

En conclusión, se trata de un trabajo que vale la pena escuchar y que, sin dudas, será del agrado de todos los seguidores de la banda, así como de quienes, siendo oyentes de otros grupos de Death Metal relativamente modernos, o también de Deathcore, tengan la oportunidad de escucharla por primera vez. En una trayectoria tan larga y exitosa, daría la impresión de que, si bien los belgas siguen consolidando su propuesta, muy sutilmente empiezan a tener una sonoridad más moderna que podía ampliarles el público.