Desde su vuelta a los escenarios en 2022 con un doble lleno en Razzmatazz, Inadaptats, tan solo han actuado en Salt, y en 2023 el festival musical El Tingladu de Vilanova i La Geltrú, y en Valls. Ante una promiscuidad tan baja, no podíamos perder la oportunidad de volver a ver en vivo a la emblemática formación catalana de hardcore punk crossover.
El festival de alto contenido político, y del que parte de su entrada va destinado a Alerta Solidaria, organización anti represiva de la izquierda independentista de los países catalanes (Catalunya, Baleares, y País Valenciano) , dedicada a dar cobertura legal a los más de tres mil exiliados, enjuiciados, o presos políticos como el rapero Pablo Hasel, y en especial, a los que queden excluidos de la famosa ley de amnistía que se está tramitando, y que afecta a los políticos y activistas catalanes encarcelados, o perseguidos durante el proceso de secesión del Estado español, desde la consulta independentista de 2014, el referéndum de 2017, y las consiguientes manifestaciones multitudinarias de protesta, que fueron arduamente reprimidas por las fuerzas de seguridad del estado opresor español, y sus montajes parapoliciales.
Amenazados por unas ansiadas y anheladas lluvias tan necesarias, dada la situación de alerta por sequía existente en Catalunya, y omnipresentes durante toda la semana, hasta el mismo sábado por la mañana, por suerte, estas se trasladaron hacia comarcas interiores, y el sol lució desde el mediodía en adelante. Así que sin riesgo a mojarnos, al menos por la lluvia, el festival se inició a las siete de la tarde con la joven banda femenina de ska, reagge, Les Testarudes, procedentes de diversas zonas de la Catalunya sur, y del País Vasco, aunque radicadas en el barrio barcelonés de La Bordeta, distrito de Sants. Los veinte minutos que pude ver consistió en un repertorio compuesto por temas propios, algunos los estrenaban esa misma tarde, como dedicados a las pageses (campesinas), y a todo ese sector agrario que invadió con cuatro mil tractores la capital catalana hace unos meses, alguna que otra versión como el middle dedicado a la banda Skatalà con “Waltzing Mathilda” y “Rasta Blanc” , siendo este, el momento con más conexión con el numeroso público que ya ocupaba como tres cuartas partes de la plaza. Siendo un buen aperitivo para una larga sesión de siete horas de hardcore, punk y ska reagge que nos aguardaba.
Sorprendió que la siguiente formación, los euskaldunes Rotten XIII probaran sonido antes de iniciar su descarga, bajo una enorme ikurriña, y lo cierto es que los navarros, a los que ya habíamos visto el pasado año acompañando como hoy a los chicos de Crim, no gozaron de un sonido demasiado fluido, aunque si generoso en lo que a volumen se refiere, en especial con las que decidieron abrir, “Aurrera”, “Gerónimo”, o la que contiene esas guitarras con aires de western “Basajaunaren Lurraldean”. La inclusión del saxofón llegó con “Marleen”, seguida por la dedicada al genocidio que se está produciendo en Palestina, “Sionismo y Barbarie”. Bromearon que los habitantes de su pueblo entrarían en esta plaza, y sí, no exageraba Endika, ya que Larraga tiene una población de unos dos mil habitantes, y la capacidad de esta réplica de la Plaza Mayor de Riaza, Segovia es de unos cinco mil. Al grito de Gora Euskal Herria Askatuta cayó “Baskonia”, y la que título a su disco de 2017, la intensa “Oi Baldorba”. Finalizaron sus cuarenta y cinco minutos de rabia y rock’n’roll con “Eguzkiaren Argia”, la dedicada a su ex bajista Javi Fernández, fallecido en 2019. Agur eta Ohore.
Ya anocheciendo, sobre las nueve y diez es el turno de la banda revelación de estos últimos años en la escena punk nacional, e incluso en la estatal, desde Tarragona, Crim inician su portentoso directo con “Castells de Sorra”, y “Maneres de Viure”, una canción que su sobrino Adri Beltràn le dedica a Toni Urbano, ex bajista de Leño, traduciendo el título de una de los tema de Rosendo Mercado y compañia. Siguieron con otra pieza de su Blau Sang, Vermell Cel (2016), “Una Canço i una Promesa”, tras ella Adri se dirige y se presenta ante los más de cuatro mil asistentes con un Bona nit, Som Crim desde Tarragona, y equivocándose al empezarla, así que debieron volver a contar hasta tres para realizar “Vam Riure Tant” desde su último disco, esa magna y ruda obra titulada Cançons de Mort, al que también corresponde “Patrimoni Nacional”, en la que describen fielmente a su comarca, siempre vinculada con la contaminación que produce todo ese complejo petroquímico cercano a Port Aventura, y completando este oscuro pack con la apocalíptica pieza que da título a este disco de 2023.
Vuelta atrás con la pegadiza “Benvingut Enemic” que abre su segundo álbum, para entonar una crítica a esos grupos sin mensaje alguno en “Estiu de Merda”, no sin antes agradecer este acto de resistencia que es la lucha diaria, así como un sentido recuerdo a la población palestina. La traca final se completó con “Hivern Etern”, “Verí Caducat”, y la melódica “Pare Nostre que Esteu a l’Infern”, dedicado a la época escolar que vivió Adri, en la que en uno de esos colegios donde te obligan a rezar el Padre Nuestro, y que en la actualidad, aunque pocos haberlos ahílos. No me impresionaron como en su bolo del pasado año en Razzmataz I, pero bien, muy bien por los tarraconenses.
Dr. Calypso es otra banda que lleva unos años retirados, pero que van rejuntándose de vez en cuando para algún que otro festival, o acto conmemorativo desde que el año pasado volvieron bajo el epígrafe de Recaiguda Tour, tras retirarse en 2019 con un concierto editado en disco titulado Apolo 10, y registrado en la mítica sala del Paral.lel tras una carrera de treinta años paseando su rocksteady reagge ska por el mundo. Lógicamente abrieron con su tema “Return”, y un setlist muy similar al álbum en vivo mencionado anteriormente, con clásicas irresistibles como “Aquesta Nit”, en las que Luismi echó de menos a Les Testarudes, de las que dijo que lo están petando, o “Pardalets”, “Sense Sostre”, “2300 Milions”, “Tòxic”, “Camí Fàcil”, “Pole Man”, “Se’ns Pixen”, o “Brigadistes Internacionals”, honor y gloria para los que llegaron de diversas partes del mundo para luchar contra los fascistas durante la Guerra Civil española (1936-39), al grito de No Pasarán. Alguna en castellano como “Anti Ska”, “María” o “Tu Rostro”, o en inglés, caso de “Live Together”, “The Power of Latin Soul” o “Mr. Happiness”, y las instrumentales “Cinecittà”, y gran final con “Plan 10” antes de que los echaran dijo Sheriff, no tan acelerada como en su otro disco en directo en la Bikini, el On Tour (2000).
Un excelso directo el de los barceloneses con un combo relativamente renovado, en especial en la zona de vientos, y liderada por el dúo dinámico formado por Luismi, y un Sheriff más Sheriff que nunca, con sus piernas arqueadas y tan bailarín como siempre, junto a un recuperado Inaki al bajo, y las omnipresentes guitarras de Jordi Manyà y Fernando Damned. Esperemos sigan recayendo unos días más, porque son garantía de fiesta y mambo.
Tras una arenga por parte de miembros de Alerta Solidaria, recordando que hay que seguir al pie del cañón, continuar la lucha en la que están permanentemente los PPCC contra la represión, la persecución, y la guerra sucia que lleva a cabo el Estado español, este quien este en el gobierno, y que tiene como objetivo desde su creación la eliminación, y exterminio de toda lengua y cultura que no sea la castellana, e impedir bajo la premisa del todo vale la emancipación de las naciones que a pesar de ser tratadas por el gobierno central como meras colonias, sobreviven y mantienen gran parte de este podrido reino.
Llegados desde su Vilafranca del Penedès natal, Inadaptats sufrió unos momentos de tensión por problemas técnicos de última hora, provocando un retraso de unos diez minutos en su inicio, comenzando finalmente a un par de minutos para la medianoche, con Alex luciendo una de sus incontables camisetas de la CCCP, en esta ocasión una de baloncesto con el número 11 de Tkachenko. Abrieron fuego a base de redobles con “Sageta de Foc”, desde su disco Homenatge a Ovidi (2004), el dedicado al actor y cantautor valenciano, Ovidi Montllor, seguida por esa denuncia hacia la “OTAN”, rebautizada como Organización Terrorista de América del Norte bajo ese ritmo sincopado del ex Answer y Deja Vu, Xavi Cholbi que okupa la batería desde principios del dos mil.
Entre canticos generales de Puta España, que se habían producido aleatoriamente durante todo el festival, pero que irían en in crescendo durante toda la actuación de los del Penedès. Mientras Alex califica las últimas elecciones como de burguesas, reivindica el espíritu de las fogosas manifestaciones de la Pl. Urquinaona con su single de 2021, “InACABats, Pero Mai Vençuts”, un juego de palabras con las siglas en ingles dedicadas a todos los policías, y el nombre de la banda, “Inadaptats”, de su maqueta de 1991, que luego figuraría en el primer disco, Critica Social (1993), un corte que navega entre hardcore punk y el thrash metal, donde radican los inicios del grupo, el hard rock y el heavy metal, de hecho, uno de los tatuajes de Alex corresponde a la portada de un disco Uriah Heep, Abominog, y ya muy de vez en cuando se trasforman en Esbirros del Metal, para hacer unas cafres versiones de temas de Obús, Barón, o Barricada.
Cae otra de Ovidi, el “Va Com Va”, y continúa la fiesta, ahora con apoyo eólico con vientos huracanados de trombón y trompeta para la festiva y reivindicativa “Festa Sí, “Lluita També” de su álbum del 99, X. Pasamos al INDP (2001) con la emblemática y correosa “Catalunya”, y “11.09.01”, entre las que Alex hizo referencia a la presencia cada vez más descarada de las organizaciones nazis en nuestro entorno. Bandera palestina, para reclamar su libertad y el cese al genocidio que se está produciendo en Gaza, en Yemen o en Siria, así como la lucha armada de los pueblos oprimidos con “Solidaritat”, en la que se defiende una sociedad multiétnica, los emigrantes, y los refugiados. Pasaron a la contundencia y velocidad con “Escamots”, tras la que el quinteto entonó un canto nicaragüense de la época del FSLN. Recuerdo a Guillem Aguilló para hacer un poco de Punk Oi con “Red Skins”, Per Tots els Mitjans (1996). Suena la gralla para dar paso al ska acelerado de “Els Segadors de Sempre” al grito de Independencia o Mort. Tiempo para “Canviarem la Historia”, y la infalible “Orgull de Clase” bajo una enorme bandera roja con la hoz y el martillo, con Alex compartiendo micrófono junto a su hija.
Volvieron tras un mínimo stop para una última canción, la que da nombre a su tercer trabajo, “Motí, Avalot” (1998), y para cerrar, como es tradicional, puños cerrados para entonar el himno de Catalunya, Els Segadors, justo a la una de la madrugada, hora límite para finalizar el festival, después de sesenta intensísimos minutos, que supieron a poco, aunque con el acumulado tras siete horas, hicieron menos traumático abandonar el recinto. Grandísimo show, aunque va a ser difícil, por no decir imposible, superar los dos directos en Razzmatazz de hace un par de años, que fueron simple y llanamente apoteósicos.
Así que nada, como decía Che Guevara, la muerte es la realidad, y la victoria un sueño.
Desde su vuelta a los escenarios en 2022 con un doble lleno en Razzmatazz, Inadaptats, tan solo han actuado en Salt, y en 2023 el festival musical El Tingladu de Vilanova i La Geltrú, y en Valls. Ante una promiscuidad tan baja, no podíamos perder la oportunidad de volver a ver en vivo a la emblemática formación catalana de hardcore punk crossover.
El festival de alto contenido político, y del que parte de su entrada va destinado a Alerta Solidaria, organización anti represiva de la izquierda independentista de los países catalanes (Catalunya, Baleares, y País Valenciano) , dedicada a dar cobertura legal a los más de tres mil exiliados, enjuiciados, o presos políticos como el rapero Pablo Hasel, y en especial, a los que queden excluidos de la famosa ley de amnistía que se está tramitando, y que afecta a los políticos y activistas catalanes encarcelados, o perseguidos durante el proceso de secesión del Estado español, desde la consulta independentista de 2014, el referéndum de 2017, y las consiguientes manifestaciones multitudinarias de protesta, que fueron arduamente reprimidas por las fuerzas de seguridad del estado opresor español, y sus montajes parapoliciales.
Amenazados por unas ansiadas y anheladas lluvias tan necesarias, dada la situación de alerta por sequía existente en Catalunya, y omnipresentes durante toda la semana, hasta el mismo sábado por la mañana, por suerte, estas se trasladaron hacia comarcas interiores, y el sol lució desde el mediodía en adelante. Así que sin riesgo a mojarnos, al menos por la lluvia, el festival se inició a las siete de la tarde con la joven banda femenina de ska, reagge, Les Testarudes, procedentes de diversas zonas de la Catalunya sur, y del País Vasco, aunque radicadas en el barrio barcelonés de La Bordeta, distrito de Sants. Los veinte minutos que pude ver consistió en un repertorio compuesto por temas propios, algunos los estrenaban esa misma tarde, como dedicados a las pageses (campesinas), y a todo ese sector agrario que invadió con cuatro mil tractores la capital catalana hace unos meses, alguna que otra versión como el middle dedicado a la banda Skatalà con “Waltzing Mathilda” y “Rasta Blanc” , siendo este, el momento con más conexión con el numeroso público que ya ocupaba como tres cuartas partes de la plaza. Siendo un buen aperitivo para una larga sesión de siete horas de hardcore, punk y ska reagge que nos aguardaba.
Sorprendió que la siguiente formación, los euskaldunes Rotten XIII probaran sonido antes de iniciar su descarga, bajo una enorme ikurriña, y lo cierto es que los navarros, a los que ya habíamos visto el pasado año acompañando como hoy a los chicos de Crim, no gozaron de un sonido demasiado fluido, aunque si generoso en lo que a volumen se refiere, en especial con las que decidieron abrir, “Aurrera”, “Gerónimo”, o la que contiene esas guitarras con aires de western “Basajaunaren Lurraldean”. La inclusión del saxofón llegó con “Marleen”, seguida por la dedicada al genocidio que se está produciendo en Palestina, “Sionismo y Barbarie”. Bromearon que los habitantes de su pueblo entrarían en esta plaza, y sí, no exageraba Endika, ya que Larraga tiene una población de unos dos mil habitantes, y la capacidad de esta réplica de la Plaza Mayor de Riaza, Segovia es de unos cinco mil. Al grito de Gora Euskal Herria Askatuta cayó “Baskonia”, y la que título a su disco de 2017, la intensa “Oi Baldorba”. Finalizaron sus cuarenta y cinco minutos de rabia y rock’n’roll con “Eguzkiaren Argia”, la dedicada a su ex bajista Javi Fernández, fallecido en 2019. Agur eta Ohore.
Ya anocheciendo, sobre las nueve y diez es el turno de la banda revelación de estos últimos años en la escena punk nacional, e incluso en la estatal, desde Tarragona, Crim inician su portentoso directo con “Castells de Sorra”, y “Maneres de Viure”, una canción que su sobrino Adri Beltràn le dedica a Toni Urbano, ex bajista de Leño, traduciendo el título de una de los tema de Rosendo Mercado y compañia. Siguieron con otra pieza de su Blau Sang, Vermell Cel (2016), “Una Canço i una Promesa”, tras ella Adri se dirige y se presenta ante los más de cuatro mil asistentes con un Bona nit, Som Crim desde Tarragona, y equivocándose al empezarla, así que debieron volver a contar hasta tres para realizar “Vam Riure Tant” desde su último disco, esa magna y ruda obra titulada Cançons de Mort, al que también corresponde “Patrimoni Nacional”, en la que describen fielmente a su comarca, siempre vinculada con la contaminación que produce todo ese complejo petroquímico cercano a Port Aventura, y completando este oscuro pack con la apocalíptica pieza que da título a este disco de 2023.
Vuelta atrás con la pegadiza “Benvingut Enemic” que abre su segundo álbum, para entonar una crítica a esos grupos sin mensaje alguno en “Estiu de Merda”, no sin antes agradecer este acto de resistencia que es la lucha diaria, así como un sentido recuerdo a la población palestina. La traca final se completó con “Hivern Etern”, “Verí Caducat”, y la melódica “Pare Nostre que Esteu a l’Infern”, dedicado a la época escolar que vivió Adri, en la que en uno de esos colegios donde te obligan a rezar el Padre Nuestro, y que en la actualidad, aunque pocos haberlos ahílos. No me impresionaron como en su bolo del pasado año en Razzmataz I, pero bien, muy bien por los tarraconenses.
Dr. Calypso es otra banda que lleva unos años retirados, pero que van rejuntándose de vez en cuando para algún que otro festival, o acto conmemorativo desde que el año pasado volvieron bajo el epígrafe de Recaiguda Tour, tras retirarse en 2019 con un concierto editado en disco titulado Apolo 10, y registrado en la mítica sala del Paral.lel tras una carrera de treinta años paseando su rocksteady reagge ska por el mundo. Lógicamente abrieron con su tema “Return”, y un setlist muy similar al álbum en vivo mencionado anteriormente, con clásicas irresistibles como “Aquesta Nit”, en las que Luismi echó de menos a Les Testarudes, de las que dijo que lo están petando, o “Pardalets”, “Sense Sostre”, “2300 Milions”, “Tòxic”, “Camí Fàcil”, “Pole Man”, “Se’ns Pixen”, o “Brigadistes Internacionals”, honor y gloria para los que llegaron de diversas partes del mundo para luchar contra los fascistas durante la Guerra Civil española (1936-39), al grito de No Pasarán. Alguna en castellano como “Anti Ska”, “María” o “Tu Rostro”, o en inglés, caso de “Live Together”, “The Power of Latin Soul” o “Mr. Happiness”, y las instrumentales “Cinecittà”, y gran final con “Plan 10” antes de que los echaran dijo Sheriff, no tan acelerada como en su otro disco en directo en la Bikini, el On Tour (2000).
Un excelso directo el de los barceloneses con un combo relativamente renovado, en especial en la zona de vientos, y liderada por el dúo dinámico formado por Luismi, y un Sheriff más Sheriff que nunca, con sus piernas arqueadas y tan bailarín como siempre, junto a un recuperado Inaki al bajo, y las omnipresentes guitarras de Jordi Manyà y Fernando Damned. Esperemos sigan recayendo unos días más, porque son garantía de fiesta y mambo.
Tras una arenga por parte de miembros de Alerta Solidaria, recordando que hay que seguir al pie del cañón, continuar la lucha en la que están permanentemente los PPCC contra la represión, la persecución, y la guerra sucia que lleva a cabo el Estado español, este quien este en el gobierno, y que tiene como objetivo desde su creación la eliminación, y exterminio de toda lengua y cultura que no sea la castellana, e impedir bajo la premisa del todo vale la emancipación de las naciones que a pesar de ser tratadas por el gobierno central como meras colonias, sobreviven y mantienen gran parte de este podrido reino.
Llegados desde su Vilafranca del Penedès natal, Inadaptats sufrió unos momentos de tensión por problemas técnicos de última hora, provocando un retraso de unos diez minutos en su inicio, comenzando finalmente a un par de minutos para la medianoche, con Alex luciendo una de sus incontables camisetas de la CCCP, en esta ocasión una de baloncesto con el número 11 de Tkachenko. Abrieron fuego a base de redobles con “Sageta de Foc”, desde su disco Homenatge a Ovidi (2004), el dedicado al actor y cantautor valenciano, Ovidi Montllor, seguida por esa denuncia hacia la “OTAN”, rebautizada como Organización Terrorista de América del Norte bajo ese ritmo sincopado del ex Answer y Deja Vu, Xavi Cholbi que okupa la batería desde principios del dos mil.
Entre canticos generales de Puta España, que se habían producido aleatoriamente durante todo el festival, pero que irían en in crescendo durante toda la actuación de los del Penedès. Mientras Alex califica las últimas elecciones como de burguesas, reivindica el espíritu de las fogosas manifestaciones de la Pl. Urquinaona con su single de 2021, “InACABats, Pero Mai Vençuts”, un juego de palabras con las siglas en ingles dedicadas a todos los policías, y el nombre de la banda, “Inadaptats”, de su maqueta de 1991, que luego figuraría en el primer disco, Critica Social (1993), un corte que navega entre hardcore punk y el thrash metal, donde radican los inicios del grupo, el hard rock y el heavy metal, de hecho, uno de los tatuajes de Alex corresponde a la portada de un disco Uriah Heep, Abominog, y ya muy de vez en cuando se trasforman en Esbirros del Metal, para hacer unas cafres versiones de temas de Obús, Barón, o Barricada.
Cae otra de Ovidi, el “Va Com Va”, y continúa la fiesta, ahora con apoyo eólico con vientos huracanados de trombón y trompeta para la festiva y reivindicativa “Festa Sí, “Lluita També” de su álbum del 99, X. Pasamos al INDP (2001) con la emblemática y correosa “Catalunya”, y “11.09.01”, entre las que Alex hizo referencia a la presencia cada vez más descarada de las organizaciones nazis en nuestro entorno. Bandera palestina, para reclamar su libertad y el cese al genocidio que se está produciendo en Gaza, en Yemen o en Siria, así como la lucha armada de los pueblos oprimidos con “Solidaritat”, en la que se defiende una sociedad multiétnica, los emigrantes, y los refugiados. Pasaron a la contundencia y velocidad con “Escamots”, tras la que el quinteto entonó un canto nicaragüense de la época del FSLN. Recuerdo a Guillem Aguilló para hacer un poco de Punk Oi con “Red Skins”, Per Tots els Mitjans (1996). Suena la gralla para dar paso al ska acelerado de “Els Segadors de Sempre” al grito de Independencia o Mort. Tiempo para “Canviarem la Historia”, y la infalible “Orgull de Clase” bajo una enorme bandera roja con la hoz y el martillo, con Alex compartiendo micrófono junto a su hija.
Volvieron tras un mínimo stop para una última canción, la que da nombre a su tercer trabajo, “Motí, Avalot” (1998), y para cerrar, como es tradicional, puños cerrados para entonar el himno de Catalunya, Els Segadors, justo a la una de la madrugada, hora límite para finalizar el festival, después de sesenta intensísimos minutos, que supieron a poco, aunque con el acumulado tras siete horas, hicieron menos traumático abandonar el recinto. Grandísimo show, aunque va a ser difícil, por no decir imposible, superar los dos directos en Razzmatazz de hace un par de años, que fueron simple y llanamente apoteósicos.
Así que nada, como decía Che Guevara, la muerte es la realidad, y la victoria un sueño.