Damnum (2022)
Metal Blade Records
Tracklist:
01. Bastards of the Earth
02. Of Beasts and Worms
03. Into Embers
04. To Carry My Grief Through Torpor and Silence
05. Vermin
06. Called Home
07. Blight
08. The Dopamine Void, Pt. I
09. The Dopamine Void, Pt. II
10. Saturnine
Formados en el estado de Colorado en 2006, los estadounidenses Allegaeon llegaron al 2022 con cinco LPs bajo el brazo. Este 25 de febrero, y de la mano de la gente de Metal Blade, el quinteto le agrega otra marca a su obra con Damnum, su sexto álbum de estudio.
La propuesta del grupo es una que busca acercarse al death metal combinando una variedad de ángulos en su sonido. Los dos principales sobre el death metal ultra técnico, de riffs retorcidos y ritmos cambiantes, y el death melódico de clara inspiración sueca, con sus riffs heroicos y hasta podría decirse “emocionales”.
La inicial “Bastards of the Earth” ilustra esta combinación de tendencias de manera perfecta. Por un lado, Greg Burgess y Michael Stancel no escatiman ni un segundo en la cantidad de notas escupidas por sus guitarras, mientras que por el otro cada riff y solo está dotado de suficiente melodía como para que no se sientan como una acumulación de notas al reverendo pedo. El solo es pura melodía empalagosa en el mejor sentido, como salido de alguna canción perdida de In Flames de fines de los noventas.
Pero es en la siguiente “Of Beasts and Worms” donde se manifiesta la tercera pata de las influencias de Allegaeon, y es el costado progresivo: el inicio con guitarras acústicas, teclados setenteros y voces limpias podría confundir a algún despistado y hacerle creer que está escuchando algún tema de Opeth, con algún dejo de Type O Negative en las voces graves. Aunque no pasa mucho hasta que vuelvan los blast beats, la canción sigue haciendo uso de las voces limpias junto a las guturales, y hasta tiene un costado neoclásico en los solos, sobre todo en el momento en el que de repente la canción acelera y pareciera una canción de Yngwie Malmsteen con esteroides.
“Into Embers” es otro track ultra acelerado, que termina por confirmar la valía del recién llegado Jeff Saltzman detrás de los platillos, yendo a una velocidad inhumana pero también cambiando de ritmos con la facilidad de respirar. Mención especial a las voces limpias del final, que podrían ser algo de la fórmula del melodeath como también del metalcore. Lo mismo podría decirse de la largamente titulada “To Carry My Grief Through Torpor and Silence” y de “Vermin”, aunque esta última se permita sacar el pie del acelerador por momentos.
Ya promediando la mitad del tracklist, “Called Home” es el momento más Opeth de todo Damnum, una canción que arranca con una introducción de más de un minuto de guitarras acústicas y después utiliza ritmos irregulares mezclados con voces limpias. Es una canción explícitamente progresiva, en la manera en la que a lo largo de sus casi ocho minutos se va poniendo progresivamente más pesada.
“Blight” arranca y se mantiene como los otros números acelerados del álbum. Sin embargo, para esta canción Allegaeon se sacan de la manga un impresionante solo de piano durante la segunda mitad, como algo sacado de un disco de los sinfónicos italianos Fleshgod Apocalypse.
La duología “The Dopamine Void” maneja una dinámica que recuerda a la de “Suicide Note I & II” de Pantera. La primera parte es una composición suave, dominada por las guitarras acústicas y las voces limpias e incluso una orquesta, además de un solo exquisito con muchas técnicas nerds pero bien usadas. Y apenas arranca la segunda parte, esa sutileza desaparece y Allegaeon se ponen ponen el death en el metal. Un detalle especial de la canción es el bajo de Brandon Michael, que no tiene tantos momentos para destacarse entre la distorsión en otras canciones pero que acá aprovecha cada oportunidad.
Ya llegando a los últimos 14 minutos de la placa, sería factible decir que a Allegaeon no les quedaría mucha tela para cortar, pero de alguna manera siguen tirando ideas. Con “Saturnine” plantean otra composición bien acelerada, pero que en este caso tiene un solo neoclásico a dos guitarras, que además llaman la atención al escucharlas detenidamente y notar la enorme cantidad de detalles en los riffs.
“In Mourning” es un interludio acústico e instrumental que será del agrado de quien haya disfrutado los momentos a lo Opeth de canciones anteriores, y que precede a la final “Only Loss”. Este cierre tiene cierto dejo groovero en los riffs, pero más allá de eso no tiene mucho que no se haya visto en tracks anteriores. Sin embargo, no por eso es menos disfrutable, con la variedad de voces de Riley McShane haciendo un recorrido de las facetas pesadas de la banda.
Apenas arranqué esta reseña, estaba preparado para criticar la duración de Damnum, siendo que a primera vista una hora puede sentirse excesiva. Pero acá nos encontramos con un trabajo que logra justificar ese detalle implementando muy buenas ideas en todas sus canciones con una gran habilidad, sin que se sienta como si estuvieran tirando cosas a la pared para ver qué queda pegado. Y mucho ayuda acá una producción de primer nivel, con un sonido claro que permite disfrutar de la potencia del quinteto sin que la melodía quede tapada y viceversa.
Siendo que explota tantas variantes diferentes del death metal, Damnum siempre corre riesgo de abarcar demasiado y no satisfacer a los fans de ninguno de esos estilos. Pero creo que Allegaeon logran hacer un muy buen balance de todo esto, conformando una obra que seguramente será del agrado de los fans de la música pesada pero con alguna vuelta de tuerca.
Damnum (2022)
Metal Blade Records
Tracklist:
01. Bastards of the Earth
02. Of Beasts and Worms
03. Into Embers
04. To Carry My Grief Through Torpor and Silence
05. Vermin
06. Called Home
07. Blight
08. The Dopamine Void, Pt. I
09. The Dopamine Void, Pt. II
10. Saturnine
Formados en el estado de Colorado en 2006, los estadounidenses Allegaeon llegaron al 2022 con cinco LPs bajo el brazo. Este 25 de febrero, y de la mano de la gente de Metal Blade, el quinteto le agrega otra marca a su obra con Damnum, su sexto álbum de estudio.
La propuesta del grupo es una que busca acercarse al death metal combinando una variedad de ángulos en su sonido. Los dos principales sobre el death metal ultra técnico, de riffs retorcidos y ritmos cambiantes, y el death melódico de clara inspiración sueca, con sus riffs heroicos y hasta podría decirse “emocionales”.
La inicial “Bastards of the Earth” ilustra esta combinación de tendencias de manera perfecta. Por un lado, Greg Burgess y Michael Stancel no escatiman ni un segundo en la cantidad de notas escupidas por sus guitarras, mientras que por el otro cada riff y solo está dotado de suficiente melodía como para que no se sientan como una acumulación de notas al reverendo pedo. El solo es pura melodía empalagosa en el mejor sentido, como salido de alguna canción perdida de In Flames de fines de los noventas.
Pero es en la siguiente “Of Beasts and Worms” donde se manifiesta la tercera pata de las influencias de Allegaeon, y es el costado progresivo: el inicio con guitarras acústicas, teclados setenteros y voces limpias podría confundir a algún despistado y hacerle creer que está escuchando algún tema de Opeth, con algún dejo de Type O Negative en las voces graves. Aunque no pasa mucho hasta que vuelvan los blast beats, la canción sigue haciendo uso de las voces limpias junto a las guturales, y hasta tiene un costado neoclásico en los solos, sobre todo en el momento en el que de repente la canción acelera y pareciera una canción de Yngwie Malmsteen con esteroides.
“Into Embers” es otro track ultra acelerado, que termina por confirmar la valía del recién llegado Jeff Saltzman detrás de los platillos, yendo a una velocidad inhumana pero también cambiando de ritmos con la facilidad de respirar. Mención especial a las voces limpias del final, que podrían ser algo de la fórmula del melodeath como también del metalcore. Lo mismo podría decirse de la largamente titulada “To Carry My Grief Through Torpor and Silence” y de “Vermin”, aunque esta última se permita sacar el pie del acelerador por momentos.
Ya promediando la mitad del tracklist, “Called Home” es el momento más Opeth de todo Damnum, una canción que arranca con una introducción de más de un minuto de guitarras acústicas y después utiliza ritmos irregulares mezclados con voces limpias. Es una canción explícitamente progresiva, en la manera en la que a lo largo de sus casi ocho minutos se va poniendo progresivamente más pesada.
“Blight” arranca y se mantiene como los otros números acelerados del álbum. Sin embargo, para esta canción Allegaeon se sacan de la manga un impresionante solo de piano durante la segunda mitad, como algo sacado de un disco de los sinfónicos italianos Fleshgod Apocalypse.
La duología “The Dopamine Void” maneja una dinámica que recuerda a la de “Suicide Note I & II” de Pantera. La primera parte es una composición suave, dominada por las guitarras acústicas y las voces limpias e incluso una orquesta, además de un solo exquisito con muchas técnicas nerds pero bien usadas. Y apenas arranca la segunda parte, esa sutileza desaparece y Allegaeon se ponen ponen el death en el metal. Un detalle especial de la canción es el bajo de Brandon Michael, que no tiene tantos momentos para destacarse entre la distorsión en otras canciones pero que acá aprovecha cada oportunidad.
Ya llegando a los últimos 14 minutos de la placa, sería factible decir que a Allegaeon no les quedaría mucha tela para cortar, pero de alguna manera siguen tirando ideas. Con “Saturnine” plantean otra composición bien acelerada, pero que en este caso tiene un solo neoclásico a dos guitarras, que además llaman la atención al escucharlas detenidamente y notar la enorme cantidad de detalles en los riffs.
“In Mourning” es un interludio acústico e instrumental que será del agrado de quien haya disfrutado los momentos a lo Opeth de canciones anteriores, y que precede a la final “Only Loss”. Este cierre tiene cierto dejo groovero en los riffs, pero más allá de eso no tiene mucho que no se haya visto en tracks anteriores. Sin embargo, no por eso es menos disfrutable, con la variedad de voces de Riley McShane haciendo un recorrido de las facetas pesadas de la banda.
Apenas arranqué esta reseña, estaba preparado para criticar la duración de Damnum, siendo que a primera vista una hora puede sentirse excesiva. Pero acá nos encontramos con un trabajo que logra justificar ese detalle implementando muy buenas ideas en todas sus canciones con una gran habilidad, sin que se sienta como si estuvieran tirando cosas a la pared para ver qué queda pegado. Y mucho ayuda acá una producción de primer nivel, con un sonido claro que permite disfrutar de la potencia del quinteto sin que la melodía quede tapada y viceversa.
Siendo que explota tantas variantes diferentes del death metal, Damnum siempre corre riesgo de abarcar demasiado y no satisfacer a los fans de ninguno de esos estilos. Pero creo que Allegaeon logran hacer un muy buen balance de todo esto, conformando una obra que seguramente será del agrado de los fans de la música pesada pero con alguna vuelta de tuerca.