El pasaje a la segunda jornada del AMFest Encobert nos llevó directo a Salamandra para disfrutar de una noche ecléctica, empezando con los locales Los Sara Fontán. Aventura musical de Sara Fontán violinista de La Orquesta Del Caballo Ganador, y Edi Pou, batería de Za!. Enemigos de encasillar los sonidos, dan rienda suelta a la experimentación dejando perplejos a los valientes que se acercaron a ver su presentación que los ha paseado por media Europa en solo dos años de vida como proyecto.
Tras la primera toma de contacto arriba desde la tierra del sol naciente Haru Nemuri, juventud nipona envuelta en un torbellino de estilos J Pop, Hip Hop, Metal, Rock mezclados con dulzura y guturales.
En su segunda incursión por tierras catalanas ya cuenta con una base de fans que se hicieron notar en las primeras filas “Déconstruction” rompió el hielo ante la audiencia que no entendía lo que estaba presenciando electrónica rapeada. “Shunka Ryougen” experimental que transita entre la melodía y lo gutural. “Who the fuck is burning the forest” se esforzó en conectar al máximo bajo la apariencia de inocencia emo gótica se encuentra una gran performance acompañada de un Dj que disparaba las bases y una pantalla con caracteres japoneses y una lluvia de estroboscópica bajo un manto de luces azules y rojas. La dualidad lingüística de sus creaciones entre el inglés “Kick In The World” entre lo hablado y gritos desgarradores y japonés “Narashite” break acelerados de Drum’n’Bass o la comercial “Ikuri” son sus armas para darse a conocer a nivel mundial. La nipona se paseó de lado a lado del escenario bajando a la pista para cantar con sus fans o arriba de la barra en un esfuerzo de cubrir todos los frentes.
Con el cartel de no hay entradas Brutus era la gran estrella que todos querían ver y culpables de vender todo el aforo disponible. Formados en Leuven, Bélgica, el trío liderado por Stephanie Mannaerts en voz y batería, Peter Mulders en bajo y Stijn Vanhoegaerden en guitarra desplegaban todo su arsenal de post hardcore math rock progresivo. “Liar” fue el primer dardo envenenado con la batería como reclamo central instalada en primera línea a la derecha del escenario. “Hordest II” La rapidez instrumental se mezcla con la desgarradora voz de Mannaerts. La solemnidad de “War” enmudece el recinto irrumpiendo con los acordes de guitarra cercanos al hardcore. “Justice Julia II” baja en una nube de humo con el dúo de cuerdas acompañando los cánticos , aporreos de platillos, cajas sin artilugios centradas solo en lo musical. como un bálsamo llegaría “Miles Away”, un mantra gregoriano angelical para caer como un rayo de texturas que añaden colorido a las ensordecedoras melodías. “Brave” es la autopista musical a los afilados riffs de Stijn y las sólidas líneas de bajo de Peter para terminar en seco sin aviso. “Chainlife”
“Space” y sus monosílabos coros retroalimentan el ambiente ya rendido al trío belga.
“Dust” irrumpe como un rayo de black metal desembocando en un concurrido pogo que despeina las melenas pantene de los headbangers más acérrimos.
“Super Dragon” volando melodías cercanas al stoner y la perfecta ejecución instrumental y vocal de Stephanie ya presagiando el final con “Victoria” quizás el tema más asequible de su prolífica producción discográfica facturado este año en el larga duración Unison Life (2023). Una gigantesca ovación despide a los héroes del post rock matemático hecho canción. Brutus es un pasaje sonoro entre el infierno de Dante y el nacimiento de Venus.
El cielo puede esperar una nueva visita como estelar de su propio concierto fuera de festivales europeos.
Etiquetas: Haru Nemuri, J-Pop, Los Sara Fontán, Noise Pop, Post Hardcore, Post Rock, Rock Experimental
El pasaje a la segunda jornada del AMFest Encobert nos llevó directo a Salamandra para disfrutar de una noche ecléctica, empezando con los locales Los Sara Fontán. Aventura musical de Sara Fontán violinista de La Orquesta Del Caballo Ganador, y Edi Pou, batería de Za!. Enemigos de encasillar los sonidos, dan rienda suelta a la experimentación dejando perplejos a los valientes que se acercaron a ver su presentación que los ha paseado por media Europa en solo dos años de vida como proyecto.
Tras la primera toma de contacto arriba desde la tierra del sol naciente Haru Nemuri, juventud nipona envuelta en un torbellino de estilos J Pop, Hip Hop, Metal, Rock mezclados con dulzura y guturales.
En su segunda incursión por tierras catalanas ya cuenta con una base de fans que se hicieron notar en las primeras filas “Déconstruction” rompió el hielo ante la audiencia que no entendía lo que estaba presenciando electrónica rapeada. “Shunka Ryougen” experimental que transita entre la melodía y lo gutural. “Who the fuck is burning the forest” se esforzó en conectar al máximo bajo la apariencia de inocencia emo gótica se encuentra una gran performance acompañada de un Dj que disparaba las bases y una pantalla con caracteres japoneses y una lluvia de estroboscópica bajo un manto de luces azules y rojas. La dualidad lingüística de sus creaciones entre el inglés “Kick In The World” entre lo hablado y gritos desgarradores y japonés “Narashite” break acelerados de Drum’n’Bass o la comercial “Ikuri” son sus armas para darse a conocer a nivel mundial. La nipona se paseó de lado a lado del escenario bajando a la pista para cantar con sus fans o arriba de la barra en un esfuerzo de cubrir todos los frentes.
Con el cartel de no hay entradas Brutus era la gran estrella que todos querían ver y culpables de vender todo el aforo disponible. Formados en Leuven, Bélgica, el trío liderado por Stephanie Mannaerts en voz y batería, Peter Mulders en bajo y Stijn Vanhoegaerden en guitarra desplegaban todo su arsenal de post hardcore math rock progresivo. “Liar” fue el primer dardo envenenado con la batería como reclamo central instalada en primera línea a la derecha del escenario. “Hordest II” La rapidez instrumental se mezcla con la desgarradora voz de Mannaerts. La solemnidad de “War” enmudece el recinto irrumpiendo con los acordes de guitarra cercanos al hardcore. “Justice Julia II” baja en una nube de humo con el dúo de cuerdas acompañando los cánticos , aporreos de platillos, cajas sin artilugios centradas solo en lo musical. como un bálsamo llegaría “Miles Away”, un mantra gregoriano angelical para caer como un rayo de texturas que añaden colorido a las ensordecedoras melodías. “Brave” es la autopista musical a los afilados riffs de Stijn y las sólidas líneas de bajo de Peter para terminar en seco sin aviso. “Chainlife”
“Space” y sus monosílabos coros retroalimentan el ambiente ya rendido al trío belga.
“Dust” irrumpe como un rayo de black metal desembocando en un concurrido pogo que despeina las melenas pantene de los headbangers más acérrimos.
“Super Dragon” volando melodías cercanas al stoner y la perfecta ejecución instrumental y vocal de Stephanie ya presagiando el final con “Victoria” quizás el tema más asequible de su prolífica producción discográfica facturado este año en el larga duración Unison Life (2023). Una gigantesca ovación despide a los héroes del post rock matemático hecho canción. Brutus es un pasaje sonoro entre el infierno de Dante y el nacimiento de Venus.
El cielo puede esperar una nueva visita como estelar de su propio concierto fuera de festivales europeos.
Etiquetas: Haru Nemuri, J-Pop, Los Sara Fontán, Noise Pop, Post Hardcore, Post Rock, Rock Experimental