Amon Amarth anunció hace meses que uniría fuerzas con sus viejos amigos de corazón de león, los todopoderosos Machine Head, para destrozar Europa en otoño. Pero el cartel parecería no ser lo suficientemente poderoso que también se convoco a The Halo Effect, para abrir la velada con su death metal melódico.
Casi a las seis y media de la tarde, era el momento de ver el debut triunfal de los suecos The Halo Effect, liderados por el también vocalista de Dark Tranquillity Mikael Stann, que comenzarían con “Days of the Lost” y “The Needless End”, con un sonido prolijo y parejo.
Hay destacar que el resto de banda esta compuesta por músicos de larga experiencia en el género, procedentes de bandas como In Flames, vamos, gente que sabe lo que hace. El grupo siguió presentando canciones de Days of the Lost, su álbum debut y se despidió del publico barcelonés con “Shadowminds”, que dejo sorprendido a mas de uno y que esperemos que no tarden mucho en volver solos o como co-cabeza de cartel.
Han tenido que pasar mas de cuatro años para volver a disfrutar a Machine Head en Barcelona, y vaya casualidad también en Razzmatazz. Sabemos bien que MH, no es una banda que se vea todos los años de gira, ni que toquen mucho en festivales, así que siempre que confirme una gira hay que aprovechar a verlos, pero vale destacar que en tiempo de confinamiento en la pandemia pudimos disfrutar de las divertidas sesiones “Electric y Acoustic Happy Hour”, que dieron de forma virtual.
Pero nada se compara a un show en vivo, así que minutos antes de las siete y media de la tarde pudimos disfrutar nuevamente de Machine Head quienes están presentando temas de su disco llamado “Of Kingdom and Crown” (editado este año).
“Are you ready for a fast one?!” comentaba Robb Flynn para dar inicio al show, “Become the Firestorm” fue el tema que comenzó la velada. Con un público recién empezando a entrar en calor, los estadounidenses no daban respiro con canciones como “Imperium”, “Ten Ton Hammer” y “I Am Hell”, este ultimo con sus riffs marchantes y momentos de grandes solos de guitarras.
Luego llegaba un momento de “The Darkness Within”, una canción donde Robb habla de la salud mental, de la depresión y de buscar la salida de esos pensamientos tormentosos con la música, coreado por un recinto entero.
Siguieron con “Now we Die” y “From this day”, y para cerrar sus dos grandes clásicos: “Davidian” y el espectacular “Halo”, esas canciones que no quieres que nunca terminen. Show corto pero potente, donde los que fueron exclusivamente para ver a Machine Head extrañarán la gira de 2015, donde hicieron shows de hasta tres horas de duración.
Es bastante complicado agregar algo nuevo a la hora de hablar de Amon Amarth, ya que siempre cumplen. Además de girar con Machine Head, los suecos vendrían a presentar The Great Heathen Army, su nuevo material que hace referencia al gran ejército pagano.
Con un escenario a la altura de la situación (hablaremos de ellos sobre el final), a las 21.10 llegaba el plato principal (si aun no nos habíamos llenado con los entrantes), una calavera vikinga gigante cuyo cráneo era el montaje de la batería de Jocke Wallgren, sus dos ojos eran imágenes visuales que salían de unas pantallas posteriores, los cuernos enormes cubriendo toda la parte superior del escenario, y abajo cuatro guerreros Johan H., Johan S., Olavi y Ted, preparados para batallar contra todo lo que se cruce en su camino.
Y la cosa empezó fuerte con el clásico “Guardians of Asgaard”, seguido de “Raven’s Flight” y “Deceiver of the Gods”, con un Razzmatazz a tope y totalmente desquiciado. El publico volvería a saltar y hacer moshpit con el ya superclásico “The Pursuit of Vikings”, un infaltable en cada setlist de AA.
“The Great Heathen Army” y “Heidrun”, del nuevo disco, serian los siguientes, para mezclarse luego con “Destroyer of the Universe” de Surtur Rising. Para “Put Your Back Into the Oar”, llegaba el momento remar todos juntos este barco nórdico de asedio. Sin lugar a dudas un momento muy divertido.
La aniquilación siguió con una de mis canciones favoritas: “Cry of the Black Birds”, y con “The Way of Vikings”, canción acompañada por una coreografía de vikingos luchando con sus espadas.
La calidad de sonido fue inmejorable durante todo el show, estos vikingos lograron afianzar su sonido perfecto y se mantienen en ello hace ya muchos años. Vale destacar que la formula a nivel material es siempre la misma, no demuestra frescura pero mantiene la esencia de lo que hacen desde hace mucho.
La batalla fue llegando a su fin con “First Kill” , “Shield Wall” y “Raise Your Horns”, con un brindis de por medio. Si crees que ahí acaba la cosa, no es así, porque estos vikingos no pueden finalizar un show sin otro de sus clásicos, y así fue que el gigantesco Johan Hegg tomo en sus manos el martillo de Thor para que con un dragón de fondo entonaran “Twilight of the Thunder God”. Cierre demoledor si los hay.
Lamentablemente una semana antes del concierto, se decidió cambiar el local del evento ya que por convocatoria el Palau St. Jordi hubiera quedado gigante, y al pasar a un recinto como el de Razzmatazz, hubo que suprimir toda la pirotecnia que Amon Amarth ha preparado para esta gira. A pesar de esto que se comenta al final, ha sido una cita de Vikingos y Corazones de León, en la ciudad condal, que será difícil olvidar.
Amon Amarth anunció hace meses que uniría fuerzas con sus viejos amigos de corazón de león, los todopoderosos Machine Head, para destrozar Europa en otoño. Pero el cartel parecería no ser lo suficientemente poderoso que también se convoco a The Halo Effect, para abrir la velada con su death metal melódico.
Casi a las seis y media de la tarde, era el momento de ver el debut triunfal de los suecos The Halo Effect, liderados por el también vocalista de Dark Tranquillity Mikael Stann, que comenzarían con “Days of the Lost” y “The Needless End”, con un sonido prolijo y parejo.
Hay destacar que el resto de banda esta compuesta por músicos de larga experiencia en el género, procedentes de bandas como In Flames, vamos, gente que sabe lo que hace. El grupo siguió presentando canciones de Days of the Lost, su álbum debut y se despidió del publico barcelonés con “Shadowminds”, que dejo sorprendido a mas de uno y que esperemos que no tarden mucho en volver solos o como co-cabeza de cartel.
Han tenido que pasar mas de cuatro años para volver a disfrutar a Machine Head en Barcelona, y vaya casualidad también en Razzmatazz. Sabemos bien que MH, no es una banda que se vea todos los años de gira, ni que toquen mucho en festivales, así que siempre que confirme una gira hay que aprovechar a verlos, pero vale destacar que en tiempo de confinamiento en la pandemia pudimos disfrutar de las divertidas sesiones “Electric y Acoustic Happy Hour”, que dieron de forma virtual.
Pero nada se compara a un show en vivo, así que minutos antes de las siete y media de la tarde pudimos disfrutar nuevamente de Machine Head quienes están presentando temas de su disco llamado “Of Kingdom and Crown” (editado este año).
“Are you ready for a fast one?!” comentaba Robb Flynn para dar inicio al show, “Become the Firestorm” fue el tema que comenzó la velada. Con un público recién empezando a entrar en calor, los estadounidenses no daban respiro con canciones como “Imperium”, “Ten Ton Hammer” y “I Am Hell”, este ultimo con sus riffs marchantes y momentos de grandes solos de guitarras.
Luego llegaba un momento de “The Darkness Within”, una canción donde Robb habla de la salud mental, de la depresión y de buscar la salida de esos pensamientos tormentosos con la música, coreado por un recinto entero.
Siguieron con “Now we Die” y “From this day”, y para cerrar sus dos grandes clásicos: “Davidian” y el espectacular “Halo”, esas canciones que no quieres que nunca terminen. Show corto pero potente, donde los que fueron exclusivamente para ver a Machine Head extrañarán la gira de 2015, donde hicieron shows de hasta tres horas de duración.
Es bastante complicado agregar algo nuevo a la hora de hablar de Amon Amarth, ya que siempre cumplen. Además de girar con Machine Head, los suecos vendrían a presentar The Great Heathen Army, su nuevo material que hace referencia al gran ejército pagano.
Con un escenario a la altura de la situación (hablaremos de ellos sobre el final), a las 21.10 llegaba el plato principal (si aun no nos habíamos llenado con los entrantes), una calavera vikinga gigante cuyo cráneo era el montaje de la batería de Jocke Wallgren, sus dos ojos eran imágenes visuales que salían de unas pantallas posteriores, los cuernos enormes cubriendo toda la parte superior del escenario, y abajo cuatro guerreros Johan H., Johan S., Olavi y Ted, preparados para batallar contra todo lo que se cruce en su camino.
Y la cosa empezó fuerte con el clásico “Guardians of Asgaard”, seguido de “Raven’s Flight” y “Deceiver of the Gods”, con un Razzmatazz a tope y totalmente desquiciado. El publico volvería a saltar y hacer moshpit con el ya superclásico “The Pursuit of Vikings”, un infaltable en cada setlist de AA.
“The Great Heathen Army” y “Heidrun”, del nuevo disco, serian los siguientes, para mezclarse luego con “Destroyer of the Universe” de Surtur Rising. Para “Put Your Back Into the Oar”, llegaba el momento remar todos juntos este barco nórdico de asedio. Sin lugar a dudas un momento muy divertido.
La aniquilación siguió con una de mis canciones favoritas: “Cry of the Black Birds”, y con “The Way of Vikings”, canción acompañada por una coreografía de vikingos luchando con sus espadas.
La calidad de sonido fue inmejorable durante todo el show, estos vikingos lograron afianzar su sonido perfecto y se mantienen en ello hace ya muchos años. Vale destacar que la formula a nivel material es siempre la misma, no demuestra frescura pero mantiene la esencia de lo que hacen desde hace mucho.
La batalla fue llegando a su fin con “First Kill” , “Shield Wall” y “Raise Your Horns”, con un brindis de por medio. Si crees que ahí acaba la cosa, no es así, porque estos vikingos no pueden finalizar un show sin otro de sus clásicos, y así fue que el gigantesco Johan Hegg tomo en sus manos el martillo de Thor para que con un dragón de fondo entonaran “Twilight of the Thunder God”. Cierre demoledor si los hay.
Lamentablemente una semana antes del concierto, se decidió cambiar el local del evento ya que por convocatoria el Palau St. Jordi hubiera quedado gigante, y al pasar a un recinto como el de Razzmatazz, hubo que suprimir toda la pirotecnia que Amon Amarth ha preparado para esta gira. A pesar de esto que se comenta al final, ha sido una cita de Vikingos y Corazones de León, en la ciudad condal, que será difícil olvidar.