El ciclo que corresponde al nuevo disco de los británicos Asking Alexandria no podía haber empezado de forma más agridulce y es que a pesar de ser una de las formaciones más importantes y populares dentro del post-hardcore y el metalcore melódico del siglo XXI, por primera vez en más de una década su nuevo disco (“See What’s On The Inside”, ndr.), no ha conseguido entrar en el top 200 de la lista Billboard en su primera semana de lanzamiento.

Quizás sea por la cercanía en el tiempo respecto a su anterior esfuerzo discográfico (“Like a House on Fire”,ndr.) que fue editado hace un año y medio aproximadamente o porque el estilo además de estar bastante saturado ya en cuanto a originalidad y bandas en el mercado quizás ya no tiene el tirón comercial que tuvo a comienzos del 2010 cuando bandas como Memphis May Fire,We Came As Romans, Attack Attack, Of Mice & Men o los propios Asking dominaban la escena y llenaban los sitios allí por donde pasaban.

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Sea como sea este séptimo esfuerzo discográfico puede que les reconcilie con los primeros fans de la banda (los de los primeros dos discos básicamente) ya que es una obra bastante cruda y que quizás sea el mejor disco de la banda en el último lustro y medio.

Tras su correspondiente Intro, la banda comienza el disco con el single “Alone Again”, un corte muy en la línea de su sonido habitual quizás algo más cañero que lo que podíamos encontrar en su disco anterior, con un Danny Worsnop sonando como pocas veces en el aspecto melódico y una base rítmica cercana al metal moderno que seguro hará las delicias de los fans de bandas como Of Mice & Men y Stone Sour, ya comparte ciertas líneas melódicas con ambas formaciones.

Ya en el segundo track podemos ver a AA coqueteando con la órbita del metal actual ya que si cambias a Danny por otro vocalista, la canción podría encajar en un disco de Papa Roach o Bad Wolves como también en uno de Breaking Benjamin, sobre todo cuando se ponen más cañeros, quizás es una puerta sonora para ampliar el abanico musical de la banda y lo cierto es que como experimento funciona a las mil maravillas.

El problema empieza a hacerse presente en cortes como “Never Gonna Learn”, porque si bien el tema suena, es radiable, tiene ese “punch” que le hará destacar en vivo, lo cierto es que no aporta nada que otros compañeros de profesión no estén haciendo ya, podría pegar en la radio pero dudo que la gente se acuerde de esta pieza en 3 años y eso es un hándicap para el disco.

Mucho mejor y más completa es “If I Could Erase It”, de lo mejorcito del disco que quizás reúna en un mismo corte las dos etapas de la banda, ya que tiene la modernidad de sus últimos 3 discos y las melodías y los screams que podíamos encontrar en discos como “From Death To Destiny”, siendo uno de los cortes más redondos que han grabado AA en el último lustro.

La emoción se adueña del corte “Find Myself” y nos regala uno de los momentos más melódicos e intensos a nivel emocional de todo el álbum, quizás no alcance la brillantez de “Moving On” pero puede ser un corte muy especial para tocar en directo y hay que destacar la labor de Danny, que se nota como ha mejorado con los años y ahora se le puede considerar un muy bien vocalista además el corte cuenta con un precioso solo de guitarra a cargo de Ben Bruce que acaba por redondear una de las 4 mejores piezas del álbum.

El rock/metal de arenas se sigue haciendo presente en cortes como “You’ve Made It This Far”, el problema aquí es la nula originalidad de la canción ya que es algo que este año hemos podido escuchar en los nuevos discos de gente como Atreyu o Escape The Fate , con lo cual se pierde entre tantos otros a pesar de que suena bien y está bien producido.

El medio tiempo con sabor ochentero que da título al disco me suena mucho más interesante y podemos percibir la influencia de gente como Skid Row y G’n’R pasada por el filtro contemporáneo lo cual da bastante juego a la canción y puede gustar al fan del hard rock actual tanto como al seguidor habitual de AA. El solo a dos guitarras entre Ben Bruce y Cameron Liddell es fantástico y recuerda bastante a sus compañeros de Avenged Sevenfold.

La contundencia vuelve a asomar gracias a “Misery Loves Company”, un corte algo más pausado que los de la primera mitad del disco pero con mucha intensidad sonora en la base rítmica y en las voces de Danny, que quizás el miembro de la banda que más gana con este nuevo disco, este es otro corte que podría haber encajado en su tercer disco (“From Death To Destiny”) y a nadie le sorprendería.

La chulería también su espacio gracias a la explosiva “Fame”, un corte muy hard rockero de tintes ochenteros que podría haber encajado en su EP “Life Gone Wild” y que sorprende ya que no encaja del todo con la tónica del disco pero quizás por ello brille con luz propia respecto a otros cortes del mismo.

El disco se cierra con “The Grey”, que no aporta gran cosa al resultado final del disco pero destaca por su ritmo frenético y no tan pausado como otras canciones del disco, lo cual les beneficia a la hora de cerrar el mismo con una nota mucho mejor de la que se podía esperar en un principio.

Siendo justos, Asking Alexandria puede que se hayan precipitado un poco a la hora de grabar un disco nuevo ya que el anterior no tuvo apenas presentación a nivel mundial, pero por otro lado lo cierto es que seguramente este sea el mejor disco que ha grabado la banda desde el infravaloradisimo “The Black” (cuando estaba Dennis Shaforostov en la banda y que sólo llegó a grabar ese disco con ellos) estando casi al nivel del homónimo y superando a sus últimos dos trabajos por mucho.

El disco no te va a cambiar la vida pero seguramente con poder seguir haciendo música y manteniendo un nivel medio/alto, Asking Alexandria pueden darse por satisfechos, la pregunta es ¿Le seguirán acompañando sus seguidores y tú, sigues acompañando en este viaje a Asking Alexandria?, con el disco en la mano sólo puedo decir que aún es pronto para darles por muertos, así que prueben a darle una escucha al nuevo disco de la banda porque posiblemente encuentren más de una canción que sea de vuestro agrado.