Redes Sociales:

Redes Sociales:

NOTICIAS / AGENDA / CRONICAS / ENTREVISTAS / RESEÑAS / ESPECIALES / CONTACTO
SiM en Barcelona: “caos, carisma y conexión total”

SiM en Barcelona: “caos, carisma y conexión total”

Texto y fotos: Edko Fuzz La noche del 18 de junio en Razzmatazz 2 comenzó fuerte con Bolu2 Death como banda telonera. Los onubenses salieron al escenario con la energía […]

Z! Live 2025 – Dia 2: “Abordaje Festivo”

Z! Live 2025 – Dia 2: “Abordaje Festivo”

Salduie: La Voz del Acero y la Tierra en la Rebelión Ibérica. ¡Prepárense para la invasión, que Salduie ha llegado para reclamar lo suyo! En este día soleado que bien […]

A Day To Remember en Barcelona: “Como un Cataclismo”

A Day To Remember en Barcelona: “Como un Cataclismo”

¡El 19 de junio de 2025, Razzmatazz en Barcelona no fue solo una sala, fue un epicentro de euforia desatada que vibró hasta los cimientos! Después de una intensa introducción a cargo […]

Z! Live 2025 – Dia 1: “El Factor X y la Furia del Metal Invaden IFEZA”

Z! Live 2025 – Dia 1: “El Factor X y la Furia del Metal Invaden IFEZA”

Zamora se convierte, un año más, en el epicentro del metal europeo con la décima edición del Z! Live, que se celebra del 12 al 15 de junio de 2025 […]

Elisa C. Martin en Buenos Aires: “Una voz que abrazó generaciones”

Elisa C. Martin en Buenos Aires: “Una voz que abrazó generaciones”

Foto de Portada: Gonzalo Soutric Después de décadas de espera, la escena metalera argentina finalmente pudo abrazar en vivo a una leyenda. Elisa C. Martín —la icónica voz de Dark […]

Sacred Reich en Barcelona: “Surfeando con la Misma Tabla”

Sacred Reich en Barcelona: “Surfeando con la Misma Tabla”

Sacred Reich, aquellos muchachos de Arizona retornaron una vez más para surfear sobre los headbangers catalanes. La veterana formación thrash se escapa de la gira europea junto a Exodus, para […]

Mystic Festival 2025 – Dia 3: “Moshs, Lluvia y Gloria”

Mystic Festival 2025 – Dia 3: “Moshs, Lluvia y Gloria”

Texto: Veselin Varchev El tercer día en Gdánsk nos recibía con cielos encapotados y un ambiente que presagiaba intensidad. Con el cuerpo aún resentido tras el caos melódico del día […]

BBK Music Legends 2025: “El culto y la perfección”

BBK Music Legends 2025: “El culto y la perfección”

Crónica y fotografías: Unai Endemaño El BBK Music Legends es un festival que lleva desde el 2016 acercando hasta Bilbao, a algunos de los más prestigiosos nombres del firmamento roquero mundial. […]

Kabrönes en Buenos Aires: “Viendo con el corazón y el alma”

Kabrönes en Buenos Aires: “Viendo con el corazón y el alma”

Las bandas tributos son algo que existe hace mucho tiempo, al menos desde que en la década de los setentas muchos se dieran cuenta de que los Beatles no iban […]

Madrid Death Fest: “El rugido que la capital necesitaba”

Madrid Death Fest: “El rugido que la capital necesitaba”

La noche del 6 de junio de 2025, Madrid pudo disfrutar del metal extremo con la primera edición del “Madrid Death Fest”. La Moby Dick se vistió de negro y […]


BBK Music Legends 2025: “El culto y la perfección”
thumb image

Crónica y fotografías: Unai Endemaño

El BBK Music Legends es un festival que lleva desde el 2016 acercando hasta Bilbao, a algunos de los más prestigiosos nombres del firmamento roquero mundial. Su filosofía siempre ha sido la misma. Un par de cabezas de cartel de nombre contrastado, que se completan con algunos conjuntos insignes y una buena ración de formaciones vascas emergentes. Una formula que siempre consigue carteles equilibrados y en la que la calidad, suele primar sobre la cantidad. 

En su edición de 2025, el Legends tenía como grandes reclamos las actuaciones de Blue Oyster Cult en fecha única en España y de Alan Parsons Project. Dos nombres enormes que llevaban muchos años sin parar por la capital bizkaina, y que podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que no defraudaron. 

El primer día desgraciadamente contó con una asistencia un tanto pírrica, con la pista del pabellón de Miribilla parcialmente vacía y la mitad del graderío ausente. El reclamo de Blue Oyster Cult parece que no surtió el efecto esperado, a pesar de que nos encontraríamos con bastante gente venida desde diferentes puntos de España. Sin duda los de Nueva York siguen siendo en nuestro país una banda de culto, a diferencia del carácter estelar que poseen al otro lado del charco. 

El viernes arrancaría con la americana Samantha Fish mostrando su Blues Rock poderoso y unas hechuras de gran artista que dejarían un excelente sabor de boca entre el respetable. La seguirían los locales Colajets, inaugurando el escenario Voodo Child, con su elegante Rock and Roll congregando a unos cuantos aficionados frente a ellos. El ambiente que desplegaron fue el idóneo para servir como prolegómeno de la primera actuación estelar del festival. 

La mítica Lita Ford saltaría sobre las tablas de Miribilla con un incendiario “Gotta Let Go” que evidenciaba que detrás de la diva, había una banda solvente. El magnífico sonido que tendría la americana haría que brillasen aun más si cabe, sus coreables himnos. Cortes como “Playin With Fire” o el clasicazo “Cherry Bomb” de sus tiempos con las Runaways despertarían a la parroquia, aunque la actuación nunca llegase a ser de primera división. 

Demasiadas versiones para una comparecencia tan corta y la inclusión de un solo de batería de los de ganar tiempo, no ayudaron a que Lita saliese por la puerta grande que podía haber cruzado. Se marcharía en todo caso, con la cabeza muy alta, con dos de sus temas más reconocibles. Un “Closed My Eyes Forever” y “Kiss Me Deadly” en los que los ochenta angelinos se apoderaron de Bilbao por unos minutos y la comunión entre artista y publico fue total. 

Antes de que los cabezas del viernes salieran al escenario grande, Sonic Trash certificaron el por que son una de las bandas más respetadas del underground vasco. Su dinámica mescolanza estilística y unas tablas incuestionables les hicieron valedores del galardón de campeones en el segundo escenario. 

TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR: Blue Öyster Cult en Malmö: “Misticismo suave y riffs eternos”

Con la introducción de Blade Runner de fondo, y casi veinte años después de su última visita a Bilbao, llegaría el momento de Blue Oyster Cult. Los de Nueva York, con una carrera de sesenta años capitaneando el rock duro americano a sus espaldas, obviamente tenían ases de sobra como para convencer a cualquiera que se pusiese delante. 

Arrancando con tres temas de sus dos primeros discos y girando sobre si mismos rápidamente, para enseñar hasta donde puede llegar a expandirse su sonido, esgrimirían la melodía de “Golden Age OF Leather” y la siempre emocionante “Burning For You”. Dos bonitos recuerdos de como terminaron los setenta y arrancaron los ochenta. 

Sobre las tablas el jefe absoluto era Buck Dharma, finísimo con su guitarra sin clavijero, y sobradamente convincente a las voces. Junto a él, con toda la mística que siempre le ha caracterizado, un Eric Bloom que seguía manteniendo su particular tono de voz y acompañaba a los teclados y a las seis cuerdas. Dos verdaderas leyendas en el ocaso de su vida, dando lecciones de lo que tiene que ser estar sobre un escenario. 

La excelencia proseguiría con “Cagey Cretins” y la deliciosa “Harvest Moon”, dos muestras de la parte más melosa de los Cult, una que fue dejada demasiado de lado en este set, prevaleciendo cortes bastante más rocosos como “ME 262” o “Hot Rails To Hell”, aunque para los momentos cumbre nos reservaran la insuperable “Then Came The Last Days Of May”, con solos astronómicos incluidos por parte de Dharma y Costello. 

Dejando un pequeño recuerdo a su último Symbol Remains para los momentos finales, entonarían con el publico su archiconocido “Godzilla” y rematarían por todo lo alto con uno de los temas más grandes de todos los tiempos. De esta manera se despedirían por todo lo alto mientras saboreábamos cada uno de los pasajes de esa obra maestra que es “Dont Fear The Reaper”. Poco importaría que volviesen al de un rato con un “Cities Of Flame And Fire” a modo de bis conclusivo. Ya estábamos a sus pies hace tiempo. 

La fiesta del viernes proseguiría en el escenario Voodo Child con los jóvenes Head Holes, una joven banda de Glam Punk, sobrada de actitud y desparpajo, pero bastante justa en lo musical. Su comparecencia serviría de interludio hasta que saliesen a escena Sex Museum, celebrando sus cuarenta años de andadura, frente a un publico ya muy escaso. Su directo sería fulgurante y certero como un puñetazo en las costillas. Una perfecta manera de acabar el viernes. 

El sábado se pudo apreciar mucha más gente por Miribilla. Casi el doble de asistentes se congregó para presenciar el retorno de Alan Parsons a Bilbao. El insigne ingeniero de sonido y su super banda serían un reclamo mucho más efectivo que los gigantes del día anterior. El Rock mas puro, por mucho que se pinte de colores, poco puede competir contra melodías Pop diseñadas para grandes estadios. 

Pudimos presenciar lo bien que se manejaban los Cherry Boppers bajo la lluvia, justo antes de que nos tocase asistir a una de las mayores lecciones de sonido que uno puede presenciar. La nave de Alan Parsons aterrizando sobre Miribilla, al son de “Standing On Higher Ground”, y desde el minuto uno, haciendo que nos frotásemos los ojos. Poco importaba si “Don´t Answer Me” podría ser catalogado de Pop para carrozas o si “Time” pudiese ser un tema que en disco nunca te había emocionado. La manera en la que el Project hacía sonar cada mínimo detalle agrandaba el impacto y lo hacía mágico. 

La máxima de Alan Parsons siempre ha sido llevar al directo el mejor sonido posible y sin duda en Miribilla demostró que su leyenda esta edificada sobre hechos. No recuerdo un solo bolo que haya sonado de semejante forma, salvo tal vez los de sus ex compañeros de armas, Waters o Gilmour. La elite absoluta en lo que a perfección sónica se refiere. 

Con la misma perfección brillaron cortes insignes como “Old And Wise”, moviéndonos hacia terrenos más Funk con “I Wouldn´t Want To Be Like You” o recordando al maestro Gaudi, con su “Sagrada Familia”. Dejaria espacio de sobra para que cada uno de los miembros del Project se luciesen en lo suyo, unas veces con las guitarras, otras con el saxo y por supuesto, en cada una de las interpretaciones vocales que se acometieron. 

La cosa tristemente bajaría unos cuantos peldaños cuando el jefe tomaría las riendas del micro y se pusiese de vocalista principal, recordándonos que por muy genio del sonido que sea, no deja de ser un señor de casi ochenta años y su voz nunca ha sido su fuerte. 

En cualquier caso, y echando en falta la inclusión de “Mammagamma”, emprenderían la recta final como no podía ser de otra manera, con “Sirius” introduciendo el subidón absoluto de la noche, un “Eye in The Sky” venido a menos, pero absolutamente icónico. Uno de esos temas que marcan una carrera entera, de la misma forma que lo podía haber hecho el corte que escogieron para cerrar. El también astronómico “Games People Play” en el que la interacción con el publico llego hasta lo más alto. 

Otro nuevo receso en el escenario pequeño con Los Retros acompañándonos de fondo mientras tardábamos una hora en conseguir un talo para cenar y una nueva ocasión para presenciar la super banda del multimillonario David Lowy. Un conjunto con estrellas rutilantes como Doug Aldrich o Jhon Corabi que hasta hace bien poca tenía la suerte de contar con el todopoderoso Glenn Hughes, pero que ahora se ha quedado un poco cojo. 

Su sonido resulto espantosamente alto y comprimido después de la exhibición del Project, y sus canciones, bastante carentes de alma. Buenos instrumentistas, medida puesta en escena, pero solo se apreciaba un descompensado producto sobre el escenario, uno en el que poco importaba quien tocase y que solo levantaba al publico a golpe de versiones míticas, como por ejemplo cuando interpretaron el “Fortunate Son” de la Creedence. Un broche vistoso, pero mucho menos autentico que el que tuvimos el día anterior con Sex Museum.

Etiquetas:

BBK Music Legends 2025: “El culto y la perfección”
thumb image

Crónica y fotografías: Unai Endemaño

El BBK Music Legends es un festival que lleva desde el 2016 acercando hasta Bilbao, a algunos de los más prestigiosos nombres del firmamento roquero mundial. Su filosofía siempre ha sido la misma. Un par de cabezas de cartel de nombre contrastado, que se completan con algunos conjuntos insignes y una buena ración de formaciones vascas emergentes. Una formula que siempre consigue carteles equilibrados y en la que la calidad, suele primar sobre la cantidad. 

En su edición de 2025, el Legends tenía como grandes reclamos las actuaciones de Blue Oyster Cult en fecha única en España y de Alan Parsons Project. Dos nombres enormes que llevaban muchos años sin parar por la capital bizkaina, y que podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que no defraudaron. 

El primer día desgraciadamente contó con una asistencia un tanto pírrica, con la pista del pabellón de Miribilla parcialmente vacía y la mitad del graderío ausente. El reclamo de Blue Oyster Cult parece que no surtió el efecto esperado, a pesar de que nos encontraríamos con bastante gente venida desde diferentes puntos de España. Sin duda los de Nueva York siguen siendo en nuestro país una banda de culto, a diferencia del carácter estelar que poseen al otro lado del charco. 

El viernes arrancaría con la americana Samantha Fish mostrando su Blues Rock poderoso y unas hechuras de gran artista que dejarían un excelente sabor de boca entre el respetable. La seguirían los locales Colajets, inaugurando el escenario Voodo Child, con su elegante Rock and Roll congregando a unos cuantos aficionados frente a ellos. El ambiente que desplegaron fue el idóneo para servir como prolegómeno de la primera actuación estelar del festival. 

La mítica Lita Ford saltaría sobre las tablas de Miribilla con un incendiario “Gotta Let Go” que evidenciaba que detrás de la diva, había una banda solvente. El magnífico sonido que tendría la americana haría que brillasen aun más si cabe, sus coreables himnos. Cortes como “Playin With Fire” o el clasicazo “Cherry Bomb” de sus tiempos con las Runaways despertarían a la parroquia, aunque la actuación nunca llegase a ser de primera división. 

Demasiadas versiones para una comparecencia tan corta y la inclusión de un solo de batería de los de ganar tiempo, no ayudaron a que Lita saliese por la puerta grande que podía haber cruzado. Se marcharía en todo caso, con la cabeza muy alta, con dos de sus temas más reconocibles. Un “Closed My Eyes Forever” y “Kiss Me Deadly” en los que los ochenta angelinos se apoderaron de Bilbao por unos minutos y la comunión entre artista y publico fue total. 

Antes de que los cabezas del viernes salieran al escenario grande, Sonic Trash certificaron el por que son una de las bandas más respetadas del underground vasco. Su dinámica mescolanza estilística y unas tablas incuestionables les hicieron valedores del galardón de campeones en el segundo escenario. 

TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR: Blue Öyster Cult en Malmö: “Misticismo suave y riffs eternos”

Con la introducción de Blade Runner de fondo, y casi veinte años después de su última visita a Bilbao, llegaría el momento de Blue Oyster Cult. Los de Nueva York, con una carrera de sesenta años capitaneando el rock duro americano a sus espaldas, obviamente tenían ases de sobra como para convencer a cualquiera que se pusiese delante. 

Arrancando con tres temas de sus dos primeros discos y girando sobre si mismos rápidamente, para enseñar hasta donde puede llegar a expandirse su sonido, esgrimirían la melodía de “Golden Age OF Leather” y la siempre emocionante “Burning For You”. Dos bonitos recuerdos de como terminaron los setenta y arrancaron los ochenta. 

Sobre las tablas el jefe absoluto era Buck Dharma, finísimo con su guitarra sin clavijero, y sobradamente convincente a las voces. Junto a él, con toda la mística que siempre le ha caracterizado, un Eric Bloom que seguía manteniendo su particular tono de voz y acompañaba a los teclados y a las seis cuerdas. Dos verdaderas leyendas en el ocaso de su vida, dando lecciones de lo que tiene que ser estar sobre un escenario. 

La excelencia proseguiría con “Cagey Cretins” y la deliciosa “Harvest Moon”, dos muestras de la parte más melosa de los Cult, una que fue dejada demasiado de lado en este set, prevaleciendo cortes bastante más rocosos como “ME 262” o “Hot Rails To Hell”, aunque para los momentos cumbre nos reservaran la insuperable “Then Came The Last Days Of May”, con solos astronómicos incluidos por parte de Dharma y Costello. 

Dejando un pequeño recuerdo a su último Symbol Remains para los momentos finales, entonarían con el publico su archiconocido “Godzilla” y rematarían por todo lo alto con uno de los temas más grandes de todos los tiempos. De esta manera se despedirían por todo lo alto mientras saboreábamos cada uno de los pasajes de esa obra maestra que es “Dont Fear The Reaper”. Poco importaría que volviesen al de un rato con un “Cities Of Flame And Fire” a modo de bis conclusivo. Ya estábamos a sus pies hace tiempo. 

La fiesta del viernes proseguiría en el escenario Voodo Child con los jóvenes Head Holes, una joven banda de Glam Punk, sobrada de actitud y desparpajo, pero bastante justa en lo musical. Su comparecencia serviría de interludio hasta que saliesen a escena Sex Museum, celebrando sus cuarenta años de andadura, frente a un publico ya muy escaso. Su directo sería fulgurante y certero como un puñetazo en las costillas. Una perfecta manera de acabar el viernes. 

El sábado se pudo apreciar mucha más gente por Miribilla. Casi el doble de asistentes se congregó para presenciar el retorno de Alan Parsons a Bilbao. El insigne ingeniero de sonido y su super banda serían un reclamo mucho más efectivo que los gigantes del día anterior. El Rock mas puro, por mucho que se pinte de colores, poco puede competir contra melodías Pop diseñadas para grandes estadios. 

Pudimos presenciar lo bien que se manejaban los Cherry Boppers bajo la lluvia, justo antes de que nos tocase asistir a una de las mayores lecciones de sonido que uno puede presenciar. La nave de Alan Parsons aterrizando sobre Miribilla, al son de “Standing On Higher Ground”, y desde el minuto uno, haciendo que nos frotásemos los ojos. Poco importaba si “Don´t Answer Me” podría ser catalogado de Pop para carrozas o si “Time” pudiese ser un tema que en disco nunca te había emocionado. La manera en la que el Project hacía sonar cada mínimo detalle agrandaba el impacto y lo hacía mágico. 

La máxima de Alan Parsons siempre ha sido llevar al directo el mejor sonido posible y sin duda en Miribilla demostró que su leyenda esta edificada sobre hechos. No recuerdo un solo bolo que haya sonado de semejante forma, salvo tal vez los de sus ex compañeros de armas, Waters o Gilmour. La elite absoluta en lo que a perfección sónica se refiere. 

Con la misma perfección brillaron cortes insignes como “Old And Wise”, moviéndonos hacia terrenos más Funk con “I Wouldn´t Want To Be Like You” o recordando al maestro Gaudi, con su “Sagrada Familia”. Dejaria espacio de sobra para que cada uno de los miembros del Project se luciesen en lo suyo, unas veces con las guitarras, otras con el saxo y por supuesto, en cada una de las interpretaciones vocales que se acometieron. 

La cosa tristemente bajaría unos cuantos peldaños cuando el jefe tomaría las riendas del micro y se pusiese de vocalista principal, recordándonos que por muy genio del sonido que sea, no deja de ser un señor de casi ochenta años y su voz nunca ha sido su fuerte. 

En cualquier caso, y echando en falta la inclusión de “Mammagamma”, emprenderían la recta final como no podía ser de otra manera, con “Sirius” introduciendo el subidón absoluto de la noche, un “Eye in The Sky” venido a menos, pero absolutamente icónico. Uno de esos temas que marcan una carrera entera, de la misma forma que lo podía haber hecho el corte que escogieron para cerrar. El también astronómico “Games People Play” en el que la interacción con el publico llego hasta lo más alto. 

Otro nuevo receso en el escenario pequeño con Los Retros acompañándonos de fondo mientras tardábamos una hora en conseguir un talo para cenar y una nueva ocasión para presenciar la super banda del multimillonario David Lowy. Un conjunto con estrellas rutilantes como Doug Aldrich o Jhon Corabi que hasta hace bien poca tenía la suerte de contar con el todopoderoso Glenn Hughes, pero que ahora se ha quedado un poco cojo. 

Su sonido resulto espantosamente alto y comprimido después de la exhibición del Project, y sus canciones, bastante carentes de alma. Buenos instrumentistas, medida puesta en escena, pero solo se apreciaba un descompensado producto sobre el escenario, uno en el que poco importaba quien tocase y que solo levantaba al publico a golpe de versiones míticas, como por ejemplo cuando interpretaron el “Fortunate Son” de la Creedence. Un broche vistoso, pero mucho menos autentico que el que tuvimos el día anterior con Sex Museum.

Etiquetas:

thumb image
Tormentor Tyrant
Excessive Escalation Of Cruelty (2025)
thumb image
Postmortal
Profundis Omnis (2025)
thumb image
The Hellacopters
Overdriver (2025)
thumb image
As It Is
Never Happy, Ever After X (2025)

 

 



thumb image
Tormentor Tyrant
Excessive Escalation Of Cruelty (2025)
thumb image
Postmortal
Profundis Omnis (2025)
thumb image
The Hellacopters
Overdriver (2025)
thumb image
As It Is
Never Happy, Ever After X (2025)