

Los que vivimos en el último tramo de la década del 90′ y principios de los 2000, claramente recibimos de pleno la explosión del “Nu Metal”, donde bandas como Korn, Limp Bizkit, Papa Roach, Deftones, Slipknot, Linkin Park o System of a Down, se convirtieron en nuestra banda sonora diaria gracias a su propuesta fresca, innovadora y pegadiza para aquella época.
Pero también recibimos con los brazos abiertos a bandas como Sevendust, Snot, Static-X o lamentablemente nuestros protagonistas de hoy, los chicos de American Head Charge, banda que lo tuvo todo para colarse en las ligas mayores y quizás tras rozarla con los dedos, fue cayendo poco a poco hasta quedar como un mero recuerdo para los que vibrábamos con su música en aquellos días.
Hoy con un escalofrío en el cuerpo, escribo estas líneas para hablar de Cameron Heacock, el talentoso vocalista de la banda y que se encuentra (literalmente) en una situación dramática como la que vivió Shifty Shellshock, el malogrado vocalista de Crazy Town.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Fallece Shifty Shellshock (Crazy Town) a los 49 años de edad
Cameron ha contado en una escalofriante entrevista que no está bien, su demacrado aspecto así lo evidencia y que ha caído en las malditas y letales garras del fentanilo, la droga que está haciendo añicos a Estados Unidos y al mundo en general, con sus demoledores e impactantes efectos secundarios.
El ha sido visto viviendo en la calle, malviviendo mejor dicho y con un aspecto muy deteriorado producto de su fatal adicción a esta sustancia que está poco a poco consumiendo la vida de este muchacho, el cual un día llegó a girar con Slipknot, Rammstein, Mudvayne, ser un acto importante en el Ozzfest 2001 y llegar a vender más de 300 mil copias de su fantástico The War of Art, lo cual los llevo a ser invitados por Slayer a ser acto de apertura junto a Chimaira en el primer tramo de su gira norteamericana presentando el discazo God Hates Us All.
La entrevista completa la podéis ver a continuación y sorprende como el explica perfectamente su situación, a pesar de lo jodida y terrible que es y que parece no tener un final feliz, aunque de corazón deseamos que así sea.


Los que vivimos en el último tramo de la década del 90′ y principios de los 2000, claramente recibimos de pleno la explosión del “Nu Metal”, donde bandas como Korn, Limp Bizkit, Papa Roach, Deftones, Slipknot, Linkin Park o System of a Down, se convirtieron en nuestra banda sonora diaria gracias a su propuesta fresca, innovadora y pegadiza para aquella época.
Pero también recibimos con los brazos abiertos a bandas como Sevendust, Snot, Static-X o lamentablemente nuestros protagonistas de hoy, los chicos de American Head Charge, banda que lo tuvo todo para colarse en las ligas mayores y quizás tras rozarla con los dedos, fue cayendo poco a poco hasta quedar como un mero recuerdo para los que vibrábamos con su música en aquellos días.
Hoy con un escalofrío en el cuerpo, escribo estas líneas para hablar de Cameron Heacock, el talentoso vocalista de la banda y que se encuentra (literalmente) en una situación dramática como la que vivió Shifty Shellshock, el malogrado vocalista de Crazy Town.
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Cameron ha contado en una escalofriante entrevista que no está bien, su demacrado aspecto así lo evidencia y que ha caído en las malditas y letales garras del fentanilo, la droga que está haciendo añicos a Estados Unidos y al mundo en general, con sus demoledores e impactantes efectos secundarios.
El ha sido visto viviendo en la calle, malviviendo mejor dicho y con un aspecto muy deteriorado producto de su fatal adicción a esta sustancia que está poco a poco consumiendo la vida de este muchacho, el cual un día llegó a girar con Slipknot, Rammstein, Mudvayne, ser un acto importante en el Ozzfest 2001 y llegar a vender más de 300 mil copias de su fantástico The War of Art, lo cual los llevo a ser invitados por Slayer a ser acto de apertura junto a Chimaira en el primer tramo de su gira norteamericana presentando el discazo God Hates Us All.
La entrevista completa la podéis ver a continuación y sorprende como el explica perfectamente su situación, a pesar de lo jodida y terrible que es y que parece no tener un final feliz, aunque de corazón deseamos que así sea.







