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La banda catalana Crim iniciaba la gira presentación de su recién editado Cançons de Mort (Canciones de Muerte), en una sala Razzmatazz con todo el papel vendido a escasos días del evento. Colgar el cartel de entradas agotadas es todo un hito para un grupo de punk rock cantando en catalán, de hecho, eso los coloca en la pole position del punk rock en Catalunya, con permiso de los retornados héroes de la lucha bolchevique e independentista, los hardcore punks Inadaptats, que el pasado año llenaron dos noches esta misma sala con dos sesiones memorables en su vuelta a los escenarios.
Antes de que la formación tarraconense saltara a la arena, dos bandas llegadas del País Vasco para la ocasión, eran las encargadas de calentar a una joven y heterogénea audiencia compuesta de punks, red skins, metaleros, etc., que a las siete de la tarde ya ocupaba en unas tres cuartas partes la pista de Razzmatazz. Al arribar, una cola de unos cincuenta metros avanzaba lentamente hasta el interior de una sala donde los navarros Rotten XIII debían estar a mitad de su actuación, más concretamente con el corte “Deus vs Femina” dando sus últimos coletazos, y agitando la masa en sobremanera, y es que todo el personal estaba entonando todas sus ccomposiciones, tanto en castellano, como en euskera, y aunque había algún que otro vasco entre la muchedumbre, me sorprendió que esta joven banda de Tafalla/Larraga tuviera esa respuesta, y tanta popularidad entre la muchachada catalana.
Al conocer su procedencia me vino a la mente una banda punk de la zona, entre Olite y Tafalla por donde circulaban unos ateos llamados Flema, y que entre el 87 y el 97 estuvieron dando caña al clero. Escuchando alguno de los temas de Rotten Amairu en castellano me recuerdan un poco a los catalanes Código Neurótico por ese puntillo, dile pop, dile melódico que le ponen a algunas de sus composiciones, como “Odio Eterno”, que no se si tocarían, o la que sí, “Puta Nostalgia” que dedicaron a unos colegas llegados de Vic. Enarbolaron la bandera de Euskal Herria, la ikurriña, antes de entrar con “Baskonia”, al grito de Gora Euskal Herria Askatuta, y celebraron la puta vida, con todos cantando junto a ellos “Alkohol ta Barre Artean”. Antes de interpretar “Noain”, Endika quiso dedicarla a las pequeñas naciones, como son Euskadi, y Catalunya, mostrando su hartazgo de que algunos no consideren a Nafarroa, como parte del País Vasco, tras el grito general de Puta España, hecho que se iría repitiendo a repetidamente a lo largo del concierto, siguieron con “El Blues de Aranjuez” un medio tiempo, que anda entre el blues y el folk, con Endika al saxofón, y que dedicaron a todos los que han sufrido torturas en dependencias policiales. Finalizaron su vibrante actuación con “Eguzkiaren Argia”, una emotiva pieza que editaron como homenaje, y recuerdo a Maraño, su bajista original fallecido en accidente laboral en 2019.
Turno ahora para una de las nuevas formaciones punk de Euskadi que están subiendo como la espuma, los giputxis Brigade Loco empezaron fuertes, con su vocalista soltando de buenas a primeras, Estado español, estado terrorista antes de atacar con “Bi Arima” (Dos Almas) con el bajista Oier y el cantante Lander por los suelos de rodillas. Tras la rauda y veloz “Jasaten Duguna”, en la que Lander hizo ademanes de arrancarse la camiseta pegándole fuertes tirones, saludó a la peña con Bona Tarda a Tothom, dijo que ese era todo su catalán, para acabar soltando un Visca la terra liure, para acto seguido interpretar “Arbasoak”, el tema que abre su segundo disco Amets Badi Lotuta (2021) entre un mar de palmas. Continuaron con “Izanagatik”, un tema de su EP Borghetti Crew (2022), un disco compartido con el grupo antifa italiano de Street punk Azione Diretta. Tras el corte “Amildegia” durante el cual, Lander se pegó repetidamente golpes en el pecho, vuelta a este licorero EP con “Bultzada” (empujar), dedicado al equipo de la Real Sociedad, del que los de Bergara son ultra fans. Y es que la portada de este Extended Play junto a los de Perugia tiene en la portada un estadio de futbol convertido en futbolín, y el emblema del grupo es un balón de futbol, junto a una carga de dinamita, de hecho en el concierto era numerosa la presencia de red skins, y ultras de clubs de futbol, como los Desperdicis de la U.E. Sant Andreu, entre otros.
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Al igual que Endika, Lander habló de Euskal Herria, y los Països Catalans como dos pueblos oprimidos, unidos por la lucha contra el ascendente fascismo español, al que dedicaron “Ez Dira Pasako”, al grito de No Pasaran. Bailamos a ritmo de puñaladas con “Labankada” tras comentar que era la segunda vez que actuaban en Barcelona. Para “Kateari Tiraka”, el vocalista pidió de hacer circulo (circle pit), algo poco habitual fuera del metal, pero no sé si acabo de rular la cosa. Un pequeño descanso para llegar a los bises con sus temas más clásicos, la reivindicativa “Gaztelu Beltza” (Castillo negro), que dedicaron a esas ratas infiltradas de la policía en diferentes organizaciones políticas, y movimientos sociales, parece ser que la guerra sucia del Estado no tiene freno. Finalmente dos cortes extraídos de su disco debut Ekintzek Dute Hitzak (2017), con su único tema en castellano “Solo, Pero en Control”, con la colaboración de Endika (R13) al saxo, para terminar con “Aurrera Doa”, y gritos finales de P… España para despedir a los vascos tras su combativo y vigorizante directo.
Lo primero que destacaremos del concierto de Crim fue el preciosista telón inspirado en los animalitos que conforman la portada de su nuevo disco Cançons de Mort, dichos animales, un mapache, un lobo, un halcón, y una mantis religiosa forman parte del fondo que ocupa toda la pared tras el escenario, y en los que se ven reflejados cada uno de ellos, pero con un diseño muy distinto, muy conseguido, imitando al de las vidrieras policromadas que podemos encontrar en cualquier iglesia, o catedral que se precie. De lo mejor que he visto en este tipo de lonas para directos, y que consigue niveles muy efectistas con el juego de luces apropiado.
El cuarteto tarraconense abre fuego con el mismo corte que en su recientemente editado álbum, la melodiosa “Vaig Sense Mans” (Voy sin manos), con alguna reminiscencia a Toy Dolls diría, y que contiene unos coros ideales para el directo. Lo que realmente sorprende es que a escasos días de su lanzamiento, la gran mayoría del público se la sabe de pe a pa, aunque ha habido varios adelantos de este cuarto trabajo, pero no es el caso de esta pieza que habla de los privilegios del hombre blanco. Continuaron con la irónica “Avui fa Bon Dia” desde su Blau Sang, Vermell Cel (Azul sangre, rojo cielo) de 2016, seguida por hasta seis cortes nuevos, con “Sense Tu Estic Molt Be”, “Vam Riure Tant” con esos acordes puntuales de spaguetti western, que nos remiten a esos cowboys del punk llamados Supersuckers.
Si los mencionados Inadaptats decían que eran de un barrio obrero, los de Tarragona declaran ser de un pueblo industrial, denunciando vivir rodeados de plantas petroquímicas en “Patrimoni Mundial”. El mundo se acaba con “Cançons de Mort”, y la quinta marcha llega con las dos partes de “La Part Preferida”, metralla hc punk en modo destroy, y que no llegan a los tres minutos, con solo metálico incluidos en una segunda parte, y que recuerda a otros punkarras catalanes, los sarcásticos Anti-Patiks.
Luces azul y granas como previa del clásico, esos acordes a lo Kvelertak , y un solo speedico/neoclasico, para acabar mezclando política y deporte en “La Puta Copa del Rei”, o que sentimos los catalanes al escuchar el himno de la Marcha Real, pues, nada. Adriá resopla, y se da un respiro antes de volver al repertorio de muerte con el rock’n’roll coral “Estiu de Merda”. “No Vull Que et Calmis” es como un antídoto al amor que esclaviza y que te vuelve volátil. Tras saludar, y felicitar al autor del decorado, tres viejas conocidas con “Hivern Etern”, o lo que es malvivir y morir en la calle, pasando al rock acelerado de “Vaixell de Paper”, o la crudeza de “Verí Caducat”.
Como ya había avanzado Adri anteriormente, abandonan unos segundos el escenario, siendo amenizados, como no, por los coros dedicados a la P… España, para volver con fuerzas, para cerrar con una selección de sus cuatro elepés, empezando con otra de las nuevas, “La Revolta dels Somriures” con un pegadizo y logrado estribillo, que es en sí mismo una dura crítica a los líderes independentistas catalanes por su falta de valentía e inocencia, durante el proceso fallido de llevar a cabo la independencia de la Catalunya al sur de la frontera. Tras este duro correctivo, vamos con los primeros cortes del segundo disco, con “Benvingut Enemic”, y un poco de esperanza y optimismo hasta emocionarnos gracias a “Una Canço i una Promesa”. Pequeño discurso para agradecer el apoyo, y el logro que supone llenar esta emblemática sala barcelonesa, y a cantar quien la sepa, retrocediendo hasta el primer disco con un viaje a la infancia a base de “Castells de Sorra”, y cantada a medias con Javi.
Fin de fiesta con los salmos que daban título a su anterior álbum, “Pare Nostre que Esteu a l’Infern”, una durísima composición contra la pederastia llevada a cabo por la iglesia católica durante siglos. Se despidieron agradeciendo de nuevo nuestra presencia, y recordando el largo camino hasta llegar a este día histórico.
No hay duda que dejaron un muy buen sabor de boca, con ganas de más de los tarraconenses, a los que creo recordar que había visto fugazmente en el Ankla Fest’15 en El Masnou, así como, el pasado verano en una sofocante noche en Vilanova i La Geltrú, donde no acabaron de convencerme, todo lo contrario de lo vivido este sábado en un Razzmatazz a reventar. Impresionó su puesta en escena, el calor con el que son tratados por su público, sus nuevas composiciones, la profundidad de sus letras, y claro, tener delante a un millar y medio de personas cantando unas canciones convertidas en himnos por una juventud, variopinta, que los ha convertido en poco menos que su referente musical.
- Brigade Loco
- Brigade Loco
- Brigade Loco
- Brigade Loco
- Crim
- Crim
- Crim
- Crim
- Crim
- Crim
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La banda catalana Crim iniciaba la gira presentación de su recién editado Cançons de Mort (Canciones de Muerte), en una sala Razzmatazz con todo el papel vendido a escasos días del evento. Colgar el cartel de entradas agotadas es todo un hito para un grupo de punk rock cantando en catalán, de hecho, eso los coloca en la pole position del punk rock en Catalunya, con permiso de los retornados héroes de la lucha bolchevique e independentista, los hardcore punks Inadaptats, que el pasado año llenaron dos noches esta misma sala con dos sesiones memorables en su vuelta a los escenarios.
Antes de que la formación tarraconense saltara a la arena, dos bandas llegadas del País Vasco para la ocasión, eran las encargadas de calentar a una joven y heterogénea audiencia compuesta de punks, red skins, metaleros, etc., que a las siete de la tarde ya ocupaba en unas tres cuartas partes la pista de Razzmatazz. Al arribar, una cola de unos cincuenta metros avanzaba lentamente hasta el interior de una sala donde los navarros Rotten XIII debían estar a mitad de su actuación, más concretamente con el corte “Deus vs Femina” dando sus últimos coletazos, y agitando la masa en sobremanera, y es que todo el personal estaba entonando todas sus ccomposiciones, tanto en castellano, como en euskera, y aunque había algún que otro vasco entre la muchedumbre, me sorprendió que esta joven banda de Tafalla/Larraga tuviera esa respuesta, y tanta popularidad entre la muchachada catalana.
Al conocer su procedencia me vino a la mente una banda punk de la zona, entre Olite y Tafalla por donde circulaban unos ateos llamados Flema, y que entre el 87 y el 97 estuvieron dando caña al clero. Escuchando alguno de los temas de Rotten Amairu en castellano me recuerdan un poco a los catalanes Código Neurótico por ese puntillo, dile pop, dile melódico que le ponen a algunas de sus composiciones, como “Odio Eterno”, que no se si tocarían, o la que sí, “Puta Nostalgia” que dedicaron a unos colegas llegados de Vic. Enarbolaron la bandera de Euskal Herria, la ikurriña, antes de entrar con “Baskonia”, al grito de Gora Euskal Herria Askatuta, y celebraron la puta vida, con todos cantando junto a ellos “Alkohol ta Barre Artean”. Antes de interpretar “Noain”, Endika quiso dedicarla a las pequeñas naciones, como son Euskadi, y Catalunya, mostrando su hartazgo de que algunos no consideren a Nafarroa, como parte del País Vasco, tras el grito general de Puta España, hecho que se iría repitiendo a repetidamente a lo largo del concierto, siguieron con “El Blues de Aranjuez” un medio tiempo, que anda entre el blues y el folk, con Endika al saxofón, y que dedicaron a todos los que han sufrido torturas en dependencias policiales. Finalizaron su vibrante actuación con “Eguzkiaren Argia”, una emotiva pieza que editaron como homenaje, y recuerdo a Maraño, su bajista original fallecido en accidente laboral en 2019.
Turno ahora para una de las nuevas formaciones punk de Euskadi que están subiendo como la espuma, los giputxis Brigade Loco empezaron fuertes, con su vocalista soltando de buenas a primeras, Estado español, estado terrorista antes de atacar con “Bi Arima” (Dos Almas) con el bajista Oier y el cantante Lander por los suelos de rodillas. Tras la rauda y veloz “Jasaten Duguna”, en la que Lander hizo ademanes de arrancarse la camiseta pegándole fuertes tirones, saludó a la peña con Bona Tarda a Tothom, dijo que ese era todo su catalán, para acabar soltando un Visca la terra liure, para acto seguido interpretar “Arbasoak”, el tema que abre su segundo disco Amets Badi Lotuta (2021) entre un mar de palmas. Continuaron con “Izanagatik”, un tema de su EP Borghetti Crew (2022), un disco compartido con el grupo antifa italiano de Street punk Azione Diretta. Tras el corte “Amildegia” durante el cual, Lander se pegó repetidamente golpes en el pecho, vuelta a este licorero EP con “Bultzada” (empujar), dedicado al equipo de la Real Sociedad, del que los de Bergara son ultra fans. Y es que la portada de este Extended Play junto a los de Perugia tiene en la portada un estadio de futbol convertido en futbolín, y el emblema del grupo es un balón de futbol, junto a una carga de dinamita, de hecho en el concierto era numerosa la presencia de red skins, y ultras de clubs de futbol, como los Desperdicis de la U.E. Sant Andreu, entre otros.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Talco en Barcelona: “Ska punk antifascista al dente”
Al igual que Endika, Lander habló de Euskal Herria, y los Països Catalans como dos pueblos oprimidos, unidos por la lucha contra el ascendente fascismo español, al que dedicaron “Ez Dira Pasako”, al grito de No Pasaran. Bailamos a ritmo de puñaladas con “Labankada” tras comentar que era la segunda vez que actuaban en Barcelona. Para “Kateari Tiraka”, el vocalista pidió de hacer circulo (circle pit), algo poco habitual fuera del metal, pero no sé si acabo de rular la cosa. Un pequeño descanso para llegar a los bises con sus temas más clásicos, la reivindicativa “Gaztelu Beltza” (Castillo negro), que dedicaron a esas ratas infiltradas de la policía en diferentes organizaciones políticas, y movimientos sociales, parece ser que la guerra sucia del Estado no tiene freno. Finalmente dos cortes extraídos de su disco debut Ekintzek Dute Hitzak (2017), con su único tema en castellano “Solo, Pero en Control”, con la colaboración de Endika (R13) al saxo, para terminar con “Aurrera Doa”, y gritos finales de P… España para despedir a los vascos tras su combativo y vigorizante directo.
Lo primero que destacaremos del concierto de Crim fue el preciosista telón inspirado en los animalitos que conforman la portada de su nuevo disco Cançons de Mort, dichos animales, un mapache, un lobo, un halcón, y una mantis religiosa forman parte del fondo que ocupa toda la pared tras el escenario, y en los que se ven reflejados cada uno de ellos, pero con un diseño muy distinto, muy conseguido, imitando al de las vidrieras policromadas que podemos encontrar en cualquier iglesia, o catedral que se precie. De lo mejor que he visto en este tipo de lonas para directos, y que consigue niveles muy efectistas con el juego de luces apropiado.
El cuarteto tarraconense abre fuego con el mismo corte que en su recientemente editado álbum, la melodiosa “Vaig Sense Mans” (Voy sin manos), con alguna reminiscencia a Toy Dolls diría, y que contiene unos coros ideales para el directo. Lo que realmente sorprende es que a escasos días de su lanzamiento, la gran mayoría del público se la sabe de pe a pa, aunque ha habido varios adelantos de este cuarto trabajo, pero no es el caso de esta pieza que habla de los privilegios del hombre blanco. Continuaron con la irónica “Avui fa Bon Dia” desde su Blau Sang, Vermell Cel (Azul sangre, rojo cielo) de 2016, seguida por hasta seis cortes nuevos, con “Sense Tu Estic Molt Be”, “Vam Riure Tant” con esos acordes puntuales de spaguetti western, que nos remiten a esos cowboys del punk llamados Supersuckers.
Si los mencionados Inadaptats decían que eran de un barrio obrero, los de Tarragona declaran ser de un pueblo industrial, denunciando vivir rodeados de plantas petroquímicas en “Patrimoni Mundial”. El mundo se acaba con “Cançons de Mort”, y la quinta marcha llega con las dos partes de “La Part Preferida”, metralla hc punk en modo destroy, y que no llegan a los tres minutos, con solo metálico incluidos en una segunda parte, y que recuerda a otros punkarras catalanes, los sarcásticos Anti-Patiks.
Luces azul y granas como previa del clásico, esos acordes a lo Kvelertak , y un solo speedico/neoclasico, para acabar mezclando política y deporte en “La Puta Copa del Rei”, o que sentimos los catalanes al escuchar el himno de la Marcha Real, pues, nada. Adriá resopla, y se da un respiro antes de volver al repertorio de muerte con el rock’n’roll coral “Estiu de Merda”. “No Vull Que et Calmis” es como un antídoto al amor que esclaviza y que te vuelve volátil. Tras saludar, y felicitar al autor del decorado, tres viejas conocidas con “Hivern Etern”, o lo que es malvivir y morir en la calle, pasando al rock acelerado de “Vaixell de Paper”, o la crudeza de “Verí Caducat”.
Como ya había avanzado Adri anteriormente, abandonan unos segundos el escenario, siendo amenizados, como no, por los coros dedicados a la P… España, para volver con fuerzas, para cerrar con una selección de sus cuatro elepés, empezando con otra de las nuevas, “La Revolta dels Somriures” con un pegadizo y logrado estribillo, que es en sí mismo una dura crítica a los líderes independentistas catalanes por su falta de valentía e inocencia, durante el proceso fallido de llevar a cabo la independencia de la Catalunya al sur de la frontera. Tras este duro correctivo, vamos con los primeros cortes del segundo disco, con “Benvingut Enemic”, y un poco de esperanza y optimismo hasta emocionarnos gracias a “Una Canço i una Promesa”. Pequeño discurso para agradecer el apoyo, y el logro que supone llenar esta emblemática sala barcelonesa, y a cantar quien la sepa, retrocediendo hasta el primer disco con un viaje a la infancia a base de “Castells de Sorra”, y cantada a medias con Javi.
Fin de fiesta con los salmos que daban título a su anterior álbum, “Pare Nostre que Esteu a l’Infern”, una durísima composición contra la pederastia llevada a cabo por la iglesia católica durante siglos. Se despidieron agradeciendo de nuevo nuestra presencia, y recordando el largo camino hasta llegar a este día histórico.
No hay duda que dejaron un muy buen sabor de boca, con ganas de más de los tarraconenses, a los que creo recordar que había visto fugazmente en el Ankla Fest’15 en El Masnou, así como, el pasado verano en una sofocante noche en Vilanova i La Geltrú, donde no acabaron de convencerme, todo lo contrario de lo vivido este sábado en un Razzmatazz a reventar. Impresionó su puesta en escena, el calor con el que son tratados por su público, sus nuevas composiciones, la profundidad de sus letras, y claro, tener delante a un millar y medio de personas cantando unas canciones convertidas en himnos por una juventud, variopinta, que los ha convertido en poco menos que su referente musical.
- Brigade Loco
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