

Según constan en los fantásticos archivos que proporciona la red, esta debería ser la octava, en realidad novena visita de Mr. Danko Jones a la ciudad de Barcelona. Extrañamente no viene con su nuevo disco, que parece aún lo tiene en el horno cocinándose a fuego lento. Electric Sounds será su onceavo álbum, y en el que colabora, entre otros, el actual guitarrista de Exciter, Daniel Decay, su salida está prevista su para mediados de septiembre, así que tocara esperar pacientemente hasta entonces, la mala noticia es que su gira a finales de año por Europa no llegara a la península ibérica.
Como suele suceder cuando la banda principal no está girando con una banda fija, son formaciones locales las ocupan esa plaza de telonero, y en esta ocasión son otro trio quien se encarga de precalentar el ambiente con la formación barcelonesa The Lizards, no confundir con los franceses Lizzard que nos encandilaban con su arte hace unas semanas, ni tampoco las cuatro bandas con este mismo nombre que pululan por EEUU, UK, Australia, etc. La formación liderada por Carla Santacreu si se presentaba con carne fresca, su Fake Reality, es un disco editado el pasado año, y registrado durante la pandemia, igual que hicieron sus admirados Danko Jones con Power Trio en 2021, así que parece que otros tantos se aplicaron el cuento. Por desgracia llegué con el bolo a medias, en un momento de descanso, en el que exultaban felicidad, y agradecían a todo bicho viviente estar ahí en ese momento, y en especial al jefe, Mr. Danko Jones, Dan Kojones para los amigos, como veremos más adelante.
Una vez soltado todo ese cariño, decidieron volver al ataque, sin querer ni tan solo cambiar de guitarra de la que Carla había roto una cuerda, y ni a requerimiento de Edgar quiso soltarla, prefiriendo acabar el directo con cinco cuerdas. La subsiguiente canción era precisamente la que da título a su último trabajo, Fake Reality, durante la cual Judith ando deambulando por el escenario agitando sus cabellos sobre la cara, y golpeando las cuatro cuerdas de su instrumento sin clemencia. Siguieron con “Everybody Sucks” desde el Inside Your Head (2019), cantada de forma sincronizada entre Carla y Judith con todo el desparpajo del mundo, al igual que harían con los coros de “What I Am”, otra lección de compenetración máxima. Se fueron, porque no les quedaba otra que finiquitar una impecable faena con “Twisted Mind”, de su Road to Anywhere del 2015, de camino a algún lugar, lejos de ninguna parte.
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El trio de Toronto entró como Pedro por su casa en escena, no es para menos, tras una medio desapercibida intro del “The Strenght of the Righteous” de Ennio Morricone, extraída del film Los Intocables de Eliot Ness, sobre la que entraron a saco con la muestra de su nuevo material, el fantástico single adelanto “Guess Who’s Back”, que por desgracia no sonó como debería. El sonido no mejoró demasiado con “You Gotta Rock”, con una pegada inaudita del batería Rich Knox, que dejaría la guitarra de Danko Jones por los suelos hasta llegar a un reivindicativo solo. Tras vociferar Barcelona, los gritos de Dan Kojones por parte del respetable público fueron una constante, y un hecho diferencial, que el propio vocalista asume como propio e identificativo desde su primera visita.
Tras una diatriba sobre como pronunciar, o no, la jota, Danko asegura que cada vez que tocan en Barcelona, este se convierte en el jodido concierto del año, y que de aquí en adelante todo va a ser una pedorreta, comparado con esto, ¿estáis de conmigo?, terminó preguntando antes de continuar de forma abrupta con “I’m in a Band”, y con la divertida “First Date” que estuvo marcada por las palmas ejecutadas desde el foso, e instigadas de forma reiterada por JC. Entre esta pieza, y “Lipstick City”, el equilibrio entre los tres pesos pesados empieza a ser el adecuado, y todo parece estar en el lugar que le corresponde. Pero no todo, tras esta canción extraída del A Rock Supreme, Jones se torna reivindicativo, a la vez que enojado con la sala Razzmatazz, aduciendo que como es posible que no figure su nombre junto a Backyard Babies en 2001, en la pared de la entrada donde figuran todas las bandas que han pasado por esta antigua fábrica, y pide por favor, a la dirección que lo incluyan como sea. Durante un par de minutos lo repitió en varias ocasiones, porque le dolía de verdad no figurar en el que fue su primer concierto acá, en Barcelona. Yo por mi parte, solo puedo que darle la razón, y dar fe de que así fue, cuando un veinte de octubre de 2001 en esta misma sala fueron support band de la insigne banda sueca, de hecho aún conservo la probatoria entrada/invitación #125 de aquella noche en mi poder.
Volvieron a la senda musical, dedicándole “I Think Bad Thoughts” a todo el personal de Razzmatazz, pero en especial a la persona que dejó fuera de ese muro a Danko Jones. Endulzaron tan agria situación con la atribulada “Sugar Chocolate”, “I’m Alive and On Fire” (2001), y la descoagulante “The Twisting Knife” del Fire Music (2015). Danko se auto felicita dándose unas palmaditas en la espalda, y acto seguido señala un tipo que lucía una camiseta de los hard rockeros catalanes ’77, con los que Jones recordó que habían girado por Europa en 2016, más bien 2015, y para los que pidió un fuerte aplauso. Así mismo, le quiso dedicar el siguiente tema, “You’re my Woman”, aunque normalmente se lo dedico a alguna chica guapa, esta vez es para ti, le dijo DJ al susodicho fan, increíble lo de este hombre, que interpretó este corte del Wild Cat (2017) acotada, y en solitario. Desde Power Trio (2021) la peculiar “Flaunt It”, seguida por “Full of Regret” acompañada por una buena dosis de palmas, para llegar al momento culminante con la santa trinidad “Had Enough”, “Lovercall”, y “My Little RnR”. Para los bises vuelven a escena con camisetas nuevas, para encastarnos con las sorpresivas “Saturday” e “Invisible” desde el Sleep is the Enemy (2006), para morir matando con una machacante “Rock Shit Hot”. No hay tiempo para poco más que hacer una foto, en la que todo el que salga será famoso, o al menos eso dijo un ovacionado Dan Jones aka Dan Kojones.
Pues nada, setenta minutos intensos ante unos cuatrocientos apasionados del rock and roll poderoso, y adictivo del canadiense y su banda, aunque sobradamente interrumpidos por los discursos de Jones con la cuestión del mural, y es que supongo que ocupando plaza de teloneros de BB, no los tuvieron en cuenta. Así que si no llegan finalmente a varar en este puerto en su próximo tour será toda una decepción, tras las elogiosas palabras hacia esta ciudad, y sus fans, y no tanto para los responsables de la multisala.


Según constan en los fantásticos archivos que proporciona la red, esta debería ser la octava, en realidad novena visita de Mr. Danko Jones a la ciudad de Barcelona. Extrañamente no viene con su nuevo disco, que parece aún lo tiene en el horno cocinándose a fuego lento. Electric Sounds será su onceavo álbum, y en el que colabora, entre otros, el actual guitarrista de Exciter, Daniel Decay, su salida está prevista su para mediados de septiembre, así que tocara esperar pacientemente hasta entonces, la mala noticia es que su gira a finales de año por Europa no llegara a la península ibérica.
Como suele suceder cuando la banda principal no está girando con una banda fija, son formaciones locales las ocupan esa plaza de telonero, y en esta ocasión son otro trio quien se encarga de precalentar el ambiente con la formación barcelonesa The Lizards, no confundir con los franceses Lizzard que nos encandilaban con su arte hace unas semanas, ni tampoco las cuatro bandas con este mismo nombre que pululan por EEUU, UK, Australia, etc. La formación liderada por Carla Santacreu si se presentaba con carne fresca, su Fake Reality, es un disco editado el pasado año, y registrado durante la pandemia, igual que hicieron sus admirados Danko Jones con Power Trio en 2021, así que parece que otros tantos se aplicaron el cuento. Por desgracia llegué con el bolo a medias, en un momento de descanso, en el que exultaban felicidad, y agradecían a todo bicho viviente estar ahí en ese momento, y en especial al jefe, Mr. Danko Jones, Dan Kojones para los amigos, como veremos más adelante.
Una vez soltado todo ese cariño, decidieron volver al ataque, sin querer ni tan solo cambiar de guitarra de la que Carla había roto una cuerda, y ni a requerimiento de Edgar quiso soltarla, prefiriendo acabar el directo con cinco cuerdas. La subsiguiente canción era precisamente la que da título a su último trabajo, Fake Reality, durante la cual Judith ando deambulando por el escenario agitando sus cabellos sobre la cara, y golpeando las cuatro cuerdas de su instrumento sin clemencia. Siguieron con “Everybody Sucks” desde el Inside Your Head (2019), cantada de forma sincronizada entre Carla y Judith con todo el desparpajo del mundo, al igual que harían con los coros de “What I Am”, otra lección de compenetración máxima. Se fueron, porque no les quedaba otra que finiquitar una impecable faena con “Twisted Mind”, de su Road to Anywhere del 2015, de camino a algún lugar, lejos de ninguna parte.
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El trio de Toronto entró como Pedro por su casa en escena, no es para menos, tras una medio desapercibida intro del “The Strenght of the Righteous” de Ennio Morricone, extraída del film Los Intocables de Eliot Ness, sobre la que entraron a saco con la muestra de su nuevo material, el fantástico single adelanto “Guess Who’s Back”, que por desgracia no sonó como debería. El sonido no mejoró demasiado con “You Gotta Rock”, con una pegada inaudita del batería Rich Knox, que dejaría la guitarra de Danko Jones por los suelos hasta llegar a un reivindicativo solo. Tras vociferar Barcelona, los gritos de Dan Kojones por parte del respetable público fueron una constante, y un hecho diferencial, que el propio vocalista asume como propio e identificativo desde su primera visita.
Tras una diatriba sobre como pronunciar, o no, la jota, Danko asegura que cada vez que tocan en Barcelona, este se convierte en el jodido concierto del año, y que de aquí en adelante todo va a ser una pedorreta, comparado con esto, ¿estáis de conmigo?, terminó preguntando antes de continuar de forma abrupta con “I’m in a Band”, y con la divertida “First Date” que estuvo marcada por las palmas ejecutadas desde el foso, e instigadas de forma reiterada por JC. Entre esta pieza, y “Lipstick City”, el equilibrio entre los tres pesos pesados empieza a ser el adecuado, y todo parece estar en el lugar que le corresponde. Pero no todo, tras esta canción extraída del A Rock Supreme, Jones se torna reivindicativo, a la vez que enojado con la sala Razzmatazz, aduciendo que como es posible que no figure su nombre junto a Backyard Babies en 2001, en la pared de la entrada donde figuran todas las bandas que han pasado por esta antigua fábrica, y pide por favor, a la dirección que lo incluyan como sea. Durante un par de minutos lo repitió en varias ocasiones, porque le dolía de verdad no figurar en el que fue su primer concierto acá, en Barcelona. Yo por mi parte, solo puedo que darle la razón, y dar fe de que así fue, cuando un veinte de octubre de 2001 en esta misma sala fueron support band de la insigne banda sueca, de hecho aún conservo la probatoria entrada/invitación #125 de aquella noche en mi poder.
Volvieron a la senda musical, dedicándole “I Think Bad Thoughts” a todo el personal de Razzmatazz, pero en especial a la persona que dejó fuera de ese muro a Danko Jones. Endulzaron tan agria situación con la atribulada “Sugar Chocolate”, “I’m Alive and On Fire” (2001), y la descoagulante “The Twisting Knife” del Fire Music (2015). Danko se auto felicita dándose unas palmaditas en la espalda, y acto seguido señala un tipo que lucía una camiseta de los hard rockeros catalanes ’77, con los que Jones recordó que habían girado por Europa en 2016, más bien 2015, y para los que pidió un fuerte aplauso. Así mismo, le quiso dedicar el siguiente tema, “You’re my Woman”, aunque normalmente se lo dedico a alguna chica guapa, esta vez es para ti, le dijo DJ al susodicho fan, increíble lo de este hombre, que interpretó este corte del Wild Cat (2017) acotada, y en solitario. Desde Power Trio (2021) la peculiar “Flaunt It”, seguida por “Full of Regret” acompañada por una buena dosis de palmas, para llegar al momento culminante con la santa trinidad “Had Enough”, “Lovercall”, y “My Little RnR”. Para los bises vuelven a escena con camisetas nuevas, para encastarnos con las sorpresivas “Saturday” e “Invisible” desde el Sleep is the Enemy (2006), para morir matando con una machacante “Rock Shit Hot”. No hay tiempo para poco más que hacer una foto, en la que todo el que salga será famoso, o al menos eso dijo un ovacionado Dan Jones aka Dan Kojones.
Pues nada, setenta minutos intensos ante unos cuatrocientos apasionados del rock and roll poderoso, y adictivo del canadiense y su banda, aunque sobradamente interrumpidos por los discursos de Jones con la cuestión del mural, y es que supongo que ocupando plaza de teloneros de BB, no los tuvieron en cuenta. Así que si no llegan finalmente a varar en este puerto en su próximo tour será toda una decepción, tras las elogiosas palabras hacia esta ciudad, y sus fans, y no tanto para los responsables de la multisala.