Madrid fue testigo de una noche electrizante el pasado 27 de septiembre, Delobos, la banda que fusiona rock y emociones crudas, presentó su nuevo álbum ‘Cabal’ y dejó al público con ganas de más. La sala Hangar 48 se convirtió en el epicentro de una noche cargada de rock y emociones. Delobos, la banda malagueña-madrileña demostró una vez más por qué son una de las bandas más interesantes del panorama musical actual.
Desde el primer acorde, la energía de la banda inundó la sala. Con un sonido más contundente y rockero que en trabajos anteriores, Delobos demostró una evolución musical notable. Las letras introspectivas y llenas de sentimiento, características de sus temas, encontraron eco en un público entregado. Los que no les conocían de antes comentaban su capacidad interpretativa y escuche en varios corrillos destacar lo salvaje que se vuelve en directo la banda. Comenzaron con tres temas seguidos que son una presentación de la banda espectacular, como son “Vuelos”, “Iluso” y “Rito”. Tras estos temas la sala ya estaba bien caliente y todos vimos como la banda comentaba algo entre ellos… había subido al escenario sin imprimir el setlist y no sabían por dónde seguir. Tras localizar la lista en el móvil siguieron con “Cautela” y “Caídos”. Ambos temas causaron saltos y menos de cabeza. Las luces se ajustaron perfectamente a los temas y el ambiente en la sala ya era el de los grandes bolos.
La banda, formada por Salvaje Soler (voz), Luis (bajo), Nacho (batería) y Raúl (guitarra), demostró una vez más su entrega en el escenario. La conexión entre los músicos y el público fue palpable en cada momento, creando una atmósfera única y especial. Siguieron con “Tóxicos” y “Saturno” que les quedaron redondas. Para “Dr. Manhattan” se sintió la energía del tema y Kantz volvió a demostrar lo bestia que es verle y oírle en directo. Esta vez su posición algo más retrasada en el escenario, dejando sitio a Luis y Raúl al frente, le hizo pasar algo más desapercibido, aún así sus gestos y movimientos de micro nos transmitían la fuerza de las letras, toda la banda se contorsionaba y agitaba al unísono, un cuadro de una belleza monumental.
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La incertidumbre ante la recepción de las nuevas canciones se disipó rápidamente. El público, aunque no llenó por completo la sala, mostró una gran conexión con la banda, coreando los temas antiguos y recibiendo con entusiasmo las nuevas composiciones. La sala Hangar 48, con su sonido impecable y una iluminación que realzaba la atmósfera del concierto, fue el escenario perfecto. Con “37” y “Esta habitación” vimos que la gente recuerda las letras y se corearon demostrando la unión de la sala con la banda. Para “Carroña”, “Disociar” y “Descenso” se subió la energía para preparar el clímax con “En venta”.
Kantz saltó a cantar entre el público que le abrió sitio como pudo, se crearon escenas para el recuerdo con la banda sobre el escenario y el cantante entre los suyos, se vieron sonrisas, abrazos y muchos móviles inmortalizando el recuerdo. “En venta” es un temazo, estoy desando que vea la luz y podáis entender lo crudo y directo de su mensaje. Las cuerdas lo acompañan a la perfección y la base rítmica es un auténtico motor que impulsa la canción.
“Cabal”, grabado en los estudios Westline y mezclado en Tide Studio Londres, es un álbum que marca un antes y un después en la carrera de Delobos. Con este trabajo, la banda ha logrado un sonido más maduro y contundente, sin perder la esencia que los caracteriza. En definitiva, el concierto de Delobos en Hangar 48 fue una gran presentación del disco y una noche que nos deja con ganas de más, prueba de que esta banda está destinada a grandes cosas.
Madrid fue testigo de una noche electrizante el pasado 27 de septiembre, Delobos, la banda que fusiona rock y emociones crudas, presentó su nuevo álbum ‘Cabal’ y dejó al público con ganas de más. La sala Hangar 48 se convirtió en el epicentro de una noche cargada de rock y emociones. Delobos, la banda malagueña-madrileña demostró una vez más por qué son una de las bandas más interesantes del panorama musical actual.
Desde el primer acorde, la energía de la banda inundó la sala. Con un sonido más contundente y rockero que en trabajos anteriores, Delobos demostró una evolución musical notable. Las letras introspectivas y llenas de sentimiento, características de sus temas, encontraron eco en un público entregado. Los que no les conocían de antes comentaban su capacidad interpretativa y escuche en varios corrillos destacar lo salvaje que se vuelve en directo la banda. Comenzaron con tres temas seguidos que son una presentación de la banda espectacular, como son “Vuelos”, “Iluso” y “Rito”. Tras estos temas la sala ya estaba bien caliente y todos vimos como la banda comentaba algo entre ellos… había subido al escenario sin imprimir el setlist y no sabían por dónde seguir. Tras localizar la lista en el móvil siguieron con “Cautela” y “Caídos”. Ambos temas causaron saltos y menos de cabeza. Las luces se ajustaron perfectamente a los temas y el ambiente en la sala ya era el de los grandes bolos.
La banda, formada por Salvaje Soler (voz), Luis (bajo), Nacho (batería) y Raúl (guitarra), demostró una vez más su entrega en el escenario. La conexión entre los músicos y el público fue palpable en cada momento, creando una atmósfera única y especial. Siguieron con “Tóxicos” y “Saturno” que les quedaron redondas. Para “Dr. Manhattan” se sintió la energía del tema y Kantz volvió a demostrar lo bestia que es verle y oírle en directo. Esta vez su posición algo más retrasada en el escenario, dejando sitio a Luis y Raúl al frente, le hizo pasar algo más desapercibido, aún así sus gestos y movimientos de micro nos transmitían la fuerza de las letras, toda la banda se contorsionaba y agitaba al unísono, un cuadro de una belleza monumental.
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Kantz saltó a cantar entre el público que le abrió sitio como pudo, se crearon escenas para el recuerdo con la banda sobre el escenario y el cantante entre los suyos, se vieron sonrisas, abrazos y muchos móviles inmortalizando el recuerdo. “En venta” es un temazo, estoy desando que vea la luz y podáis entender lo crudo y directo de su mensaje. Las cuerdas lo acompañan a la perfección y la base rítmica es un auténtico motor que impulsa la canción.
“Cabal”, grabado en los estudios Westline y mezclado en Tide Studio Londres, es un álbum que marca un antes y un después en la carrera de Delobos. Con este trabajo, la banda ha logrado un sonido más maduro y contundente, sin perder la esencia que los caracteriza. En definitiva, el concierto de Delobos en Hangar 48 fue una gran presentación del disco y una noche que nos deja con ganas de más, prueba de que esta banda está destinada a grandes cosas.