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Parasomnia (2025)
InsideOut Music
1. In the Arms of Morpheus (5:22)
2. Night Terror (9:55)
3. A Broken Man (8:30)
4. Dead Asleep (11:06)
5. Midnight Messiah (7:58)
6. Are We Dreaming? (1:28)
7. Bend the Clock (7:24)
8. The Shadow Man Incident (19:32)
Estamos en presencia de uno de los álbumes más esperados de los últimos tiempos. Las parasomnias son alteraciones del sueño que impiden descansar adecuadamente. Para los fans de Dream Theater, los últimos catorce años han sido como una larga parasomnia. Este 7 de febrero, por fin salió a la luz Parasomnia, el primer álbum de esta nueva/vieja asociación norteamericana.
La salida de Mike Portnoy de la banda fue un punto de inflexión en el que algunos fans fueron incapaces de comprender a su banda favorita sin su líder natural.
Conocidos desde hace mucho tiempo por sus intrincadas composiciones y virtuosa musicalidad, este nuevo lanzamiento tiene un significado particular, ya que ve a la banda reunirse con su baterista estrella, quien grabó por última vez con la banda en 2009 en Black Clouds & Silver Linings.
Con más de setenta minutos de duración y abarcando fenómenos como el sonambulismo, la parálisis del sueño, las pesadillas y los terrores nocturnos, este es un testimonio de la impecable musicalidad de Dream Theater.
Los maestros del metal progresivo grabaron ocho pistas en donde encontramos su ya clásica complejidad, temas extensos, altísimos solos de guitarra e intrincadas capas de teclados. Hay que destacar que el esperado regreso de Portnoy a Dream Theater es todo un triunfo: nuevamente trajo consigo ritmos altamente impulsados, llenos de precisión y estilo.
El disco se abre con “In the Arms of Morpheus”, un instrumental de cinco minutos de duración compuesto por un inquietante piano y un tic-tac que rápidamente desciende a una cacofonía de pesadilla antes de que el pesado crujido de una guitarra de ocho cuerdas se abre paso, creando una sensación de claustrofobia. Un arranque atípico para un disco de DT, pero que comienza a sumergirnos en el concepto del álbum.
“Night Terror” fue el primer single y la única pieza que la banda ejecutó en vivo en su más reciente visita a Buenos Aires. La misma ofrece una instrumentación enérgica que recuerda a los viejos tiempos de la agrupación en sus casi diez minutos de duración. Cuando ingresa a escena la voz del cantante James LaBrie, lo hace de manera clara, mientras de fondo se escuchan atractivos riffs y secuencias de teclas de Jordan Rudess y el bajo de John Myung.
Seguimos con el segundo tema desvelado antes de la fecha de lanzamiento, “A Broken Man”. La canción comienza con la batería de Portnoy y un riff de Petrucci antes de convertirse en una pieza típica de la agrupación, con un ambiente oscuro y un ritmo frenético e impredecible. Desde el punto de vista lírico, el tema aborda los trastornos del sueño derivados del estrés postraumático, concretamente el de un veterano de guerra que sufre después de abandonar la batalla.
La primera canción que supera los diez minutos de duración lleva por nombre “Dead Asleep”. Las melodías vuelven a ser protagonistas en un corte poderoso que está inspirado en la historia real de Brian Thomas, un hombre de Gales que estranguló accidentalmente a su mujer mientras sufría una pesadilla en la que le robaban. La banda no solo cuenta la historia perfectamente desde una perspectiva lírica, en donde LaBrie se destaca de gran manera, sino que también crea un ambiente que permite al oyente sumergirse profundamente en la historia.
Transcurrida la primera mitad del disco, llega “Midnight Messiah”, tercer single del álbum y la primera contribución lírica de Portnoy desde 2009, en donde se alejan de las estructuras clásicas que se hayan grabado en le pasado. Los cambios de ritmo y los teclados son los grandes ganadores, dando a la canción un giro completamente diferente y llevándola a la pura emoción.
Un nuevo interludio instrumental llega de la mano de “Are We Dreaming”, que comienza con susurros y teclas misteriosas hasta la llegada de “Bend the Clock”. A medida que el tema gana tracción, un riff melódico y seductor cobra protagonismo, combinado con conmovedoras piezas de piano junto a la armónica voz de LaBrie.
Con casi veinte minutos, el polifacético final está a cargo de “The Shadow Man Incident”, una pieza clásica y a la vez moderna en donde la banda nos llevará por paisajes sonoros, utilizando cada momento para desarrollar su narrativa y ofrecer una conclusión poderosa para el arco temático del álbum.
El combo clásico, Portnoy, Petrucci, Myung, Rudess y LaBrie, lo han vuelto a hacer. Sin duda, un disco lleno de calidad que está a la altura de las expectativas, ya que contiene todas las señas de identidad de un sonido patentado por los amos y señores del metal progresivo.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Dream Theater en Buenos Aires: “En constante movimiento”
“All that we see or seem, Is but a dream within a dream“. (Edgar Allan Poe)
Dream Theater es una de esas bandas que genera grandes expectativas ante cada lanzamiento, ante cada anuncio. Y para este nuevo disco esa expectativa lo era aún más grande porque había un condimento especial que tenía que ver con el regreso de, nada menos, Mike Portnoy, miembro fundador y uno de los principales compositores de las épocas de oro del conjunto formado en Boston. Desde su alejamiento en el 2010, hace casi 15 años, DT editó cinco discos interesantes, a la altura de su discografía, pero donde muchos sentíamos que faltaba algo. Afortunadamente la reunión se concretó y ahora todas las piezas están en su lugar.
Quienes pudimos apreciar el colosal show ofrecido por DT hace un par de meses en el Movistar Arena tuvimos la oportunidad de corroborar que la mística de la formación clásica sigue intacta. Solo faltaba un registro de estudio para confirmar el buen momento y una obra grandiosa como Parasomnia resultó la movida ideal.
Este flamante álbum es todo lo que podemos desear de Dream Theater. Un disco complejo, dinámico, de notable calidad sonora. Mucho tiene que ver una cuidada producción, a cargo del propio John Petrucci, quien parece tener la fórmula para ese sonido tan distintivo del quinteto. El virtuoso guitarrista no estuvo solo en la tarea, sino que fue secundado por expertos como Andy Sneap y Jimmy T Meslin. No perdamos de vista que la bella portada, obra una vez más de Hugh Syme, remite directamente al Images And Words. Nada es casualidad.
Como los grandes discos progresivos, Parasomnia se trata además de una obra conceptual. No vamos a encontrarnos con una narración en el estilo de Metropolis Pt 2, sino de canciones que, en su totalidad, abordan el mundo de los sueños. Pesadillas, sonambulismo, perturbaciones, todo forma parte de ese universo onírico que nos proponen con toda esa destreza técnica y la elegancia que los ha caracterizado siempre.
“In the Arms of Morpheus”: Cautivador comienzo instrumental para sumergirnos en la atmosfera onírica que propone la placa. Un muestrario de la destreza de cada integrante (excepto Labrie, por supuesto). Queda claro quienes serán los dominadores del sonido general del disco: la dupla Petrucci y Portnoy.
“Night Terror”: Lo primero que pudimos escuchar de Parasomnia fue esta canción adelanto, y que incluso los más afortunados pudimos disfrutar en vivo porque fue parte del setlist de su gira reunión. No sorprende su elección como primer corte pues es la esencia pura de Dream Theater, con ese equilibrio entre furiosas secciones instrumentales y las melodías de James LaBrie. Jordan Rudess también interviene para aportar un clima ominoso.
“A Broken Man”: Otro de los temas que tuvimos la chance de escuchar con anticipación. Su temática se centra en el estrés post traumático de la guerra, la imposibilidad de conciliar el sueño y las pesadillas reiteradas, recurrentes. Pasajes melodiosos se alternan con riffs más agresivos y voces afectadas. Gran trabajo de LaBrie y de John Myung.
“Dead Asleep”: Este track narra la trágica historia de un hombre que, afectado por el sonambulismo, termina quitando la vida de su esposa al confundirla con un intruso. El clima sórdido con ritmos bien marcados trasmite la amargura de la historia.
“Midnight Messiah”: La canción más pesada de la placa, también fue otro de los temas que pudimos escuchar como adelanto gracias a un gran videoclip. Como indica el manual, comienza en calma para desarrollar su energía poco a poco y explotar en el coro con un furioso machaque. El costado más agresivo de la banda que me hizo acordar al excelente Train of Thought.
“Are We Dreaming”: Luego de la tormenta tenemos como respiro este breve interludio instrumental que nos prepara para los momentos más progresivos de la placa. Funciona como un respiro para lo que viene.
“Bend the Clock”: Una de esas baladas típicas de Dream Theater, que de típicas no tienen nada. Alcanza momento de gran emotividad. El pasaje más contemplativo e introspectivo del álbum que de todos modos encuentra su lugar de manera orgánica.
“The Shadow Man Incident”: Épica y extensa, la más larga de la placa que da un uso perfecto a sus casi veinte minutos de duración. Su desarrollo, los cambios de marcha y esas progresiones de acordes que ya son una marca de la banda están presentes de manera magistral. Un cierre perfecto para el disco, para su idea conceptual y también para el regreso triunfal de Mike Portnoy. Y la frase “Wake Up” sobre el final… nos sugiere que todo fue un sueño.
Parasomnia es un álbum que recupera el foco que Dream Theater necesitaba. Como toda obra compleja demanda mucho del oyente, pero que no tarda en devolver el esfuerzo invertido. Una nueva joya del metal progresivo que tranquilamente podría ser el disco del año, al menos dentro del género, terreno en el cual no tienen quien les haga sombra.
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Parasomnia (2025)
InsideOut Music
1. In the Arms of Morpheus (5:22)
2. Night Terror (9:55)
3. A Broken Man (8:30)
4. Dead Asleep (11:06)
5. Midnight Messiah (7:58)
6. Are We Dreaming? (1:28)
7. Bend the Clock (7:24)
8. The Shadow Man Incident (19:32)
Estamos en presencia de uno de los álbumes más esperados de los últimos tiempos. Las parasomnias son alteraciones del sueño que impiden descansar adecuadamente. Para los fans de Dream Theater, los últimos catorce años han sido como una larga parasomnia. Este 7 de febrero, por fin salió a la luz Parasomnia, el primer álbum de esta nueva/vieja asociación norteamericana.
La salida de Mike Portnoy de la banda fue un punto de inflexión en el que algunos fans fueron incapaces de comprender a su banda favorita sin su líder natural.
Conocidos desde hace mucho tiempo por sus intrincadas composiciones y virtuosa musicalidad, este nuevo lanzamiento tiene un significado particular, ya que ve a la banda reunirse con su baterista estrella, quien grabó por última vez con la banda en 2009 en Black Clouds & Silver Linings.
Con más de setenta minutos de duración y abarcando fenómenos como el sonambulismo, la parálisis del sueño, las pesadillas y los terrores nocturnos, este es un testimonio de la impecable musicalidad de Dream Theater.
Los maestros del metal progresivo grabaron ocho pistas en donde encontramos su ya clásica complejidad, temas extensos, altísimos solos de guitarra e intrincadas capas de teclados. Hay que destacar que el esperado regreso de Portnoy a Dream Theater es todo un triunfo: nuevamente trajo consigo ritmos altamente impulsados, llenos de precisión y estilo.
El disco se abre con “In the Arms of Morpheus”, un instrumental de cinco minutos de duración compuesto por un inquietante piano y un tic-tac que rápidamente desciende a una cacofonía de pesadilla antes de que el pesado crujido de una guitarra de ocho cuerdas se abre paso, creando una sensación de claustrofobia. Un arranque atípico para un disco de DT, pero que comienza a sumergirnos en el concepto del álbum.
“Night Terror” fue el primer single y la única pieza que la banda ejecutó en vivo en su más reciente visita a Buenos Aires. La misma ofrece una instrumentación enérgica que recuerda a los viejos tiempos de la agrupación en sus casi diez minutos de duración. Cuando ingresa a escena la voz del cantante James LaBrie, lo hace de manera clara, mientras de fondo se escuchan atractivos riffs y secuencias de teclas de Jordan Rudess y el bajo de John Myung.
Seguimos con el segundo tema desvelado antes de la fecha de lanzamiento, “A Broken Man”. La canción comienza con la batería de Portnoy y un riff de Petrucci antes de convertirse en una pieza típica de la agrupación, con un ambiente oscuro y un ritmo frenético e impredecible. Desde el punto de vista lírico, el tema aborda los trastornos del sueño derivados del estrés postraumático, concretamente el de un veterano de guerra que sufre después de abandonar la batalla.
La primera canción que supera los diez minutos de duración lleva por nombre “Dead Asleep”. Las melodías vuelven a ser protagonistas en un corte poderoso que está inspirado en la historia real de Brian Thomas, un hombre de Gales que estranguló accidentalmente a su mujer mientras sufría una pesadilla en la que le robaban. La banda no solo cuenta la historia perfectamente desde una perspectiva lírica, en donde LaBrie se destaca de gran manera, sino que también crea un ambiente que permite al oyente sumergirse profundamente en la historia.
Transcurrida la primera mitad del disco, llega “Midnight Messiah”, tercer single del álbum y la primera contribución lírica de Portnoy desde 2009, en donde se alejan de las estructuras clásicas que se hayan grabado en le pasado. Los cambios de ritmo y los teclados son los grandes ganadores, dando a la canción un giro completamente diferente y llevándola a la pura emoción.
Un nuevo interludio instrumental llega de la mano de “Are We Dreaming”, que comienza con susurros y teclas misteriosas hasta la llegada de “Bend the Clock”. A medida que el tema gana tracción, un riff melódico y seductor cobra protagonismo, combinado con conmovedoras piezas de piano junto a la armónica voz de LaBrie.
Con casi veinte minutos, el polifacético final está a cargo de “The Shadow Man Incident”, una pieza clásica y a la vez moderna en donde la banda nos llevará por paisajes sonoros, utilizando cada momento para desarrollar su narrativa y ofrecer una conclusión poderosa para el arco temático del álbum.
El combo clásico, Portnoy, Petrucci, Myung, Rudess y LaBrie, lo han vuelto a hacer. Sin duda, un disco lleno de calidad que está a la altura de las expectativas, ya que contiene todas las señas de identidad de un sonido patentado por los amos y señores del metal progresivo.
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“All that we see or seem, Is but a dream within a dream“. (Edgar Allan Poe)
Dream Theater es una de esas bandas que genera grandes expectativas ante cada lanzamiento, ante cada anuncio. Y para este nuevo disco esa expectativa lo era aún más grande porque había un condimento especial que tenía que ver con el regreso de, nada menos, Mike Portnoy, miembro fundador y uno de los principales compositores de las épocas de oro del conjunto formado en Boston. Desde su alejamiento en el 2010, hace casi 15 años, DT editó cinco discos interesantes, a la altura de su discografía, pero donde muchos sentíamos que faltaba algo. Afortunadamente la reunión se concretó y ahora todas las piezas están en su lugar.
Quienes pudimos apreciar el colosal show ofrecido por DT hace un par de meses en el Movistar Arena tuvimos la oportunidad de corroborar que la mística de la formación clásica sigue intacta. Solo faltaba un registro de estudio para confirmar el buen momento y una obra grandiosa como Parasomnia resultó la movida ideal.
Este flamante álbum es todo lo que podemos desear de Dream Theater. Un disco complejo, dinámico, de notable calidad sonora. Mucho tiene que ver una cuidada producción, a cargo del propio John Petrucci, quien parece tener la fórmula para ese sonido tan distintivo del quinteto. El virtuoso guitarrista no estuvo solo en la tarea, sino que fue secundado por expertos como Andy Sneap y Jimmy T Meslin. No perdamos de vista que la bella portada, obra una vez más de Hugh Syme, remite directamente al Images And Words. Nada es casualidad.
Como los grandes discos progresivos, Parasomnia se trata además de una obra conceptual. No vamos a encontrarnos con una narración en el estilo de Metropolis Pt 2, sino de canciones que, en su totalidad, abordan el mundo de los sueños. Pesadillas, sonambulismo, perturbaciones, todo forma parte de ese universo onírico que nos proponen con toda esa destreza técnica y la elegancia que los ha caracterizado siempre.
“In the Arms of Morpheus”: Cautivador comienzo instrumental para sumergirnos en la atmosfera onírica que propone la placa. Un muestrario de la destreza de cada integrante (excepto Labrie, por supuesto). Queda claro quienes serán los dominadores del sonido general del disco: la dupla Petrucci y Portnoy.
“Night Terror”: Lo primero que pudimos escuchar de Parasomnia fue esta canción adelanto, y que incluso los más afortunados pudimos disfrutar en vivo porque fue parte del setlist de su gira reunión. No sorprende su elección como primer corte pues es la esencia pura de Dream Theater, con ese equilibrio entre furiosas secciones instrumentales y las melodías de James LaBrie. Jordan Rudess también interviene para aportar un clima ominoso.
“A Broken Man”: Otro de los temas que tuvimos la chance de escuchar con anticipación. Su temática se centra en el estrés post traumático de la guerra, la imposibilidad de conciliar el sueño y las pesadillas reiteradas, recurrentes. Pasajes melodiosos se alternan con riffs más agresivos y voces afectadas. Gran trabajo de LaBrie y de John Myung.
“Dead Asleep”: Este track narra la trágica historia de un hombre que, afectado por el sonambulismo, termina quitando la vida de su esposa al confundirla con un intruso. El clima sórdido con ritmos bien marcados trasmite la amargura de la historia.
“Midnight Messiah”: La canción más pesada de la placa, también fue otro de los temas que pudimos escuchar como adelanto gracias a un gran videoclip. Como indica el manual, comienza en calma para desarrollar su energía poco a poco y explotar en el coro con un furioso machaque. El costado más agresivo de la banda que me hizo acordar al excelente Train of Thought.
“Are We Dreaming”: Luego de la tormenta tenemos como respiro este breve interludio instrumental que nos prepara para los momentos más progresivos de la placa. Funciona como un respiro para lo que viene.
“Bend the Clock”: Una de esas baladas típicas de Dream Theater, que de típicas no tienen nada. Alcanza momento de gran emotividad. El pasaje más contemplativo e introspectivo del álbum que de todos modos encuentra su lugar de manera orgánica.
“The Shadow Man Incident”: Épica y extensa, la más larga de la placa que da un uso perfecto a sus casi veinte minutos de duración. Su desarrollo, los cambios de marcha y esas progresiones de acordes que ya son una marca de la banda están presentes de manera magistral. Un cierre perfecto para el disco, para su idea conceptual y también para el regreso triunfal de Mike Portnoy. Y la frase “Wake Up” sobre el final… nos sugiere que todo fue un sueño.
Parasomnia es un álbum que recupera el foco que Dream Theater necesitaba. Como toda obra compleja demanda mucho del oyente, pero que no tarda en devolver el esfuerzo invertido. Una nueva joya del metal progresivo que tranquilamente podría ser el disco del año, al menos dentro del género, terreno en el cual no tienen quien les haga sombra.
Etiquetas: Dream Theater, Estados Unidos, James LaBrie, metal progresivo, Mike Portnoy