Crudified (2021)
Independiente
1. Crudified
2. Resurrection: Code Masyar
3. Manifestation
4. Portrayal of Divinity
5. Sacrilegious
6. From Crimson to Obsidian
7. Dark Penance
8. Epilogue: Nocturna Paradisum
Aunque sea una ciudad-estado diminuta en el sudeste asiático, Singapur ha dado origen a un par de bandas de metal extremo muy destacadas. Los entendidos en la materia conocerán al trío de grindcore Wormrot, y puede que otros más metidos sepan de los deathmetaleros Rudra o a los brutales blackmetaleros Impiety. Pero antes que todos estos grupos, al menos en el aspecto cronológico, estaban los músicos de Eibon.
La historia de Eibon es larga y complicada, con una variedad de cambios tanto de estilo como de nombre (al menos cuatro nombres anteriores antes del actual, según la misma banda) a lo largo de más de tres décadas de historia. Sin embargo, tantos años de carrera no parecen haberse traducido en una gran cantidad de material, siendo que “Crudified”, nuevo álbum de Eibon editado tanto de manera independiente como a través de Ograsmatron Productions el 1ro de enero último, es apenas su segundo larga duración, sucesor de su trabajo debut “The Garden of Theophrastus” de 1995. Y además, parece que este nuevo álbum estuvo un largo tiempo en desarrollo, con la banda mencionando el álbum ya en 2010. Mejor tarde que nunca, ¿no?
A decir verdad, no sabía qué esperar de parte de Eibon, más que nada por la imagen del grupo: obviamente tienen las tachas y el maquillaje que toda banda de black metal tradicional debe tener, pero ya sea por no tomarse súper en serio o por falta de presupuesto, ésta termina siendo menos “kvlt” y más cerca de algo como Immortal, un tanto más “ridícula”, a falta de una palabra mejor. Pero siendo fan de Immortal, sé que no hay que guiarse por la imagen de una banda para juzgar su calidad, y “Crudified” tiene una variedad de elementos como para demostrar que Eibon son cosa seria al centrarse en su música.
A pesar de que en muchos lados aparezca la etiqueta de “black metal atmosférico”, o similares, para definir el sonido de Eibon, tengo que decir que no veo eso en “Crudified”. Bandas de esa onda como Wolves In The Throne Room, Agalloch o Blut Aus Nord suelen tener un sonido meditativo, frío y melancólico, mientras que las canciones de este nuevo álbum de Eibon son mucho más directas: en varios momentos, los riffs están mucho más cerca del heavy metal más tradicional que del black metal, y la presencia de teclados, efectos de sonido y hasta solos de tinte neoclásico dan lugar a una propuesta mucho más melódica y accesible. Seguro muchos puristas del metal negro ya habrán puesto el grito en el cielo ante esta combinación, e incluso habrá gente que creerá que estoy criticando negativamente a Eibon con esta descripción, pero ese no es el caso: la gracia es que todos estos elementos no suenen fuera de lugar y se encuentren bien ejecutados.
Luego de la introducción que da título al álbum, “Resurrection: Code Masyar” abre con pompa y literales truenos, esto último dando una atmósfera de película Clase B que reaparece en varios momentos del álbum. La canción tiene un ritmo símil locomotora, con una fuerte presencia del doble bombo, que al combinarse con las voces teatrales y las letras extremadamente verbosas, termina sonando como una cruza entre Motörhead y Cradle of Filth.
“Manifestation” y “Portrayal of Divinity” demuestran el uso tanto de voces guturales como de gritos por parte del cantante Shalwend, además de más efectos de casa embrujada que funcionan bastante bien, con excepción de las voces de ardilla que aparecen al final de la segunda, sacándole algunos puntos al resultado final.
“Sacrilegious” es otra canción en el mismo molde, más allá de tener una de las pocas instancias de blastbeats en el álbum, pero que logra destacarse sin tener que compararla. Por otro lado, “From Crimson To Obsidian” abre con una sorpresiva introducción acústica. Y al final, “Epilogue: Nocturna Paradisum” cierra el álbum con una mezcla de percusión, violines sintetizados y guitarras sutiles.
La producción es bastante interesante, con un sonido más “lo-fi” que el del típico álbum de heavy metal pero con cada instrumento teniendo su lugar en la mezcla, e incluso el bajo tiene sus momentos para brillar. Obviamente el uso de efectos como de película siempre es una ruleta, pero nunca terminan estorbando, al usarse muy de vez en cuando. “Crudified” termina siendo un trabajo interesante de parte de estos particulares singapurenses. Tiene varios aspectos que necesitan una buena pulida, y este estilo de riffs heavies tradicionales mezclados con voces extremas puede quedar en el medio de dos tendencias sin satisfacer a quienes sean fans de sólo una de ellas. Pero a pesar de ello es un trabajo que se deja escuchar, con una duración de 35 minutos que permite que no se extienda demasiado. Quienes sean fans de buscar música en escenas musicales no tan conocidas seguro saldrán con una sonrisa.
Crudified (2021)
Independiente
1. Crudified
2. Resurrection: Code Masyar
3. Manifestation
4. Portrayal of Divinity
5. Sacrilegious
6. From Crimson to Obsidian
7. Dark Penance
8. Epilogue: Nocturna Paradisum
Aunque sea una ciudad-estado diminuta en el sudeste asiático, Singapur ha dado origen a un par de bandas de metal extremo muy destacadas. Los entendidos en la materia conocerán al trío de grindcore Wormrot, y puede que otros más metidos sepan de los deathmetaleros Rudra o a los brutales blackmetaleros Impiety. Pero antes que todos estos grupos, al menos en el aspecto cronológico, estaban los músicos de Eibon.
La historia de Eibon es larga y complicada, con una variedad de cambios tanto de estilo como de nombre (al menos cuatro nombres anteriores antes del actual, según la misma banda) a lo largo de más de tres décadas de historia. Sin embargo, tantos años de carrera no parecen haberse traducido en una gran cantidad de material, siendo que “Crudified”, nuevo álbum de Eibon editado tanto de manera independiente como a través de Ograsmatron Productions el 1ro de enero último, es apenas su segundo larga duración, sucesor de su trabajo debut “The Garden of Theophrastus” de 1995. Y además, parece que este nuevo álbum estuvo un largo tiempo en desarrollo, con la banda mencionando el álbum ya en 2010. Mejor tarde que nunca, ¿no?
A decir verdad, no sabía qué esperar de parte de Eibon, más que nada por la imagen del grupo: obviamente tienen las tachas y el maquillaje que toda banda de black metal tradicional debe tener, pero ya sea por no tomarse súper en serio o por falta de presupuesto, ésta termina siendo menos “kvlt” y más cerca de algo como Immortal, un tanto más “ridícula”, a falta de una palabra mejor. Pero siendo fan de Immortal, sé que no hay que guiarse por la imagen de una banda para juzgar su calidad, y “Crudified” tiene una variedad de elementos como para demostrar que Eibon son cosa seria al centrarse en su música.
A pesar de que en muchos lados aparezca la etiqueta de “black metal atmosférico”, o similares, para definir el sonido de Eibon, tengo que decir que no veo eso en “Crudified”. Bandas de esa onda como Wolves In The Throne Room, Agalloch o Blut Aus Nord suelen tener un sonido meditativo, frío y melancólico, mientras que las canciones de este nuevo álbum de Eibon son mucho más directas: en varios momentos, los riffs están mucho más cerca del heavy metal más tradicional que del black metal, y la presencia de teclados, efectos de sonido y hasta solos de tinte neoclásico dan lugar a una propuesta mucho más melódica y accesible. Seguro muchos puristas del metal negro ya habrán puesto el grito en el cielo ante esta combinación, e incluso habrá gente que creerá que estoy criticando negativamente a Eibon con esta descripción, pero ese no es el caso: la gracia es que todos estos elementos no suenen fuera de lugar y se encuentren bien ejecutados.
Luego de la introducción que da título al álbum, “Resurrection: Code Masyar” abre con pompa y literales truenos, esto último dando una atmósfera de película Clase B que reaparece en varios momentos del álbum. La canción tiene un ritmo símil locomotora, con una fuerte presencia del doble bombo, que al combinarse con las voces teatrales y las letras extremadamente verbosas, termina sonando como una cruza entre Motörhead y Cradle of Filth.
“Manifestation” y “Portrayal of Divinity” demuestran el uso tanto de voces guturales como de gritos por parte del cantante Shalwend, además de más efectos de casa embrujada que funcionan bastante bien, con excepción de las voces de ardilla que aparecen al final de la segunda, sacándole algunos puntos al resultado final.
“Sacrilegious” es otra canción en el mismo molde, más allá de tener una de las pocas instancias de blastbeats en el álbum, pero que logra destacarse sin tener que compararla. Por otro lado, “From Crimson To Obsidian” abre con una sorpresiva introducción acústica. Y al final, “Epilogue: Nocturna Paradisum” cierra el álbum con una mezcla de percusión, violines sintetizados y guitarras sutiles.
La producción es bastante interesante, con un sonido más “lo-fi” que el del típico álbum de heavy metal pero con cada instrumento teniendo su lugar en la mezcla, e incluso el bajo tiene sus momentos para brillar. Obviamente el uso de efectos como de película siempre es una ruleta, pero nunca terminan estorbando, al usarse muy de vez en cuando. “Crudified” termina siendo un trabajo interesante de parte de estos particulares singapurenses. Tiene varios aspectos que necesitan una buena pulida, y este estilo de riffs heavies tradicionales mezclados con voces extremas puede quedar en el medio de dos tendencias sin satisfacer a quienes sean fans de sólo una de ellas. Pero a pesar de ello es un trabajo que se deja escuchar, con una duración de 35 minutos que permite que no se extienda demasiado. Quienes sean fans de buscar música en escenas musicales no tan conocidas seguro saldrán con una sonrisa.
Etiquetas: 2021, Black Metal, Eibon, Singapur