Los oriundos de Bélgica, Evil Invaders, presentan su más reciente trabajo discográfico titulado Shattering Reflection, editado por Napalm Records. Con 15 años de trayectoria, la banda cuenta con dos discos previos, Pulses of Pleasure (2015) y Feed Me Violence (2017). La formación para el presente álbum consta de Johannes Van Audenhove (voz y guitarra), Max Mayhem (guitarra), Joeri Van De Schoot (bajo) y Senne Jacobs (batería).

El estilo que propone Evil Invaders, o el que supo mostrar previamente, tiene que ver con el speed metal, con el thrash y con un aura de heavy metal tradicional. Mientras sus discos anteriores hacían énfasis en la pata speed o thrash, este nuevo lanzamiento pone igual o mayor hincapié en lo que es el heavy metal más tradicional. Todo esto sin dejar de lado su esencia, es decir, la velocidad, la melodía y todos los condimentos que la banda supo demostrar y confirmar en la actualidad.

Tres fueron los adelantos, acompañados de videoclips, que la banda lanzó en enero, febrero y marzo. En primer lugar “In Deepest Black”, que ya nos da la pauta, al ser un tema que podría ser considerado una balada, al mejor estilo ochentoso, lo que se describía anteriormente. Elogiar la voz de Van Audenhove es menester, un enorme trabajo con marcadas influencias de grandes figuras como Rob Halford y King Diamond entre otros, pero que supo tomar su propia identidad, logrando así una voz con diferentes estilos y una alta variedad, que se adaptan a todos los climas que la banda propone.

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El segundo tema en ver la luz con su videoclip fue “Sledgehammer Justice” y acá la velocidad se hace presente. Gritos desgarradores, solos frenéticos que llenan vacíos, y una base que no afloja y mantiene la tensión constantemente. Siguiendo esta línea, el tercer tema en ver la luz, y uno de los puntos altos del disco, “Die for Me” aparece con una intro que remite al Judas Priest de los 2000s y que deviene en un riff rápido y ágil y un estribillo que pide a gritos ser entonado en vivo.

La encargada de abrir Shattering Reflection es “Hissing in Crescendo”, un tema de pura cepa speed metal, en la vena de lo que la banda venía haciendo anteriormente, aunque con algunos tintes más melódicos. 

El resto del disco cuenta con joyas como “Forgotten Memories”, una balada con distorsión, épica y desgarradora tanto lírica como musicalmente hablando. Una vez más, el desempeño vocal de Van Audenhove sobresale, no sólo por su capacidad técnica, sino también por saber transmitir desde lo emocional y sentimental. 

“Eternal Darkness” viene a engañarnos con su larga introducción de alrededor de minuto y veinte, en donde todo parecía indicar que se trataría de un tema a medio tiempo, pero que abruptamente se corta el clima con un riff thrashero y así se da comienzo al tema en sí. Lo curioso y la nota de color en este tema, son las guitarras acústicas que aparecen promediando el tema, con un aire de flamenco por ahí, que le suman variedad y originalidad.

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“My World” trata sobre la salud mental, una letra profunda sobre locura y sobre qué ve en su mundo quien canta la canción. Las guitarras de la intro le dan un toque hasta progresivo hasta que aparece la voz. Es un tema en donde se ve otra cara vocal, otra identidad completamente distinta a lo que se venía viendo. Los climas manejados durante la canción encajan perfecto con la letra. 

El disco cierra con “The Circle”, una canción oscura, que expresa tensión, y en donde uno puede imaginarse a la banda ya sea actuando en un videoclip, o bien desempeñándose en vivo, porque no deja de tener cierta teatralización en su esencia.

Un nuevo disco que propone algo más allá de velocidad y riffs. Gran trabajo de Evil Invaders que buscan posicionarse alto en lo que al heavy metal de nuestros días refiere.