Mantis es una nueva banda belga, cuyo Post-Metal empezó a abrirse paso en la escena internacional a fuerza de ser prolíficos en ediciones y shows en vivo. Entrevistamos a su bajista, Filip Tyskens, para saber más sobre el proyecto, el próximo disco y la situación musical y sanitaria en Bélgica
– Antes que nada, quería agradecerte, Filip, por brindarnos esta entrevista. Para empezar, contanos sobre la historia de la banda y sus lanzamientos hasta el momento.
FT: Comenzamos hace unos seis años. En ese entonces, éramos solamente Thomas, Ruben y yo quienes empezamos con la banda. Ya nos conocíamos de otros grupos anteriores y percibimos que nuestra combinación funcionaba bien, así que decidimos escribir temas. Rápidamente logramos tocar en algunos shows y quisimos ver hasta dónde podía llevarnos el proyecto. Desde ese momento, pudimos editar dos EPs y un larga duración llamado “Magnolia”. Nunca hubiéramos imaginado que nuestra música podría llevarnos a tocar en países y escenarios como los que tocamos, y realmente queremos seguir adelante. Desde 2014 hubo algunos cambios de formación, y actualmente Mantis tiene cinco integrantes. Experimentamos con sintetizadores en nuestro segundo EP y eso nos motivó a incluir dos tecladistas: Robin Todde y Thomas Berger.
– Ustedes decidieron tocar música instrumental. ¿Por qué tomaron esa decisión y cuáles son sus influencias?
FT: En verdad no fue una decisión consciente. Empezamos a tocar juntos y nos dimos cuenta de que no había necesidad de voces. Frecuentemente nos preguntan cuándo vamos a conseguir un cantante, pero por ahora, no lo consideramos necesario. Nos parece mejor invertir tiempo en trabajar sobre nuestra música instrumental, que en encontrar un vocalista que encaje en nuestra banda. Por supuesto, tenemos muchas influencias provenientes de grupos instrumentales como And So I Watch You From Afar o Russian Circles, pero esas influencias lo son tanto como las de otros proyectos que sí tienen cantantes. Al final del día, tampoco nos gusta ser etiquetados como “banda instrumental”, como si fuera ese nuestro único rasgo definitorio, pero como la gente requiere de tales categorías, así es como se nos llama.
– ¿Cuál es la categoría que mejor describiría la música de Mantis?
F: Creo que la más acertada sería “Post-Metal”, pero, aun así, hay pasajes en nuestros temas que podrían no ajustarse a esa descripción. Cuando recién comenzamos, a un amigo nuestro se le ocurrió el nombre “pogojazz”, que, al mismo tiempo, dice todo y absolutamente nada sobre la música. Creo que las etiquetas, en un punto, hacen que la gente descarte a priori determinada música. Yo diría que cada persona tiene que escuchar y sacar sus propias conclusiones, basándose en lo que escucha, y no en la categoría atribuida a la música.
– Esa es una idea con lo que estoy de acuerdo. Toda la cuestión de las clasificaciones queda más del lado de la crítica y la industria musicales, así como del público. No obstante, también hay bandas que se identifican fuertemente con ciertas categorías, pero, claramente, no es su caso. Sí veo que, en un período de tiempo relativamente corto, han lanzado varios videos. ¿Cuán importante es para ustedes el aspecto visual como parte de su propuesta?
F: No es algo en lo que pensemos todo el tiempo, pero cuando hay que tomar decisiones sobre la gráfica de los discos, videos, todo lo visual, nos lleva bastante tiempo lograr consensos. Más allá de los videos, nos gusta sumar la dimensión de lo visual a nuestra música. Cuando podamos volver a tocar en vivo, definitivamente vamos a recurrir a eso en escena. Ya lo hemos hecho antes, y realmente funciona.
– Están a punto de editar un nuevo álbum titulado “Glint”. ¿Qué nos podés comentar sobre el proceso creativo detrás del mismo y las diferencias que ustedes pueden encontrar en comparación con sus trabajos anteriores? Pude escuchar el single “Hessian” y me pareció más pesado que su música previa.
F: Comenzamos a trabajar en el disco luego de tocar en vivo “Magnolia”. Básicamente, al principio fue todo lento, pero cuando tuvimos un cronograma para grabar en el estudio, la composición se aceleró y los temas surgieron más rápido. Necesitábamos un poco de presión para terminarlos. Además, los primeros tracks fueron compuestos por nuestro tecladista anterior, Jurgen, así que cuando él dejó la banda, no solamente tuvimos que seguir componiendo nosotros, sino también ayudar al nuevo integrante, Thomas, a acomodarse al conjunto. Él nunca había tocado en un grupo, pero realmente pudo hacer un gran trabajo dominando su rol y agregando más capas a la música. En cuanto a sonar más pesados, realmente intentamos generar mayor dinamismo, porque un señalamiento recurrente que se nos hizo a partir de nuestra música anterior, fue que dependía de los riffs de comienzo a fin. Por eso, creo que esta vez hay más detalles y dinámica, y el aspecto más “pesado” es un resultado de que la banda se volvió más concentrada y consciente acerca del sonido de cada instrumento. Teníamos una mejor idea de cómo queríamos que sonaran los temas en “Glint” y eso puede escucharse en la producción del disco. Aparte, en esta ocasión, un miembro de la banda, Robin Todde, fue co-productor, e hizo un gran trabajo para conseguir un sonido propio.
– Tuve la posibilidad de entrevistar a bandas belgas como Amenra o Sons Of A Wanted Man. ¿Cómo ves la escena musical belga?
F: Hay una gran escena en Bélgica, con muchas bandas underground que están empujando los límites de los distintos géneros, y eso nos hace querer mejorar. En años pasados, tuvimos el placer de colaborar o tocar juntos con grupos como HEISA, All We Expected, Sons Of A Wanted Man, Psychonaut, Brutus, Briqueville, entre otros. Hay mucho apoyo a la música pesada en Bélgica y recomendamos una de las redes de streaming de Studio Brussel, una radio alternativa llamada “Bruut”. Hay mucha calidad sonora en Bélgica.
– ¿Cómo se vieron afectados sus planes con la pandemia de Covid y cómo está la situación en su país?
F: Respondo esto en momentos en que nos dirigimos hacia el segundo confinamiento, lo que implica que ya no podremos ensayar por varias semanas, ni tocar en vivo en lo que resta del año. El nuevo disco saldrá el 27 de noviembre, pero los shows para presentarlo tendrán que posponerse para el año próximo. Es un panorama bastante atemorizante, porque hay total incertidumbre acerca de cuándo podremos volver a realizar conciertos, que es lo que más disfrutamos. Decidimos lanzar el álbum tal como estaba previsto, pero no será con toda la pompa que hubiéramos deseado. Ojalá nuestra música traiga cierto alivio para quienes la escuchen, porque ahora mismo, la situación en Bélgica es alarmante.
– ¿Qué te gustaría decirle a la gente en América Latina y España que todavía no escuchó la música de Mantis?
F: Espero que escuchen nuestra música y nos encantaría que nos contaran qué les parece. ¡Y ojalá podamos tocar allí algún día!
Mantis es una nueva banda belga, cuyo Post-Metal empezó a abrirse paso en la escena internacional a fuerza de ser prolíficos en ediciones y shows en vivo. Entrevistamos a su bajista, Filip Tyskens, para saber más sobre el proyecto, el próximo disco y la situación musical y sanitaria en Bélgica
– Antes que nada, quería agradecerte, Filip, por brindarnos esta entrevista. Para empezar, contanos sobre la historia de la banda y sus lanzamientos hasta el momento.
FT: Comenzamos hace unos seis años. En ese entonces, éramos solamente Thomas, Ruben y yo quienes empezamos con la banda. Ya nos conocíamos de otros grupos anteriores y percibimos que nuestra combinación funcionaba bien, así que decidimos escribir temas. Rápidamente logramos tocar en algunos shows y quisimos ver hasta dónde podía llevarnos el proyecto. Desde ese momento, pudimos editar dos EPs y un larga duración llamado “Magnolia”. Nunca hubiéramos imaginado que nuestra música podría llevarnos a tocar en países y escenarios como los que tocamos, y realmente queremos seguir adelante. Desde 2014 hubo algunos cambios de formación, y actualmente Mantis tiene cinco integrantes. Experimentamos con sintetizadores en nuestro segundo EP y eso nos motivó a incluir dos tecladistas: Robin Todde y Thomas Berger.
– Ustedes decidieron tocar música instrumental. ¿Por qué tomaron esa decisión y cuáles son sus influencias?
FT: En verdad no fue una decisión consciente. Empezamos a tocar juntos y nos dimos cuenta de que no había necesidad de voces. Frecuentemente nos preguntan cuándo vamos a conseguir un cantante, pero por ahora, no lo consideramos necesario. Nos parece mejor invertir tiempo en trabajar sobre nuestra música instrumental, que en encontrar un vocalista que encaje en nuestra banda. Por supuesto, tenemos muchas influencias provenientes de grupos instrumentales como And So I Watch You From Afar o Russian Circles, pero esas influencias lo son tanto como las de otros proyectos que sí tienen cantantes. Al final del día, tampoco nos gusta ser etiquetados como “banda instrumental”, como si fuera ese nuestro único rasgo definitorio, pero como la gente requiere de tales categorías, así es como se nos llama.
– ¿Cuál es la categoría que mejor describiría la música de Mantis?
F: Creo que la más acertada sería “Post-Metal”, pero, aun así, hay pasajes en nuestros temas que podrían no ajustarse a esa descripción. Cuando recién comenzamos, a un amigo nuestro se le ocurrió el nombre “pogojazz”, que, al mismo tiempo, dice todo y absolutamente nada sobre la música. Creo que las etiquetas, en un punto, hacen que la gente descarte a priori determinada música. Yo diría que cada persona tiene que escuchar y sacar sus propias conclusiones, basándose en lo que escucha, y no en la categoría atribuida a la música.
– Esa es una idea con lo que estoy de acuerdo. Toda la cuestión de las clasificaciones queda más del lado de la crítica y la industria musicales, así como del público. No obstante, también hay bandas que se identifican fuertemente con ciertas categorías, pero, claramente, no es su caso. Sí veo que, en un período de tiempo relativamente corto, han lanzado varios videos. ¿Cuán importante es para ustedes el aspecto visual como parte de su propuesta?
F: No es algo en lo que pensemos todo el tiempo, pero cuando hay que tomar decisiones sobre la gráfica de los discos, videos, todo lo visual, nos lleva bastante tiempo lograr consensos. Más allá de los videos, nos gusta sumar la dimensión de lo visual a nuestra música. Cuando podamos volver a tocar en vivo, definitivamente vamos a recurrir a eso en escena. Ya lo hemos hecho antes, y realmente funciona.
– Están a punto de editar un nuevo álbum titulado “Glint”. ¿Qué nos podés comentar sobre el proceso creativo detrás del mismo y las diferencias que ustedes pueden encontrar en comparación con sus trabajos anteriores? Pude escuchar el single “Hessian” y me pareció más pesado que su música previa.
F: Comenzamos a trabajar en el disco luego de tocar en vivo “Magnolia”. Básicamente, al principio fue todo lento, pero cuando tuvimos un cronograma para grabar en el estudio, la composición se aceleró y los temas surgieron más rápido. Necesitábamos un poco de presión para terminarlos. Además, los primeros tracks fueron compuestos por nuestro tecladista anterior, Jurgen, así que cuando él dejó la banda, no solamente tuvimos que seguir componiendo nosotros, sino también ayudar al nuevo integrante, Thomas, a acomodarse al conjunto. Él nunca había tocado en un grupo, pero realmente pudo hacer un gran trabajo dominando su rol y agregando más capas a la música. En cuanto a sonar más pesados, realmente intentamos generar mayor dinamismo, porque un señalamiento recurrente que se nos hizo a partir de nuestra música anterior, fue que dependía de los riffs de comienzo a fin. Por eso, creo que esta vez hay más detalles y dinámica, y el aspecto más “pesado” es un resultado de que la banda se volvió más concentrada y consciente acerca del sonido de cada instrumento. Teníamos una mejor idea de cómo queríamos que sonaran los temas en “Glint” y eso puede escucharse en la producción del disco. Aparte, en esta ocasión, un miembro de la banda, Robin Todde, fue co-productor, e hizo un gran trabajo para conseguir un sonido propio.
– Tuve la posibilidad de entrevistar a bandas belgas como Amenra o Sons Of A Wanted Man. ¿Cómo ves la escena musical belga?
F: Hay una gran escena en Bélgica, con muchas bandas underground que están empujando los límites de los distintos géneros, y eso nos hace querer mejorar. En años pasados, tuvimos el placer de colaborar o tocar juntos con grupos como HEISA, All We Expected, Sons Of A Wanted Man, Psychonaut, Brutus, Briqueville, entre otros. Hay mucho apoyo a la música pesada en Bélgica y recomendamos una de las redes de streaming de Studio Brussel, una radio alternativa llamada “Bruut”. Hay mucha calidad sonora en Bélgica.
– ¿Cómo se vieron afectados sus planes con la pandemia de Covid y cómo está la situación en su país?
F: Respondo esto en momentos en que nos dirigimos hacia el segundo confinamiento, lo que implica que ya no podremos ensayar por varias semanas, ni tocar en vivo en lo que resta del año. El nuevo disco saldrá el 27 de noviembre, pero los shows para presentarlo tendrán que posponerse para el año próximo. Es un panorama bastante atemorizante, porque hay total incertidumbre acerca de cuándo podremos volver a realizar conciertos, que es lo que más disfrutamos. Decidimos lanzar el álbum tal como estaba previsto, pero no será con toda la pompa que hubiéramos deseado. Ojalá nuestra música traiga cierto alivio para quienes la escuchen, porque ahora mismo, la situación en Bélgica es alarmante.
– ¿Qué te gustaría decirle a la gente en América Latina y España que todavía no escuchó la música de Mantis?
F: Espero que escuchen nuestra música y nos encantaría que nos contaran qué les parece. ¡Y ojalá podamos tocar allí algún día!