Están de regreso los alemanes Grave Digger, con su nuevo álbum de estudio Fields of Blood. En esta ocasión la banda continua con: Chris Boltendahl en vocales, Jens Becker (bajo), Axel “Ironfinger” Ritt (guitarra) y Marcus Kniep (batería). Para este, su vigésimo álbum, la grabación, mezcla y masterización fue realizada en los Principal Studios de Alemania, y las guitarras fueron grabadas en Meadow Studios (Babenhausen, Alemania), todo bajo el sello Napalm Records.

Fields of Blood nos trae un sonido conocido, pero a la vez fresco. Son cuarenta años de trabajo arduo para estos teutones, que nunca nos han dejado de sorprender. Para entrar en contexto en la extensa discografía de Grave Digger, hay que decir que tienen una etapa primaria de Heavy Metal clásico y una segunda con fuerte influencia Power y Epic Metal. Es en esta última etapa donde cabalga el álbum Fields of Blood.

En estos 20 álbumes completos, hay dos que llegan hoy como fantasmas del pasado al presente: Tunes of War (1996) y The Clans Will Rise Again (2010). Estas dos piezas son los capítulos anteriores de este nuevo trabajo de los arios. Letras con historias épicas, sonidos que nos remontan a las grandes hazañas de William Wallace. Puedes leer nuestro especial sobre el libertario aquí.

Doce himnos componen Fields of Blood y el primero de ellos es ”The Clansman’s Journey”, un tema instrumental, emotivo, con una hermosa gaita como factor principal que parece dar la fuerza para atacar con garra. ”All for the Kingdom” (Todo por el reino) es una canción cargada de fuerza, rabia y decisión, y es que Grave Digger deja claro con este tema que está más enérgico que nunca. Axel Ritt se juega una guitara castigadora y épica; mientras Chris Boltendahl narra la historia con su particular tono de voz.

A continuación, la banda nos entrega una introducción clásica con el sello Grave Digger en el tema ”Lions of the Sea”. Una vez más, el poder y la fuerza están presentes; una verdadera cascada de sonidos épicos. Jens Becker, Marcus Kniep y Axel Ritt crean el escenario perfecto para una historia perfecta. En seguida nos encontramos con el tema ”Freedom”, es aquí donde Axel Ritt nos ofrece una intro con estilo neoclásico con su hacha, todo un manto sonoro plagado de ricas melodías que cubren uno de los enfrentamientos más importantes en el puente de Stirling, entre escoceses e ingleses. Boltendahl, con su voz recrea magistralmente lo sucedido.

Sin movernos del lugar, continuamos en el corazón de escocia con el tema ”The Heart of Scotland”. Marcus Kniep nos presenta una marcha triunfal en su batería, acompañada con hermosos sonidos de gaita, un tema a medio tiempo con claras influencias de su álbum Tunes of war. Axel Ritt, nos ofrece un esporádico y corto solo de seis cuerdas finalizando el tema, creando una atmósfera de entusiasmo en la canción.

”Thousand Tears”, es la balada del álbum, 4:57min. para una letra triste y dolida. En esta ocasión Grave Digger trae como invitada de lujo a la finlandesa Noora Louhino (Battle Beast), Boltendahl y Louhino son acompañados por la guitarra acústica de Axel Ritt, creando así una hermosa canción. ”Union of the Crown” es un tema más progresivo, con una guitarra 2020, al mejor estilo de Axel Ritt. Boltendahl ofrece una gran versión de si mismo con una vocal agresiva, solos de guitara, Riffs, bombo y cuatro cuerdas en modo denso hacen uno de los temas más creativos del álbum.

”My Final Fight” (Mi lucha final), es el fiel reflejo que la agrupación tiene en este álbum, el ADN de sus inicios. Un tema Heavy Metal con acero, fuerza, coros 80’s, todo un obsequio para los amantes del antiguo estilo de la banda. A continuación, el tema más guitarrero del álbum: ”Gathering of the Clans”, es aquí donde Axel Ritt y Jens Becker plasman su sabiduría en las cuerdas, bajo y guitarra regalándonos una lucha bella, sin cuartel, que sólo logra tranquilizar la gaita, por unos segundos, porque está descarga de cuerdas es hasta el final de la canción.

Arribamos al tema ”Barbarian”, fácilmente esta canción puede pertenecer a los discos Heavy Metal Breakdown (1984) o al Witch Hunter (1985), es un homenaje al sonido Grave Digger de antaño. Todos los instrumentos en sintonía con un Heavy clásico. La voz de Chris Boltendahl es poderosa en este tema.

Ahora, la canción que le da título al álbum: ”Fields of Blood”. Este clan de músicos apuesta a un tema de diez minutos de duración, toda una prueba para ellos. Aquí encontramos una banda atrevida, sin temores, mostrando que a pesar que llevan cuarenta años en la escena del metal mundial, dejan la vara alta a las bandas del momento. Es una mezcla de sonidos actuales en perfecta armonía con el Heavy Metal más ortodoxo, gaitas, guitarra, bajo, batería, coros, acústicos, todo lo deja la banda en un tema digno de elogiar. Después de esta clase de cómo crear un tema con mil matices, la banda se despide con otro instrumental, no tan emotivo como el primer track del álbum, pero sí con una atmósfera de tranquilidad, para aquellos guerreros que perdieron su vida en estos relatos, que narra la banda en el tema ”Requiem for the Fallen”.

Un álbum de colección para los amantes del Metal elaborado, con fiereza y honestidad. Doce temas que, sin lugar a dudas, no defraudarán a los más exigentes fans de la banda.