

El pasado 7 de marzo tuvimos el privilegio de asistir a un explosivo concierto protagonizado por tres potentes bandas de progressive y thrash metal provenientes de Bélgica. El evento tuvo lugar en el recinto Lille Vega, con capacidad para 500 personas, donde la energía y la distorsión se apoderaron de la noche.
La velada comenzó con la banda de thrash y death metal Bark, que cuenta con la participación del argentino Martin Furia en la guitarra rítmica (también integrante de Destruction). Puntualmente a las 20:30, el grupo irrumpió en el escenario con su característico sonido feroz, encendiendo los motores con “Voice of Dog” y “All Hell Breaks Loose”. A pesar de que el público aún estaba algo apático y la sala a media capacidad, los oriundos de Amberes ofrecieron un show demoledor, desatando una descarga de velocidad y furia que les permitió ejecutar un setlist de 10 canciones en apenas media hora.
Incluyeron en su repertorio “Negativist”, tema de su próximo disco, y cerraron con “Mass Lobotomy” y “I Remain Untamed”, logrando que el público, aunque tardío en reaccionar, finalmente se sumara a los coros. Un dato llamativo fue que, a pesar de sus 11 años de trayectoria y cuatro álbumes (próximamente cinco), “BARK” fue la banda encargada de abrir la noche, mientras que las otras dos agrupaciones contaban con menor recorrido.
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Más tarde llegó el turno de Cobra the Impaler, cuya actuación fue sencillamente impecable. A pesar de no contar con un bajista, su sonido limpio, prolijo y bien ajustado demostró una solidez impresionante. Desde el inicio con “Season of the Savage”, el público mostró mayor entusiasmo, al punto de animarse al primer y único stage dive de la noche. Con temas como “Colossal Gods” y “Scorched Earth”, la energía fue en aumento, acompañada por el flujo incesante de cerveza danesa entre los asistentes. Un momento memorable fue cuando Jakob, uno de los guitarristas, recibió un vaso de cerveza en pleno solo, sin perder la concentración en su ejecución.
A nivel técnico, la banda brilló con solos de guitarra magistrales, una base rítmica poderosa y la voz de Manuel Eiremmer, quien supo alternar entre melodías limpias y guturales con una destreza notable. La precisión y cohesión del grupo dejaron en claro por qué su presencia en la escena es cada vez más relevante.
A las 22:30, las luces se atenuaron y llegó el momento más esperado de la noche: el turno de Hippotraktor. Con solo dos álbumes en su haber, la banda ha logrado una creciente popularidad y un potencial indiscutible. Desde el primer acorde de “Renegade”, quedó claro que estábamos ante una presentación de altísimo nivel. Su vocalista y percusionista, Stefan, se destacó con una combinación de voces melódicas y guturales, complementadas con una enérgica presencia escénica.
El repertorio incluyó temas como “Manifest the Mountain”, “God is in the Slumber” y “Stasis”, logrando que la audiencia se sumergiera en una montaña rusa de emociones, oscilando entre la locura descontrolada y momentos de calma introspectiva. El cierre con “Beacons” fue el broche de oro de una noche inolvidable, dejando al público eufórico y con la certeza de que el futuro del progressive metal está en buenas manos.
Sin duda, este evento dejó la vara alta y la promesa de una próxima visita que muchos ya esperan con ansias.
Etiquetas: Bark, Cobra The Impaler, Copenhague, Death Metal, Dinamarca, Groove Metal, Hippotraktor, metal progresivo, Thrash Metal

El pasado 7 de marzo tuvimos el privilegio de asistir a un explosivo concierto protagonizado por tres potentes bandas de progressive y thrash metal provenientes de Bélgica. El evento tuvo lugar en el recinto Lille Vega, con capacidad para 500 personas, donde la energía y la distorsión se apoderaron de la noche.
La velada comenzó con la banda de thrash y death metal Bark, que cuenta con la participación del argentino Martin Furia en la guitarra rítmica (también integrante de Destruction). Puntualmente a las 20:30, el grupo irrumpió en el escenario con su característico sonido feroz, encendiendo los motores con “Voice of Dog” y “All Hell Breaks Loose”. A pesar de que el público aún estaba algo apático y la sala a media capacidad, los oriundos de Amberes ofrecieron un show demoledor, desatando una descarga de velocidad y furia que les permitió ejecutar un setlist de 10 canciones en apenas media hora.
Incluyeron en su repertorio “Negativist”, tema de su próximo disco, y cerraron con “Mass Lobotomy” y “I Remain Untamed”, logrando que el público, aunque tardío en reaccionar, finalmente se sumara a los coros. Un dato llamativo fue que, a pesar de sus 11 años de trayectoria y cuatro álbumes (próximamente cinco), “BARK” fue la banda encargada de abrir la noche, mientras que las otras dos agrupaciones contaban con menor recorrido.
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Más tarde llegó el turno de Cobra the Impaler, cuya actuación fue sencillamente impecable. A pesar de no contar con un bajista, su sonido limpio, prolijo y bien ajustado demostró una solidez impresionante. Desde el inicio con “Season of the Savage”, el público mostró mayor entusiasmo, al punto de animarse al primer y único stage dive de la noche. Con temas como “Colossal Gods” y “Scorched Earth”, la energía fue en aumento, acompañada por el flujo incesante de cerveza danesa entre los asistentes. Un momento memorable fue cuando Jakob, uno de los guitarristas, recibió un vaso de cerveza en pleno solo, sin perder la concentración en su ejecución.
A nivel técnico, la banda brilló con solos de guitarra magistrales, una base rítmica poderosa y la voz de Manuel Eiremmer, quien supo alternar entre melodías limpias y guturales con una destreza notable. La precisión y cohesión del grupo dejaron en claro por qué su presencia en la escena es cada vez más relevante.
A las 22:30, las luces se atenuaron y llegó el momento más esperado de la noche: el turno de Hippotraktor. Con solo dos álbumes en su haber, la banda ha logrado una creciente popularidad y un potencial indiscutible. Desde el primer acorde de “Renegade”, quedó claro que estábamos ante una presentación de altísimo nivel. Su vocalista y percusionista, Stefan, se destacó con una combinación de voces melódicas y guturales, complementadas con una enérgica presencia escénica.
El repertorio incluyó temas como “Manifest the Mountain”, “God is in the Slumber” y “Stasis”, logrando que la audiencia se sumergiera en una montaña rusa de emociones, oscilando entre la locura descontrolada y momentos de calma introspectiva. El cierre con “Beacons” fue el broche de oro de una noche inolvidable, dejando al público eufórico y con la certeza de que el futuro del progressive metal está en buenas manos.
Sin duda, este evento dejó la vara alta y la promesa de una próxima visita que muchos ya esperan con ansias.
Etiquetas: Bark, Cobra The Impaler, Copenhague, Death Metal, Dinamarca, Groove Metal, Hippotraktor, metal progresivo, Thrash Metal