Si uno es constante y no desespera a la larga acaba consiguiendo sus objetivos ya sea a corto o largo plazo, lo importante es no desistir en el intento, esta frase que tantas veces hemos escuchado y nos hemos puesto como lema seguro que se puede aplicar a la hora de hablar de la carrera y de la situación actual de los norteamericanos Ice Nine Kills, quienes acaban de editar su sexto álbum de estudio y sólo en su primera semana de lanzamiento en Estados Unidos han logrado posicionarse en el puesto 18 en el top 200 del Billboard, nada mal para un grupo cuya propuesta dista mucho de los sonidos urbanos de gente como Post Malone o Tinashe así como del Kpop de Itzy o el pop rock de Coldplay y sin embargo ellos han logrado colarse entre todos estos nombres habituales en los primeros lugares de las listas mainstream actuales.

Tras el éxito que supuso su disco anterior The Silver Scream, la banda liderada por Spencer Charnas vuelve a la carga de nuevo con la inspiración del terror como temática principal para sus canciones, las cuales hacen referencia a películas clásicas del género que todos sabreis reconocer y que puede ser el soundtrack perfecto para Halloween.

Tras la habitual introducción, el grupo arremete de forma furiosa con el corte que da título al disco y en donde podemos ver que seguramente estemos ante una de las bandas más interesantes del momento dentro de su escena, mientras los demás están preocupados por sonar lo más parecido posible a Architects o Bury Tomorrow, INK siguen a lo suyo en este corte muy brutal en cuanto a la base rítmica, con unas guitarras más afiladas que el machete de Jason Voorhees en Viernes 13th y con ese toque teatral que tan bien manejan ellos y que echamos de menos en bandas como Motionless In White.

En el segundo corte ya empieza el show dedicado al séptimo arte con la espectacular “A Rash Decision”, un pelotazo melódico y muy agresivo en las voces y que está inspirado en la mítica “Cabin Fever” y que es el tipo de corte que bandas como Fit For A King, Asking Alexandria o incluso MIW desearían hacer actualmente, un ritmo infernal que no te da ni un respiro acompañado de un Spencer pletórico a las voces tanto en las limpias como en las partes gritadas y ciertos arreglos orquestales acaban por redondear un comienzo inmejorable para el nuevo disco de INK.

Cuidado que “Assault & Batteries” podría ser un fijo en cualquier playlist de Halloween que se precie a partir de ahora y es que el corte inspirado ni más ni menos que en la infame “A Child’s Play” (Chucky para los que no pilléis la referencia), es un corte incendiario quizás más directo que los dos temas anteriores y con un solo de guitarra bastante inspirado sumado a una base rítmica que invita al pogo tanto como al dichoso muñeco por un pasillo buscando a su siguiente víctima.

La siguiente en hacer acto de presencia es la intensa “The Shower Scene” que me imagino que no hace falta ni aclarar a que hace referencia pero por las dudas, si INK le dedican esta pieza a una de las óperas magnas del cine de terror como es “Psycho” (Psicosis, en español) del mítico Alfred Hitchcock y lo cierto es que sigue más o menos la fórmula de las tres piezas anteriores pero quizás sea algo más melódica sobre todo en el estribillo en donde Spencer brilla por encima de la base rítmica y todo apunta a que será uno de los himnos del disco.

La agresividad de INK vuelve de la mano de “Funeral Derangements”, pieza inspirada en la mítica película y libro “Pet Semetary” (Cementerio de animales, obra impresionante que escribió Stephen King) y aquí se pueden ver coqueteos con el metalcore moderno, parecido a lo que hacen actualmente Motionless In White o Betraying The Martyrs pero bastante más completo y concreto, con una base bastante oscura que se contrapone a las partes melódicas creando un ambiente bastante interesante para el tema.

La banda sorprende hacia la mitad del disco primero con la alternativa “Rainy Day” (en homenaje a “Resident Evil“), que podría pasar por un corte tanto de Atreyu o Escape The Fate como por uno de We Came As Romans, si es que hay alguna diferencia hoy en día entre estas bandas, pero curiosamente aquí funciona ya que oxigena al disco de algunas piezas bastante parecidas entre sí antes de llegar a esta, lo cual es todo un acierto y da paso a las colaboraciones del disco que cuidado los nombres que hay aquí presentes.

Arrancamos el bloque con “Hip To Be Scared”, un corte que rinde homenaje a una de las mejores películas de terror contemporáneo de comienzos del siglo XXI como es “American Psycho” y en la cual cuentan con la colaboración de Jacoby Shadixx, vocalista y líder de Papa Roach quien hace una labor bestial hacia el final de la canción y al igual que el filme al que se le rinde tributo, la canción es una montaña rusa sonora, con partes propias del post-hardcore, un mini segmento que es totalmente punk rock y un comienzo bastante pausado hacen de esta una de las piezas más originales del álbum.

Ahora quizás llega la colaboración más brutal del disco y seguramente la más inesperada y es que en “Take Your Pick”, con guiño a “My Bloody Valentine“, la banda ha contado con la ayuda ni más ni menos del señor George Fisher, si señores el mismísimo vocalista de Cannibal Corpse ha prestado su voz endiablada para seguramente el corte más bruto del disco y lo cierto es que encaja a la perfección con Spencer, siendo un bombazo espectacular que en directo puede sonar aún mejor y acaba por redondearse con un notable y efectivo solo de guitarra que invita al mosh y al headbanging sin dudarlo ni un segundo.

La popular “Hellraiser” tiene su mencion especial en “The Box” y curiosamente las colaboraciones nos dan una de cal y una de arena y es que mientras la parte de Brandon Saller (voz de Atreyu) destaca por la personal voz que tiene, siendo justos Ryan Kirby (voz de Fit For A King) pasa bastante desapercibido en el aspecto melódico y quizás remonte un poquito en los screams pero no alcanza para que esta sea una de las piezas menos redondas del disco, aunque mantiene un nivel correcto y seguro que con las escuchas va sumando puntos.

El bloque se cierra con “F.L.Y.” (en honor a la película “The Fly” de 1986) y sorprende o quizás no tanto el aporte que hace Buddy Nielsen, voz y líder de Senses Fail a la canción ya que a pesar de tener un tono bastante más agudo al de Spencer, los dos supieron empastar bien las voces y hacen un corte muy notable y seguramente el que tenga más post-hardcore dentro del disco y que nos lleva a otras épocas en donde este estilo sonaba por todos lados y muchos de nosotros crecimos influenciados por el mismo.

El disco va llegando a su fin pero no sin antes dar un último zarpazo y esto es mediante la oscura y agresiva “Würst Vacaction”, donde se rinde homenaje a “Hostel” y presenta cierto coqueteo con el sonido metalcore industrial que practican formaciones como MIW y lo cierto es que es un auténtico pelotazo que quizás necesite alguna escucha de más pero en cuanto le pilles el punto te acabará conquistando. Como nota curiosa decir que hay ciertas palabras en alemán y lo cierto es que Spencer suena bien en esta lengua a pesar de no ser un nativo de estas tierras.

“Ex Mørtis”, el corte dedicado a  “Evil Dead” es una pieza bastante interesante ya que combina el sonido habitual de la banda, con partes muy agresivas y teatrales y destacamos la presencia de los teclados que le dan una atmósfera diferente a lo que nos tienen acostumbrados, podría ser una puerta hacia nuevos sonidos para la banda.

El disco se cierra con “Farewell II Flesh”, dedicada a una de las pelis de terror más icónicas de todos los tiempos como es “Candyman“y lo hacen a modo de un corte explosivo que quizás resuma todas las virtudes del disco y hagan que el oyente permanezca atento a pesar de llevar varias canciones a sus espaldas, destacamos el puente brutal y los breakdowns que tiene la pieza y que seguro ganan en intensidad aún más a la hora de trasladar la canción al directo.

Para resumir, no es suerte ni es que el gancho de las pelis de terror haya otorgado por fin a Ice Nine Kills el éxito que merece, son los años y años de trabajo, las giras en furgoneta, estar horas en los festivales pasando el disco a la gente en el puesto de merch para que les dieran una escucha y sobre todo las canciones, porque puede que las referencias cinematográficas juegen a su favor, pero la realidad es que aquí hay 14 canciones notables que encajan todas entre si de manera perfecta y hacen de este disco uno de los mejores del año, justificando de forma contundente el momento dorado que están viviendo Ice Nine Kills y que se han ganado a pulso.