Por segundo año consecutivo, Barcelona tuvo la hermosa oportunidad de recibir a una de las bandas más icónicas de la historia del heavy metal: Iron Maiden. La emoción y expectativa de la gente que llegaba al lugar se hacía notar a medida que nos acercábamos, con gente que venía de otras partes del mundo también y por supuesto de negro y con un Eddie en el pecho o en la espalda. La ciudad se preparaba para una noche inolvidable bajo el marco de la gira The Future Past, una clara fusión de nuevo y clásico material.
Los míticos británicos eligieron para esta gira recintos más íntimos, cerrados que los estadios habituales, y en Barcelona, el lugar elegido fue Palau Sant Jordi, que, para sorpresa de nadie, fue sold out, congregando a una multitud de 17 mil almas metaleras.
Con un sonido impecable, impoluto y realzado por la poco común acústica del lugar, Iron Maiden entregó un show épico de dos horas compuesto por 15 temas cuidadosamente seleccionados.
21 en punto y llegaba el final de “Doctor Doctor” de UFO, para que se venga con todo la doncella, empezando con la potente “Caught Somewhere in Time” seguida por “Stranger in a Strange Land”, mientras las pantallas y un espectáculo de rayos láser iluminaban el escenario con sobriedad y elegancia. Energía arriba continuaron con “The Writing on the Wall”, “Days of Future Past”, “The Time Machine”, y “The Prisoner”, dejando a todos totalmente transpirados y felices, bajo una temperatura veraniega altísima. En un paréntesis muy emotivo, Bruce Dickinson reflexionó sobre el pueblo celta, encontrando similitudes con la cultura y tradiciones catalanas, y preparando el terreno para “Death of the Celts”.
Y luego llegaban los clásicos para que estalle el lugar: “Can I Play With Madness?”, seguidos por una tremenda interpretación de “Heaven Can Wait” y una puesta en escena excelente donde Bruce se enfrenta, con armas que lanzaban fuego, contra un “Eddie”. Continuaron con la esperadísima “Alexander the Great”, canción nunca interpretada en vivo por Iron Maiden hasta esta gira.
Avanzado el show, llegaba la magia del coro unificado que resonaba en todo el Palau Sant Jordi con los himnos infaltables “Fear of the Dark” y “Iron Maiden”.
Pausa mediante, llegó el momento del encore con “Hell on Earth” y 2 enormes, clásicos de despedida: “The Trooper” y “Wasted Years”.
Una vez más, Iron Maiden demostró por qué sigue siendo la leyenda indiscutible del heavy metal, manteniéndose vigente y entregando perfección a sus seguidores, sin importar los años que pasen.
Otra noche inolvidable de Maiden, y estuvimos presentes ¡Up the Irons! 🤘
Cortesía MariskalRock.com
Por segundo año consecutivo, Barcelona tuvo la hermosa oportunidad de recibir a una de las bandas más icónicas de la historia del heavy metal: Iron Maiden. La emoción y expectativa de la gente que llegaba al lugar se hacía notar a medida que nos acercábamos, con gente que venía de otras partes del mundo también y por supuesto de negro y con un Eddie en el pecho o en la espalda. La ciudad se preparaba para una noche inolvidable bajo el marco de la gira The Future Past, una clara fusión de nuevo y clásico material.
Los míticos británicos eligieron para esta gira recintos más íntimos, cerrados que los estadios habituales, y en Barcelona, el lugar elegido fue Palau Sant Jordi, que, para sorpresa de nadie, fue sold out, congregando a una multitud de 17 mil almas metaleras.
Con un sonido impecable, impoluto y realzado por la poco común acústica del lugar, Iron Maiden entregó un show épico de dos horas compuesto por 15 temas cuidadosamente seleccionados.
21 en punto y llegaba el final de “Doctor Doctor” de UFO, para que se venga con todo la doncella, empezando con la potente “Caught Somewhere in Time” seguida por “Stranger in a Strange Land”, mientras las pantallas y un espectáculo de rayos láser iluminaban el escenario con sobriedad y elegancia. Energía arriba continuaron con “The Writing on the Wall”, “Days of Future Past”, “The Time Machine”, y “The Prisoner”, dejando a todos totalmente transpirados y felices, bajo una temperatura veraniega altísima. En un paréntesis muy emotivo, Bruce Dickinson reflexionó sobre el pueblo celta, encontrando similitudes con la cultura y tradiciones catalanas, y preparando el terreno para “Death of the Celts”.
Y luego llegaban los clásicos para que estalle el lugar: “Can I Play With Madness?”, seguidos por una tremenda interpretación de “Heaven Can Wait” y una puesta en escena excelente donde Bruce se enfrenta, con armas que lanzaban fuego, contra un “Eddie”. Continuaron con la esperadísima “Alexander the Great”, canción nunca interpretada en vivo por Iron Maiden hasta esta gira.
Avanzado el show, llegaba la magia del coro unificado que resonaba en todo el Palau Sant Jordi con los himnos infaltables “Fear of the Dark” y “Iron Maiden”.
Pausa mediante, llegó el momento del encore con “Hell on Earth” y 2 enormes, clásicos de despedida: “The Trooper” y “Wasted Years”.
Una vez más, Iron Maiden demostró por qué sigue siendo la leyenda indiscutible del heavy metal, manteniéndose vigente y entregando perfección a sus seguidores, sin importar los años que pasen.
Otra noche inolvidable de Maiden, y estuvimos presentes ¡Up the Irons! 🤘
Cortesía MariskalRock.com