

Conversamos con el vocalista de Avatar, Johannes Eckerström, sobre el proceso creativo del nuevo álbum de la banda, su evolución musical, la estética de los conciertos y su conexión con el cine de terror. Desde Finlandia, donde reside hace más de una década, Johannes comparte su visión artística y filosófica sobre la música, la autenticidad y la emoción detrás del metal.
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Hola Johannes, ¡gracias por tu tiempo! Vamos a hablar de su nuevo álbum, que saldrá dentro de poco. Para comenzar: ¿cómo fue el proceso de composición de este nuevo trabajo?
Creo que fue una evolución natural de nuestro trabajo conjunto. Hay ciertos elementos que se mantienen, pero siempre dejamos mucho espacio para experimentar. Como dice nuestro productor Jay Rustin, somos la banda más democrática con la que ha trabajado. Eso significa que todos participamos activamente. Aunque algunos solemos iniciar ideas —Jonas, Tim y yo—, lo que realmente transforma una canción en algo propio de Avatar es el trabajo colectivo.
No tenemos reglas estrictas sobre el sonido, más allá de que lo toquemos nosotros y que sea, de alguna manera, metal. Nuestro enfoque es más parecido al de The Beatles que al de AC/DC: nos gusta explorar, cambiar, descubrir. En este álbum, el proceso fue más intuitivo, dejando que las ideas maduraran en el subconsciente. Muchas letras nacieron de recuerdos y sueños. Confié en que, al final, cobrarían sentido, y así fue. Es un proceso muy sincero, una búsqueda constante de autenticidad.
Eso se nota mucho. Tus canciones suelen empezar de una forma y terminar de otra completamente distinta. Además, cada álbum tiene un sonido único. He leído que en otros discos solías viajar para buscar inspiración. ¿Siguió siendo así esta vez?
En parte sí. A veces nos gusta reunirnos en una cabaña, aislarnos unos días, y trabajar juntos en un entorno tranquilo. Esas experiencias son muy creativas. No es que viaje específicamente para componer, pero esos entornos ayudan mucho. Cuando nos juntamos, muchas ideas ya están encaminadas, pero el ambiente inspira nuevas canciones. Diría que el viaje no es tanto físico, sino más bien una forma de alejarnos del ruido y enfocarnos.
¿Sentiste algún desafío especial en este proceso comparado con el álbum anterior?
Siempre es un desafío, y lo buscamos a propósito. Queremos aprender algo nuevo cada vez. Nos gusta sentirnos principiantes en algo con cada álbum, lo cual se vuelve más difícil con los años, pero también más emocionante. Lo importante es asegurarnos de que la música nos emocione y aporte algo nuevo a lo que ya hemos hecho.
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Cada álbum de Avatar tiene una estética distinta, tanto musical como visual. ¿Qué podemos esperar de esta nueva etapa?
En el escenario nos estamos inclinando más hacia la idea del “circo metalero”, visualmente hablando. Hemos incorporado tecnología con elementos móviles controlados, lo que nos permite una producción más avanzada. Además, estamos tocando en recintos más grandes, lo que nos da más espacio para un espectáculo visual más potente. El show se dividirá en tres partes: un tercio con material nuevo, otro con canciones poco tocadas o sorpresas, y otro con nuestros clásicos. Queremos que cada tema tenga su momento y que el público sienta una verdadera conexión con nosotros.
He visto videos de tus conciertos, especialmente en Argentina, y la interacción con el público es increíble. Lamentablemente aún no los he visto en vivo, pero planeo ir al show en Copenhague en febrero.
¡Perfecto! Tendremos tiempo para preparar algo especial para esa gira.
Aunque su música es muy versátil, siento que los sencillos de este álbum tienen un enfoque más épico, incluso con toques folk. ¿El resto del álbum sigue esa línea?
Diría que es un álbum muy melódico, más que los anteriores, especialmente en lo vocal. Tiene sus momentos extremos, por supuesto, pero las melodías son muy ricas. Hay influencias de muchos lugares: algunas canciones tienen toques persas, ritmos latinos o acordes inspirados en música balcánica. Es un trabajo muy cosmopolita.
Cuando hablas de lo épico, pienso en bandas como Blind Guardian.
¡Claro! Soy gran fan de Blind Guardian. De niño comencé con Helloween, luego Blind Guardian, Rhapsody, y más tarde me adentré en el death y black metal. También tengo una gran influencia de los años 60 y 70: Black Sabbath, The Beatles, entre otros. Todo eso se mezcla en nuestra música.
Para mí, un buen riff no solo depende de la guitarra, sino del ritmo correcto. Cuando lo logras, te transporta a otro lugar: puede ser el infierno, un campo de batalla, o incluso un paisaje marítimo. Esa sensación cinematográfica es esencial; muchas canciones nacen de imágenes mentales, de una especie de película que se proyecta en mi cabeza.
Hablando de imágenes, ¿este álbum tiene un concepto detrás?
No exactamente. Más que un concepto narrativo, hay un enfoque en el método. Después de álbumes conceptuales como Feathers & Flesh y Avatar Country, esta vez quisimos dejar fluir las cosas con más libertad. La mitad de las canciones nacen del subconsciente, de sueños y recuerdos, sin preocuparnos tanto por su significado inmediato. Al final, todo cobró sentido: hay un hilo conductor en mantener vivos los sueños y la mirada interior.
La portada del disco me llamó mucho la atención, con esa atmósfera misteriosa y oscura. Parece inspirada en el cine de terror, ¿fue intencional?
En parte sí. Surgió de forma bastante natural. Estábamos experimentando con luces y globos en el bosque, y surgió esa imagen inquietante. Hay una clara influencia de películas como The Shining o The Blair Witch Project. Me fascina esa sensación de girar una esquina y encontrar algo inesperado y aterrador.
Además, creo que el terror es un género muy saludable. Nos enseña empatía, porque para que algo te asuste, primero tiene que importarte lo que le pasa al personaje. Las mejores películas de terror te hacen preocuparte por alguien antes de asustarte. En ese sentido, es más humano que muchas películas de superhéroes.
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Totalmente de acuerdo. Quería preguntarte sobre tu voz. Tienes un rango muy amplio, desde guturales profundos hasta tonos muy limpios. ¿Cómo trabajas esa versatilidad?
Lo principal es la técnica y la constancia. Llevo muchos años entrenando, haciendo calentamientos vocales clásicos, respiración y escalas. En este álbum exploré más mi registro limpio y grave. También usamos coros reales en varias canciones, como “Captain Goat”. Me gusta aprender algo nuevo en cada disco, también en lo vocal.
Excelente. Para finalizar, ¿qué esperas que sienta el público al escuchar este álbum?
Cada oyente encontrará su propio significado, y eso es lo hermoso. Solo espero que logremos conectar emocionalmente. Si la música inspira a la gente a unirse, a crear, a sentir, entonces habremos cumplido nuestro objetivo.
Etiquetas: Alternative Metal, Avatar, Johannes Eckerström, Melodic Death Metal, Metalcore


Conversamos con el vocalista de Avatar, Johannes Eckerström, sobre el proceso creativo del nuevo álbum de la banda, su evolución musical, la estética de los conciertos y su conexión con el cine de terror. Desde Finlandia, donde reside hace más de una década, Johannes comparte su visión artística y filosófica sobre la música, la autenticidad y la emoción detrás del metal.
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Hola Johannes, ¡gracias por tu tiempo! Vamos a hablar de su nuevo álbum, que saldrá dentro de poco. Para comenzar: ¿cómo fue el proceso de composición de este nuevo trabajo?
Creo que fue una evolución natural de nuestro trabajo conjunto. Hay ciertos elementos que se mantienen, pero siempre dejamos mucho espacio para experimentar. Como dice nuestro productor Jay Rustin, somos la banda más democrática con la que ha trabajado. Eso significa que todos participamos activamente. Aunque algunos solemos iniciar ideas —Jonas, Tim y yo—, lo que realmente transforma una canción en algo propio de Avatar es el trabajo colectivo.
No tenemos reglas estrictas sobre el sonido, más allá de que lo toquemos nosotros y que sea, de alguna manera, metal. Nuestro enfoque es más parecido al de The Beatles que al de AC/DC: nos gusta explorar, cambiar, descubrir. En este álbum, el proceso fue más intuitivo, dejando que las ideas maduraran en el subconsciente. Muchas letras nacieron de recuerdos y sueños. Confié en que, al final, cobrarían sentido, y así fue. Es un proceso muy sincero, una búsqueda constante de autenticidad.
Eso se nota mucho. Tus canciones suelen empezar de una forma y terminar de otra completamente distinta. Además, cada álbum tiene un sonido único. He leído que en otros discos solías viajar para buscar inspiración. ¿Siguió siendo así esta vez?
En parte sí. A veces nos gusta reunirnos en una cabaña, aislarnos unos días, y trabajar juntos en un entorno tranquilo. Esas experiencias son muy creativas. No es que viaje específicamente para componer, pero esos entornos ayudan mucho. Cuando nos juntamos, muchas ideas ya están encaminadas, pero el ambiente inspira nuevas canciones. Diría que el viaje no es tanto físico, sino más bien una forma de alejarnos del ruido y enfocarnos.
¿Sentiste algún desafío especial en este proceso comparado con el álbum anterior?
Siempre es un desafío, y lo buscamos a propósito. Queremos aprender algo nuevo cada vez. Nos gusta sentirnos principiantes en algo con cada álbum, lo cual se vuelve más difícil con los años, pero también más emocionante. Lo importante es asegurarnos de que la música nos emocione y aporte algo nuevo a lo que ya hemos hecho.
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Cada álbum de Avatar tiene una estética distinta, tanto musical como visual. ¿Qué podemos esperar de esta nueva etapa?
En el escenario nos estamos inclinando más hacia la idea del “circo metalero”, visualmente hablando. Hemos incorporado tecnología con elementos móviles controlados, lo que nos permite una producción más avanzada. Además, estamos tocando en recintos más grandes, lo que nos da más espacio para un espectáculo visual más potente. El show se dividirá en tres partes: un tercio con material nuevo, otro con canciones poco tocadas o sorpresas, y otro con nuestros clásicos. Queremos que cada tema tenga su momento y que el público sienta una verdadera conexión con nosotros.
He visto videos de tus conciertos, especialmente en Argentina, y la interacción con el público es increíble. Lamentablemente aún no los he visto en vivo, pero planeo ir al show en Copenhague en febrero.
¡Perfecto! Tendremos tiempo para preparar algo especial para esa gira.
Aunque su música es muy versátil, siento que los sencillos de este álbum tienen un enfoque más épico, incluso con toques folk. ¿El resto del álbum sigue esa línea?
Diría que es un álbum muy melódico, más que los anteriores, especialmente en lo vocal. Tiene sus momentos extremos, por supuesto, pero las melodías son muy ricas. Hay influencias de muchos lugares: algunas canciones tienen toques persas, ritmos latinos o acordes inspirados en música balcánica. Es un trabajo muy cosmopolita.
Cuando hablas de lo épico, pienso en bandas como Blind Guardian.
¡Claro! Soy gran fan de Blind Guardian. De niño comencé con Helloween, luego Blind Guardian, Rhapsody, y más tarde me adentré en el death y black metal. También tengo una gran influencia de los años 60 y 70: Black Sabbath, The Beatles, entre otros. Todo eso se mezcla en nuestra música.
Para mí, un buen riff no solo depende de la guitarra, sino del ritmo correcto. Cuando lo logras, te transporta a otro lugar: puede ser el infierno, un campo de batalla, o incluso un paisaje marítimo. Esa sensación cinematográfica es esencial; muchas canciones nacen de imágenes mentales, de una especie de película que se proyecta en mi cabeza.
Hablando de imágenes, ¿este álbum tiene un concepto detrás?
No exactamente. Más que un concepto narrativo, hay un enfoque en el método. Después de álbumes conceptuales como Feathers & Flesh y Avatar Country, esta vez quisimos dejar fluir las cosas con más libertad. La mitad de las canciones nacen del subconsciente, de sueños y recuerdos, sin preocuparnos tanto por su significado inmediato. Al final, todo cobró sentido: hay un hilo conductor en mantener vivos los sueños y la mirada interior.
La portada del disco me llamó mucho la atención, con esa atmósfera misteriosa y oscura. Parece inspirada en el cine de terror, ¿fue intencional?
En parte sí. Surgió de forma bastante natural. Estábamos experimentando con luces y globos en el bosque, y surgió esa imagen inquietante. Hay una clara influencia de películas como The Shining o The Blair Witch Project. Me fascina esa sensación de girar una esquina y encontrar algo inesperado y aterrador.
Además, creo que el terror es un género muy saludable. Nos enseña empatía, porque para que algo te asuste, primero tiene que importarte lo que le pasa al personaje. Las mejores películas de terror te hacen preocuparte por alguien antes de asustarte. En ese sentido, es más humano que muchas películas de superhéroes.
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Totalmente de acuerdo. Quería preguntarte sobre tu voz. Tienes un rango muy amplio, desde guturales profundos hasta tonos muy limpios. ¿Cómo trabajas esa versatilidad?
Lo principal es la técnica y la constancia. Llevo muchos años entrenando, haciendo calentamientos vocales clásicos, respiración y escalas. En este álbum exploré más mi registro limpio y grave. También usamos coros reales en varias canciones, como “Captain Goat”. Me gusta aprender algo nuevo en cada disco, también en lo vocal.
Excelente. Para finalizar, ¿qué esperas que sienta el público al escuchar este álbum?
Cada oyente encontrará su propio significado, y eso es lo hermoso. Solo espero que logremos conectar emocionalmente. Si la música inspira a la gente a unirse, a crear, a sentir, entonces habremos cumplido nuestro objetivo.
Etiquetas: Alternative Metal, Avatar, Johannes Eckerström, Melodic Death Metal, Metalcore







