Ridiculous and Full of Blood (2024)
Red Creek
1. Not Enough
2. Supernatural
3. The Ash
4. Thin Skin
5. End of the World
6. Silver Dollars
7. Kids
8. The Lighthouse
9. Blast
10. Seven Days
Debo admitir que no sabía de la existencia de esta artista antes de su disco en colaboración con Cult of Luna, titulado “Mariner” (2019). En ese momento, si bien ese trabajo me sorprendió, no pensé que fuera la semilla de algo que fuera a prosperar, solo se me ocurrió compararlo con el álbum de Neurosis con Jarboe (2003) y el de Converge con Chelsea Wolfe (2021). Sin embargo, ahora que sale “Ridiculous and Full of Blood”, editado a través del sello creado por Johannes Persson, líder de Cult of Luna, entiendo que se formó una conexión trascendente, más aún si consideramos que dicho guitarrista y cantante también forma parte de la banda de Julie.
Cuando salió “Mariner” tuve que investigar acerca de esta misteriosa mujer, y descubrí que provenía de un grupo de Brooklyn llamado Made Out of Babies, que no duró mucho tiempo, pero su post-metal con toques de post-rock les valió ser editados por Neurot Recordings, el sello de los legendarios Neurosis. También integró otro fugaz proyecto en una veta similar, Battle of Mice, nuevamente lanzado por el mismo sello. En una tercera aventura, Spylacopa, la encontramos cooperando con Greg Puciato de The Dillinger Escape Plan y Jeff Caxide de Isis, siempre en territorios bastante vanguardistas.
Su primer disco solista fue “The Bad Wife” (2010) y ahora nos ofrece esta segunda entrega que la consolida como una figura con peso específico en el panorama de la música pesada con tendencias experimentales. Su estilo es muy personal, con un registro vocal particularmente agudo, de efímeros destellos casi infantiles, que la hacen sonar como una mezcla entre Björk y Cyndi Lauper, enfatizando los rasgos que hacen lucir a estas estrellas como íconos con cierta “inestabilidad emocional” y creo que a eso apunta Julie. La portada del disco es un retrato de ella sonriendo con el rostro cubierto de sangre, reminiscente de la escena de Marilyn Burns escapando en la camioneta en “The Texas Chainsaw Massacre” (1974).
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“Not Enough” es un comienzo de un lento y estridente in crescendo, donde ya volvemos a encontrarnos con ese histrionismo tan propio, y esa predilección por oscilar entre los gritos punzantes o corrosivos, y el canto más dulce. “Supernatural” es, en mi opinión, la mejor canción del álbum, junto con “End of the World”. Tiene un estribillo que perfora el cerebro y allí se aloja todo el tiempo que quiera. A los earworms no les afecta la voluntad humana. Las líneas de guitarra de Persson son maravillosas, tal como en Cult of Luna. “The Ash” tiene un principio a pura disonancia, cacofonía y acoples. El ritmo baja notablemente, todo es muy pesado, una muestra del sludge más atrevido. La mezcla es magistral, dejando que cada instrumento suene impactante y Julie pueda expresarse agresivamente cuando lo desea. Hablando de locura, los coros que irrumpen le dan a todo un halo bastante bizarro y las letras ayudan a profundizar esa impresión.
“Thin Skin” es tan simple y directa como aplastante, con un estilo que recuerda al metal alternativo de los 90’s. Una explosión que libera cantidades atroces de energía. Y llega la ya mencionada “End of the World”, en la que Persson no solamente toca la guitarra, sino que también participa con su poderosa voz. Es una de las canciones más extensas del disco y, como ya dije, uno de los puntos más altos en cuanto a la calidad compositiva. No sé qué rol tuvo Persson en la creación de la música de Julie, pero su toque singular, que es la marca registrada de Cult of Luna, se hace notar en muchos tramos de este álbum. Nos hallamos ante otro estribillo hermoso, aunque en esta ocasión, mucho más melancólico.
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En “Silver Dollars” el bajo suena imponente, en los cimientos de una estructura construida con actitud noise rock. “Kids” es donde Julie más se parece a Björk, en un track que tiene ecos de “Hyperballad”. Luego, “The Lighthouse”, plagada de misterio, vuelve a darle protagonismo al bajo, y también al sintetizador, con guitarras sutiles y etéreas hasta que arremeten los estallidos. Aquí vale la pena aclarar que, más allá de su despliegue vocal en “End of the World”, Persson colabora en los coros de varias canciones.
“Blast” refuerza el aspecto delirante del disco, con ese ímpetu de asesino serial traumado en la infancia, y llega el final con “Seven Days”, un giro completo en comparación con el track anterior, que amablemente nos introduce en una atmósfera angustiante. Creo que “Ridiculous and Full of Blood” es un trabajo excelente, para escuchar con mucha atención y sin prejuicios. Suban el volumen y déjense llevar.
Ridiculous and Full of Blood (2024)
Red Creek
1. Not Enough
2. Supernatural
3. The Ash
4. Thin Skin
5. End of the World
6. Silver Dollars
7. Kids
8. The Lighthouse
9. Blast
10. Seven Days
Debo admitir que no sabía de la existencia de esta artista antes de su disco en colaboración con Cult of Luna, titulado “Mariner” (2019). En ese momento, si bien ese trabajo me sorprendió, no pensé que fuera la semilla de algo que fuera a prosperar, solo se me ocurrió compararlo con el álbum de Neurosis con Jarboe (2003) y el de Converge con Chelsea Wolfe (2021). Sin embargo, ahora que sale “Ridiculous and Full of Blood”, editado a través del sello creado por Johannes Persson, líder de Cult of Luna, entiendo que se formó una conexión trascendente, más aún si consideramos que dicho guitarrista y cantante también forma parte de la banda de Julie.
Cuando salió “Mariner” tuve que investigar acerca de esta misteriosa mujer, y descubrí que provenía de un grupo de Brooklyn llamado Made Out of Babies, que no duró mucho tiempo, pero su post-metal con toques de post-rock les valió ser editados por Neurot Recordings, el sello de los legendarios Neurosis. También integró otro fugaz proyecto en una veta similar, Battle of Mice, nuevamente lanzado por el mismo sello. En una tercera aventura, Spylacopa, la encontramos cooperando con Greg Puciato de The Dillinger Escape Plan y Jeff Caxide de Isis, siempre en territorios bastante vanguardistas.
Su primer disco solista fue “The Bad Wife” (2010) y ahora nos ofrece esta segunda entrega que la consolida como una figura con peso específico en el panorama de la música pesada con tendencias experimentales. Su estilo es muy personal, con un registro vocal particularmente agudo, de efímeros destellos casi infantiles, que la hacen sonar como una mezcla entre Björk y Cyndi Lauper, enfatizando los rasgos que hacen lucir a estas estrellas como íconos con cierta “inestabilidad emocional” y creo que a eso apunta Julie. La portada del disco es un retrato de ella sonriendo con el rostro cubierto de sangre, reminiscente de la escena de Marilyn Burns escapando en la camioneta en “The Texas Chainsaw Massacre” (1974).
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“Not Enough” es un comienzo de un lento y estridente in crescendo, donde ya volvemos a encontrarnos con ese histrionismo tan propio, y esa predilección por oscilar entre los gritos punzantes o corrosivos, y el canto más dulce. “Supernatural” es, en mi opinión, la mejor canción del álbum, junto con “End of the World”. Tiene un estribillo que perfora el cerebro y allí se aloja todo el tiempo que quiera. A los earworms no les afecta la voluntad humana. Las líneas de guitarra de Persson son maravillosas, tal como en Cult of Luna. “The Ash” tiene un principio a pura disonancia, cacofonía y acoples. El ritmo baja notablemente, todo es muy pesado, una muestra del sludge más atrevido. La mezcla es magistral, dejando que cada instrumento suene impactante y Julie pueda expresarse agresivamente cuando lo desea. Hablando de locura, los coros que irrumpen le dan a todo un halo bastante bizarro y las letras ayudan a profundizar esa impresión.
“Thin Skin” es tan simple y directa como aplastante, con un estilo que recuerda al metal alternativo de los 90’s. Una explosión que libera cantidades atroces de energía. Y llega la ya mencionada “End of the World”, en la que Persson no solamente toca la guitarra, sino que también participa con su poderosa voz. Es una de las canciones más extensas del disco y, como ya dije, uno de los puntos más altos en cuanto a la calidad compositiva. No sé qué rol tuvo Persson en la creación de la música de Julie, pero su toque singular, que es la marca registrada de Cult of Luna, se hace notar en muchos tramos de este álbum. Nos hallamos ante otro estribillo hermoso, aunque en esta ocasión, mucho más melancólico.
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En “Silver Dollars” el bajo suena imponente, en los cimientos de una estructura construida con actitud noise rock. “Kids” es donde Julie más se parece a Björk, en un track que tiene ecos de “Hyperballad”. Luego, “The Lighthouse”, plagada de misterio, vuelve a darle protagonismo al bajo, y también al sintetizador, con guitarras sutiles y etéreas hasta que arremeten los estallidos. Aquí vale la pena aclarar que, más allá de su despliegue vocal en “End of the World”, Persson colabora en los coros de varias canciones.
“Blast” refuerza el aspecto delirante del disco, con ese ímpetu de asesino serial traumado en la infancia, y llega el final con “Seven Days”, un giro completo en comparación con el track anterior, que amablemente nos introduce en una atmósfera angustiante. Creo que “Ridiculous and Full of Blood” es un trabajo excelente, para escuchar con mucha atención y sin prejuicios. Suban el volumen y déjense llevar.