Primer EP de esta banda argentina, oriunda de la Provincia de Córdoba. El lanzamiento independiente se realizó a través de las plataformas digitales habituales. Se trata de un dúo formado por Gastón Praddaude (voz, guitarra, bajo y teclado) y Andrés Gualco (batería). Cristian Jiménez participó como percusionista en “Sueño de antiguas madres” y Juan Manuel Llanos estuvo como bajista invitado en el tema “La serpiente que danza en nuestras sombras”. La mezcla y masterización estuvo a cargo del mismo Gastón Praddaude.

“Sueño de antiguas madres” empieza pesado, oscuro, denso, hasta que, sobre una cuidadosa base percusiva, el bajo se destaca con su sonido hipnótico y la guitarra emite melodías teñidas por efectos diversos. Se perciben evidentes similitudes con la música de Tool, acentuadas por la percusión adicional. El tema es totalmente instrumental.

En “Vertiente”, el principio recuerda al comienzo del track anterior, no obstante, el trabajo de la guitarra es destacable. Hay un claro proyecto de explotar las posibilidades de procesar el sonido de las seis cuerdas para darle una ductilidad apropiada a la búsqueda de la banda. Escuchamos una letra cantada por una voz grave. Pocos versos repetidos que no necesariamente suman mucho a la propuesta global, que se luce más en el aspecto instrumental. Recorrido este tramo, el EP resulta algo amesetado, y está bien, las mesetas también son bellas y son parte del relieve, y del relieve argentino, en particular.

El sonido de “La serpiente que danza en nuestras sombras” es un tanto más agresivo, y aparecen voces corales, siempre repetitivas, que enfatizan más las influencias de ciertos proyectos dentro del espectro Doom. El último tema, “Donde se quiebra el tiempo” es el punto álgido de este trabajo, donde encontramos más dinamismo, la veta más progresiva y cautivante. La letra es un poco más extensa. La diferencia en este track no reside tanto en el sonido de ningún instrumento, ni de la voz, sino, justamente, en tener más climas, más cambios de paisaje sonoro. Quizás sea el camino a seguir.

La música de Latir es muy interesante, a nivel local podría asociarse a la propuesta de Psicosfera. En este punto, es donde cabe la pregunta por la relevancia del aporte vocal, aclarando que interrogar no es criticar. En cuanto a influencias internacionales, la actitud y sonido de la banda pueden vincularse a los ya mencionados Tool, pero más dentro del mundo Doom, a bandas como Sumac o Bell Witch. Esto es un acierto, ya que distancia a Latir de la hegemonía Stoner que domina la escena Doom en Argentina. Una apuesta así puede ganar en estética lo que pierde en reconocimiento o “popularidad”. Como sea, es un EP que merece ser escuchado y apreciado.