

Los noruegos Leprous estuvieron de paso por la Ciudad Condal como del Aphelion European Tour 2023, donde el quinteto estuvo presentando su séptimo álbum Aphelion en la Sala Apolo luego de pasar por Madrid.
Estos no estuvieron solos en la noche del 23 de febrero, siendo que trajeron a un par de bandas como para ir calentando la noche, siendo los primeros sus coterráneos Kalandra: como es costumbre con esta onda de elegantes progresivos, la decisión de sumar a un grupo completamente alejado del metal no parece tomada al azar, sino para demostrar lo eclécticos que puede ser con sus gustos. Por suerte, lo de Kalandra funciona bien arriba del escenario, con una propuesta muy particular que mezcla art pop, folk nórdico y elementos de post rock, aunque puede que no sea para todo el mundo.
La noche siguió con un aumento importante en la pesadez de la música de la mano de los ingleses Monuments, que con su djent / metalcore rompecuellos de canciones como “I, The Creator” y “Cardinal Red” demostrando un gran poder, con algunas personas en el público pareciendo estar ahí especialmente para ellos. Después de la relativa tranquilidad que se vivió con el primer telonero, los moshpits no faltaron gracias a la guitarra de John Browne y la performance de Andy Cizek detrás del micrófono.
Ya con la entrada terminada era momento del plato fuerte de la noche, y la elegida por parte de Leprous para patear la puerta fue “Have You Ever?”, canción del último álbum con una intro extraña y hasta amorfa que poco a poco se va formando, tomando ritmos jazzeros que se complementan con los teclados y la voz tan particular de Einar Solberg. No es un track particularmente pesado (y eso es siendo generoso, en el sentido de que en ningún momento se pone muy metalera), pero ese crescendo funciona de manera perfecta para dar inicio a la noche.
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Continuamos con “The Price”, canción extraída de The Congregation, uno de sus mejores esfuerzos discográficos, que tuvo a la Sala Apolo saltando a su ritmo, algo que también se vio con la siguiente “Salt”, ambas tocadas con precisión milimétrica pero no por eso robótica, mientras que “On Hold” sirvió para calmar un poco las aguas, al igual que con la siguiente “Castaway Angels”. Puede que meter tantas canciones tranquilas una atrás de la otra no haya sido la mejor decisión, pero el teclado inicial de la errática y movida “From The Flame” sirvió para poner las cosas de vuelta en el buen camino.
El doblete de “The Flood” y “Alleviate” mantuvo la energía, mientras que al llegar a la novena canción se dio uno de los momentos más particulares de la noche siendo que Leprous pusieron a votación entre el público si la siguiente canción interpretada sería “Mirage”, “The Silent Revelation”, “Restless” o “Slave”, siendo elegida esta última para continuar la noche.
“Out of Here” y “Distant Bells” mantuvieron cierta atmósfera tranquila, algo que contrastó con “Below”, una de esas canciones que arranca de manera más melódica y reposada hasta que Einar Solberg saca de adentro su potencia vocal, extendiendo su rango a lo largo de toda la composición. ¿Y qué decir de “Nighttime Disguise”? Con su base instrumental cambiante y su guitarra veloz pero precisa, sirvió como buen complemento para el largo final de “The Sky is Red”, que bien parece una lección de cómo aplicar las técnicas del jazz a un contexto metalero.
A pesar de que el recital se puede llegar a haber sentido un tanto corto (aunque si esto se dio por la duración en minutos o por la cantidad de canciones queda a juicio de cada uno), la realidad es que Leprous es de la clase de grupo al que hay que ver al menos una vez en la vida, para poder experimentar la mezcla de furia y calma, salvajismo y precisión, y pesadez y elegancia que se puede escuchar en cada una de sus composiciones.


Los noruegos Leprous estuvieron de paso por la Ciudad Condal como del Aphelion European Tour 2023, donde el quinteto estuvo presentando su séptimo álbum Aphelion en la Sala Apolo luego de pasar por Madrid.
Estos no estuvieron solos en la noche del 23 de febrero, siendo que trajeron a un par de bandas como para ir calentando la noche, siendo los primeros sus coterráneos Kalandra: como es costumbre con esta onda de elegantes progresivos, la decisión de sumar a un grupo completamente alejado del metal no parece tomada al azar, sino para demostrar lo eclécticos que puede ser con sus gustos. Por suerte, lo de Kalandra funciona bien arriba del escenario, con una propuesta muy particular que mezcla art pop, folk nórdico y elementos de post rock, aunque puede que no sea para todo el mundo.
La noche siguió con un aumento importante en la pesadez de la música de la mano de los ingleses Monuments, que con su djent / metalcore rompecuellos de canciones como “I, The Creator” y “Cardinal Red” demostrando un gran poder, con algunas personas en el público pareciendo estar ahí especialmente para ellos. Después de la relativa tranquilidad que se vivió con el primer telonero, los moshpits no faltaron gracias a la guitarra de John Browne y la performance de Andy Cizek detrás del micrófono.
Ya con la entrada terminada era momento del plato fuerte de la noche, y la elegida por parte de Leprous para patear la puerta fue “Have You Ever?”, canción del último álbum con una intro extraña y hasta amorfa que poco a poco se va formando, tomando ritmos jazzeros que se complementan con los teclados y la voz tan particular de Einar Solberg. No es un track particularmente pesado (y eso es siendo generoso, en el sentido de que en ningún momento se pone muy metalera), pero ese crescendo funciona de manera perfecta para dar inicio a la noche.
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El doblete de “The Flood” y “Alleviate” mantuvo la energía, mientras que al llegar a la novena canción se dio uno de los momentos más particulares de la noche siendo que Leprous pusieron a votación entre el público si la siguiente canción interpretada sería “Mirage”, “The Silent Revelation”, “Restless” o “Slave”, siendo elegida esta última para continuar la noche.
“Out of Here” y “Distant Bells” mantuvieron cierta atmósfera tranquila, algo que contrastó con “Below”, una de esas canciones que arranca de manera más melódica y reposada hasta que Einar Solberg saca de adentro su potencia vocal, extendiendo su rango a lo largo de toda la composición. ¿Y qué decir de “Nighttime Disguise”? Con su base instrumental cambiante y su guitarra veloz pero precisa, sirvió como buen complemento para el largo final de “The Sky is Red”, que bien parece una lección de cómo aplicar las técnicas del jazz a un contexto metalero.
A pesar de que el recital se puede llegar a haber sentido un tanto corto (aunque si esto se dio por la duración en minutos o por la cantidad de canciones queda a juicio de cada uno), la realidad es que Leprous es de la clase de grupo al que hay que ver al menos una vez en la vida, para poder experimentar la mezcla de furia y calma, salvajismo y precisión, y pesadez y elegancia que se puede escuchar en cada una de sus composiciones.