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Portada: Alejandra Silva
Luego de una espera de ocho años, los californianos Machine Head visitaron por cuarta vez Argentina, uno de los pocos países en abrirles las puertas ni bien arrancaron en 1994 de la mano del gran Burn My Eyes. ¿La excusa? Presentar ØF KINGDØM AND CRØWN, el último registro discográfico de la banda, pero en plan an evening with, es decir sin bandas adicionales, solo ellos, durante más de dos horas. La particularidad respecto a la última vez que visitaron el país en 2015, donde también vinieron en el mismo plan, fue que en esta ocasión sí hubo bandas adicionales. Para ser más preciso, una: los locales Hueso. El cuarteto oriundo de Buenos Aires presentó una interesante propuesta hardcore metalera en plan Hatebreed (aunque un poco más pesada y agresiva) durante un lapso de unos treinta minutos. Merecidos aplausos para los encargados de calentar el escenario.
Al término de “Diary Of A Madman” de Ozzy sonando de fondo, las luces del para nada completo recinto se apagaron, dando así comienzo al set del plato fuerte de la noche de la mano de “Imperium”, en cuya intro fueron apareciendo de a uno los liderados por Robb Flynn. El sonido inicial fue malo. Lo único que medianamente se salvaba de la mezcla general al momento del arranque fueron las guitarras. Con el correr de los temas, el sonido se fue acomodando, pero nunca fue sorprendente.
Volviendo a la capacidad de El Teatro, podría decir que fue de un 80% e incluso menos. Se podía caminar tranquilamente a lo largo y ancho del recinto. Incluso se podía ir y estar adelante, prácticamente en la valla de contención, sin demasiado esfuerzo (cosa que hice, a pesar de haberme prometido no hacerlo debido al pase de factura corporal al día siguiente). En relación al público, noté la presencia de muchas personas de entre 35 y 45 años y no tanto gente de menor edad. Se podría decir que el valor de las entradas no fue apto para metaleros de 20 a 30 años (e incluso hoy día para casi cualquier argentino promedio). También que Machine Head no es una banda que atraiga nuevo público precisamente (su base de fans está prácticamente compuesta por aquellos que siguen fieles a la banda desde siempre). O incluso que el show no haya tenido tanta promoción. Hoy, un día después, supe de mucha gente que jamás se enteró del show y se lamentó no haber asistido.
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Otra razón de la no tan buena concurrencia puede haber sido que el único miembro fundador de la banda sea Robb Flynn, y que la misma haya sufrido una vez más un cambio en su formación. Generalmente, mucha gente pierde el interés en las bandas cuando esto sucede. Personalmente, siento que la esencia deja de ser la misma de siempre. Pero hay que reconocer que Robb Flynn eligió más que bien a los sucesores del guitarrista Phil Demmel y el baterista Dave McClain, es decir el polaco Waclaw “Vogg” Kieltyka (Decapitated) y el inglés Matt Alston (Devilment) respectivamente, quienes forman parte de la banda desde 2019 y mantienen vivo el legado de Machine Head a la perfección. Ni hablar del bajista Jared MacEachern (Sanctity), quien desde hace diez años le viene inyectando altas dosis de adrenalina y agite a la banda.
Los de Flynn recorrieron íntegramente su discografía, compuesta de diez álbumes de estudio, tocando al menos un tema de cada uno de ellos. Incluso hubo lugar para el cover de turno, supuestamente elegido por el público presente durante el show. Flynn preguntó si preferíamos Metallica o Iron Maiden. El aplausómetro dio por ganador a los ingleses, por lo que la banda se despachó con el que para un servidor, es el mejor cover de una banda en muchísimo tiempo: “Hallowed Be Thy Name”. Aunque no sin antes hacer un fragmento de “All The Small Things” de Blink 182, claramente en plan humorístico. Siendo ØF KINGDØM AND CRØWN la excusa de la visita, Machine Head hizo cinco temas de esta placa, de un total de veinte temas ejecutados durante el set. Luego de dos horas y veinte de show, cuyo cierre estuvo a cargo de “Halo”, Robb Flynn y compañía se despidieron una vez más de Argentina, yendo al backstage con una sonrisa imborrable en sus caras, al igual que en las del público local que si bien no abundó, quedó más que satisfecho con esta banda que nos viene acompañando desde hace prácticamente treinta años.
Etiquetas: argentina, Estados Unidos, Groove Metal, Machine Head, Metal Alternativo, Thrash Metal
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Portada: Alejandra Silva
Luego de una espera de ocho años, los californianos Machine Head visitaron por cuarta vez Argentina, uno de los pocos países en abrirles las puertas ni bien arrancaron en 1994 de la mano del gran Burn My Eyes. ¿La excusa? Presentar ØF KINGDØM AND CRØWN, el último registro discográfico de la banda, pero en plan an evening with, es decir sin bandas adicionales, solo ellos, durante más de dos horas. La particularidad respecto a la última vez que visitaron el país en 2015, donde también vinieron en el mismo plan, fue que en esta ocasión sí hubo bandas adicionales. Para ser más preciso, una: los locales Hueso. El cuarteto oriundo de Buenos Aires presentó una interesante propuesta hardcore metalera en plan Hatebreed (aunque un poco más pesada y agresiva) durante un lapso de unos treinta minutos. Merecidos aplausos para los encargados de calentar el escenario.
Al término de “Diary Of A Madman” de Ozzy sonando de fondo, las luces del para nada completo recinto se apagaron, dando así comienzo al set del plato fuerte de la noche de la mano de “Imperium”, en cuya intro fueron apareciendo de a uno los liderados por Robb Flynn. El sonido inicial fue malo. Lo único que medianamente se salvaba de la mezcla general al momento del arranque fueron las guitarras. Con el correr de los temas, el sonido se fue acomodando, pero nunca fue sorprendente.
Volviendo a la capacidad de El Teatro, podría decir que fue de un 80% e incluso menos. Se podía caminar tranquilamente a lo largo y ancho del recinto. Incluso se podía ir y estar adelante, prácticamente en la valla de contención, sin demasiado esfuerzo (cosa que hice, a pesar de haberme prometido no hacerlo debido al pase de factura corporal al día siguiente). En relación al público, noté la presencia de muchas personas de entre 35 y 45 años y no tanto gente de menor edad. Se podría decir que el valor de las entradas no fue apto para metaleros de 20 a 30 años (e incluso hoy día para casi cualquier argentino promedio). También que Machine Head no es una banda que atraiga nuevo público precisamente (su base de fans está prácticamente compuesta por aquellos que siguen fieles a la banda desde siempre). O incluso que el show no haya tenido tanta promoción. Hoy, un día después, supe de mucha gente que jamás se enteró del show y se lamentó no haber asistido.
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Otra razón de la no tan buena concurrencia puede haber sido que el único miembro fundador de la banda sea Robb Flynn, y que la misma haya sufrido una vez más un cambio en su formación. Generalmente, mucha gente pierde el interés en las bandas cuando esto sucede. Personalmente, siento que la esencia deja de ser la misma de siempre. Pero hay que reconocer que Robb Flynn eligió más que bien a los sucesores del guitarrista Phil Demmel y el baterista Dave McClain, es decir el polaco Waclaw “Vogg” Kieltyka (Decapitated) y el inglés Matt Alston (Devilment) respectivamente, quienes forman parte de la banda desde 2019 y mantienen vivo el legado de Machine Head a la perfección. Ni hablar del bajista Jared MacEachern (Sanctity), quien desde hace diez años le viene inyectando altas dosis de adrenalina y agite a la banda.
Los de Flynn recorrieron íntegramente su discografía, compuesta de diez álbumes de estudio, tocando al menos un tema de cada uno de ellos. Incluso hubo lugar para el cover de turno, supuestamente elegido por el público presente durante el show. Flynn preguntó si preferíamos Metallica o Iron Maiden. El aplausómetro dio por ganador a los ingleses, por lo que la banda se despachó con el que para un servidor, es el mejor cover de una banda en muchísimo tiempo: “Hallowed Be Thy Name”. Aunque no sin antes hacer un fragmento de “All The Small Things” de Blink 182, claramente en plan humorístico. Siendo ØF KINGDØM AND CRØWN la excusa de la visita, Machine Head hizo cinco temas de esta placa, de un total de veinte temas ejecutados durante el set. Luego de dos horas y veinte de show, cuyo cierre estuvo a cargo de “Halo”, Robb Flynn y compañía se despidieron una vez más de Argentina, yendo al backstage con una sonrisa imborrable en sus caras, al igual que en las del público local que si bien no abundó, quedó más que satisfecho con esta banda que nos viene acompañando desde hace prácticamente treinta años.
Etiquetas: argentina, Estados Unidos, Groove Metal, Machine Head, Metal Alternativo, Thrash Metal