


En su enésima visita, los originarios de Buffalo, NY se unen a unos desmembrados pioneros del death metal de Florida, como son Massacre, que andan rememorando su disco debut From Beyond, al igual que hicieron en 1992, cuando nos visitaron por única vez en la repudiada KGB durante aquel memorable Insanity Over Europe Tour, junto a Demolition Hammer y Grave.
Durante el desplazamiento hasta la sala Razzmatazz, salta la noticia en las webs metaleras del estado crítico del líder de Malevolent Creation, Phil Fasciana, ingresado esa misma madrugada del jueves, en un hospital de Montpellier al serle detectado un grave caso de neumonía bacteriana, e inducido al coma. Informando así mismo la intención de sus compañeros Ronnie Parmer (batería), Chris Cannella (guitarra), y Jesse Jolly (bajo y voz principal), de continuar con la gira, en formato de trío. Así que, dependiendo de la evolución de Fasciana, veremos si consiguen finalizarla como estaba previsto, el 8 de agosto en el Brutal Assault Festival de Chequia, si se descuelgan del cartel, o si acaban cancelándola. Y es que ahora mismo llevan como una semana en ruta por Europa.
Con esas guisas ascendimos a la menuda sala Razzmatazz III, con el cartel de “no hay entradas”, para dejarnos la piel con estas dos bandas míticas de la escena death metal norteamericana, acompañadas por los bielorrusos Deathbringer, y los japoneses Invictus, a los que tan solo pude ver prácticamente terminar sus treinta minutos de actuación, con el corte que da título a su único álbum hasta la fecha, The Catacombs of Fear (2020). Constatando a posteriori la muy buena impresión que habían causado entre los allí presentes, el trío formado por el baterista Haruki Tokutake, el excelente bajista Toshihiro Seki y el guitarra Takehitopsy Seki —estos dos últimos, supongo que hermanos—, se turnaron en el papel vocal con gran esmero y brutalidad. Buen sonido y gran calidad la de estos chavales de Nagano que practican un death con influencias del grind y el thrash metal ochentero, que llevan como diez años juntos, y sin escisión alguna.
Lástima que el nombre de la banda también está siendo utilizado por infinidad de bandas, entre ellas, el proyecto personal paralelo del vocalista de Kataklysm, Maurizio Iacono.
Seguidamente era el turno de Deathbringer, que se mostraron serios y estáticos durante su media hora sobre el escenario, impávidos e impertérritos. El quinteto no gozó de buen sonido con unos embarullados primeros temas; un verdadero tormento fue su apertura, en especial en la cambiante “Per Aspera”. Mejoraron tras un cambio de guitarras muy oportuno, para interpretar una composición algo más melódica, tras la intro con voces femeninas titulada “Ypsillon”, que precedió a “A Place to Exist”. Todas ellas de su segundo álbum It (2022), al igual que “Impartial Beholder”, o el loop llamado “Tau”, que da paso a la propia “It”, con la que finiquitan su atribulada descarga. Lo suyo está claro que es death metal progresivo, al que incorporan samplers u otros sonidos industriales introductorios. Algo desequilibrados, musicalmente hablando.
A pesar de no ser cabezas de cartel, los más esperados son los chicos de Massacre, liderados por el vocalista Kam Lee, uno de los miembros fundadores de Death junto a Chuck Schuldiner, así como único componente original de Massacre en la actualidad, tras la marcha de Rick Rozz en 2019. Al menos en los directos, ya que en estudio parece ser que el bajista Michael Barders sigue colaborando con el hawaiano.
Desde el más allá, estamos hablando de más de treinta y tres años después, Kam vuelve a la capital catalana, acompañado ahora por el guitarrista Carlos Gonzalez, el batero Elden Santos, y Tim Wilson al bajo y voces. Recordemos que la alineación de lujo en 1992 estaba compuesta por los también ex miembros de Death, Terry Butler, Bill Andrews, y claro está, Rick Rozz.
Empezaron con algo de retraso al tener algún problemilla en descolgar la lona de Deathgrinder, hasta que pudieron cortar las bridas con las tijeras que debe usar Carlos para las cuerdas de sus guitarras. En fin, gran expectación para ver de nuevo a Massacre, o para verlos por vez primera para la mayoría.
A pesar de haber editado unos cuantos discos durante todos estos años, basaron sus sesenta minutos de directo en su álbum debut From Beyond (1991), partiendo desde la inicial “Dawn of Eternity”, y siguiendo el orden del disco, con “Cryptic Realms” y “Biohazard”. Para seguidamente saltar hasta “From Beyond”, y “Provoked Accuser”, tema extra del álbum, e incluido también en su EP Inhuman Condition (1992).
Presentó Kam como nueva “They Never Die”, un single editado en 2023, que luego fue añadido a su EP Try-pocalipse en 2024, como bonus track. Retomaron From Beyond con “Chamber of Ages”, “Defeat Remains” y “Succubus”, para terminar con una mini versión del “Raining Blood” de Slayer.
Pero llega el momento de los bises, con “Corpse Grinder”, un tema que Rick Rozz compuso para la segunda demo de Death, Reign in Terror (1984), y que nunca fue incluida en ninguno de los álbumes posteriores de la banda, donde todo —o casi todo— era obra de Chuck Schuldiner. Cerraron con “Evil Dead”, otra reliquia de Death, de la cual Lee siempre ha reclamado su autoría. De hecho, lo espetó antes de interpretarla, provocando un terrorífico pogo que acabó mandando a gente por los suelos, aunque estos violentos bailes se produjeron, sin descanso, durante todo su animado show.
Fenomenal retorno, que dejó más que complacidos, en especial, a los numerosos fans de Death que había en la sala, a juzgar por el gran número de camisetas de la banda que lideró con puño de hierro Chuck Schuldiner. Muy bien también por Kam y sus muchachos, que nos hicieron olvidar cualquier formación anterior, y no han sido pocas precisamente.
Llegamos a la banda principal, Malevolent Creation, que abrieron con la tintineante “Eve of Apocalipse”, seguida por “Premature Burial”, y unas palabras de Jesse explicando por encima lo acaecido a primera hora del día, deseando una pronta recuperación para Fasciana.
Continuaron con otra pieza del Retribution (1992), “Coronation of Our Domain”, y tras una ronda de tragos de whisky a la salud de Phil, un grito para las bandas que han actuado hoy, volviendo al ataque con “Dominated Resurgency” de su Stillborn (1993). Otro pequeño lapsus antes de quemarnos con “Infernal Desire”, y “Living in Fear”, del Eternal de 1995.
Otro descanso para secarse el sudor, antes de retornar con una brutal “Homicidal Rant”, desde su disco Envenoment (2000), amenizado con un no menos violento pogo. Prácticamente un minuto es el que transcurre antes de que Jesse anuncie “Carnivorous Misgivings”, otro intenso corte del Stillborn.
Un salto en el setlist, que nos lleva hasta una explosiva “Kill Zone”, con otro minuto de receso, antes de llegar a la parte final con la revolucionaria “Alliance or War”, un mini solo de batería previo a “Slaughterhouse”. De su The Fine Art of Murder (1998) cae “Manic Demise”, y un último aliento para Phil Fasciana, al que dedican la inmortal “Blood Brothers”, con la que dan por extinguida una actuación algo descafeinada tras la baja de Fasciana. Aunque sus fatigados compañeros le echaron coraje, no acabaron de convencer del todo.
De hecho, Cannella entró en marzo en el grupo, Jesse lleva poco más de un año, y Ronnie unos tres años, así que no sé hasta qué punto llega la implicación de esta formación actual, sin el omnipresente guitarrista al frente. El que redujeran en veinte minutos su repertorio, eliminando cuatro piezas de su setlist, tampoco ayudó mucho, aunque visto lo visto, hubo quien seguro lo agradeció. Suerte, Phil.
Fotografia de portada: Miguel Capelli
Etiquetas: barcelona, Demolition Hammer, Grave, Madness Live, Malevolent Creation, Massacre


En su enésima visita, los originarios de Buffalo, NY se unen a unos desmembrados pioneros del death metal de Florida, como son Massacre, que andan rememorando su disco debut From Beyond, al igual que hicieron en 1992, cuando nos visitaron por única vez en la repudiada KGB durante aquel memorable Insanity Over Europe Tour, junto a Demolition Hammer y Grave.
Durante el desplazamiento hasta la sala Razzmatazz, salta la noticia en las webs metaleras del estado crítico del líder de Malevolent Creation, Phil Fasciana, ingresado esa misma madrugada del jueves, en un hospital de Montpellier al serle detectado un grave caso de neumonía bacteriana, e inducido al coma. Informando así mismo la intención de sus compañeros Ronnie Parmer (batería), Chris Cannella (guitarra), y Jesse Jolly (bajo y voz principal), de continuar con la gira, en formato de trío. Así que, dependiendo de la evolución de Fasciana, veremos si consiguen finalizarla como estaba previsto, el 8 de agosto en el Brutal Assault Festival de Chequia, si se descuelgan del cartel, o si acaban cancelándola. Y es que ahora mismo llevan como una semana en ruta por Europa.
Con esas guisas ascendimos a la menuda sala Razzmatazz III, con el cartel de “no hay entradas”, para dejarnos la piel con estas dos bandas míticas de la escena death metal norteamericana, acompañadas por los bielorrusos Deathbringer, y los japoneses Invictus, a los que tan solo pude ver prácticamente terminar sus treinta minutos de actuación, con el corte que da título a su único álbum hasta la fecha, The Catacombs of Fear (2020). Constatando a posteriori la muy buena impresión que habían causado entre los allí presentes, el trío formado por el baterista Haruki Tokutake, el excelente bajista Toshihiro Seki y el guitarra Takehitopsy Seki —estos dos últimos, supongo que hermanos—, se turnaron en el papel vocal con gran esmero y brutalidad. Buen sonido y gran calidad la de estos chavales de Nagano que practican un death con influencias del grind y el thrash metal ochentero, que llevan como diez años juntos, y sin escisión alguna.
Lástima que el nombre de la banda también está siendo utilizado por infinidad de bandas, entre ellas, el proyecto personal paralelo del vocalista de Kataklysm, Maurizio Iacono.
Seguidamente era el turno de Deathbringer, que se mostraron serios y estáticos durante su media hora sobre el escenario, impávidos e impertérritos. El quinteto no gozó de buen sonido con unos embarullados primeros temas; un verdadero tormento fue su apertura, en especial en la cambiante “Per Aspera”. Mejoraron tras un cambio de guitarras muy oportuno, para interpretar una composición algo más melódica, tras la intro con voces femeninas titulada “Ypsillon”, que precedió a “A Place to Exist”. Todas ellas de su segundo álbum It (2022), al igual que “Impartial Beholder”, o el loop llamado “Tau”, que da paso a la propia “It”, con la que finiquitan su atribulada descarga. Lo suyo está claro que es death metal progresivo, al que incorporan samplers u otros sonidos industriales introductorios. Algo desequilibrados, musicalmente hablando.
A pesar de no ser cabezas de cartel, los más esperados son los chicos de Massacre, liderados por el vocalista Kam Lee, uno de los miembros fundadores de Death junto a Chuck Schuldiner, así como único componente original de Massacre en la actualidad, tras la marcha de Rick Rozz en 2019. Al menos en los directos, ya que en estudio parece ser que el bajista Michael Barders sigue colaborando con el hawaiano.
Desde el más allá, estamos hablando de más de treinta y tres años después, Kam vuelve a la capital catalana, acompañado ahora por el guitarrista Carlos Gonzalez, el batero Elden Santos, y Tim Wilson al bajo y voces. Recordemos que la alineación de lujo en 1992 estaba compuesta por los también ex miembros de Death, Terry Butler, Bill Andrews, y claro está, Rick Rozz.
Empezaron con algo de retraso al tener algún problemilla en descolgar la lona de Deathgrinder, hasta que pudieron cortar las bridas con las tijeras que debe usar Carlos para las cuerdas de sus guitarras. En fin, gran expectación para ver de nuevo a Massacre, o para verlos por vez primera para la mayoría.
A pesar de haber editado unos cuantos discos durante todos estos años, basaron sus sesenta minutos de directo en su álbum debut From Beyond (1991), partiendo desde la inicial “Dawn of Eternity”, y siguiendo el orden del disco, con “Cryptic Realms” y “Biohazard”. Para seguidamente saltar hasta “From Beyond”, y “Provoked Accuser”, tema extra del álbum, e incluido también en su EP Inhuman Condition (1992).
Presentó Kam como nueva “They Never Die”, un single editado en 2023, que luego fue añadido a su EP Try-pocalipse en 2024, como bonus track. Retomaron From Beyond con “Chamber of Ages”, “Defeat Remains” y “Succubus”, para terminar con una mini versión del “Raining Blood” de Slayer.
Pero llega el momento de los bises, con “Corpse Grinder”, un tema que Rick Rozz compuso para la segunda demo de Death, Reign in Terror (1984), y que nunca fue incluida en ninguno de los álbumes posteriores de la banda, donde todo —o casi todo— era obra de Chuck Schuldiner. Cerraron con “Evil Dead”, otra reliquia de Death, de la cual Lee siempre ha reclamado su autoría. De hecho, lo espetó antes de interpretarla, provocando un terrorífico pogo que acabó mandando a gente por los suelos, aunque estos violentos bailes se produjeron, sin descanso, durante todo su animado show.
Fenomenal retorno, que dejó más que complacidos, en especial, a los numerosos fans de Death que había en la sala, a juzgar por el gran número de camisetas de la banda que lideró con puño de hierro Chuck Schuldiner. Muy bien también por Kam y sus muchachos, que nos hicieron olvidar cualquier formación anterior, y no han sido pocas precisamente.
Llegamos a la banda principal, Malevolent Creation, que abrieron con la tintineante “Eve of Apocalipse”, seguida por “Premature Burial”, y unas palabras de Jesse explicando por encima lo acaecido a primera hora del día, deseando una pronta recuperación para Fasciana.
Continuaron con otra pieza del Retribution (1992), “Coronation of Our Domain”, y tras una ronda de tragos de whisky a la salud de Phil, un grito para las bandas que han actuado hoy, volviendo al ataque con “Dominated Resurgency” de su Stillborn (1993). Otro pequeño lapsus antes de quemarnos con “Infernal Desire”, y “Living in Fear”, del Eternal de 1995.
Otro descanso para secarse el sudor, antes de retornar con una brutal “Homicidal Rant”, desde su disco Envenoment (2000), amenizado con un no menos violento pogo. Prácticamente un minuto es el que transcurre antes de que Jesse anuncie “Carnivorous Misgivings”, otro intenso corte del Stillborn.
Un salto en el setlist, que nos lleva hasta una explosiva “Kill Zone”, con otro minuto de receso, antes de llegar a la parte final con la revolucionaria “Alliance or War”, un mini solo de batería previo a “Slaughterhouse”. De su The Fine Art of Murder (1998) cae “Manic Demise”, y un último aliento para Phil Fasciana, al que dedican la inmortal “Blood Brothers”, con la que dan por extinguida una actuación algo descafeinada tras la baja de Fasciana. Aunque sus fatigados compañeros le echaron coraje, no acabaron de convencer del todo.
De hecho, Cannella entró en marzo en el grupo, Jesse lleva poco más de un año, y Ronnie unos tres años, así que no sé hasta qué punto llega la implicación de esta formación actual, sin el omnipresente guitarrista al frente. El que redujeran en veinte minutos su repertorio, eliminando cuatro piezas de su setlist, tampoco ayudó mucho, aunque visto lo visto, hubo quien seguro lo agradeció. Suerte, Phil.
Fotografia de portada: Miguel Capelli
Etiquetas: barcelona, Demolition Hammer, Grave, Madness Live, Malevolent Creation, Massacre