


Peter Tägtgren se ha convertido, con el paso de los años, en una de las figuras más icónicas del metal. Su influencia ha trascendido el ámbito estrictamente musical, consolidándose como un referente dentro de la escena. Ya sea con Pain, Hypocrisy o cualquier otro proyecto en el que participe, su presencia garantiza la atención de unos seguidores que no dudan en asistir a cada evento en el que esté involucrado el músico.
Poco hay que echar la vista atrás para recordar la última vez que PAIN pisaron nuestras tierras. Apenas poco más de un año desde esa primera parte del “I AM on Tour” con el que pisaron ciudades como Pamplona, Barcelona y Madrid nuevamente. Esta vez, con la segunda parte de la gira, la capital española fue la última parada de un tour que ha cosechado un éxito innegable, aunque lamentablemente no llegase a cosechar el sold out que últimamente viene siendo tendencia.
Acompañando a los suecos se encontraban los nacionales Killus y los alemanes Oceans. Los primeros, muy parejos en cuanto a estilo con los principales protagonistas. Pioneros, podría decirse, del metal industrial en España, con influencias en bandas como White Zombie o Ministry, y comandados desde el ya lejanos 1997 por Ruk a la guitarra y Permutoxx al bajo.
Defendieron una propuesta animada, enérgica y bien elaborada que impresionó al público, como en cada una de sus actuaciones. Sonaron cortes como “Skeletons Of Society”, “White Lines” o “Paralyzed” en un tiempo en escena que se hizo bastante corto. Aunque obtuvieron más protagonismo los cortes de su noveno trabajo de estudio ‘XXV Years Feeding The Monster’: “Feel The Monster XXV”, “Imperator XXV” y “Stranger Things XXV”. Como colofón final interpretaron su versión de ABBA “Gimme! Gimme! Gimme!” con la que pusieron a todo el respetable a bailar.
A pesar de que el sonido de su actuación no fue perfecto, cabe destacar que fue el mejor de toda la velada, donde los problemas y desajustes nublaron el buen espectáculo de los dos grupos siguientes.
Los próximos en salir a escena fueron Oceans. Una banda germano-austriaca comandada por el vocalista Timo Rotten formada en 2018 y que apenas cuenta con dos álbumes de estudio en su haber. Hay quien se desplazó al evento para escuchar su metal moderno o autodenominado “nu-death”, aunque hay a quienes no acabó de calarle su propuesta. Y es que, aunque los músicos pusieron todo su empeño, se notaba que esta banda aun no alcanza los niveles de calidad y experiencia que sus compañeras de gira.
Contaban con más tiempo en escena que la banda de Villarreal y lo intentaron aprovechar con cortes como “Spit”, “The Awakening” o “Parasite”, pero, una vez más el sonido volvió a empañar la actuación, no dejando que los músicos pudiesen hacer llegar al público la totalidad de su potencial. El punto final lo marcó “Sulfur”, dejando a algunos con ganas de más, y a otros con sensaciones más indiferentes minutos antes de la llegada de los grandes protagonistas.
PAIN saltaron al escenario al son de “I Just Dropped By (To Say Goodbye)”, canción que inicia también su recién estrenado “I AM”. El contundente comienzo contrastó con el sonido tan deficiente. La voz del líder, Peter Tägtgren no se escuchaba absolutamente nada, y por los altavoces tan solo llegaban a oídos de los espectadores los golpes de batería de su hijo Sebastian Tägtgren. Pero el fastidioso asunto de la ecualización se alargó durante varios minutos. “End Of The Line”, “Call Me” y “Zombie Slam” continuaron en la misma línea, aunque hubo quien intentaba gritar desde la pista lo poco que se le escuchaban la voz, las guitarras o el bajo. No fue hasta “Suicide Machine” donde el asunto comenzó a remontar. Y con “Push The Pusher” y “It’s Only Then” la muchedumbre ya estaba metida de lleno en el espectáculo.
La segunda parte del show fue notablemente superior, incluso los nuevos temas se integraron como si de clásicos se trataran. “Go With The Flow” fue casi tan bien recibida como posteriormente “Same Old Song”, uno de los clásicos del grupo.
PAIN es una banda encajada siempre dentro del marco del metal industrial, aunque en verdad su música abarca en amplio abanico de estilos y matices que van desde la electrónica, el groove, el rock gótico como “Don’t Wake The Dead” o el rock alternativo “The Great Pretender”. Los conciertos de la banda sueca son como una verdadera montaña rusa, donde nada suena monótono ni parecido a lo anterior, y esa es justo la personalidad que hace destacar al grupo. No faltan los toques festivos como en la imprescindible “Party In My Head”, donde decenas de pelotas de playa sobrevolaron las manos del público mientras los músicos la liaban sobre las tablas con trajes de lo más divertido. Todo un contraste con el tinte bluesero de “Have A Drink On Me”, que bajó las revoluciones al ser interpretada por los miembros de la banda sentados en tres sillas al frente del escenario.
Puede que el setlist no variase en gran medida con respecto a su anterior visita, e incluso que fuese más corto (con un par de temas menos), pero PAIN está lejos de crear monotonía por lo que sus conciertos siempre se disfrutan. El colofón final vino de la mano de “Let Me Out” y “Im Going In”, y como no, “Shut Your Mouth”, su hit por excelencia. La pegadiza melodía de teclado indicaba el final del show, pero no sin antes disfrutar de un tema que es clave en la historia del grupo y del metal en general.
Puede afirmarse que esta vez no fue su mejor actuación en la capital. La deficiente ecualización del sonido acabó por dejar una sensación agridulce que contrasta enormemente con el papel de productor y técnico de sonido de Peter Tägtgren, pero estas son las cosas del directo. Unas veces salen bien y otras, no tanto. Sin embargo, banda y público se esforzaron en pasarlo bien, y ambas partes lo consiguieron.
Fotografía de portada: Karina Báez Ortiz (Gentileza Rock Culture)
Etiquetas: Killus, Madness Live, madrid, Oceans, Pain


Peter Tägtgren se ha convertido, con el paso de los años, en una de las figuras más icónicas del metal. Su influencia ha trascendido el ámbito estrictamente musical, consolidándose como un referente dentro de la escena. Ya sea con Pain, Hypocrisy o cualquier otro proyecto en el que participe, su presencia garantiza la atención de unos seguidores que no dudan en asistir a cada evento en el que esté involucrado el músico.
Poco hay que echar la vista atrás para recordar la última vez que PAIN pisaron nuestras tierras. Apenas poco más de un año desde esa primera parte del “I AM on Tour” con el que pisaron ciudades como Pamplona, Barcelona y Madrid nuevamente. Esta vez, con la segunda parte de la gira, la capital española fue la última parada de un tour que ha cosechado un éxito innegable, aunque lamentablemente no llegase a cosechar el sold out que últimamente viene siendo tendencia.
Acompañando a los suecos se encontraban los nacionales Killus y los alemanes Oceans. Los primeros, muy parejos en cuanto a estilo con los principales protagonistas. Pioneros, podría decirse, del metal industrial en España, con influencias en bandas como White Zombie o Ministry, y comandados desde el ya lejanos 1997 por Ruk a la guitarra y Permutoxx al bajo.
Defendieron una propuesta animada, enérgica y bien elaborada que impresionó al público, como en cada una de sus actuaciones. Sonaron cortes como “Skeletons Of Society”, “White Lines” o “Paralyzed” en un tiempo en escena que se hizo bastante corto. Aunque obtuvieron más protagonismo los cortes de su noveno trabajo de estudio ‘XXV Years Feeding The Monster’: “Feel The Monster XXV”, “Imperator XXV” y “Stranger Things XXV”. Como colofón final interpretaron su versión de ABBA “Gimme! Gimme! Gimme!” con la que pusieron a todo el respetable a bailar.
A pesar de que el sonido de su actuación no fue perfecto, cabe destacar que fue el mejor de toda la velada, donde los problemas y desajustes nublaron el buen espectáculo de los dos grupos siguientes.
Los próximos en salir a escena fueron Oceans. Una banda germano-austriaca comandada por el vocalista Timo Rotten formada en 2018 y que apenas cuenta con dos álbumes de estudio en su haber. Hay quien se desplazó al evento para escuchar su metal moderno o autodenominado “nu-death”, aunque hay a quienes no acabó de calarle su propuesta. Y es que, aunque los músicos pusieron todo su empeño, se notaba que esta banda aun no alcanza los niveles de calidad y experiencia que sus compañeras de gira.
Contaban con más tiempo en escena que la banda de Villarreal y lo intentaron aprovechar con cortes como “Spit”, “The Awakening” o “Parasite”, pero, una vez más el sonido volvió a empañar la actuación, no dejando que los músicos pudiesen hacer llegar al público la totalidad de su potencial. El punto final lo marcó “Sulfur”, dejando a algunos con ganas de más, y a otros con sensaciones más indiferentes minutos antes de la llegada de los grandes protagonistas.
PAIN saltaron al escenario al son de “I Just Dropped By (To Say Goodbye)”, canción que inicia también su recién estrenado “I AM”. El contundente comienzo contrastó con el sonido tan deficiente. La voz del líder, Peter Tägtgren no se escuchaba absolutamente nada, y por los altavoces tan solo llegaban a oídos de los espectadores los golpes de batería de su hijo Sebastian Tägtgren. Pero el fastidioso asunto de la ecualización se alargó durante varios minutos. “End Of The Line”, “Call Me” y “Zombie Slam” continuaron en la misma línea, aunque hubo quien intentaba gritar desde la pista lo poco que se le escuchaban la voz, las guitarras o el bajo. No fue hasta “Suicide Machine” donde el asunto comenzó a remontar. Y con “Push The Pusher” y “It’s Only Then” la muchedumbre ya estaba metida de lleno en el espectáculo.
La segunda parte del show fue notablemente superior, incluso los nuevos temas se integraron como si de clásicos se trataran. “Go With The Flow” fue casi tan bien recibida como posteriormente “Same Old Song”, uno de los clásicos del grupo.
PAIN es una banda encajada siempre dentro del marco del metal industrial, aunque en verdad su música abarca en amplio abanico de estilos y matices que van desde la electrónica, el groove, el rock gótico como “Don’t Wake The Dead” o el rock alternativo “The Great Pretender”. Los conciertos de la banda sueca son como una verdadera montaña rusa, donde nada suena monótono ni parecido a lo anterior, y esa es justo la personalidad que hace destacar al grupo. No faltan los toques festivos como en la imprescindible “Party In My Head”, donde decenas de pelotas de playa sobrevolaron las manos del público mientras los músicos la liaban sobre las tablas con trajes de lo más divertido. Todo un contraste con el tinte bluesero de “Have A Drink On Me”, que bajó las revoluciones al ser interpretada por los miembros de la banda sentados en tres sillas al frente del escenario.
Puede que el setlist no variase en gran medida con respecto a su anterior visita, e incluso que fuese más corto (con un par de temas menos), pero PAIN está lejos de crear monotonía por lo que sus conciertos siempre se disfrutan. El colofón final vino de la mano de “Let Me Out” y “Im Going In”, y como no, “Shut Your Mouth”, su hit por excelencia. La pegadiza melodía de teclado indicaba el final del show, pero no sin antes disfrutar de un tema que es clave en la historia del grupo y del metal en general.
Puede afirmarse que esta vez no fue su mejor actuación en la capital. La deficiente ecualización del sonido acabó por dejar una sensación agridulce que contrasta enormemente con el papel de productor y técnico de sonido de Peter Tägtgren, pero estas son las cosas del directo. Unas veces salen bien y otras, no tanto. Sin embargo, banda y público se esforzaron en pasarlo bien, y ambas partes lo consiguieron.
Fotografía de portada: Karina Báez Ortiz (Gentileza Rock Culture)
Etiquetas: Killus, Madness Live, madrid, Oceans, Pain