
Call Of The Wild (2021)
Nuclear Blast
Tracklist:
01. Faster Than the Flame
02. Beast of Gévaudan
03. Dancing with the Dead
04. Varcolac
05. Alive or Undead
06. Blood for Blood (Faoladh)
07. Glaubenskraft
08. Call of the Wild
09. Sermon of Swords
10. Undress to Confess
11. Reverent of Rats
El día 16 de julio del año 2021, el sello discográfico Nuclear Blast editó el álbum Call Of The Wild, el octavo disco del grupo Powerwolf. Y para quienes disfrutamos del power metal, esta banda desde el año 2003 no ha dejado de sacar un éxito tras otro.
Tanto tiempo en la religión católica me dejó algo maravilloso. Una monja del colegio me mostro allá por el 2011 una banda de lo que ella consideraba metal cristiano. Fue literalmente una serendipia, algo que nunca hubiera esperado, y así conocí a Powerwolf. Desde el CD de Lupus Dei hasta este último he disfrutado de sus canciones. El grupo alemán era intimidante con su fachada, un teatro visual en cada presentación.
A pesar de haber cambiado de baterista tres veces su estilo nunca declinó, y gracias a Stefané Funebré (2003- 2010), quien fue casi uno de los fundadores del grupo junto a los hermanos Greywolf, y Falk Maria Schlegel, la banda pudo tomar forma hasta encontrar al vocalista rumano-alemán Attila Dorn. Funebré salió de la banda y Tom Diener (2010- 2011) tomó su lugar, pero no conformes con los resultados Diener también fue reemplazado. Desde ese momento hasta ahora, la banda permanece con Roel van Helden en la batería.
Te puede interesar – Reseña: Helloween – Helloween (2021)
Empezamos este álbum con “Faster Than The Flame”, una canción rápida que te mete en un ambiente perfecto para cabalgar hacia una batalla épica de la que serás parte. Este es seguido por el tema “Beast of Gévaundan”, una melodía digna del genero power metal, digna de ser escuchada para descargar la testosterona y sentir que fuiste parte de una pelea de gladiadores. La pedalera de Van Helden nos deleita en una batalla contra el teclado de Schlegel, formando una melodía que deja el sello de powerwolf.
“Varcolac” es una canción atemorizante. Por momentos, Attila se da el gusto de soltar todo su potencial y confundir su voz con algo que te hace dudar, algo que no sabes si lo que gruñe de fondo está algo incluido en la canción o es un perro gigantesco a punto de atacar tu yugular.
En las siguientes canciones, algo sonó extraño, algo que no era propio de estos lobos alemanes: un instrumental celta que fue un agregado llamativo, alegre e inesperado… no es tanto como que un duende saldrá bailando de debajo de las sotanas de los hermanos Greywolf, sino que son notas propias del alegre folklore irlandés que le dan unos buenos tintes a estos temas. Una buena jugada para refrescar su sonido propio con algo nuevo.
Las letras de cada canción incitan a la libertad, a una furiosa llegada a la libertad, a la lujuria, a la gloria, al pecado, al demonio, a Cristo, al vino y si… a todo lo que es la religión católica, pero no es solo eso, además cada canción narra una historia, como es el caso de “Beast of Gévaundan”, que cuenta la mítica historia de una feroz criatura enviada por Dios para castigar a los pecadores. Vaya manera de recordarnos el “amor” del señor: ya voy logrando entender porque a la monja castradora del colegio le gustaba tanto esta banda.
Finalmente, personalmente puedo decir que este último álbum de Powerwolf, es uno de los mejores que han logrado hacer, y la experiencia de oírlo en vivo va a ser un deseo que le vas a pedir a Diosito luego de haber escuchado este álbum.

Call Of The Wild (2021)
Nuclear Blast
Tracklist:
01. Faster Than the Flame
02. Beast of Gévaudan
03. Dancing with the Dead
04. Varcolac
05. Alive or Undead
06. Blood for Blood (Faoladh)
07. Glaubenskraft
08. Call of the Wild
09. Sermon of Swords
10. Undress to Confess
11. Reverent of Rats
El día 16 de julio del año 2021, el sello discográfico Nuclear Blast editó el álbum Call Of The Wild, el octavo disco del grupo Powerwolf. Y para quienes disfrutamos del power metal, esta banda desde el año 2003 no ha dejado de sacar un éxito tras otro.
Tanto tiempo en la religión católica me dejó algo maravilloso. Una monja del colegio me mostro allá por el 2011 una banda de lo que ella consideraba metal cristiano. Fue literalmente una serendipia, algo que nunca hubiera esperado, y así conocí a Powerwolf. Desde el CD de Lupus Dei hasta este último he disfrutado de sus canciones. El grupo alemán era intimidante con su fachada, un teatro visual en cada presentación.
A pesar de haber cambiado de baterista tres veces su estilo nunca declinó, y gracias a Stefané Funebré (2003- 2010), quien fue casi uno de los fundadores del grupo junto a los hermanos Greywolf, y Falk Maria Schlegel, la banda pudo tomar forma hasta encontrar al vocalista rumano-alemán Attila Dorn. Funebré salió de la banda y Tom Diener (2010- 2011) tomó su lugar, pero no conformes con los resultados Diener también fue reemplazado. Desde ese momento hasta ahora, la banda permanece con Roel van Helden en la batería.
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Empezamos este álbum con “Faster Than The Flame”, una canción rápida que te mete en un ambiente perfecto para cabalgar hacia una batalla épica de la que serás parte. Este es seguido por el tema “Beast of Gévaundan”, una melodía digna del genero power metal, digna de ser escuchada para descargar la testosterona y sentir que fuiste parte de una pelea de gladiadores. La pedalera de Van Helden nos deleita en una batalla contra el teclado de Schlegel, formando una melodía que deja el sello de powerwolf.
“Varcolac” es una canción atemorizante. Por momentos, Attila se da el gusto de soltar todo su potencial y confundir su voz con algo que te hace dudar, algo que no sabes si lo que gruñe de fondo está algo incluido en la canción o es un perro gigantesco a punto de atacar tu yugular.
En las siguientes canciones, algo sonó extraño, algo que no era propio de estos lobos alemanes: un instrumental celta que fue un agregado llamativo, alegre e inesperado… no es tanto como que un duende saldrá bailando de debajo de las sotanas de los hermanos Greywolf, sino que son notas propias del alegre folklore irlandés que le dan unos buenos tintes a estos temas. Una buena jugada para refrescar su sonido propio con algo nuevo.
Las letras de cada canción incitan a la libertad, a una furiosa llegada a la libertad, a la lujuria, a la gloria, al pecado, al demonio, a Cristo, al vino y si… a todo lo que es la religión católica, pero no es solo eso, además cada canción narra una historia, como es el caso de “Beast of Gévaundan”, que cuenta la mítica historia de una feroz criatura enviada por Dios para castigar a los pecadores. Vaya manera de recordarnos el “amor” del señor: ya voy logrando entender porque a la monja castradora del colegio le gustaba tanto esta banda.
Finalmente, personalmente puedo decir que este último álbum de Powerwolf, es uno de los mejores que han logrado hacer, y la experiencia de oírlo en vivo va a ser un deseo que le vas a pedir a Diosito luego de haber escuchado este álbum.