Crónica y fotos: Lolo
El pasado domingo 20 de octubre, la capital andaluza se tiñó de oscuridad para recibir a uno de los nombres más icónicos del black metal: Rotting Christ. Junto a ellos, los franceses Seth y los noruegos Borknagar completaron un cartel de lujo para celebrar las tres décadas y media de trayectoria de los griegos. La sala Custom de Sevilla, conocida por su intimidad y su acústica cuidada, fue el escenario perfecto para una noche que prometía intensidad, ritual y una atmósfera cargada de misticismo.
La velada comenzó con Seth, que, puntualmente a las 19:00, salió al escenario bajo una tenue iluminación y un ambiente enigmático. Saint Vincent, el carismático líder de la banda, se presentó con su habitual atuendo: túnica, capucha y el rostro pintado, estableciendo desde el primer momento el tono oscuro que dominaría la noche.
Durante los aproximadamente 40 minutos de actuación, Seth ofreció un set centrado principalmente en sus dos últimos trabajos: “La France des Maudits”, lanzado este 2024, y “La Morsure du Christ” del 2021. El tema “Métal Noir” destacó como uno de los momentos álgidos, desatando una ovación que dejó claro que el público estaba completamente entregado. Aunque breve, el show fue intenso y efectivo, sirviendo como un perfecto aperitivo para lo que vendría después. Cabe destacar que, a pesar de comenzar más de dos horas antes del cabeza de cartel, la sala ya mostraba una considerable afluencia de asistentes.
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A las 20:00 fue el turno de Borknagar, la banda noruega que fusiona viking, folk y black metal en un estilo inconfundible. Su reciente álbum “Fall” ha consolidado su posición como una de las bandas más importantes dentro del metal progresivo y extremo, y Sevilla fue testigo de ello. Desde su última visita a España en diciembre de 2021, sus seguidores esperaban con ansias volver a verlos en directo.
Borknagar arrancó con “Nordic Anthem”, creando una atmósfera solemne y envolvente gracias a sus característicos coros. La banda intercaló temas de “Fall” con piezas de su álbum “True North” (2019), entre los que destacaron “The Fire that Burns”, “Up North” y “Voices”, con un “The Rhymes of the Mountain” que aportó un contrapunto épico en medio del set.
En la segunda mitad de su presentación, los noruegos ofrecieron una selección de sus temas más emblemáticos, sin dejar de introducir nuevas composiciones como “Moon” y “Summits”. “Dauden” y “Winter Thrice” marcaron un final que dejó satisfechos a los presentes, quienes manifestaron su entusiasmo por la excelente calidad de sonido y la entrega de la banda. Como detalle curioso, varios miembros del grupo se mezclaron con el público tras su actuación, saludando y posando para fotos con los fans.
A las 21:40, con la expectación en su punto álgido, Rotting Christ tomó el escenario. La sala Custom se sumergió en una atmósfera de oscuridad y misticismo mientras los griegos daban inicio a su espectáculo con “Aealo”. Desde los primeros acordes, la energía estalló entre el público, que respondió con puños en alto y vítores al ritmo marcial de la canción. Sakis Tolis, fiel a su estilo, saludó a los asistentes de manera contundente: “¡Somos Rotting Christ y tocamos puta madre fucking metal!”, marcando el tono de una noche que prometía ser épica.
La elección de “Aealo” como tema de apertura no fue casual. Esta canción, del álbum homónimo lanzado en 2010, captura a la perfección la fusión característica de la banda entre el black metal y los elementos de la música tradicional griega, con coros que evocan antiguos cantos de batalla. Desde el inicio, quedó claro que el concierto se convertiría en una experiencia visceral y casi ceremonial.
El setlist continuó con “Pretty World, Pretty Dies”, seguido por uno de los momentos más potentes de la noche: “Demonon Vrosis”. La intensidad de los riffs y la fuerza de la lírica desataron una auténtica tormenta en la sala, con el público entregado al headbanging y los cánticos guturales. La actuación alcanzó otro punto álgido con “Kata Ton Daimona Eaytoy”, una canción que lleva el mismo nombre del álbum de 2013 y cuya traducción del griego significa “haz lo que quieras”, un guiño al lema del famoso ocultista Aleister Crowley. La transición a “Like Father, Like Son” mantuvo la intensidad, abordando temas de religión y rebelión, siendo uno de los puntos clave del setlist.
Con un recorrido que abarcó sus 35 años de carrera, Rotting Christ interpretó temas como “Elthe Kyrie”, “Pir Threontai”, “The Sign of Evil Existence” y “Non Serviam”. Uno de los momentos más enérgicos de la noche llegó con “Societas Satanas”, un cover de Thou Art Lord, el proyecto paralelo de Sakis y Themis Tolis que une a importantes figuras de la escena black metal griega. La respuesta del público fue explosiva, especialmente en las primeras filas, donde el pogo se desató con fuerza. La crudeza y velocidad del tema, junto con su mensaje oscuro y rebelde, lo convirtieron en una de las canciones más destacadas de la noche.
En la recta final del concierto, Rotting Christ interpretó “In Yumen-Xibalba” antes de tomar un breve receso. Regresaron para los bises con “Noctis Era” y “The Raven”, concluyendo el espectáculo a las 22:50. Aunque la duración fue relativamente corta, la banda logró crear una experiencia intensa y satisfactoria que dejó a los asistentes cargados de energía para encarar la semana.
En resumen, la noche en la sala Custom fue mucho más que un simple concierto de black metal. Rotting Christ demostró una vez más por qué sigue siendo una referencia en el metal extremo, con una capacidad única para combinar brutalidad con atmósfera y transformar un show en un ritual colectivo. Sevilla vivió una noche memorable que sus fans tardarán en olvidar.
Crónica y fotos: Lolo
El pasado domingo 20 de octubre, la capital andaluza se tiñó de oscuridad para recibir a uno de los nombres más icónicos del black metal: Rotting Christ. Junto a ellos, los franceses Seth y los noruegos Borknagar completaron un cartel de lujo para celebrar las tres décadas y media de trayectoria de los griegos. La sala Custom de Sevilla, conocida por su intimidad y su acústica cuidada, fue el escenario perfecto para una noche que prometía intensidad, ritual y una atmósfera cargada de misticismo.
La velada comenzó con Seth, que, puntualmente a las 19:00, salió al escenario bajo una tenue iluminación y un ambiente enigmático. Saint Vincent, el carismático líder de la banda, se presentó con su habitual atuendo: túnica, capucha y el rostro pintado, estableciendo desde el primer momento el tono oscuro que dominaría la noche.
Durante los aproximadamente 40 minutos de actuación, Seth ofreció un set centrado principalmente en sus dos últimos trabajos: “La France des Maudits”, lanzado este 2024, y “La Morsure du Christ” del 2021. El tema “Métal Noir” destacó como uno de los momentos álgidos, desatando una ovación que dejó claro que el público estaba completamente entregado. Aunque breve, el show fue intenso y efectivo, sirviendo como un perfecto aperitivo para lo que vendría después. Cabe destacar que, a pesar de comenzar más de dos horas antes del cabeza de cartel, la sala ya mostraba una considerable afluencia de asistentes.
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A las 20:00 fue el turno de Borknagar, la banda noruega que fusiona viking, folk y black metal en un estilo inconfundible. Su reciente álbum “Fall” ha consolidado su posición como una de las bandas más importantes dentro del metal progresivo y extremo, y Sevilla fue testigo de ello. Desde su última visita a España en diciembre de 2021, sus seguidores esperaban con ansias volver a verlos en directo.
Borknagar arrancó con “Nordic Anthem”, creando una atmósfera solemne y envolvente gracias a sus característicos coros. La banda intercaló temas de “Fall” con piezas de su álbum “True North” (2019), entre los que destacaron “The Fire that Burns”, “Up North” y “Voices”, con un “The Rhymes of the Mountain” que aportó un contrapunto épico en medio del set.
En la segunda mitad de su presentación, los noruegos ofrecieron una selección de sus temas más emblemáticos, sin dejar de introducir nuevas composiciones como “Moon” y “Summits”. “Dauden” y “Winter Thrice” marcaron un final que dejó satisfechos a los presentes, quienes manifestaron su entusiasmo por la excelente calidad de sonido y la entrega de la banda. Como detalle curioso, varios miembros del grupo se mezclaron con el público tras su actuación, saludando y posando para fotos con los fans.
A las 21:40, con la expectación en su punto álgido, Rotting Christ tomó el escenario. La sala Custom se sumergió en una atmósfera de oscuridad y misticismo mientras los griegos daban inicio a su espectáculo con “Aealo”. Desde los primeros acordes, la energía estalló entre el público, que respondió con puños en alto y vítores al ritmo marcial de la canción. Sakis Tolis, fiel a su estilo, saludó a los asistentes de manera contundente: “¡Somos Rotting Christ y tocamos puta madre fucking metal!”, marcando el tono de una noche que prometía ser épica.
La elección de “Aealo” como tema de apertura no fue casual. Esta canción, del álbum homónimo lanzado en 2010, captura a la perfección la fusión característica de la banda entre el black metal y los elementos de la música tradicional griega, con coros que evocan antiguos cantos de batalla. Desde el inicio, quedó claro que el concierto se convertiría en una experiencia visceral y casi ceremonial.
El setlist continuó con “Pretty World, Pretty Dies”, seguido por uno de los momentos más potentes de la noche: “Demonon Vrosis”. La intensidad de los riffs y la fuerza de la lírica desataron una auténtica tormenta en la sala, con el público entregado al headbanging y los cánticos guturales. La actuación alcanzó otro punto álgido con “Kata Ton Daimona Eaytoy”, una canción que lleva el mismo nombre del álbum de 2013 y cuya traducción del griego significa “haz lo que quieras”, un guiño al lema del famoso ocultista Aleister Crowley. La transición a “Like Father, Like Son” mantuvo la intensidad, abordando temas de religión y rebelión, siendo uno de los puntos clave del setlist.
Con un recorrido que abarcó sus 35 años de carrera, Rotting Christ interpretó temas como “Elthe Kyrie”, “Pir Threontai”, “The Sign of Evil Existence” y “Non Serviam”. Uno de los momentos más enérgicos de la noche llegó con “Societas Satanas”, un cover de Thou Art Lord, el proyecto paralelo de Sakis y Themis Tolis que une a importantes figuras de la escena black metal griega. La respuesta del público fue explosiva, especialmente en las primeras filas, donde el pogo se desató con fuerza. La crudeza y velocidad del tema, junto con su mensaje oscuro y rebelde, lo convirtieron en una de las canciones más destacadas de la noche.
En la recta final del concierto, Rotting Christ interpretó “In Yumen-Xibalba” antes de tomar un breve receso. Regresaron para los bises con “Noctis Era” y “The Raven”, concluyendo el espectáculo a las 22:50. Aunque la duración fue relativamente corta, la banda logró crear una experiencia intensa y satisfactoria que dejó a los asistentes cargados de energía para encarar la semana.
En resumen, la noche en la sala Custom fue mucho más que un simple concierto de black metal. Rotting Christ demostró una vez más por qué sigue siendo una referencia en el metal extremo, con una capacidad única para combinar brutalidad con atmósfera y transformar un show en un ritual colectivo. Sevilla vivió una noche memorable que sus fans tardarán en olvidar.