Take Me Back to Eden (2023)
Spinefarm Records
1. Chokehold
2. The Summoning
3. Granite
4. Aqua Regia
5. Vore
6. Ascensionism
7. Are You Really Okay?
8. The Apparition
9. DYWTYLM
10. Rain
11. Take Me Back to Eden
12- Euclid
A pesar de contar con dos discos previos Sundowning de 2019 y This Place Will Be Your Tomb de 2021, ha sido en los últimos meses, concretamente desde la salida de cortes tan impresionantes e indescriptibles como “The Summoning” o “Chokehold”, que el nombre de Sleep Token ha empezado a subir como la espuma más rápido que el cava en la cena de fin de año y de pronto todos estábamos pendientes de estos tipos y de su esperadísimo tercer disco, el cual lleva por título Take Me Back to Eden y fue publicado el pasado 19 de mayo vía Spinefarm Records.
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Pero que tienen Sleep Token y que hace de este disco uno de los mejores trabajos editados en mucho tiempo, pues una marciana mezcla en donde pueden convivir sin apenas controversia, estilos como el metalcore melódico, el djent más refinado, unos pasajes electrónicos que dan oxígeno a las composiciones, unas partes de pop, trap y R’n’B muy a lo Issues o Jonny Craig, pero mejoradas y sobre todo la voz del misterioso Vessel (del cual no sabemos más que eso) que puede helarte la piel con un gutural que dejaría en ridículo a bandas como Northlane y Of Mice & Me como igual te suelta unos fraseos pop modernos cercanos al trap que podrían ser la envidia de The Weeknd o Travis Scott,
Visto el nivel de estancamiento que sufre el metal moderno a excepción de unas pocas bandas, estaba todo dado para que con semejantes referencias Sleep Token dieran en la diana con el tercer disco y se convirtieran en la sensación del año sin apenas rivales a su alcance.
Por suerte las posibles dudas si la banda iba a poder seguir sorprendiendo al oyente tras dos discos (que, si bien no explotaron, si fueron la mecha que encendió el fenómeno Sleep Token), se despejan en estas doce piezas, las cuales, una vez más, necesitan su tiempo para digerirlas antes de emitir cualquier juicio de valor precipitado.
Pese a ello, el disco comienza con “Chokehold” y aquí no se ve gran diferencia si conocías los trabajos previos de la banda, aunque una vez más, sorprende como combinan diversos recursos y lo convierten en una sola pieza sin que suena postizo.
Todo lo contrario, ocurrió con “The Summoning”, una exquisites de casi 6 minutos y medio de duración, donde comienzan de forma muy contundente con esos riffs y ese toque djent que dejarían verdes a Veil of Maya o Monuments, para tener un estribillo cristalino hermoso que parece escrito en orto y deleitarnos con los guturales de Vessel, por si fuese poco la pieza cuenta con un bonito solo de guitarra y un grado de épica brutal, pues hasta aquí uno diría que bien, en su línea, pues no amigos, la parte final de la canción viene con un puente instrumental que podrían haber firmado Pendulum para pasar a uno de los finales más sexys en la historia del metal moderno y es que Vessel nos deleita con su vozarrón en clave pop moderno con unas frases que harán subir la temperatura a cualquiera que escuche la canción por primera vez. Simplemente sublimes,
Y es que lo que hace especial a esta banda yo creo que la falta total de prejuicios a la hora de elaborar sus composiciones y las ganas de asumir nuevos riesgos musicales en cada pieza que realizan.
Así en un corte como “Aqua Regia”, que comienza con un teclado medio electrónico a lo Linkin Park (esto podría haber encajado en aquel nefasto One More Light”) pero con una base medio trap como podría ejecutar Post Malone, luego nos vamos a encontrar una intensidad bastante medida gracias a la intensidad que presenta la canción sin necesidad de recurrir a los guturales del metalcore típicos.
Lo mismo ocurre con “Ascensionism”, un corte que parece ser una balada preciosa de hecho, con un delicado comienzo al piano y solamente la voz de Vessel, la cual, hay que decir que está por encima del 90% de sus compañeros de profesión actualmente, pero pronto agarra carrera gracias a un rítmo trap que si me dicen que sale en el nuevo disco de Post Malone, me lo creería y lo celebraría como el que más, pero como hemos dicho nunca puedes dar nada por sentado con un tema de Sleep Token, ya que el corte acaba tras más de 6 minutos de duración a puro riff pesado y dejándote noqueado porque no sabes exactamente de qué va esta gente. y seguramente ahí radique su encanto.
La parte más agresiva quizás esté en cortes como “Vore” o “Rain”, donde de nuevo vemos esa dualidad sonora entre lo agresivo y lo abiertamente melódico y accesible, pero sin llegar a cansar al oyente, pudiendo recordar tanto a Post Malone y Deftones como a Periphery, Tool o Breaking Benjamin, pero siendo infinitamente superiores a estos últimos.
Sin embargo, no dejan de lado sus aspiraciones mainstream y quizás en cortes como “DYWTYLM” se les haya ido un pelín la mano con el pop moderno, pero, aun así, si os gustaban artistas como Jonny Craig o Tyler Carter, pero también The Weeknd seguramente disfrutéis de lo lindo con esta canción.
El corte que da título al disco es uno de los puntos que quizás menos aporte al álbum ya que reúne todos los recursos de la banda en una misma canción y se extiende quizás demasiado para el oyente medio, sin embargo, hay que decir que va ganando con las escuchas y la balada pop “Euclid” nos demuestra que estos chicos no se casan ni se van a casar con nadie, ellos mismos son dueños de su sonido y de sus aspiraciones musicales y con un disco como este creo que van por el sendero adecuado.
Pues Sleep Token, no solo han cumplido y con creces el objetivo de superar a sus dos discos anteriores, sino que además se cuelan entre los mejores discos alternativos del año, si no el mejor.
La banda ha sabido condensar en un disco todos los elementos que componen su música y crear una obra tan completa como necesaria para evadirse entre tanto grupo de metal moderno reciclando una y otra vez lo que hacen bandas como Architects o While She Sleeps, Sleep Token no se si van a ser el grupo más importante del estilo en el próximo lustro, pero desde luego si siguen por este camino, no habrá nadie que les pueda arrebatar un título que con este nuevo disco ya están en posición de reclamar con soltura.
Take Me Back to Eden (2023)
Spinefarm Records
1. Chokehold
2. The Summoning
3. Granite
4. Aqua Regia
5. Vore
6. Ascensionism
7. Are You Really Okay?
8. The Apparition
9. DYWTYLM
10. Rain
11. Take Me Back to Eden
12- Euclid
A pesar de contar con dos discos previos Sundowning de 2019 y This Place Will Be Your Tomb de 2021, ha sido en los últimos meses, concretamente desde la salida de cortes tan impresionantes e indescriptibles como “The Summoning” o “Chokehold”, que el nombre de Sleep Token ha empezado a subir como la espuma más rápido que el cava en la cena de fin de año y de pronto todos estábamos pendientes de estos tipos y de su esperadísimo tercer disco, el cual lleva por título Take Me Back to Eden y fue publicado el pasado 19 de mayo vía Spinefarm Records.
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Pero que tienen Sleep Token y que hace de este disco uno de los mejores trabajos editados en mucho tiempo, pues una marciana mezcla en donde pueden convivir sin apenas controversia, estilos como el metalcore melódico, el djent más refinado, unos pasajes electrónicos que dan oxígeno a las composiciones, unas partes de pop, trap y R’n’B muy a lo Issues o Jonny Craig, pero mejoradas y sobre todo la voz del misterioso Vessel (del cual no sabemos más que eso) que puede helarte la piel con un gutural que dejaría en ridículo a bandas como Northlane y Of Mice & Me como igual te suelta unos fraseos pop modernos cercanos al trap que podrían ser la envidia de The Weeknd o Travis Scott,
Visto el nivel de estancamiento que sufre el metal moderno a excepción de unas pocas bandas, estaba todo dado para que con semejantes referencias Sleep Token dieran en la diana con el tercer disco y se convirtieran en la sensación del año sin apenas rivales a su alcance.
Por suerte las posibles dudas si la banda iba a poder seguir sorprendiendo al oyente tras dos discos (que, si bien no explotaron, si fueron la mecha que encendió el fenómeno Sleep Token), se despejan en estas doce piezas, las cuales, una vez más, necesitan su tiempo para digerirlas antes de emitir cualquier juicio de valor precipitado.
Pese a ello, el disco comienza con “Chokehold” y aquí no se ve gran diferencia si conocías los trabajos previos de la banda, aunque una vez más, sorprende como combinan diversos recursos y lo convierten en una sola pieza sin que suena postizo.
Todo lo contrario, ocurrió con “The Summoning”, una exquisites de casi 6 minutos y medio de duración, donde comienzan de forma muy contundente con esos riffs y ese toque djent que dejarían verdes a Veil of Maya o Monuments, para tener un estribillo cristalino hermoso que parece escrito en orto y deleitarnos con los guturales de Vessel, por si fuese poco la pieza cuenta con un bonito solo de guitarra y un grado de épica brutal, pues hasta aquí uno diría que bien, en su línea, pues no amigos, la parte final de la canción viene con un puente instrumental que podrían haber firmado Pendulum para pasar a uno de los finales más sexys en la historia del metal moderno y es que Vessel nos deleita con su vozarrón en clave pop moderno con unas frases que harán subir la temperatura a cualquiera que escuche la canción por primera vez. Simplemente sublimes,
Y es que lo que hace especial a esta banda yo creo que la falta total de prejuicios a la hora de elaborar sus composiciones y las ganas de asumir nuevos riesgos musicales en cada pieza que realizan.
Así en un corte como “Aqua Regia”, que comienza con un teclado medio electrónico a lo Linkin Park (esto podría haber encajado en aquel nefasto One More Light”) pero con una base medio trap como podría ejecutar Post Malone, luego nos vamos a encontrar una intensidad bastante medida gracias a la intensidad que presenta la canción sin necesidad de recurrir a los guturales del metalcore típicos.
Lo mismo ocurre con “Ascensionism”, un corte que parece ser una balada preciosa de hecho, con un delicado comienzo al piano y solamente la voz de Vessel, la cual, hay que decir que está por encima del 90% de sus compañeros de profesión actualmente, pero pronto agarra carrera gracias a un rítmo trap que si me dicen que sale en el nuevo disco de Post Malone, me lo creería y lo celebraría como el que más, pero como hemos dicho nunca puedes dar nada por sentado con un tema de Sleep Token, ya que el corte acaba tras más de 6 minutos de duración a puro riff pesado y dejándote noqueado porque no sabes exactamente de qué va esta gente. y seguramente ahí radique su encanto.
La parte más agresiva quizás esté en cortes como “Vore” o “Rain”, donde de nuevo vemos esa dualidad sonora entre lo agresivo y lo abiertamente melódico y accesible, pero sin llegar a cansar al oyente, pudiendo recordar tanto a Post Malone y Deftones como a Periphery, Tool o Breaking Benjamin, pero siendo infinitamente superiores a estos últimos.
Sin embargo, no dejan de lado sus aspiraciones mainstream y quizás en cortes como “DYWTYLM” se les haya ido un pelín la mano con el pop moderno, pero, aun así, si os gustaban artistas como Jonny Craig o Tyler Carter, pero también The Weeknd seguramente disfrutéis de lo lindo con esta canción.
El corte que da título al disco es uno de los puntos que quizás menos aporte al álbum ya que reúne todos los recursos de la banda en una misma canción y se extiende quizás demasiado para el oyente medio, sin embargo, hay que decir que va ganando con las escuchas y la balada pop “Euclid” nos demuestra que estos chicos no se casan ni se van a casar con nadie, ellos mismos son dueños de su sonido y de sus aspiraciones musicales y con un disco como este creo que van por el sendero adecuado.
Pues Sleep Token, no solo han cumplido y con creces el objetivo de superar a sus dos discos anteriores, sino que además se cuelan entre los mejores discos alternativos del año, si no el mejor.
La banda ha sabido condensar en un disco todos los elementos que componen su música y crear una obra tan completa como necesaria para evadirse entre tanto grupo de metal moderno reciclando una y otra vez lo que hacen bandas como Architects o While She Sleeps, Sleep Token no se si van a ser el grupo más importante del estilo en el próximo lustro, pero desde luego si siguen por este camino, no habrá nadie que les pueda arrebatar un título que con este nuevo disco ya están en posición de reclamar con soltura.
Etiquetas: Djent, Melodic Metalcore, Nu Metal Alternative, Pop Trap, Sleep Token, Spinefarm Records, Take Me Back to Eden