Smith / Kotzen (2021)
BMG
Tracklist:
01. Taking My Chances
02. Running
03. Scars
04. Some People
05. Glory Road
06. Solar Fire
07. You Don’t Know Me
08. I Wanna Stay
09. ‘Til Tomorrow
Confieso que cuando se anunció que Adrian Smith y Ritchie Kotzen iban a grabar un disco juntos la noticia me cayó indiferente. Ni me entusiasmó ni me produjo ninguna desazón. Tal vez sea porque todos los proyectos que Smith llevó a cabo por fuera de Iron Maiden (ASAP, Psycho Motel, Primal Rock Rebellion, etc.) nunca me llamaron demasiado la atención, salvo en los discos junto a Bruce Dickinson como solista. O porque de Ritchie Kotzen, más allá de su inmensa carrera (Poison, Mr. Big, The Winery Dogs y otro largo etc.), lo que más me gusta de él son sus baladas. Más allá de lo antedicho, Smith vuelve a dejar en claro que es el más versátil de los tres guitarristas de Iron Maiden, y en esta sociedad junto a un colega de instrumento como lo es Kotzen deja en claro que sus ambiciones artísticas no se limitan solamente a componer para la banda de Steve Harris.
Teniendo en cuenta el historial de ambos músicos, uno podía intuir de antemano la dirección artística que iba a tomar este trabajo; es decir, un Hard-Rock con muchos tintes bluseros y con muchos solos de guitarra. Tal vez este carácter de previsibilidad que antecedió al lanzamiento también hizo que el entusiasmo previo no esté en alza. Pero no por ello el disco es menos efectivo. La sociedad entre ambos violeros funciona a las mil maravillas; ambos se reparten el protagonismo entre los solos y las voces; la placa fluye con una naturalidad que realmente es muy disfrutable, y con eso solo ya podemos afirmar que estamos ante el trabajo más destacado de Adrian por fuera de Maiden. Una exquisita clase de Hard Rock que sin dudas no defraudará a ningún fan del género como tampoco a ningún fanático de las seis cuerdas, puesto que tanto Smith como Kotzen derrochan magia por los cuatro costados sin caer en los excesos del virtuosismo y sin perder de vista el gancho en las canciones.
“Take Away My Chances” abre el juego y es una cabal muestra de lo que encontraremos en este LP. Riffs bien rockeros; estribillos que se quedan grabados con mucha facilidad; melodías vocales que se entrelazan con electrizantes solos; y una indescriptible satisfacción que produce el percibir que los tipos disfrutaron mucho haciendo este disco y que no quisieron revolucionar nada. Son dos compañeros que se juntaron a tocar la guitarra y dijeron: “a ver qué sale”, así, simple, sin querer impresionar a nadie. Y, paradójicamente, es esa simpleza con la que impresionaron.
Cuando uno dice “simpleza”, no confundir con que el disco no tiene un gran trabajo de producción atrás (a cargo de ambos guitarristas y de Kevin Shirley, el productor de Iron Maiden). Todo lo contrario. Como se dijo antes, los violeros no se privaron tampoco de tirar solos a diestra y siniestra. “Running” corre por los mismos senderos que su antecesora “Take Away My Chances”; más enérgica y con mucho gancho. Pero en lo personal, donde el disco me atrapó más es donde el sonido toma un viraje más oscuro como ocurre en “Scars” (temazo) o en “You Don’t Know Me”, donde ahí podemos apreciar mejor la sentida voz de Ritchie y los solos más dramáticos de Adrian. Sobre todo en esta última, con un aire ineludiblemente blusero, donde Smith Y Kotzen estiran los solos en una suerte de Jam que va in crescendo hasta llegar a un espectacular final. Aunque si de Blues se trata, ni se les ocurra pasar por alto “Glory Road”, la cual se me antoja como la favorita del disco. Por otra parte, si bien ambos músicos se hicieron cargo de la mayoría de los instrumentos en este disco (además de las guitarras) en “Solar Fire” podemos disfrutar del compañero de Adrian en Maiden, Nicko McBrain en la batería.
Teniendo en cuenta los pergaminos de Kotzen, sorprende la ausencia de alguna balada de esas que le salen tan redondas. Tal vez “I Wanna Stay” sea lo más cercano a eso pero le falta ese feeling más acústico que con Smith lo podrían haber aprovechado muy bien. Eso, y la repetición de ciertas estructuras a lo largo del disco serían las únicas cosas para objetar. Por fuera de eso, el debut de esta dupla deja un saldo más que positivo y ojalá este sea el primero de muchos discos por parte de la asociación Smith/Kotzen.
Smith / Kotzen (2021)
BMG
Tracklist:
01. Taking My Chances
02. Running
03. Scars
04. Some People
05. Glory Road
06. Solar Fire
07. You Don’t Know Me
08. I Wanna Stay
09. ‘Til Tomorrow
Confieso que cuando se anunció que Adrian Smith y Ritchie Kotzen iban a grabar un disco juntos la noticia me cayó indiferente. Ni me entusiasmó ni me produjo ninguna desazón. Tal vez sea porque todos los proyectos que Smith llevó a cabo por fuera de Iron Maiden (ASAP, Psycho Motel, Primal Rock Rebellion, etc.) nunca me llamaron demasiado la atención, salvo en los discos junto a Bruce Dickinson como solista. O porque de Ritchie Kotzen, más allá de su inmensa carrera (Poison, Mr. Big, The Winery Dogs y otro largo etc.), lo que más me gusta de él son sus baladas. Más allá de lo antedicho, Smith vuelve a dejar en claro que es el más versátil de los tres guitarristas de Iron Maiden, y en esta sociedad junto a un colega de instrumento como lo es Kotzen deja en claro que sus ambiciones artísticas no se limitan solamente a componer para la banda de Steve Harris.
Teniendo en cuenta el historial de ambos músicos, uno podía intuir de antemano la dirección artística que iba a tomar este trabajo; es decir, un Hard-Rock con muchos tintes bluseros y con muchos solos de guitarra. Tal vez este carácter de previsibilidad que antecedió al lanzamiento también hizo que el entusiasmo previo no esté en alza. Pero no por ello el disco es menos efectivo. La sociedad entre ambos violeros funciona a las mil maravillas; ambos se reparten el protagonismo entre los solos y las voces; la placa fluye con una naturalidad que realmente es muy disfrutable, y con eso solo ya podemos afirmar que estamos ante el trabajo más destacado de Adrian por fuera de Maiden. Una exquisita clase de Hard Rock que sin dudas no defraudará a ningún fan del género como tampoco a ningún fanático de las seis cuerdas, puesto que tanto Smith como Kotzen derrochan magia por los cuatro costados sin caer en los excesos del virtuosismo y sin perder de vista el gancho en las canciones.
“Take Away My Chances” abre el juego y es una cabal muestra de lo que encontraremos en este LP. Riffs bien rockeros; estribillos que se quedan grabados con mucha facilidad; melodías vocales que se entrelazan con electrizantes solos; y una indescriptible satisfacción que produce el percibir que los tipos disfrutaron mucho haciendo este disco y que no quisieron revolucionar nada. Son dos compañeros que se juntaron a tocar la guitarra y dijeron: “a ver qué sale”, así, simple, sin querer impresionar a nadie. Y, paradójicamente, es esa simpleza con la que impresionaron.
Cuando uno dice “simpleza”, no confundir con que el disco no tiene un gran trabajo de producción atrás (a cargo de ambos guitarristas y de Kevin Shirley, el productor de Iron Maiden). Todo lo contrario. Como se dijo antes, los violeros no se privaron tampoco de tirar solos a diestra y siniestra. “Running” corre por los mismos senderos que su antecesora “Take Away My Chances”; más enérgica y con mucho gancho. Pero en lo personal, donde el disco me atrapó más es donde el sonido toma un viraje más oscuro como ocurre en “Scars” (temazo) o en “You Don’t Know Me”, donde ahí podemos apreciar mejor la sentida voz de Ritchie y los solos más dramáticos de Adrian. Sobre todo en esta última, con un aire ineludiblemente blusero, donde Smith Y Kotzen estiran los solos en una suerte de Jam que va in crescendo hasta llegar a un espectacular final. Aunque si de Blues se trata, ni se les ocurra pasar por alto “Glory Road”, la cual se me antoja como la favorita del disco. Por otra parte, si bien ambos músicos se hicieron cargo de la mayoría de los instrumentos en este disco (además de las guitarras) en “Solar Fire” podemos disfrutar del compañero de Adrian en Maiden, Nicko McBrain en la batería.
Teniendo en cuenta los pergaminos de Kotzen, sorprende la ausencia de alguna balada de esas que le salen tan redondas. Tal vez “I Wanna Stay” sea lo más cercano a eso pero le falta ese feeling más acústico que con Smith lo podrían haber aprovechado muy bien. Eso, y la repetición de ciertas estructuras a lo largo del disco serían las únicas cosas para objetar. Por fuera de eso, el debut de esta dupla deja un saldo más que positivo y ojalá este sea el primero de muchos discos por parte de la asociación Smith/Kotzen.