Después de ”Lotus” de 2019, el conjunto sueco Soen dejó la vara muy alta en lo que a metal progresivo respecta. Lejos quedó la primera etapa de la banda con su ópera prima ”Cognitive”(2012) y ese sonido que necesariamente era comparado con Tool.

En esta oportunidad, y redoblando la apuesta de lo hecho con ”Lotus”, ”Imperial” llega como la placa más madura y ensamblada de los nórdicos. Estamos ante un disco con la base progresiva que los identifica pero con unos estribillos gancheros y pegadizos.

”Imperial” es de esas placas que transmiten paz y elegancia pero sin perder la fuerza que un disco de metal debe tener. La voz de Joel Ekelöf siempre estuvo a la altura y junto al baterista uruguayo Martin López fueron los puntos altos de Soen álbum tras álbum, pero en esta oportunidad, Joel transmite una melancolía incómoda en todos los tracks que no puede dejar impertérrito a nadie. Desde un tiempo a esta parte, Ekelöf se posicionó, a mi criterio, como uno de los grandes vocalistas del heavy metal en general, con un crecimiento exponencial.

El material que cuenta de ocho canciones y dura poco más de 40 minutos, como los viejos discos de thrash, arranca con la potente ”Lumerian” que tiene un gran riff de guitarra y un estribillo que ya marca el tempo de lo que está por venir. ”Deceiver”, por su parte, tiene poder y progresión digna del mejor Soen de ”Lotus”.

En este momento del disco, llegan los tres singles que el conjunto adelantó antes del lanzamiento del mismo. ”Monarch”, uno de los primeros cortes que lanzaron de la placa, es una de las grandes interpretaciones del título. Con un López soberbio en la batería y un Ekelöf enorme en lo vocal. Le sigue ”Illusion” que es una de las canciones más sentimentales del álbum con un tempo tranquilo que rememora a las viejas épocas de Pink Floyd o Yes. ”Illusion” le da paso a otro de los singles del álbum y, a mi entender, la mejor canción del disco: ”Antagonist”. Con un riff potente y con Joel de acompañamiento, va creciendo hasta desembocar en un estribillo hermoso que bien podría ser cantado en un estadio de fútbol. Pero ”Antagonist” no solo es riff y buen estribo. Llega a tener un pasaje de batería y guitarra donde Martin López presenta sus credenciales( por si hiciera falta) y te envuelve en una atmósfera que se asimila a una danza tribal.

Las últimas canciones de la placa son ”Modesty”, donde un halo de tristeza asoma por todo el tema, ”Dissident” que es una de las composiciones más intrincadas y, a primera oída, cuesta conectar con la tónica general del disco pero que después ensambla de maravilla. Y para cerrar, el título se despide con ”Fortune”, la pista más épica del disco que permite a Ekelöf despedirse a lo grande de un álbum exquisito.

En resumidas cuentas, ”Imperial” presenta a un conjunto ajustadísimo y con un nivel compositivo enorme. No sobra ningún track, todos conviven en una armonía notoria, aunque los singles bien pudieron haber sido trackeados de otra manera y no de forma consecutiva. Un disco casi perfecto de Soen que dará que hablar, por lo que les aseguro que dejará grandes himnos para la posteridad.