Si las ventas o las decenas de nuevos indicadores cuantitativos que proveen las redes sociales y plataformas digitales (reproducciones, vistas, seguidores, reacciones, etc.) realmente se convirtieran en señal de calidad en materia de arte, la más esencial razón de crear se tornaría marginal. No hace falta nombrar artistas que recibieron reconocimiento póstumo tras vivir en la miseria, ni tampoco negar que este argumento puede ser usado como excusa para justificar la caída en saco roto de propuestas poco significativas, o renegar de la lógica de una industria y el mercado. Pero si de música underground se trata, y más aún, de Metal Extremo, basarse en números puede hacer que queden por fuera del radar proyectos muy interesantes.

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Still es un cuarteto británico de Post Black Metal con marcados elementos de Sludge y Hardcore. Tras lanzar dos EP, este año nos entregan este primer larga duración, vía Trepanation Recordings, que desafía las categorías que usamos para etiquetar los estilos musicales. Con plena conciencia de que mayoritariamente se considera al grupo como de “Post Hardcore”, optaremos aquí por la denominación ya expuesta, por varios motivos: la abundancia de blast beats y tremolo riffing, los arpegios muy típicos -por momentos disonantes-, las voces siempre furiosas, el bajo potente apegado al flujo general del conjunto y la oscuridad general con dosis de melancolía en proporciones justas. Por otro lado, el disco fue grabado por Joe Clayton en No Studios, pero masterizado por Sam Vaney en Lead & Sulfur, este último a cargo de la misma función en los más recientes trabajos de Throane y Anguine. Las obligadas coordenadas anticipatorias para el público lector podrían ser Cult of Luna, Amenra, Cult Leader, aunque quizás sean más cercanos proyectos más actuales como Downfall Of Gaia, Sons Of A Wanted Man o Erdve.

El disco comienza con “Droves”, que nos transporta a otro lugar a pura fuerza de batería y el halo hipnótico que generan unas guitarras etéreas, que van configurando melodías y riffs diversos, a lo largo de un track con distintos climas, e incluso un momento con reminiscencias de Converge. “Continued Suffering of an Endless Night” acentúa la sonoridad más “Black”, en especial por los señalados arpegios, que sobrevuelan bases rítmicas de velocidades variables, algo que pone de manifiesto un gran repertorio técnico de la batería. “We Were Ghosts (All Along)” cambia completamente la atmósfera: todo se vuelve más lento, denso, lúgubre, con un bajo que se destaca atravesado por las líneas de guitarra que siguen apelando a recursos armónicos muy frecuentes en el Black Metal más técnico, hasta que emerge la ferocidad que luego continúa en “All but Lost” pero con tintes más “Post-Rock”. El bajo sigue haciéndose notar como antes, y vuelve a hacerlo en “Half Hands Won’t Hold”, canción que retoma una senda más oscura, pero sigue explorando texturas que ya asomaron previamente.

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En “A Pendulous Spirit (Part One) – The Great Expanse” reaparecen esos colores vislumbrados en “All but Lost”, pero en esta ocasión, se mezclan en una totalidad más agresiva, que en “Drift” muta en uno de los tracks donde esos arpegios ya referidos varias veces vuelven a surgir ennegreciendo todo, quizás más que nunca, hasta terminar con toda la potencia. El contraste con “Blear, Amidst” es notable, pues abre un espacio tensamente calmo, donde se oye por primera vez una voz limpia, junto con una guitarra de sonoridad muy cara al floreciente Post-Metal. El álbum termina con el track más extenso, “Ever {I.I.MMXVI}”, de gran energía y con un tremolo riffing muy pregnante, entramado en el sonido de un grupo que demuestra muchas virtudes, tanto compositivas como interpretativas. Una de estas cualidades es ese aspecto “progresivo” que posee la música ecléctica y emotiva que ejecutan, expresado una vez más en medio de este track largo pero sublime, en el que la voz vuelve a transformarse y regresan los ecos de paisajes “Post-Rock”.

No importa cuánta gente vaya a escuchar este disco, tranquilamente puede ocupar un lugar entre los lanzamientos del año, y sin dudas, recomendamos escucharlo con atención y la sensibilidad a flor de piel.