El pasado 2 de diciembre, los muros de la Sala Razzmatazz 2 vibraron al ritmo del hardcore neoyorquino con una noche memorable protagonizada por Terror, acompañados por Headbussa, Combust y Nasty. Una cita imperdible para los amantes del género, que ofreció una mezcla explosiva de energía, conexión con el público y un despliegue sonoro impecable.
Los encargados de abrir la noche fueron Headbussa, una banda oriunda de París que ha estado ganando tracción dentro de la escena hardcore europea. Con dos EPs bajo el brazo, Necessary Violence (2021) y Vengeful Mind (2023), los franceses demostraron por qué están incluidos en esta gira.
Aunque solo llegué a ver una parte de su actuación, lo poco que presencié dejó claro su potencial: un sonido robusto y una actitud que conectó bien con los asistentes. A pesar de ser los primeros en salir al escenario, lograron calentar el ambiente de forma efectiva, dejando al público listo para lo que venía.
La segunda banda de la noche fue Combust, fieles representantes del hardcore neoyorquino. Formados en 2017 y con su único álbum de estudio, Another Life (2022), demostraron por qué se han ganado un lugar en esta gira.
El set incluyó temas como “The Big Game”, “Why I Hate” y “N.Y.H.C.”, que incendiaron la sala con su energía cruda y contundente. La audiencia respondió con entusiasmo, creando los primeros “stage divings” serios de la noche. Combust reafirmó que, aunque sean relativamente jóvenes como banda, entienden perfectamente la esencia del hardcore: una mezcla de agresión y comunidad.
Desde Kelmis, Bélgica, Nasty subió al escenario como la tercera banda de la noche. Con casi dos décadas de trayectoria y siete álbumes de estudio, su posición en el cartel fue un merecido reconocimiento a su sólida carrera.
La explosión de energía fue inmediata con temas como “At War with Love” y “Don’t Play With Fire”, que encendieron al público como nunca. Las paredes de la Razzmatazz 2 temblaron con la potencia del sonido y la entrega de los asistentes. Nasty mostró por qué son un referente en la escena europea, dejando claro que el hardcore no tiene fronteras.
Finalmente, llegó el momento que todos esperaban. Los neoyorquinos de Terror, liderados por el carismático Scott Vogel, subieron al escenario para desatar un torbellino de hardcore que no dejó a nadie indiferente. Desde el primer acorde de “One With the Underdogs”, la energía fue arrolladora.
Vogel no dejó de interactuar con el público, animando constantemente a que se subieran al escenario: “Quiero ver más gente aquí arriba. Esto es hardcore, ¡es de todos!”. La respuesta fue inmediata, con fans subiendo y lanzándose al público mientras la sala vibraba con cada tema.
El setlist fue una sucesión de himnos, desde “Spit My Rage” hasta “Stick Tight” y “Keepers of the Faith”. Cada canción fue recibida con entusiasmo por una audiencia entregada, que, a pesar de los golpes y el caos del stage divings, mantuvo un ambiente de respeto y camaradería, como es tradición en la escena.
Destacaron también momentos de reflexión, como en “Pain Into Power”, donde la banda demostró la profundidad emocional que también puede transmitir el hardcore. Sin embargo, fue con “Keep Your Mouth Shut” y “Always the Hard Way” que lograron los momentos más intensos de la noche, dejando claro por qué son una de las bandas más icónicas del género.
El concierto de Terror en la Sala Razzmatazz 2 fue mucho más que un simple show: fue una celebración del hardcore en todas sus facetas, desde los nuevos talentos como Headbusa y Combust, hasta los veteranos de Nasty y Terror. Una noche que quedará grabada en la memoria de quienes estuvieron allí, recordándonos que, en el hardcore, la energía, la unión y el respeto siempre estarán en el centro de todo.
El pasado 2 de diciembre, los muros de la Sala Razzmatazz 2 vibraron al ritmo del hardcore neoyorquino con una noche memorable protagonizada por Terror, acompañados por Headbussa, Combust y Nasty. Una cita imperdible para los amantes del género, que ofreció una mezcla explosiva de energía, conexión con el público y un despliegue sonoro impecable.
Los encargados de abrir la noche fueron Headbussa, una banda oriunda de París que ha estado ganando tracción dentro de la escena hardcore europea. Con dos EPs bajo el brazo, Necessary Violence (2021) y Vengeful Mind (2023), los franceses demostraron por qué están incluidos en esta gira.
Aunque solo llegué a ver una parte de su actuación, lo poco que presencié dejó claro su potencial: un sonido robusto y una actitud que conectó bien con los asistentes. A pesar de ser los primeros en salir al escenario, lograron calentar el ambiente de forma efectiva, dejando al público listo para lo que venía.
La segunda banda de la noche fue Combust, fieles representantes del hardcore neoyorquino. Formados en 2017 y con su único álbum de estudio, Another Life (2022), demostraron por qué se han ganado un lugar en esta gira.
El set incluyó temas como “The Big Game”, “Why I Hate” y “N.Y.H.C.”, que incendiaron la sala con su energía cruda y contundente. La audiencia respondió con entusiasmo, creando los primeros “stage divings” serios de la noche. Combust reafirmó que, aunque sean relativamente jóvenes como banda, entienden perfectamente la esencia del hardcore: una mezcla de agresión y comunidad.
Desde Kelmis, Bélgica, Nasty subió al escenario como la tercera banda de la noche. Con casi dos décadas de trayectoria y siete álbumes de estudio, su posición en el cartel fue un merecido reconocimiento a su sólida carrera.
La explosión de energía fue inmediata con temas como “At War with Love” y “Don’t Play With Fire”, que encendieron al público como nunca. Las paredes de la Razzmatazz 2 temblaron con la potencia del sonido y la entrega de los asistentes. Nasty mostró por qué son un referente en la escena europea, dejando claro que el hardcore no tiene fronteras.
Finalmente, llegó el momento que todos esperaban. Los neoyorquinos de Terror, liderados por el carismático Scott Vogel, subieron al escenario para desatar un torbellino de hardcore que no dejó a nadie indiferente. Desde el primer acorde de “One With the Underdogs”, la energía fue arrolladora.
Vogel no dejó de interactuar con el público, animando constantemente a que se subieran al escenario: “Quiero ver más gente aquí arriba. Esto es hardcore, ¡es de todos!”. La respuesta fue inmediata, con fans subiendo y lanzándose al público mientras la sala vibraba con cada tema.
El setlist fue una sucesión de himnos, desde “Spit My Rage” hasta “Stick Tight” y “Keepers of the Faith”. Cada canción fue recibida con entusiasmo por una audiencia entregada, que, a pesar de los golpes y el caos del stage divings, mantuvo un ambiente de respeto y camaradería, como es tradición en la escena.
Destacaron también momentos de reflexión, como en “Pain Into Power”, donde la banda demostró la profundidad emocional que también puede transmitir el hardcore. Sin embargo, fue con “Keep Your Mouth Shut” y “Always the Hard Way” que lograron los momentos más intensos de la noche, dejando claro por qué son una de las bandas más icónicas del género.
El concierto de Terror en la Sala Razzmatazz 2 fue mucho más que un simple show: fue una celebración del hardcore en todas sus facetas, desde los nuevos talentos como Headbusa y Combust, hasta los veteranos de Nasty y Terror. Una noche que quedará grabada en la memoria de quienes estuvieron allí, recordándonos que, en el hardcore, la energía, la unión y el respeto siempre estarán en el centro de todo.