El pasado domingo se juntaron en la sala Mon tres grupos muy dispares pero que mezclaron a la perfección para brindar una noche muy divertida. Un coctel total de tres ingredientes.
THE CALLOUS DAOBOYS, Desatando el caos y la alegría vital
Original del corazón de Atlanta, Georgia, un grupo desenfrenadamente libre subió al escenario, listos para brindar una actuación electrizante que dejaría a la audiencia desconcertada y cautivada, tremenda energía desde el arranque. Con su música caracterizada por una combinación única de densidad, impenetrabilidad y caos, el encanto enigmático de la banda resultaba extrañamente acogedor.
Inspirados por The Dillinger Escape Plan, Every Time I Die y The Chariot, The Callous Daoboys infundió un grado elevado de teatralidad en su música, realzando aún más el método tras su locura. Era como si Panic! At The Disco y Fall Out Boy hubieran sido abofeteados cariñosamente por la implacable fuerza de Glassjaw. Sin embargo, en medio de este caos controlado, se percibía un innegable sentido de alegría vital que impregnaba cada canción.
A medida que el concierto se desarrollaba, la banda viraba sin esfuerzo entre diferentes estilos, dejando al público sin aliento que se animó con los pogos y carreras. La multitud se encontraba inmersa en un torbellino de emociones mientras The Callous Daoboys navegaban magistralmente por su paisaje musical. Desde himnos punk abrasadores hasta momentos de introspección emotiva, la banda mostraba una asombrosa versatilidad con una energía inquebrantable repleta de saltos, gestos, y una mezcla de guturales, melodías, gritos… que mezclaban sorpresivamente bien.
Uno de los momentos más destacados de la velada llegaba durante su interpretación de “Celebrity Therapist”. Aquí, The Callous Daoboys llevaban los límites aún más lejos, adentrándose en los terrenos del drone y el post-rock vanguardista, evocando los sonidos etéreos de Sigor Rós y Radiohead. Este desvío inesperado mostraba la disposición de la banda para explorar territorios desconocidos, dejando al público maravillado ante su audacia artística.
Pero no solo era la música lo que cautivaba a la multitud; era la contagiosa presencia en el escenario y el compromiso inquebrantable con su arte. Cada miembro irradiaba una pasión cruda e indomable que resultaba imposible de ignorar. Su energía desbordante contagiaba al público, creando una atmósfera eléctrica que resonaba en todo el recinto. La audiencia se dejaba llevar por un frenesí colectivo. Los cuerpos chocaban y las mentes se derretían mientras la música pulsaba en sus venas.
Al final, convencieron y su mezcla sin complejos de caos y melodías cautivadoras resultó ser una combinación potente, recordándonos que a veces es en medio de la tormenta donde encontramos nuestra verdadera esencia.
UNPROCESSED, la Evolución Futurista del Metal Impulsado por la Guitarra
El nombre de la banda, “Unprocessed”, define algo crudo e intocado. Sin embargo, esta connotación resulta algo arbitraria cuando se combina con la innata habilidad del grupo para desarrollar y experimentar constantemente con un sonido que, aunque se basa por completo en habilidad cruda y natural, es futurista, progresivo y multifacético en su naturaleza.
Originarios de Alemania, este cuarteto ha logrado crear un género completamente nuevo, fusionando música progresiva impulsada por la guitarra con elementos de pop y electrónica. Su sonido representa una nueva evolución del metal impulsado por la guitarra, llevándolo hacia horizontes inexplorados y desafiando las convenciones establecidas.
Desde el momento en que Unprocessed tomó el escenario, quedó claro que estábamos presenciando algo verdaderamente artístico y con personalidad. Muchos acudían al concierto con el interés principal de verles y se notó. La habilidad y destreza de los músicos se manifestaban en cada nota, creando una sinfonía de sonidos complejos y envolventes. La combinación de riffs de guitarra progresivos, ritmos pulsantes y melodías cautivadoras mostraba la maestría técnica de la banda y su capacidad para crear una experiencia musical única. No pasó desapercibidos y en todas la líneas del Mon se comentaba entre los grupos.
A medida que el concierto avanzaba, Unprocessed nos llevaba en un viaje sonoro inolvidable. Sus composiciones se desplegaban con una precisión quirúrgica, explorando una amplia gama de emociones y paisajes musicales. Desde momentos de intensa agresividad y furia hasta pasajes de belleza etérea y melancolía, la banda demostraba su versatilidad y capacidad para sumergirnos en su mundo sonoro.
Pero más allá de su virtuosismo musical, Unprocessed también brillaba en el aspecto interpretativo. La conexión con el público era evidente, y cada miembro de la banda se entregaba por completo en cada nota, transmitiendo una pasión y energía contagiosas. Al finalizar el último acorde, el público estalló en aplausos y vítores, expresando su gratitud y admiración.
TESSERACT, un Concierto que Marcará una Nueva Era
Desde el lanzamiento de “Sonder” en 2018, TesseracT ha alcanzado nuevas alturas en todo el mundo, rompiendo consistentemente barreras y tocando en grandes escenarios junto a bandas como Bullet for My Valentine, Dream Theater y Gojira. Además, se han convertido en cabezas de cartel en festivales de renombre. En su quinto álbum de estudio, “War Of Being”, TesseracT regresa con un lanzamiento que representa lo mejor de su carrera hasta la fecha, siendo su trabajo más conceptual, dinámico y complejo en términos sonoros.
La historia de “War Of Being” gira en torno a un viaje interdimensional emprendido por dos personajes (ex y el) dentro de “The Strangeland”, un mundo creado para reflejar el estado socioeconómico de nuestra propia realidad. A lo largo de su duración de una hora, la banda deleita a los oyentes con atmósferas expansivas, interpretaciones vocales apasionadas de Daniel Tompkins y riffs de una intensidad explosiva. TesseracT siempre ha sido una entidad innovadora, y con “War Of Being” demuestran que se han convertido en maestros de un sonido realmente único.
El álbum fue grabado en Middle Farm Studios en el Reino Unido, co-producido y mezclado por la banda y Peter Miles (Dodie, Sylosis, Architects), junto con la colaboradora de larga data Katherine Marsh de Choir Noir (Bring Me The Horizon, Architects, Marillion). Randy Slaugh (Periphery, Architects, Devin Townsend) se unió a la banda para asistir en la programación y producción adicional. La ingeniería adicional estuvo a cargo de Forrester Savell (Karnivool). “War Of Being” es el momento definitorio de TesseracT, uno que será recordado como el comienzo de una nueva era para esta banda dinámica y visionaria.
En el concierto de TesseracT, el público fue testigo de una experiencia musical que trascendió los límites de lo convencional, no fue una banda más ni un público más, banda original y público muy fan y entregado, incluso en domingo. Desde el momento en que la banda pisó el escenario, se podía sentir la electricidad en el aire. Con su interpretación enérgica y precisa, TesseracT llevó a la audiencia a un viaje sonoro inolvidable a pesar del gripazo de Tompkins.
El repertorio del concierto incluyó canciones del aclamado álbum “War Of Being”, y cada melodía fue interpretada con una pasión y una maestría incomparables. La voz de Daniel Tompkins se elevó sobre las atmósferas expansivas, transmitiendo emociones profundas y transportando al público a los confines de “The Strangeland”, con disclaimer, pidió que le ayudaremos cantando y se le devolvió la petición con creces.
La conexión entre la banda y la audiencia era palpable, creando una sinergia energética que se manifestaba en cada acorde y cada golpe de batería. Los momentos de calma y los estallidos de intensidad se entrelazaban de manera magistral, manteniendo al público en vilo durante todo el concierto, el frotman es muy expresivo y marcaba cada tema con personalidad, eso sí, aprovechando las pausas para tomar su medicina y darse un descanso.
El concierto de TesseracT fue una prueba de su evolución como banda y de su capacidad para crear una experiencia musical inigualable. “War Of Being” marcó el comienzo de una nueva era para TesseracT, y el público tuvo el privilegio de presenciar este momento definitorio en su trayectoria.
Al finalizar el concierto, los aplausos ensordecedores y los gritos de admiración llenaron el recinto. La audiencia se despidió con un sentimiento de asombro y gratitud, sabiendo que habían presenciado algo verdaderamente especial. TesseracT ha dejado una huella imborrable en la escena musical con su sonido único y su visión artística vanguardista, y su concierto fue una prueba más de su impacto duradero en el mundo de la música.
El pasado domingo se juntaron en la sala Mon tres grupos muy dispares pero que mezclaron a la perfección para brindar una noche muy divertida. Un coctel total de tres ingredientes.
THE CALLOUS DAOBOYS, Desatando el caos y la alegría vital
Original del corazón de Atlanta, Georgia, un grupo desenfrenadamente libre subió al escenario, listos para brindar una actuación electrizante que dejaría a la audiencia desconcertada y cautivada, tremenda energía desde el arranque. Con su música caracterizada por una combinación única de densidad, impenetrabilidad y caos, el encanto enigmático de la banda resultaba extrañamente acogedor.
Inspirados por The Dillinger Escape Plan, Every Time I Die y The Chariot, The Callous Daoboys infundió un grado elevado de teatralidad en su música, realzando aún más el método tras su locura. Era como si Panic! At The Disco y Fall Out Boy hubieran sido abofeteados cariñosamente por la implacable fuerza de Glassjaw. Sin embargo, en medio de este caos controlado, se percibía un innegable sentido de alegría vital que impregnaba cada canción.
A medida que el concierto se desarrollaba, la banda viraba sin esfuerzo entre diferentes estilos, dejando al público sin aliento que se animó con los pogos y carreras. La multitud se encontraba inmersa en un torbellino de emociones mientras The Callous Daoboys navegaban magistralmente por su paisaje musical. Desde himnos punk abrasadores hasta momentos de introspección emotiva, la banda mostraba una asombrosa versatilidad con una energía inquebrantable repleta de saltos, gestos, y una mezcla de guturales, melodías, gritos… que mezclaban sorpresivamente bien.
Uno de los momentos más destacados de la velada llegaba durante su interpretación de “Celebrity Therapist”. Aquí, The Callous Daoboys llevaban los límites aún más lejos, adentrándose en los terrenos del drone y el post-rock vanguardista, evocando los sonidos etéreos de Sigor Rós y Radiohead. Este desvío inesperado mostraba la disposición de la banda para explorar territorios desconocidos, dejando al público maravillado ante su audacia artística.
Pero no solo era la música lo que cautivaba a la multitud; era la contagiosa presencia en el escenario y el compromiso inquebrantable con su arte. Cada miembro irradiaba una pasión cruda e indomable que resultaba imposible de ignorar. Su energía desbordante contagiaba al público, creando una atmósfera eléctrica que resonaba en todo el recinto. La audiencia se dejaba llevar por un frenesí colectivo. Los cuerpos chocaban y las mentes se derretían mientras la música pulsaba en sus venas.
Al final, convencieron y su mezcla sin complejos de caos y melodías cautivadoras resultó ser una combinación potente, recordándonos que a veces es en medio de la tormenta donde encontramos nuestra verdadera esencia.
UNPROCESSED, la Evolución Futurista del Metal Impulsado por la Guitarra
El nombre de la banda, “Unprocessed”, define algo crudo e intocado. Sin embargo, esta connotación resulta algo arbitraria cuando se combina con la innata habilidad del grupo para desarrollar y experimentar constantemente con un sonido que, aunque se basa por completo en habilidad cruda y natural, es futurista, progresivo y multifacético en su naturaleza.
Originarios de Alemania, este cuarteto ha logrado crear un género completamente nuevo, fusionando música progresiva impulsada por la guitarra con elementos de pop y electrónica. Su sonido representa una nueva evolución del metal impulsado por la guitarra, llevándolo hacia horizontes inexplorados y desafiando las convenciones establecidas.
Desde el momento en que Unprocessed tomó el escenario, quedó claro que estábamos presenciando algo verdaderamente artístico y con personalidad. Muchos acudían al concierto con el interés principal de verles y se notó. La habilidad y destreza de los músicos se manifestaban en cada nota, creando una sinfonía de sonidos complejos y envolventes. La combinación de riffs de guitarra progresivos, ritmos pulsantes y melodías cautivadoras mostraba la maestría técnica de la banda y su capacidad para crear una experiencia musical única. No pasó desapercibidos y en todas la líneas del Mon se comentaba entre los grupos.
A medida que el concierto avanzaba, Unprocessed nos llevaba en un viaje sonoro inolvidable. Sus composiciones se desplegaban con una precisión quirúrgica, explorando una amplia gama de emociones y paisajes musicales. Desde momentos de intensa agresividad y furia hasta pasajes de belleza etérea y melancolía, la banda demostraba su versatilidad y capacidad para sumergirnos en su mundo sonoro.
Pero más allá de su virtuosismo musical, Unprocessed también brillaba en el aspecto interpretativo. La conexión con el público era evidente, y cada miembro de la banda se entregaba por completo en cada nota, transmitiendo una pasión y energía contagiosas. Al finalizar el último acorde, el público estalló en aplausos y vítores, expresando su gratitud y admiración.
TESSERACT, un Concierto que Marcará una Nueva Era
Desde el lanzamiento de “Sonder” en 2018, TesseracT ha alcanzado nuevas alturas en todo el mundo, rompiendo consistentemente barreras y tocando en grandes escenarios junto a bandas como Bullet for My Valentine, Dream Theater y Gojira. Además, se han convertido en cabezas de cartel en festivales de renombre. En su quinto álbum de estudio, “War Of Being”, TesseracT regresa con un lanzamiento que representa lo mejor de su carrera hasta la fecha, siendo su trabajo más conceptual, dinámico y complejo en términos sonoros.
La historia de “War Of Being” gira en torno a un viaje interdimensional emprendido por dos personajes (ex y el) dentro de “The Strangeland”, un mundo creado para reflejar el estado socioeconómico de nuestra propia realidad. A lo largo de su duración de una hora, la banda deleita a los oyentes con atmósferas expansivas, interpretaciones vocales apasionadas de Daniel Tompkins y riffs de una intensidad explosiva. TesseracT siempre ha sido una entidad innovadora, y con “War Of Being” demuestran que se han convertido en maestros de un sonido realmente único.
El álbum fue grabado en Middle Farm Studios en el Reino Unido, co-producido y mezclado por la banda y Peter Miles (Dodie, Sylosis, Architects), junto con la colaboradora de larga data Katherine Marsh de Choir Noir (Bring Me The Horizon, Architects, Marillion). Randy Slaugh (Periphery, Architects, Devin Townsend) se unió a la banda para asistir en la programación y producción adicional. La ingeniería adicional estuvo a cargo de Forrester Savell (Karnivool). “War Of Being” es el momento definitorio de TesseracT, uno que será recordado como el comienzo de una nueva era para esta banda dinámica y visionaria.
En el concierto de TesseracT, el público fue testigo de una experiencia musical que trascendió los límites de lo convencional, no fue una banda más ni un público más, banda original y público muy fan y entregado, incluso en domingo. Desde el momento en que la banda pisó el escenario, se podía sentir la electricidad en el aire. Con su interpretación enérgica y precisa, TesseracT llevó a la audiencia a un viaje sonoro inolvidable a pesar del gripazo de Tompkins.
El repertorio del concierto incluyó canciones del aclamado álbum “War Of Being”, y cada melodía fue interpretada con una pasión y una maestría incomparables. La voz de Daniel Tompkins se elevó sobre las atmósferas expansivas, transmitiendo emociones profundas y transportando al público a los confines de “The Strangeland”, con disclaimer, pidió que le ayudaremos cantando y se le devolvió la petición con creces.
La conexión entre la banda y la audiencia era palpable, creando una sinergia energética que se manifestaba en cada acorde y cada golpe de batería. Los momentos de calma y los estallidos de intensidad se entrelazaban de manera magistral, manteniendo al público en vilo durante todo el concierto, el frotman es muy expresivo y marcaba cada tema con personalidad, eso sí, aprovechando las pausas para tomar su medicina y darse un descanso.
El concierto de TesseracT fue una prueba de su evolución como banda y de su capacidad para crear una experiencia musical inigualable. “War Of Being” marcó el comienzo de una nueva era para TesseracT, y el público tuvo el privilegio de presenciar este momento definitorio en su trayectoria.
Al finalizar el concierto, los aplausos ensordecedores y los gritos de admiración llenaron el recinto. La audiencia se despidió con un sentimiento de asombro y gratitud, sabiendo que habían presenciado algo verdaderamente especial. TesseracT ha dejado una huella imborrable en la escena musical con su sonido único y su visión artística vanguardista, y su concierto fue una prueba más de su impacto duradero en el mundo de la música.