
I’ve Seen All I Need to See (2021)
Thrill Jockey Records
Tracklist:
1. A Lament
2. Tied Up and Locked In
3. Eschatological Imperative
4. A Pain of Knowing
5. The City Is Shelled
6. They Are Coming
7. The Handle/The Blade
8. Path of Failure
El dúo de Lee Buford y Chip King hace tiempo ya dejó de hacer cualquier tipo de concesiones a ninguna audiencia posible. Tienen su base de fans y saben bien que no es gente en busca de agradables “canciones”, melodías o riffs. Se trata de ese siempre estimulante sector del público proclive a gozar de la exploración más despiadada y los giros intelectuales.
The Body muta desafiando los parámetros del concepto de música hace más de dos décadas, yendo en una dirección cada vez más “pesada”, condensando en esa palabra toneladas de significados distintos. Se puede decir que hacen un Sludge Metal con un fuerte componente Noise y una actitud experimental.
Este álbum se concentra más en la sonoridad que la banda puede generar en vivo por sí misma, tras sobresalientes colaboraciones con Full of Hell, Thou y Krieg, entre otros. Por eso, salvo la participación de Chrissy Wolpert en las teclas y la voz de Ben Eberle, todo está hecho por Buford y King, que grabaron en Machines With Magnets con Seth Manchester, mientras la masterización se realizó en Metropolis Mastering, a manos de Matt Colton.
“A Lament” comienza con el extracto de un discurso grabado sobre el que suena una guitarra densa, distorsionada al extremo, y una percusión apesadumbrada. El sonido está entrecortado y hay una voz susurrante, que se transforma en ese alarido típico en The Body, pero esta vez como viniendo desde muy lejos, a kilómetros en la espesura. La textura cambia completamente promediando el tema, para afianzar la melancolía.
Algo más próximo a un riff inaugura “Tied Up and Locked in”, siempre manteniendo el nivel máximo de ruido y rupturismo. La banda se luce en la descomposición, en desestructurar las pretensiones de hallar musicalidad en los lugares comunes. Se siente la violencia de descubrir que la época en que vivimos es, en sí misma, una prisión.
En esa línea reflexiva, “Eschatological Imperative” agudiza la putrefacción, o torna el cuadro más grave, una condición clínica, un arte que especula con una moral higienista que aturde. La batería adquiere más potencia, como para sacudir al oyente adormecido, envuelto por el aire viciado de la cripta que es el mundo actual, si no se encuentra por dónde asomar la cabeza. Tal es así que “A Pain of Knowing” sigue explotando esta veta filosófica, enfatizando el elemento Noise en la propuesta del dúo. Los gritos de King siguen expresando la histeria, la furia y la desesperación.
“The City Is Shelled” aporta más elementos a la hipótesis de que estamos frente al fermento creativo de tiempos pandémicos. Junto con el sentido sonoro del conjunto, esto recuerda al último trabajo de Primitive Man, otra banda que tampoco se preocupa por las convenciones estilísticas amigables con el oído. Dentro del caos emerge un riff hipnótico entramado con ruidos, dentro de una neblina caliente que se despeja un poco para dejar apreciar con mayor nitidez la crueldad instrumentada.
En “They Are Coming” se extreman el protagonismo de la batería y la manipulación electrónica, con las voces más aterradoras que nunca y “The Handle/The Blade” acentúa el aspecto industrial, incluso con los fragmentos vocales procesados, más allá de los clamores de King. Aparece una percusión llamativa en comparación con toda la anterior.
El final es “The Path of Failure”, que ya desde el título nos sigue hundiendo en las implicancias de un mensaje no muy difícil de inferir si se sigue el hilo conductor de todo el disco. En efecto, el ritmo casi fúnebre y el zumbido como de moscas no deja muchas dudas. Los platillos de la batería, ejecutada con reminiscencias de Free Jazz, hasta darían la impresión de hacer un juego perverso, algo así como la creencia en una libertad individual infecciosa.
Un gran álbum, ideal para quienes creen que este año no será mejor que el anterior.

I’ve Seen All I Need to See (2021)
Thrill Jockey Records
Tracklist:
1. A Lament
2. Tied Up and Locked In
3. Eschatological Imperative
4. A Pain of Knowing
5. The City Is Shelled
6. They Are Coming
7. The Handle/The Blade
8. Path of Failure
El dúo de Lee Buford y Chip King hace tiempo ya dejó de hacer cualquier tipo de concesiones a ninguna audiencia posible. Tienen su base de fans y saben bien que no es gente en busca de agradables “canciones”, melodías o riffs. Se trata de ese siempre estimulante sector del público proclive a gozar de la exploración más despiadada y los giros intelectuales.
The Body muta desafiando los parámetros del concepto de música hace más de dos décadas, yendo en una dirección cada vez más “pesada”, condensando en esa palabra toneladas de significados distintos. Se puede decir que hacen un Sludge Metal con un fuerte componente Noise y una actitud experimental.
Este álbum se concentra más en la sonoridad que la banda puede generar en vivo por sí misma, tras sobresalientes colaboraciones con Full of Hell, Thou y Krieg, entre otros. Por eso, salvo la participación de Chrissy Wolpert en las teclas y la voz de Ben Eberle, todo está hecho por Buford y King, que grabaron en Machines With Magnets con Seth Manchester, mientras la masterización se realizó en Metropolis Mastering, a manos de Matt Colton.
“A Lament” comienza con el extracto de un discurso grabado sobre el que suena una guitarra densa, distorsionada al extremo, y una percusión apesadumbrada. El sonido está entrecortado y hay una voz susurrante, que se transforma en ese alarido típico en The Body, pero esta vez como viniendo desde muy lejos, a kilómetros en la espesura. La textura cambia completamente promediando el tema, para afianzar la melancolía.
Algo más próximo a un riff inaugura “Tied Up and Locked in”, siempre manteniendo el nivel máximo de ruido y rupturismo. La banda se luce en la descomposición, en desestructurar las pretensiones de hallar musicalidad en los lugares comunes. Se siente la violencia de descubrir que la época en que vivimos es, en sí misma, una prisión.
En esa línea reflexiva, “Eschatological Imperative” agudiza la putrefacción, o torna el cuadro más grave, una condición clínica, un arte que especula con una moral higienista que aturde. La batería adquiere más potencia, como para sacudir al oyente adormecido, envuelto por el aire viciado de la cripta que es el mundo actual, si no se encuentra por dónde asomar la cabeza. Tal es así que “A Pain of Knowing” sigue explotando esta veta filosófica, enfatizando el elemento Noise en la propuesta del dúo. Los gritos de King siguen expresando la histeria, la furia y la desesperación.
“The City Is Shelled” aporta más elementos a la hipótesis de que estamos frente al fermento creativo de tiempos pandémicos. Junto con el sentido sonoro del conjunto, esto recuerda al último trabajo de Primitive Man, otra banda que tampoco se preocupa por las convenciones estilísticas amigables con el oído. Dentro del caos emerge un riff hipnótico entramado con ruidos, dentro de una neblina caliente que se despeja un poco para dejar apreciar con mayor nitidez la crueldad instrumentada.
En “They Are Coming” se extreman el protagonismo de la batería y la manipulación electrónica, con las voces más aterradoras que nunca y “The Handle/The Blade” acentúa el aspecto industrial, incluso con los fragmentos vocales procesados, más allá de los clamores de King. Aparece una percusión llamativa en comparación con toda la anterior.
El final es “The Path of Failure”, que ya desde el título nos sigue hundiendo en las implicancias de un mensaje no muy difícil de inferir si se sigue el hilo conductor de todo el disco. En efecto, el ritmo casi fúnebre y el zumbido como de moscas no deja muchas dudas. Los platillos de la batería, ejecutada con reminiscencias de Free Jazz, hasta darían la impresión de hacer un juego perverso, algo así como la creencia en una libertad individual infecciosa.
Un gran álbum, ideal para quienes creen que este año no será mejor que el anterior.