Satanic Melodies (2020)
Forbidden Place Records / Teschio Dischi & Electric Valley Records
Tracklist:
01. Intro
02. Sacrifice
03. Evil Tribute
04. Profane Pleasure
05. Satanic Melodies
06. Last Call
“Sacrifice” empieza con una guitarra de sonido clásico en el género, para que luego se sume el conjunto, desplegando los recursos esenciales del estilo en cuestión: abundante distorsión y fuzz en riffs hipnóticos. Lo más llamativo es el timbre de la voz, entonando letras plagadas de ocultismo, o directamente, satanismo. “Evil Tribute” adquiere un clima algo blusero hasta que se acelera y ofrece un solo de guitarra a todo Rock.
Continúa el corte de difusión, “Profane Pleasure”, que ya de entrada explota con un riff a puro Doom y la voz suena más demoníaca que nunca. Gaglia parece poseído por una entidad perversa que no piensa abandonar su cuerpo, gozando al difundir un mensaje por medio del vicioso encanto que generan las melodías de la banda.
El siguiente tema, de hecho, se llama “Satanic Melodies”, tal como el álbum, y profundiza la inmersión en la negrura primigenia libre de restricciones morales. El bajo adquiere preminencia durante algunos compases, acompañado por una batería sutil, hasta que retorna la guitarra, sin alterar la calma post-catártica.
La misa negra termina con “Last Call”, una grabación de una mujer hablando sobre un exorcismo hasta que la comunicación se interrumpe abruptamente.
Satanic Melodies (2020)
Forbidden Place Records / Teschio Dischi & Electric Valley Records
Tracklist:
01. Intro
02. Sacrifice
03. Evil Tribute
04. Profane Pleasure
05. Satanic Melodies
06. Last Call
“Sacrifice” empieza con una guitarra de sonido clásico en el género, para que luego se sume el conjunto, desplegando los recursos esenciales del estilo en cuestión: abundante distorsión y fuzz en riffs hipnóticos. Lo más llamativo es el timbre de la voz, entonando letras plagadas de ocultismo, o directamente, satanismo. “Evil Tribute” adquiere un clima algo blusero hasta que se acelera y ofrece un solo de guitarra a todo Rock.
Continúa el corte de difusión, “Profane Pleasure”, que ya de entrada explota con un riff a puro Doom y la voz suena más demoníaca que nunca. Gaglia parece poseído por una entidad perversa que no piensa abandonar su cuerpo, gozando al difundir un mensaje por medio del vicioso encanto que generan las melodías de la banda.
El siguiente tema, de hecho, se llama “Satanic Melodies”, tal como el álbum, y profundiza la inmersión en la negrura primigenia libre de restricciones morales. El bajo adquiere preminencia durante algunos compases, acompañado por una batería sutil, hasta que retorna la guitarra, sin alterar la calma post-catártica.
La misa negra termina con “Last Call”, una grabación de una mujer hablando sobre un exorcismo hasta que la comunicación se interrumpe abruptamente.