

El nuevo EP de Trivium, Struck Dead, es una descarga de pura rabia concentrada en tres temas que demuestran que los de Florida no han perdido ni un gramo de su fiereza. Es un trabajo breve, directo y brutal, que reafirma a la banda como una de las pocas capaces de mantenerse fiel a sus raíces sin sonar repetitiva. A estas alturas, cuando muchos esperaban un viraje hacia lo cómodo, Trivium responde con un golpe sobre la mesa: siguen tan hambrientos y despiadados como en sus mejores días.
El arranque con “Bury Me With My Screams” es una auténtica declaración de guerra. Matt Heafy alterna melodía y furia con una facilidad insultante, mientras Corey Beaulieu dispara riffs tan afilados que podrían cortar el aire. La canción recuerda a la era Ascendancy, pero con la contundencia técnica que solo años de carretera pueden aportar. Es un tema que no da tregua: suena clásico y moderno al mismo tiempo, como si el pasado y el presente del metalcore colisionaran de frente.
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El segundo corte, “Struck Dead”, es una muralla sonora construida sobre el bajo denso de Paolo Gregoletto y el doble bombo atronador de Alex Bent, que parece querer despertar a los muertos del título. Es el tema más explosivo del EP, una combinación perfecta entre groove, agresividad y un estribillo diseñado para romper cuellos en el mosh pit. Si hay una canción que define el espíritu del disco, es esta: directa, pesada y sin concesiones.
Cierra el trabajo “Six Walls”, una pieza que arranca con un tono engañosamente calmado antes de desplegar toda su oscuridad en un crescendo demoledor. Es el corte más largo y atmosférico del EP, mostrando a Trivium en su versión más introspectiva, pero sin perder la pegada. La sensación final es la de una catarsis total: tres canciones, treinta minutos y un recordatorio de que esta banda no sigue tendencias, las desafía.
En un panorama donde muchos suavizan su sonido para agradar al algoritmo, Trivium se mantiene feroz, honesto y absolutamente inquebrantable. Struck Dead no busca complacer a nadie, sino reafirmar lo que siempre han sido: una fuerza del metal moderno que sigue rugiendo con la misma furia que en sus inicios. Y ojalá sigan así.


El nuevo EP de Trivium, Struck Dead, es una descarga de pura rabia concentrada en tres temas que demuestran que los de Florida no han perdido ni un gramo de su fiereza. Es un trabajo breve, directo y brutal, que reafirma a la banda como una de las pocas capaces de mantenerse fiel a sus raíces sin sonar repetitiva. A estas alturas, cuando muchos esperaban un viraje hacia lo cómodo, Trivium responde con un golpe sobre la mesa: siguen tan hambrientos y despiadados como en sus mejores días.
El arranque con “Bury Me With My Screams” es una auténtica declaración de guerra. Matt Heafy alterna melodía y furia con una facilidad insultante, mientras Corey Beaulieu dispara riffs tan afilados que podrían cortar el aire. La canción recuerda a la era Ascendancy, pero con la contundencia técnica que solo años de carretera pueden aportar. Es un tema que no da tregua: suena clásico y moderno al mismo tiempo, como si el pasado y el presente del metalcore colisionaran de frente.
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Cierra el trabajo “Six Walls”, una pieza que arranca con un tono engañosamente calmado antes de desplegar toda su oscuridad en un crescendo demoledor. Es el corte más largo y atmosférico del EP, mostrando a Trivium en su versión más introspectiva, pero sin perder la pegada. La sensación final es la de una catarsis total: tres canciones, treinta minutos y un recordatorio de que esta banda no sigue tendencias, las desafía.
En un panorama donde muchos suavizan su sonido para agradar al algoritmo, Trivium se mantiene feroz, honesto y absolutamente inquebrantable. Struck Dead no busca complacer a nadie, sino reafirmar lo que siempre han sido: una fuerza del metal moderno que sigue rugiendo con la misma furia que en sus inicios. Y ojalá sigan así.




