Las cosas no siempre salen como nos gustarían, y a la hora de hablar de la última visita de W.A.S.P a la ciudad condal creo que es justo decir que no salió como todos esperaban, por mucho que ciertos medios intenten maquillar una situación que roza el bochorno.
Para empezar, es inadmisible cómo una gira donde se celebran las cuatro décadas de un grupo tan importante para el rock and roll, como es el caso de W.A.S.P, no lleve ni un sólo invitado, y más cuando hemos visto que en ciertas ciudades los invitados eran ni más ni menos que Crazy Lixx y en otras Images of Eden. Pero nada: en las cuatro citas españolas se decidió no incluir ningún grupo invitado.
Eso, sumado a los 40 euros de entrada y unos excesivos 50 euros en la taquilla, ya empezó a crear malestar entre cierto sector del público, que se acentuó cuando al abrir las puertas de la sala Razzmatazz, pasadas las 20.00 horas (si encima, abriendo tarde y con sólo un grupo por delante), nos sorprendimos al ver como ¡no había puesto de merchandising oficial de la banda!
Y esto ya empieza a ser frecuente, y empezamos a estar hartos de que ciertas salas se crean con el derecho a cobrar un dinero o un porcentaje extra porque una banda venda merch dentro de la misma, ya que cuando se alquila la sala lo lógico es que la alquiles para todo y no que el merch sea algo aparte, pero bueno: por algo ciertos grupos ya se han quejado de esta sala barcelonesa, y en este caso Blackie Lawless advirtió que no iban a vender merch porque la sala quería cobrar un dinero extra por las ventas del mismo.
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Pasemos a hablar de lo musical, pero a medias ya que tampoco podemos destacar en exceso esta visita de la banda angelina a la ciudad condal, debido a que sus paupérrimos 75 minutos no sólo fueron insuficientes, sino que pudimos comprobar como lo que veníamos escuchando días atrás se volvió real en el escenario de Barcelona.
Porque sí, vale, sonaron himnos como “I Wanna Be Somebody” (la cual cerró la noche y no precisamente con buenas sensaciones), “Blind in Texas” o la fantástica “Wild Child” e incluso el medley inicial donde intercalaron temazos como “Inside the Electric Circus”, “The Flame” o “The Torture Never Stops”. Pero de nada sirve si de estas canciones, tan míticas y esperadas por los seguidores de la banda, suena más de la mitad pregrabado, e incluso la voz de Blackie parecía retocada con filtro. Y realmente, ¿es esto lo que se merecen los fans de W.A.S.P?
Para el que esto suscribe la respuesta es un NO rotundo: no es posible que después de 10 temas y un par de interludios instrumentales, la banda crea que ha cumplido y se marche por donde ha venido.
Cuando ves a bandas como Iron Maiden, Metallica, The Cure, o Judas Priest tocar un repertorio de dos horas, como poco, y luego te encuentras a estos personajes tocar una hora justa de reloj, la decepción es inevitable, y evidencia que a veces hay que saber retirarse a tiempo y no seguir dando espectáculos tan pobres como el que vimos el sábado en la ciudad condal.
Etiquetas: barcelona, European Tour 2023, glam metal, Hard Rock, Heavy Metal, Madness Live, Sleazy, W.A.S.P.
Las cosas no siempre salen como nos gustarían, y a la hora de hablar de la última visita de W.A.S.P a la ciudad condal creo que es justo decir que no salió como todos esperaban, por mucho que ciertos medios intenten maquillar una situación que roza el bochorno.
Para empezar, es inadmisible cómo una gira donde se celebran las cuatro décadas de un grupo tan importante para el rock and roll, como es el caso de W.A.S.P, no lleve ni un sólo invitado, y más cuando hemos visto que en ciertas ciudades los invitados eran ni más ni menos que Crazy Lixx y en otras Images of Eden. Pero nada: en las cuatro citas españolas se decidió no incluir ningún grupo invitado.
Eso, sumado a los 40 euros de entrada y unos excesivos 50 euros en la taquilla, ya empezó a crear malestar entre cierto sector del público, que se acentuó cuando al abrir las puertas de la sala Razzmatazz, pasadas las 20.00 horas (si encima, abriendo tarde y con sólo un grupo por delante), nos sorprendimos al ver como ¡no había puesto de merchandising oficial de la banda!
Y esto ya empieza a ser frecuente, y empezamos a estar hartos de que ciertas salas se crean con el derecho a cobrar un dinero o un porcentaje extra porque una banda venda merch dentro de la misma, ya que cuando se alquila la sala lo lógico es que la alquiles para todo y no que el merch sea algo aparte, pero bueno: por algo ciertos grupos ya se han quejado de esta sala barcelonesa, y en este caso Blackie Lawless advirtió que no iban a vender merch porque la sala quería cobrar un dinero extra por las ventas del mismo.
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Porque sí, vale, sonaron himnos como “I Wanna Be Somebody” (la cual cerró la noche y no precisamente con buenas sensaciones), “Blind in Texas” o la fantástica “Wild Child” e incluso el medley inicial donde intercalaron temazos como “Inside the Electric Circus”, “The Flame” o “The Torture Never Stops”. Pero de nada sirve si de estas canciones, tan míticas y esperadas por los seguidores de la banda, suena más de la mitad pregrabado, e incluso la voz de Blackie parecía retocada con filtro. Y realmente, ¿es esto lo que se merecen los fans de W.A.S.P?
Para el que esto suscribe la respuesta es un NO rotundo: no es posible que después de 10 temas y un par de interludios instrumentales, la banda crea que ha cumplido y se marche por donde ha venido.
Cuando ves a bandas como Iron Maiden, Metallica, The Cure, o Judas Priest tocar un repertorio de dos horas, como poco, y luego te encuentras a estos personajes tocar una hora justa de reloj, la decepción es inevitable, y evidencia que a veces hay que saber retirarse a tiempo y no seguir dando espectáculos tan pobres como el que vimos el sábado en la ciudad condal.
Etiquetas: barcelona, European Tour 2023, glam metal, Hard Rock, Heavy Metal, Madness Live, Sleazy, W.A.S.P.