


Fotos gentileza de: Martin DarkSoul
Gloryhammer pisó suelo argentino el pasado sábado 15 de noviembre en el Teatrito. La primera vez que una banda se presenta en vivo ante sus fanáticos no es un evento para pasar por alto, y allí estuvimos para cubrirlo gracias a la acreditación de Icarus Music. Ya desde temprano se notaba la expectativa del público por ver a la banda principal.
La velada arrancó con la presentación de Karkaman, con puntualidad. La banda, compuesta por una formación clásica con dos guitarras, bajo, batería y cantante, mostró una propuesta de heavy/hard rock clásico que fue bien recibida por la audiencia. El único soporte de la noche presentó temas variados que recorrieron su discografía y cerraron con un fragmento de un clásico de Deep Purple, dejando en claro de dónde vienen sus influencias. Un interesante prólogo para lo que vendría con el transcurrir de los minutos.
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Con un Teatrito con una interesante cantidad de presentes, ya podía observarse entre el público distintos atuendos vinculados con lo que habríamos de ver sobre el escenario. Mientras se consumían los minutos de espera, la gente fue precalentando los motores al grito de “hoots”, lo que se repetiría a lo largo de toda la presentación de la banda del Reino Unido como una declaración de pertenencia.
Sin más preámbulos, a las 21:30 horas se apagaron las luces y, al correrse el telón, pudimos observar sobre el escenario una figura de Tom Jones de tamaño real y, de fondo, los acordes de la canción “Delilah”, recibiendo el acompañamiento del público presente.
Luego de la intro respectiva y con tintes fantásticos, ataviados para la ocasión, invadieron el escenario los Gloryhammer —Sozos Michael dándole voz a Angus McFife, Paul Templing en guitarra representando a Ser Proletius, James Cartwright al mando del bajo en el rol de The Hootsman, Michael Barber comandando la guitarra como el malvado Zargothrax y Ben Turk en los parches como Ralathor— para desatar el delirio de los fanáticos con “The Land of Unicorns”, seguida de “He Has Returned”, con uno de los coros cantado en español.
La presentación continuó con “Fly Away”, “Angus McFife” y la canción con uno de los títulos más largos del metal: “Questlords of Inverness, Ride to the Galactic Fortress!”. A estas alturas de la noche, la gente se mostraba extremadamente participativa, lo que no cesaría en ningún momento hasta que los músicos se retiraron del escenario, coreando cada tema como si no hubiera un mañana en el mundo de fantasía creado por Gloryhammer. El público argentino se mostraba feliz de poder ver en vivo al quinteto y dejó en claro que los estaba esperando desde hacía tiempo.
El cantante interactuó constantemente con la muchedumbre, portando una sonrisa que no se le borraría en toda la presentación, mientras que Zargothrax, en sus monólogos, intentó sembrar la oscuridad desde el escenario, recibiendo una más que cálida recepción de los oyentes.
La banda siguió entregando a los presentes “Wasteland Warrior Hoots Patrol”, desatando el “hoots! hoots!” del público como respuesta, para dar paso a “Gloryhammer” y la recuperación del martillo por parte del héroe de la velada, mientras la gente coreaba cada línea del estribillo.
Con los acordes de “Fife Eternal” apareció sobre las tablas un goblin (una suerte de pequeño duende verde), quizás el mismo al que el héroe detrás del micrófono le había arrebatado previamente el martillo, para cantar, recubierto de una peluca, las líneas vocales femeninas, y culminar huyendo ante la pérdida de la citada peluca. Uno de los momentos más cómicos de la noche.
Para dejar en claro que cada uno de los concurrentes se encontraba totalmente compenetrado en el mundo de fantasía creado por la banda, el delirio continuó al son de “Masters of the Galaxy”, “On a Quest for Aberdeen” y “The Siege of Dunkeld (In Hoots We Trust)”, mostrando las peripecias que tuvieron que atravesar los personajes de la historia que era narrada desde el escenario.
Casi sin interrupción continuaron “Keeper of the Celestial Flame of Abernethy” y “Universe on Fire”, para dar lugar al cierre de esta noche galáctica al ritmo de “Hootsforce” y “The Unicorn Invasion of Dundee”, las que fueron coreadas por el Teatrito hasta el último halo de aliento.
A pesar de las notas de humor y teatralidad que muestra la agrupación, sonaron en todo momento ajustados, filosos, pesados y profesionales, poniendo de manifiesto que el humor y el metal técnicamente bien ejecutado pueden ir de la mano.
La despedida, bajo las notas de “The National Anthem of Unst”, permitió a los, a esta altura, extasiados concurrentes ser testigos de la coronación de The Hootsman, aclamándolo al grito insignia de toda la jornada: hoots.
Concluida la actuación de Gloryhammer, el público se retiró invocando la próxima visita de estas fuerzas intergalácticas a nuestro país. Y aquel grito de guerra quedaría contenido en cada uno de los testigos de la noche hasta esa próxima oportunidad.
Etiquetas: Gloryhammer, icarus music, Karkaman, Power Metal



Fotos gentileza de: Martin DarkSoul
Gloryhammer pisó suelo argentino el pasado sábado 15 de noviembre en el Teatrito. La primera vez que una banda se presenta en vivo ante sus fanáticos no es un evento para pasar por alto, y allí estuvimos para cubrirlo gracias a la acreditación de Icarus Music. Ya desde temprano se notaba la expectativa del público por ver a la banda principal.
La velada arrancó con la presentación de Karkaman, con puntualidad. La banda, compuesta por una formación clásica con dos guitarras, bajo, batería y cantante, mostró una propuesta de heavy/hard rock clásico que fue bien recibida por la audiencia. El único soporte de la noche presentó temas variados que recorrieron su discografía y cerraron con un fragmento de un clásico de Deep Purple, dejando en claro de dónde vienen sus influencias. Un interesante prólogo para lo que vendría con el transcurrir de los minutos.
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Sin más preámbulos, a las 21:30 horas se apagaron las luces y, al correrse el telón, pudimos observar sobre el escenario una figura de Tom Jones de tamaño real y, de fondo, los acordes de la canción “Delilah”, recibiendo el acompañamiento del público presente.
Luego de la intro respectiva y con tintes fantásticos, ataviados para la ocasión, invadieron el escenario los Gloryhammer —Sozos Michael dándole voz a Angus McFife, Paul Templing en guitarra representando a Ser Proletius, James Cartwright al mando del bajo en el rol de The Hootsman, Michael Barber comandando la guitarra como el malvado Zargothrax y Ben Turk en los parches como Ralathor— para desatar el delirio de los fanáticos con “The Land of Unicorns”, seguida de “He Has Returned”, con uno de los coros cantado en español.
La presentación continuó con “Fly Away”, “Angus McFife” y la canción con uno de los títulos más largos del metal: “Questlords of Inverness, Ride to the Galactic Fortress!”. A estas alturas de la noche, la gente se mostraba extremadamente participativa, lo que no cesaría en ningún momento hasta que los músicos se retiraron del escenario, coreando cada tema como si no hubiera un mañana en el mundo de fantasía creado por Gloryhammer. El público argentino se mostraba feliz de poder ver en vivo al quinteto y dejó en claro que los estaba esperando desde hacía tiempo.
El cantante interactuó constantemente con la muchedumbre, portando una sonrisa que no se le borraría en toda la presentación, mientras que Zargothrax, en sus monólogos, intentó sembrar la oscuridad desde el escenario, recibiendo una más que cálida recepción de los oyentes.
La banda siguió entregando a los presentes “Wasteland Warrior Hoots Patrol”, desatando el “hoots! hoots!” del público como respuesta, para dar paso a “Gloryhammer” y la recuperación del martillo por parte del héroe de la velada, mientras la gente coreaba cada línea del estribillo.
Con los acordes de “Fife Eternal” apareció sobre las tablas un goblin (una suerte de pequeño duende verde), quizás el mismo al que el héroe detrás del micrófono le había arrebatado previamente el martillo, para cantar, recubierto de una peluca, las líneas vocales femeninas, y culminar huyendo ante la pérdida de la citada peluca. Uno de los momentos más cómicos de la noche.
Para dejar en claro que cada uno de los concurrentes se encontraba totalmente compenetrado en el mundo de fantasía creado por la banda, el delirio continuó al son de “Masters of the Galaxy”, “On a Quest for Aberdeen” y “The Siege of Dunkeld (In Hoots We Trust)”, mostrando las peripecias que tuvieron que atravesar los personajes de la historia que era narrada desde el escenario.
Casi sin interrupción continuaron “Keeper of the Celestial Flame of Abernethy” y “Universe on Fire”, para dar lugar al cierre de esta noche galáctica al ritmo de “Hootsforce” y “The Unicorn Invasion of Dundee”, las que fueron coreadas por el Teatrito hasta el último halo de aliento.
A pesar de las notas de humor y teatralidad que muestra la agrupación, sonaron en todo momento ajustados, filosos, pesados y profesionales, poniendo de manifiesto que el humor y el metal técnicamente bien ejecutado pueden ir de la mano.
La despedida, bajo las notas de “The National Anthem of Unst”, permitió a los, a esta altura, extasiados concurrentes ser testigos de la coronación de The Hootsman, aclamándolo al grito insignia de toda la jornada: hoots.
Concluida la actuación de Gloryhammer, el público se retiró invocando la próxima visita de estas fuerzas intergalácticas a nuestro país. Y aquel grito de guerra quedaría contenido en cada uno de los testigos de la noche hasta esa próxima oportunidad.
Etiquetas: Gloryhammer, icarus music, Karkaman, Power Metal













