

Madrid, 27 de noviembre de 2025. La Sala Silikona se convirtió anoche en el epicentro del heavy metal capitalino, albergando el regreso de Easy Rider. Lejos de ser un ejercicio de nostalgia, la actuación de la banda madrileña fue la constatación de su vibrante actualidad, impulsada por la arrolladora presencia de su vocalista, Dess Díaz.
Cuando las luces se tiñeron de rojo intenso a las 22:00 horas, el quinteto irrumpió en el escenario. La banda, con Javier Villanueva a la cabeza de las guitarras, eligió un riff contundente para abrir la noche, estableciendo desde el primer minuto que el espíritu del heavy/power sigue intacto.
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El foco de la noche recayó inevitablemente sobre Dess Díaz. Su incorporación en 2020 supuso un punto de inflexión, y su desempeño en directo justifica de sobra el entusiasmo que ha generado. No solo posee una voz potente y con amplio registro, capaz de abordar tanto los cortes más melódicos como los más agresivos, sino que también domina el escenario con una energía magnética.
La frontwoman no se limitó a replicar el material clásico de la banda (que incluye himnos de la era de Eugenio Garañeda, como “Perfecta Creación”), sino que lo reinterpretó con una potencia renovada. Esta dualidad fue palpable en temas como “The New Jerusalem”, donde su voz aportó una frescura que conectó con las nuevas generaciones sin alienar a los seguidores históricos.
El resto de la formación demostró la solidez que se espera de un grupo con su trayectoria. La sección rítmica, compuesta por José A. Villanueva y José Roldán, fue una muralla de ritmo y contundencia, permitiendo a los guitarristas, Javier Villanueva y Daniel Castellanos, ejecutar solos nítidos y armonías complejas que son la firma de la casa.
El ambiente íntimo de la Silikona favoreció un contacto directo y visceral con el público, que coreó cada estrofa y aplaudió con fervor los cortes más destacados de su etapa más reciente. La banda presentó material que demuestra que su pulso creativo sigue activo, haciendo hincapié en la robustez de sus últimas composiciones.
El clímax llegó con el single “Felurian”, convertido en un grito de guerra colectivo. Easy Rider logró una hazaña: rendir homenaje a su legado mientras se proyectan con una nueva identidad potente y relevante. Al finalizar la noche, con el público clamando por más, quedó claro que la “caballería” del metal español no solo ha cambiado de jinete, sino que cabalga con más fuerza que nunca.


Madrid, 27 de noviembre de 2025. La Sala Silikona se convirtió anoche en el epicentro del heavy metal capitalino, albergando el regreso de Easy Rider. Lejos de ser un ejercicio de nostalgia, la actuación de la banda madrileña fue la constatación de su vibrante actualidad, impulsada por la arrolladora presencia de su vocalista, Dess Díaz.
Cuando las luces se tiñeron de rojo intenso a las 22:00 horas, el quinteto irrumpió en el escenario. La banda, con Javier Villanueva a la cabeza de las guitarras, eligió un riff contundente para abrir la noche, estableciendo desde el primer minuto que el espíritu del heavy/power sigue intacto.
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El ambiente íntimo de la Silikona favoreció un contacto directo y visceral con el público, que coreó cada estrofa y aplaudió con fervor los cortes más destacados de su etapa más reciente. La banda presentó material que demuestra que su pulso creativo sigue activo, haciendo hincapié en la robustez de sus últimas composiciones.
El clímax llegó con el single “Felurian”, convertido en un grito de guerra colectivo. Easy Rider logró una hazaña: rendir homenaje a su legado mientras se proyectan con una nueva identidad potente y relevante. Al finalizar la noche, con el público clamando por más, quedó claro que la “caballería” del metal español no solo ha cambiado de jinete, sino que cabalga con más fuerza que nunca.











