

Quizás el término “culto” para referirse a solo un disco de esta banda suena a poco. Si, a poco, en el sentido de que esta agrupación es completamente una banda de culto al día de hoy (¿Estamos de acuerdo?).
Crashdiet, para los que no saben, es una banda de origen sueco que experimentó varios cambios de músicos hasta llegar a su formación definitiva. Y es que esto se debe principalmente a que fue en un primer momento, y de algún modo, un proyecto más que nada impulsado por su fallecido cantante y líder, Dave Lepard. Bueno, tampoco muchos saben que, entre estas varias formaciones previas, estuvo el carismático Tobias Forge de Ghost, quien mantenía una relación de amistad con Dave, aunque bueno, eso es algo simplemente anecdotico (jaja).
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¿Y si tuviera que definir a Crashdiet? Mmm… no sería nada fácil, pero está muy claro que, al menos para mí, no es una banda de glam metal. Claro, es que el glam metal siempre estuvo sostenido por una impronta de bandas más festivas que otra cosa, hijas naturales del legado de sexo, drogas y rock and roll que prometía Led Zeppelin y sus pares. Bueno, Crashdiet nada tiene que ver con eso. Hablar de sleaze metal quizás nos acerqué un poco más a entender de que va esta banda. El sleaze sería algo así como, una variante de glam metal más “sucia”, con menos teclados y sintetizadores de fondos y con letras mas cercanas a la realidad marginal de sus oyentes (bandas como Skid Row por ejemplo). A todo esto, debemos sumarle el hecho de que Crashdiet siempre apunto a canciones con tintes de desamor, tristeza y rebeldía, algo que se manifiesta no solo en sus letras sino también en su sonido. Podríamos decir entonces que es una banda de sleaze metal con sutilezas de emo punk ¿Por qué no?
“Son una banda con una historia triste y así se supone que es cómo deben sonar. Pero cuando piensas en mí, piensas en un tipo fiestero que no puede parar de sonreír sobre el escenario”
-Olli Hermann sobre su salida de Crashdiet-
Rest In Sleaze es no solo su primer disco, sino que podría haber sido el último luego del trágico fallecimiento de Dave, pero hablaremos de eso luego. Este disco salió el 24 de agosto de 2005 bajo el sello de Universal. Consta de 10 piezas en su versión sencilla y una excelentísima portada que llama la atención a primera vista. Si describo a este disco como una obra que “no descansa en paz” no es porque haya malas intenciones alrededor de él sino, mas bien, porque es disruptivo, llama al revuelo y pone el grito en el cielo. Rest In Sleaze no es un descanso como su título lo sugiere, es un grito de guerra para salir de una vida de alienación, para romper con las pseudo leyes de la moralidad, lo cotidiano y dejar libre ese espíritu salvaje que todos tenemos al menos en una pequeña cuota. Bueno, en definitiva, esa era la esencia del magnifico Dave Lepard en vida y por lo tanto, ésta, su única obra, es su pase a la inmortalidad.

Crashdiet 2005 – Foto de Micke Eriksson
Entre los hits, podemos destacar a Breaking The Chainz, canción que fue acompañada de un videoclip donde se ve a los 4 miembros jóvenes de la banda lidiando con su cotidiana vida laboral al mismo tiempo que Lepard pregona romper esas cadenas. Otros, como Riot In Everyone, relatan aún más explícitamente, la mera y natural necesidad de los jóvenes humanos de revelarse contra las imposiciones de los gobiernos. It’s a Miracle es una power balada, muy bien lograda y con una fascinante lírica. Ese hermoso estribillo seguro que se nos pegó a más de uno desde la primera vez que la escuchamos. El álbum va todo por esa sintonía, de hacer bullicio más que de serenarse.
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Sin duda que con este lanzamiento la banda se aventuraba a un camino de éxito asegurado, acompañado por la nueva ola que venía reviviendo al género desde principios del 2000 y sobre todo en aquellas tierras nórdicas. Pero bueno, como ya han de saber a esta altura si no se saltearon la lectura, Dave Lepard fue encontrando sin vida en su casa para el año siguiente a su lanzamiento y eso cambio todo para la banda hasta el día de hoy. Esto no es un espacio para chismes y por respeto al músico no nos andaremos con conjeturas sobre que le andaba sucediendo o por qué tomó dicha decisión. Simplemente nos dedicaremos como hasta ahora, a reivindicar a esta, su única y majestuosa obra. Para aquel entonces, la banda, aún conformada por Peter, Martin y Eric, dejaba en su web un comunicado que prometía no continuar con el proyecto, puesto que había nacido con los 4 miembros y solo con los 4 debía continuar.
“Es genial ver que la gente disfruta de lo que hacemos, que salen a comprar el álbum”
-Dave Lepard en entrevista con Brian Rademacher, año 2005-

Dave Lepard – Foto de Mette Jensen.
El resto es historia, la banda continúo (avalada por la madre de Dave en cierto modo) luego de un in pass con un nuevo cantante y disco (Olli Hermann), que luego abandonó la banda para ser reemplazado por otro, que duró 2 discos y luego…adivinen, también se fue (Simon Cruz). En total, Crashdiet tuvo algo así como 5 cantantes oficializados en 20 años de carrera y unos tantos otros que colaboraron entre las salidas y llegadas de los unos y los otros (Hoy con John Elliot de Confess en sus líneas). A pesar de ello, cada vez que mencionamos a Crashdiet, el primero que viene a nuestra mente es Dave, por todo lo que significó para la banda y el legado que dejó en ella.
Rest In Sleaze no es un simple disco más, lo es todo. A mi parecer lo envuelve el misticismo de la partida de su progenitor para que siempre nos preguntemos todavía ¿Qué podría haber sido si…? Una obra que no solo fue la bandera para el resurgimiento de muchas otras bandas si no que quedo en la memoria de muchos como un antes y un después para la concepción sobre el género. Es mucho de las bandas de los 80s norteamericanas, pero sin dejar de lado su marca de música nórdica. Con ánimos de ser un estimulante para la rebeldía, pero al mismo tiempo con detalles de la melancolía de las bandas emo punk del momento que más bien nos llevaban a encerrarnos en el cuarto en momentos de introspección. Este disco esta cumpliendo 20 años este 2025 y es momento de darle el lugar que se merece.
Rest In Sleaze, Dave.


Quizás el término “culto” para referirse a solo un disco de esta banda suena a poco. Si, a poco, en el sentido de que esta agrupación es completamente una banda de culto al día de hoy (¿Estamos de acuerdo?).
Crashdiet, para los que no saben, es una banda de origen sueco que experimentó varios cambios de músicos hasta llegar a su formación definitiva. Y es que esto se debe principalmente a que fue en un primer momento, y de algún modo, un proyecto más que nada impulsado por su fallecido cantante y líder, Dave Lepard. Bueno, tampoco muchos saben que, entre estas varias formaciones previas, estuvo el carismático Tobias Forge de Ghost, quien mantenía una relación de amistad con Dave, aunque bueno, eso es algo simplemente anecdotico (jaja).
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¿Y si tuviera que definir a Crashdiet? Mmm… no sería nada fácil, pero está muy claro que, al menos para mí, no es una banda de glam metal. Claro, es que el glam metal siempre estuvo sostenido por una impronta de bandas más festivas que otra cosa, hijas naturales del legado de sexo, drogas y rock and roll que prometía Led Zeppelin y sus pares. Bueno, Crashdiet nada tiene que ver con eso. Hablar de sleaze metal quizás nos acerqué un poco más a entender de que va esta banda. El sleaze sería algo así como, una variante de glam metal más “sucia”, con menos teclados y sintetizadores de fondos y con letras mas cercanas a la realidad marginal de sus oyentes (bandas como Skid Row por ejemplo). A todo esto, debemos sumarle el hecho de que Crashdiet siempre apunto a canciones con tintes de desamor, tristeza y rebeldía, algo que se manifiesta no solo en sus letras sino también en su sonido. Podríamos decir entonces que es una banda de sleaze metal con sutilezas de emo punk ¿Por qué no?
“Son una banda con una historia triste y así se supone que es cómo deben sonar. Pero cuando piensas en mí, piensas en un tipo fiestero que no puede parar de sonreír sobre el escenario”
-Olli Hermann sobre su salida de Crashdiet-
Rest In Sleaze es no solo su primer disco, sino que podría haber sido el último luego del trágico fallecimiento de Dave, pero hablaremos de eso luego. Este disco salió el 24 de agosto de 2005 bajo el sello de Universal. Consta de 10 piezas en su versión sencilla y una excelentísima portada que llama la atención a primera vista. Si describo a este disco como una obra que “no descansa en paz” no es porque haya malas intenciones alrededor de él sino, mas bien, porque es disruptivo, llama al revuelo y pone el grito en el cielo. Rest In Sleaze no es un descanso como su título lo sugiere, es un grito de guerra para salir de una vida de alienación, para romper con las pseudo leyes de la moralidad, lo cotidiano y dejar libre ese espíritu salvaje que todos tenemos al menos en una pequeña cuota. Bueno, en definitiva, esa era la esencia del magnifico Dave Lepard en vida y por lo tanto, ésta, su única obra, es su pase a la inmortalidad.

Crashdiet 2005 – Foto de Micke Eriksson
Entre los hits, podemos destacar a Breaking The Chainz, canción que fue acompañada de un videoclip donde se ve a los 4 miembros jóvenes de la banda lidiando con su cotidiana vida laboral al mismo tiempo que Lepard pregona romper esas cadenas. Otros, como Riot In Everyone, relatan aún más explícitamente, la mera y natural necesidad de los jóvenes humanos de revelarse contra las imposiciones de los gobiernos. It’s a Miracle es una power balada, muy bien lograda y con una fascinante lírica. Ese hermoso estribillo seguro que se nos pegó a más de uno desde la primera vez que la escuchamos. El álbum va todo por esa sintonía, de hacer bullicio más que de serenarse.
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Sin duda que con este lanzamiento la banda se aventuraba a un camino de éxito asegurado, acompañado por la nueva ola que venía reviviendo al género desde principios del 2000 y sobre todo en aquellas tierras nórdicas. Pero bueno, como ya han de saber a esta altura si no se saltearon la lectura, Dave Lepard fue encontrando sin vida en su casa para el año siguiente a su lanzamiento y eso cambio todo para la banda hasta el día de hoy. Esto no es un espacio para chismes y por respeto al músico no nos andaremos con conjeturas sobre que le andaba sucediendo o por qué tomó dicha decisión. Simplemente nos dedicaremos como hasta ahora, a reivindicar a esta, su única y majestuosa obra. Para aquel entonces, la banda, aún conformada por Peter, Martin y Eric, dejaba en su web un comunicado que prometía no continuar con el proyecto, puesto que había nacido con los 4 miembros y solo con los 4 debía continuar.
“Es genial ver que la gente disfruta de lo que hacemos, que salen a comprar el álbum”
-Dave Lepard en entrevista con Brian Rademacher, año 2005-

Dave Lepard – Foto de Mette Jensen.
El resto es historia, la banda continúo (avalada por la madre de Dave en cierto modo) luego de un in pass con un nuevo cantante y disco (Olli Hermann), que luego abandonó la banda para ser reemplazado por otro, que duró 2 discos y luego…adivinen, también se fue (Simon Cruz). En total, Crashdiet tuvo algo así como 5 cantantes oficializados en 20 años de carrera y unos tantos otros que colaboraron entre las salidas y llegadas de los unos y los otros (Hoy con John Elliot de Confess en sus líneas). A pesar de ello, cada vez que mencionamos a Crashdiet, el primero que viene a nuestra mente es Dave, por todo lo que significó para la banda y el legado que dejó en ella.
Rest In Sleaze no es un simple disco más, lo es todo. A mi parecer lo envuelve el misticismo de la partida de su progenitor para que siempre nos preguntemos todavía ¿Qué podría haber sido si…? Una obra que no solo fue la bandera para el resurgimiento de muchas otras bandas si no que quedo en la memoria de muchos como un antes y un después para la concepción sobre el género. Es mucho de las bandas de los 80s norteamericanas, pero sin dejar de lado su marca de música nórdica. Con ánimos de ser un estimulante para la rebeldía, pero al mismo tiempo con detalles de la melancolía de las bandas emo punk del momento que más bien nos llevaban a encerrarnos en el cuarto en momentos de introspección. Este disco esta cumpliendo 20 años este 2025 y es momento de darle el lugar que se merece.
Rest In Sleaze, Dave.