

La capital de la Costa del Sol, es decir, Málaga vivió un fin de semana bastante intenso ya que a la masiva convocatoria de la Cómic Con, le tenemos que sumar la nueva visita a la ciudad de los maestros juglares Saurom, quiénes dentro de su “El Principio Tour”, volvían a abarrotar la sala París 15, evidenciando el excelente e inmenso estado de popularidad que presentan en la actualidad.
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A pesar de no contar con ningún telonero (y honestamente, sin ánimo de ofender a nadie, no les hizo falta) y con la puntualidad de un reloj suizo, a las 21.00, se apagaron las luces y comenzó a sonar la introducción y tras ella los primeros acordes del tema que da título a su nuevo disco y a la gira, encendió una mecha que podría no haberse apagado nunca.
Pero claro, Saurom tienen una catarata tanto o más grande que la del Iguazú en cuanto a himnos se refiere, con lo que al comenzar la imponente “Irae Dei”, ya comienzas a entender muchas cosas, las cuales todas van a ser positivas.
Narci tiene una voz absolutamente impecable, que además de sonar al igual que en los discos, tiene “Eso” que no se aprende en ningún conservatorio y que te eriza la piel desde el principio hasta el final del show.
Pero como he dicho, este primer bloque fue un absoluto huracán de “Hits”, donde la sala vibró y disfrutó cantando temazos como “Músico de Calle”, “La Leyenda de Gambrinus” o sorprendentemente la archi conocida “La Hija de las Estrellas”, que honestamente pensaba, se guardarían para la recta final del show.
El segundo tramo, lo iniciaron por todo lo alto con “No Seré Yo”, una de las mejores canciones de la banda y a la que le siguieron (ya si) varias de las mejores piezas de su último disco como “El Laberinto de los Secretos”, “Baobabs” o una preciosa “El Farolero” (que puso los pelos de punta a más de uno de los que allí nos encontrábamos).
Curiosamente para cerrar el tramo, lo hicieron con otra joya dentro de su catálogo como es la balada “Cuando Nadie nos Ve”, que aparte de sonar cristalina, emotiva y clavarse en lo más hondo de los corazones de sus seguidores, oxigeno el set entre tantos temas enérgicos.
Sin despeinarnos comenzábamos ya el tercer bloque y la intensidad se apoderaba de la sala cuando los primeros acordes de “Burlesque”, comenzaron a sonar con una espectacular pantalla visual detrás, Saurom evidenciaron tener el poder para, aún llevando una decena de canciones, conseguir tener a su público pendiente y con ganas de más.
Temas como “Mil Estrellas” o “Todo en Mi Vida”, hicieron las delicias de sus seguidores más clásicos, mientras que con “La Llorona”, sorprendieron al endurecer un poquito la pieza, respecto a la versión original y sin embargo conseguir emocionar a todos los allí presentes.
Aquí quiero hacer una pausa y destacar la gran labor a las seis cuerdas de Raulito y José Luis Godoy, ambos impecables y la gran base rítmica entre Joselito al bajo (todo un terremoto sobre las tablas que no dejó de pasearse por el escenario conectando con toda la audiencia) y Antonio, muy preciso tras los parches.
Para la recta final y con más ases en la manga que un casino en Las Vegas, tras “El Rey que no Sabía Mandar” (con una dedicatoria especial para un pequeño fan de la banda que andaba en la primera fila con su familia), la banda oscureció el set con “El Carnaval del Diablo”, corte que sonó incluso mejor y más contundente que en su versión de audio, para luego poner la sala patas arriba con “El Circulo Juglar”, temazo que hizo saltar a la primera fila y seguramente a las cuatro últimas, y que tuvo su momento “Circle Pit” (ahora…Círculo Juglar) donde más de uno lo gozó de lo lindo entre saltos y baile.
Pero el final se acercaba peligrosamente y había que quemar los últimos cartuchos, así que no había mejor forma de hacerlo que con “Fuego”, otro gran clásico que fue cantado por todos los allí presentes y que a pesar de no contar con los cañones de pirotecnia, fue lo suficientemente bien ejecutada para que la temperatura de la sala subiese algunos grados más.
“La Noche de Halloween”, que por cierto se va acercando tímidamente, hizo las delicias y fue uno de los mejores momentos del set, ya que la conexión entre la banda y el público, es total y algo que ellos y pocas bandas más poseen, como las miradas de la banda hacia la gente, las sonrisas dedicadas mutuamente y sobre todo los cantos al unísono, hacen de estos muchachos, una de las bandas más especiales de nuestro rock.
Habían pasado más de 115 minutos de concierto y aún así daba la impresión de que acabábamos de empezar, quizás por eso, la banda le puso la guinda a la noche con “La Taberna”, la cual gracias a su contagioso ritmo puso a bailar una última vez a toda la sala y nos regaló el mejor cierre posible.
Es realmente impresionante la capacidad que tienen Saurom para conectar con su público durante dos horas y que en ningún momento, el show haya tenido momentos de bajón o más intrascendentes, cada uno de los 25 cortes del set fue celebrado con entusiasmo, alegría y emoción, cosa que solo tienen las bandas grandes y en nuestro país, Saurom no solamente es una de ellas, si no que está bien arriba en esa lista.
Etiquetas: El Principito Tour, Folk Rock Metal, Juglar Metal, Sala París 15, Saurom


La capital de la Costa del Sol, es decir, Málaga vivió un fin de semana bastante intenso ya que a la masiva convocatoria de la Cómic Con, le tenemos que sumar la nueva visita a la ciudad de los maestros juglares Saurom, quiénes dentro de su “El Principio Tour”, volvían a abarrotar la sala París 15, evidenciando el excelente e inmenso estado de popularidad que presentan en la actualidad.
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A pesar de no contar con ningún telonero (y honestamente, sin ánimo de ofender a nadie, no les hizo falta) y con la puntualidad de un reloj suizo, a las 21.00, se apagaron las luces y comenzó a sonar la introducción y tras ella los primeros acordes del tema que da título a su nuevo disco y a la gira, encendió una mecha que podría no haberse apagado nunca.
Pero claro, Saurom tienen una catarata tanto o más grande que la del Iguazú en cuanto a himnos se refiere, con lo que al comenzar la imponente “Irae Dei”, ya comienzas a entender muchas cosas, las cuales todas van a ser positivas.
Narci tiene una voz absolutamente impecable, que además de sonar al igual que en los discos, tiene “Eso” que no se aprende en ningún conservatorio y que te eriza la piel desde el principio hasta el final del show.
Pero como he dicho, este primer bloque fue un absoluto huracán de “Hits”, donde la sala vibró y disfrutó cantando temazos como “Músico de Calle”, “La Leyenda de Gambrinus” o sorprendentemente la archi conocida “La Hija de las Estrellas”, que honestamente pensaba, se guardarían para la recta final del show.
El segundo tramo, lo iniciaron por todo lo alto con “No Seré Yo”, una de las mejores canciones de la banda y a la que le siguieron (ya si) varias de las mejores piezas de su último disco como “El Laberinto de los Secretos”, “Baobabs” o una preciosa “El Farolero” (que puso los pelos de punta a más de uno de los que allí nos encontrábamos).
Curiosamente para cerrar el tramo, lo hicieron con otra joya dentro de su catálogo como es la balada “Cuando Nadie nos Ve”, que aparte de sonar cristalina, emotiva y clavarse en lo más hondo de los corazones de sus seguidores, oxigeno el set entre tantos temas enérgicos.
Sin despeinarnos comenzábamos ya el tercer bloque y la intensidad se apoderaba de la sala cuando los primeros acordes de “Burlesque”, comenzaron a sonar con una espectacular pantalla visual detrás, Saurom evidenciaron tener el poder para, aún llevando una decena de canciones, conseguir tener a su público pendiente y con ganas de más.
Temas como “Mil Estrellas” o “Todo en Mi Vida”, hicieron las delicias de sus seguidores más clásicos, mientras que con “La Llorona”, sorprendieron al endurecer un poquito la pieza, respecto a la versión original y sin embargo conseguir emocionar a todos los allí presentes.
Aquí quiero hacer una pausa y destacar la gran labor a las seis cuerdas de Raulito y José Luis Godoy, ambos impecables y la gran base rítmica entre Joselito al bajo (todo un terremoto sobre las tablas que no dejó de pasearse por el escenario conectando con toda la audiencia) y Antonio, muy preciso tras los parches.
Para la recta final y con más ases en la manga que un casino en Las Vegas, tras “El Rey que no Sabía Mandar” (con una dedicatoria especial para un pequeño fan de la banda que andaba en la primera fila con su familia), la banda oscureció el set con “El Carnaval del Diablo”, corte que sonó incluso mejor y más contundente que en su versión de audio, para luego poner la sala patas arriba con “El Circulo Juglar”, temazo que hizo saltar a la primera fila y seguramente a las cuatro últimas, y que tuvo su momento “Circle Pit” (ahora…Círculo Juglar) donde más de uno lo gozó de lo lindo entre saltos y baile.
Pero el final se acercaba peligrosamente y había que quemar los últimos cartuchos, así que no había mejor forma de hacerlo que con “Fuego”, otro gran clásico que fue cantado por todos los allí presentes y que a pesar de no contar con los cañones de pirotecnia, fue lo suficientemente bien ejecutada para que la temperatura de la sala subiese algunos grados más.
“La Noche de Halloween”, que por cierto se va acercando tímidamente, hizo las delicias y fue uno de los mejores momentos del set, ya que la conexión entre la banda y el público, es total y algo que ellos y pocas bandas más poseen, como las miradas de la banda hacia la gente, las sonrisas dedicadas mutuamente y sobre todo los cantos al unísono, hacen de estos muchachos, una de las bandas más especiales de nuestro rock.
Habían pasado más de 115 minutos de concierto y aún así daba la impresión de que acabábamos de empezar, quizás por eso, la banda le puso la guinda a la noche con “La Taberna”, la cual gracias a su contagioso ritmo puso a bailar una última vez a toda la sala y nos regaló el mejor cierre posible.
Es realmente impresionante la capacidad que tienen Saurom para conectar con su público durante dos horas y que en ningún momento, el show haya tenido momentos de bajón o más intrascendentes, cada uno de los 25 cortes del set fue celebrado con entusiasmo, alegría y emoción, cosa que solo tienen las bandas grandes y en nuestro país, Saurom no solamente es una de ellas, si no que está bien arriba en esa lista.
Etiquetas: El Principito Tour, Folk Rock Metal, Juglar Metal, Sala París 15, Saurom