

Texto por Finlay Allan
Una noche donde el metal escocés se miró al espejo y vio su reflejo más puro. Bleed From Within regresaron al Barrowland Ballroom para convertir su ciudad en un altar de orgullo, poder y comunión. Acompañados por After The Burial y Great American Ghost, ofrecieron un espectáculo que trascendió lo musical para convertirse en una celebración colectiva.
Abrir una noche así no es tarea menor. Pero los de Boston, Great American Ghost, salieron decididos a reclamar el escenario desde el primer golpe de batería. Su mezcla de hardcore metálico y energía abrasiva incendió la sala antes de que el público tuviera tiempo de respirar.
El vocalista Ethan Harrison no tardó en saltar al foso, cantando entre la multitud mientras el resto de la banda mantenía el ritmo con precisión milimétrica. Su entrega total convirtió su breve set en una descarga intensa, de esas que se sienten en el pecho más que en los oídos.
Cada breakdown fue un golpe directo al cuerpo. Donde otros grupos de apertura podrían diluirse en ruido, ellos demostraron control y oficio. En apenas siete canciones dejaron claro que no estaban ahí para “calentar”, sino para encender una mecha que ya nadie podría apagar.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Paradise Lost en Glasgow: Tres visiones del doom junto a Messa y High Parasite
Con el Barrowland ya en plena ebullición, After The Burial tomaron el relevo y elevaron la vara técnica sin perder agresividad. Su sonido, a medio camino entre la matemática y la furia, ofreció una experiencia distinta: técnica con alma, brutalidad con matices.
El doble ataque de guitarras brilló desde el primer compás. Cada riff era un engranaje perfectamente calibrado dentro de un mecanismo que giraba con precisión absoluta. En “Hum From The Hollow”, la tensión se construyó lentamente sobre arpegios limpios hasta desembocar en una muralla de sonido que desató una auténtica ola humana en la pista.
El vocalista guió a la multitud hacia un wall of death tan sincronizado como brutal, mientras la banda mantenía un pulso impecable. Lo que podría haber sido una muestra de virtuosismo frío se convirtió en todo lo contrario: un despliegue de energía viva, tangible, colectiva.
After The Burial demostraron que se puede tocar con precisión sin perder el alma. Cada golpe, cada pausa y cada cambio de ritmo tenían un propósito. Cuando dejaron el escenario, dejaron también una sensación clara: el terreno estaba listo para algo grande.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Bleed From Within en Barcelona: “El Metal Moderno se apodera de Razzmatazz”
Y entonces llegó el momento. Con las luces apagadas y un rugido colectivo anticipando lo inevitable, Bleed From Within irrumpieron en escena con “Violent Nature”, y el Barrowland explotó.
Desde el primer segundo, la banda mostró por qué es una de las formaciones más respetadas del metal moderno. Scott Kennedy, en el centro del escenario, proyectaba la mezcla perfecta de fuerza y emoción. A su alrededor, Craig “Goonzi” Gowans, Steven Jones, Davie Provan y Ali Richardson desplegaban un sonido tan afilado como demoledor.
“Zenith” y “Sovereign” mantuvieron el ritmo a niveles sobrehumanos. Cada breakdown abría un nuevo círculo en el pit, y cada estribillo era gritado por cientos de voces al unísono. En un momento de pausa, Kennedy —visiblemente conmovido— agradeció al público su apoyo, recordando lo que significa para ellos tocar en casa. Ese silencio lleno de emoción, seguido por una ovación ensordecedora, fue uno de los instantes más honestos de toda la noche.
El tramo medio del set alcanzó un nuevo pico con “I Am Damnation” y “Levitate”, donde la intensidad física y emocional se fusionaron. La energía era total; la conexión, absoluta. El sonido, perfectamente equilibrado, permitía distinguir cada detalle sin perder la brutalidad que caracteriza a la banda.
El final fue un símbolo de identidad: “In Place of Your Halo”, acompañada por el sonido de gaitas escocesas, resonó como un himno de victoria. Las luces se tiñeron de blanco y azul, y el Barrowland se convirtió en una sola voz. Fue un cierre épico, emotivo, profundamente escocés.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: All Them Witches en Copenhague: “Stoner, blues y trance”
Lo que se vivió esa noche en el Barrowland fue más que un concierto: fue una consagración. Bleed From Within no solo demostraron estar en su mejor momento artístico, sino que confirmaron su lugar como estandartes del metal moderno europeo.
A lo largo de su carrera, el quinteto ha sabido evolucionar sin perder su esencia. Y en su ciudad natal, ante un público que los ha visto crecer, ofrecieron la prueba más contundente de su madurez musical y emocional.
Great American Ghost encendieron la chispa, After The Burial construyeron la tensión y Bleed From Within detonaron la explosión final. Juntas, las tres bandas ofrecieron una noche redonda, donde la técnica, la emoción y la identidad se fundieron en una sola experiencia.
Cuando las luces se encendieron y el público comenzó a dispersarse, quedó una sensación compartida: esto no fue un concierto más. Fue el regreso triunfal de una banda que, tras años de trabajo y convicción, conquistó su casa y la convirtió en un altar de orgullo y pertenencia.

- Great Amercian Ghost
- Great Amercian Ghost
- Great Amercian Ghost
- After The Burial
- After The Burial
- After The Burial
- Bleed From Within
- Bleed From Within
- Bleed From Within
- Bleed From Within
- Bleed From Within


Texto por Finlay Allan
Una noche donde el metal escocés se miró al espejo y vio su reflejo más puro. Bleed From Within regresaron al Barrowland Ballroom para convertir su ciudad en un altar de orgullo, poder y comunión. Acompañados por After The Burial y Great American Ghost, ofrecieron un espectáculo que trascendió lo musical para convertirse en una celebración colectiva.
Abrir una noche así no es tarea menor. Pero los de Boston, Great American Ghost, salieron decididos a reclamar el escenario desde el primer golpe de batería. Su mezcla de hardcore metálico y energía abrasiva incendió la sala antes de que el público tuviera tiempo de respirar.
El vocalista Ethan Harrison no tardó en saltar al foso, cantando entre la multitud mientras el resto de la banda mantenía el ritmo con precisión milimétrica. Su entrega total convirtió su breve set en una descarga intensa, de esas que se sienten en el pecho más que en los oídos.
Cada breakdown fue un golpe directo al cuerpo. Donde otros grupos de apertura podrían diluirse en ruido, ellos demostraron control y oficio. En apenas siete canciones dejaron claro que no estaban ahí para “calentar”, sino para encender una mecha que ya nadie podría apagar.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Paradise Lost en Glasgow: Tres visiones del doom junto a Messa y High Parasite
Con el Barrowland ya en plena ebullición, After The Burial tomaron el relevo y elevaron la vara técnica sin perder agresividad. Su sonido, a medio camino entre la matemática y la furia, ofreció una experiencia distinta: técnica con alma, brutalidad con matices.
El doble ataque de guitarras brilló desde el primer compás. Cada riff era un engranaje perfectamente calibrado dentro de un mecanismo que giraba con precisión absoluta. En “Hum From The Hollow”, la tensión se construyó lentamente sobre arpegios limpios hasta desembocar en una muralla de sonido que desató una auténtica ola humana en la pista.
El vocalista guió a la multitud hacia un wall of death tan sincronizado como brutal, mientras la banda mantenía un pulso impecable. Lo que podría haber sido una muestra de virtuosismo frío se convirtió en todo lo contrario: un despliegue de energía viva, tangible, colectiva.
After The Burial demostraron que se puede tocar con precisión sin perder el alma. Cada golpe, cada pausa y cada cambio de ritmo tenían un propósito. Cuando dejaron el escenario, dejaron también una sensación clara: el terreno estaba listo para algo grande.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Bleed From Within en Barcelona: “El Metal Moderno se apodera de Razzmatazz”
Y entonces llegó el momento. Con las luces apagadas y un rugido colectivo anticipando lo inevitable, Bleed From Within irrumpieron en escena con “Violent Nature”, y el Barrowland explotó.
Desde el primer segundo, la banda mostró por qué es una de las formaciones más respetadas del metal moderno. Scott Kennedy, en el centro del escenario, proyectaba la mezcla perfecta de fuerza y emoción. A su alrededor, Craig “Goonzi” Gowans, Steven Jones, Davie Provan y Ali Richardson desplegaban un sonido tan afilado como demoledor.
“Zenith” y “Sovereign” mantuvieron el ritmo a niveles sobrehumanos. Cada breakdown abría un nuevo círculo en el pit, y cada estribillo era gritado por cientos de voces al unísono. En un momento de pausa, Kennedy —visiblemente conmovido— agradeció al público su apoyo, recordando lo que significa para ellos tocar en casa. Ese silencio lleno de emoción, seguido por una ovación ensordecedora, fue uno de los instantes más honestos de toda la noche.
El tramo medio del set alcanzó un nuevo pico con “I Am Damnation” y “Levitate”, donde la intensidad física y emocional se fusionaron. La energía era total; la conexión, absoluta. El sonido, perfectamente equilibrado, permitía distinguir cada detalle sin perder la brutalidad que caracteriza a la banda.
El final fue un símbolo de identidad: “In Place of Your Halo”, acompañada por el sonido de gaitas escocesas, resonó como un himno de victoria. Las luces se tiñeron de blanco y azul, y el Barrowland se convirtió en una sola voz. Fue un cierre épico, emotivo, profundamente escocés.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: All Them Witches en Copenhague: “Stoner, blues y trance”
Lo que se vivió esa noche en el Barrowland fue más que un concierto: fue una consagración. Bleed From Within no solo demostraron estar en su mejor momento artístico, sino que confirmaron su lugar como estandartes del metal moderno europeo.
A lo largo de su carrera, el quinteto ha sabido evolucionar sin perder su esencia. Y en su ciudad natal, ante un público que los ha visto crecer, ofrecieron la prueba más contundente de su madurez musical y emocional.
Great American Ghost encendieron la chispa, After The Burial construyeron la tensión y Bleed From Within detonaron la explosión final. Juntas, las tres bandas ofrecieron una noche redonda, donde la técnica, la emoción y la identidad se fundieron en una sola experiencia.
Cuando las luces se encendieron y el público comenzó a dispersarse, quedó una sensación compartida: esto no fue un concierto más. Fue el regreso triunfal de una banda que, tras años de trabajo y convicción, conquistó su casa y la convirtió en un altar de orgullo y pertenencia.

- Great Amercian Ghost
- Great Amercian Ghost
- Great Amercian Ghost
- After The Burial
- After The Burial
- After The Burial
- Bleed From Within
- Bleed From Within
- Bleed From Within
- Bleed From Within
- Bleed From Within
















